Por qu¨¦ el problema del zoo de Madrid no es el hormig¨®n (y los planes para que vuelva a ser verde)
El paisaje vanguardista que Javier Carvajal pens¨® para que los animales dominaran sobre la mirada del p¨²blico y la naturaleza conquistara el hormig¨®n qued¨® tapado por un escenario de cart¨®n piedra

No hay teatro sin p¨²blico. Durante la cuarentena impuesta por la pandemia de la covid-19, ah¨ª han seguido los animales, actuando para ellos. El zoo es el teatro de la vida salvaje, donde los ejemplares interpretan el papel de sus semejantes en libertad. El arquitecto Javier Carvajal (1923-2013) dise?¨® el de la Casa de Campo de Madrid, en 1970, como un gran teatro compuesto por decenas de escenarios, donde el contacto m¨¢s profundo entre p¨²blico y actor deb¨ªa darse por s¨ª solo. Carvajal compuso una experiencia teatral ¡ªen un recorrido por la fauna de distintos climas y regiones¡ª, como lo habr¨ªa hecho un director de escena: forzando lo que no va a pasar por s¨ª solo, es decir, la verdad.
Levant¨® un espacio moderno y atrevido para que las especies improvisaran ante los espectadores. Los actores deb¨ªan parecer aut¨¦nticos. Elimin¨® las rejas ¡ªla cuarta pared¡ª y las sustituy¨® por fosos. Cre¨® una visi¨®n directa y frontal de cada una de las representaciones. Y, para rematar la jugada, contrat¨® a dos escultores para que inventaran la escenograf¨ªa de cada h¨¢bitat: Josep Mar¨ªa Subirachs hizo la de los tigres, los leones, las cabras y los muflones. Y Jos¨¦ Luis S¨¢nchez cre¨® la pieza m¨¢s interesante de todas, la de los osos pardos. El zoo que era un teatro se convirti¨®, adem¨¢s, en un museo de escultura habitable al aire libre, moldeado con 35.000 metros c¨²bicos de hormig¨®n vertido en encofrados. Nada de bloques prefabricados.
Por algo se le reconoce a Carvajal haber sido el rey del hormig¨®n en la historia de la arquitectura espa?ola del siglo XX. Las formas expresionistas pero sobrias que le hab¨ªan convertido en la referencia de la nueva ola y que us¨® para su propia casa, levantada en Somosaguas, a 10 minutos del zool¨®gico, fueron tambi¨¦n las del nuevo h¨¢bitat de los animales que hab¨ªan padecido la terrible Casa de Fieras, del parque del Retiro.

Aunque el zool¨®gico est¨¢ en proceso de adaptaci¨®n constante a las nuevas sensibilidades (menos animales, m¨¢s espacio), aquel cambio supuso para estos actores involuntarios una mejora de sus condiciones. La idea fue promovida en 1955 por el director del zoo de M¨²nich, Heinz Heck, que propuso al consistorio la creaci¨®n del recinto en ese lugar del bosque, con parada de suburbano pr¨®xima y dos arroyos. El emplazamiento era perfecto y el creador invisible del zoo convirti¨® la naturaleza de la Casa de Campo en el fondo de la escena.


Agust¨ªn L¨®pez, director de Biolog¨ªa del zool¨®gico, explica que el trabajo de adaptaci¨®n en los ¨²ltimos a?os ha consistido en "hacer compatible la arquitectura de Carvajal con el bienestar de los animales" y el desarrollo del paisajismo que cre¨®. "Es muy importante poder identificar a los animales en un ecosistema, por eso hacemos esas recreaciones paisaj¨ªsiticas del entorno", cuenta el bi¨®logo en defensa de la tematizaci¨®n, que prefiere no calificarla de "cart¨®n piedra". "Son pistas para los visitantes", a?ade.

Carvajal recogi¨® el testigo del arquitecto Jordi Mir i Valls, que hab¨ªa dise?ado, en una fase embrionaria, un parque "infantiloide", seg¨²n recuerda a ICON Design Juli¨¢n Colmenares (1946), colaborador de Carvajal desde quinto de carrera. Carvajal le dio la vuelta a lo de Mir mientras pudo: su idea se qued¨® a medio hacer por desavenencias importantes con Antonio Lle¨® de la Vi?a, due?o de la constructora Comylsa, que decidi¨® terminar la obra con los planos de Carvajal y Colmenares pero sin su direcci¨®n. El joven disc¨ªpulo hab¨ªa estado dos a?os empotrado en aquel lugar dirigiendo la obra mientras el maestro se enfrascaba en su edificio m¨¢s pol¨¦mico, la Torre de Valencia, ese rascacielos de viviendas a los pies del Retiro que revent¨® el perfil de Madrid. Finalmente, ninguno de los dos asisti¨® a la inauguraci¨®n, el 23 de junio de 1972.

Ese fue el comienzo de la desaparici¨®n de los autores de un zoo novedoso. Pero lo peor no fue la falta de reconocimiento, ni su invisibilidad en las instalaciones del recinto. Cuando, muchos a?os despu¨¦s, Colmenares regres¨® por primera vez con su hija, se encontr¨® con que la obra se hab¨ªa ido pervirtiendo poco a poco. Los due?os hab¨ªan decidido ir escondiendo los escenarios de hormig¨®n de Carvajal y sus escultores, y tematizarlos con cart¨®n piedra. "Lo que han hecho es una aberraci¨®n", dice. En el espacio de las focas incluyeron un barco de atrezo, levantaron falsas columnas egipcias e ¨ªdolos sudamericanos en el ¨¢rea de los elefantes asi¨¢ticos¡ Envolvieron las esculturas-escenarios en una extravagancia tan obsoleta e incongruente que conquistaron la cima del kitsch.

"Montaron un chiringuito chino con pagodas cuando llegaron los osos pandas. Yo tengo mucho cari?o al proyecto del zoo, conservo todos los planos, y lo que m¨¢s me duele es el deterioro al que lo han arrastrado. Lo que ha pasado con el espacio de los osos pardos es escandaloso. Alteraron todo sin pedirnos consejo ni ayuda; no tuvieron sensibilidad para conservar la arquitectura ni la escultura de S¨¢nchez y taparon la obra de un gran escultor ya fallecido", sostiene Colmenares. Como si fuera un movimiento irremediable de la sociedad del espect¨¢culo, el zoo volvi¨® a la casilla de salida para infantilizarse. Y de teatro pas¨® a parque de atracciones.

Pero el cart¨®n piedra tiene los d¨ªas contados. En 2010, cuando cumpli¨® 79 a?os en manos de la ciudadan¨ªa y no de los reyes que anta?o la disfrutaron en esclusiva, la Casa de Campo fue declarada Bien de Inter¨¦s Cultural (BIC) por la Comunidad de Madrid. Las 1.906 hect¨¢reas de dehesas de encina y pino, los yacimientos paleol¨ªticos, los restos arqueol¨®gicos, las construcciones hist¨®ricas pasaron a ser intocables. El zoo es un elemento m¨¢s que debe conservarse tal y como se cre¨®. Los elementos originales no pueden ser alterados, ni transformados. El hormig¨®n que aspir¨® a ser un escenario natural debe volver a emerger de entre lo cursi. En 2018, el zoo encarg¨® a los arquitectos Lorenzo Fern¨¢ndez-Ord¨®?ez y Fernando Porras-Isla un Plan Director para la recuperaci¨®n de las estructuras originales de Carvajal, que deb¨ªa despu¨¦s ser aprobado por el Ayuntamiento de Manuela Carmena.


El Ejecutivo del consistorio ha cambiado y el plan sigue sin aprobarse. Cuentan los dos arquitectos ¡ªresponsables tambi¨¦n de la reforma de la Plaza de Espa?a en marcha¡ª que es "burocracia", que al equipo de Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez-Almeida, actual alcalde de la ciudad, le ha gustado la vuelta a las estructuras de hormig¨®n limpio, sin a?adidos, ni simulacros. Todav¨ªa no han hecho p¨²blico el informe, pero adelantan las l¨ªneas b¨¢sicas que pretende su actuaci¨®n: "Hemos dado la vuelta a la visi¨®n del zoo como prisi¨®n, es el p¨²blico el que est¨¢ en una jaula mientras mira a los animales en espacios amplios. Los recintos han sido ampliados", cuenta Lorenzo Fern¨¢ndez-Ord¨®?ez.

Los rescatadores de Carvajal apuntan que el Ayuntamiento era consciente de que las obras posteriores hab¨ªan hecho perder el patrimonio original. Por eso les encarg¨® la limpieza de los a?adidos, "que algunos son lamentables", incide Porras-Isla. La misi¨®n que se les encomend¨® fue intervenir en la degeneraci¨®n para volver a subrayar la idea original, "donde el animal es el que domina sobre el que mira". En el teatro del zoo, los animales act¨²an siempre, interpretan desde sus escenarios para cualquiera que aparezca. Cuentan su historia, porque dice el director Peter Brook (1925), que contar historias, en cualquiera de sus manifestaciones, es el medio de contacto m¨¢s poderoso que existe.

En la elaboraci¨®n del protocolo de recuperaci¨®n?(sin presupuesto) han trabajado con la colaboraci¨®n de los actuales due?os del zoo y sus especialistas, que les han informado de sus necesidades y las de los animales. Han elaborado un plan para rebobinar en el tiempo y rescatar las esculturas que crearon S¨¢nchez y Subirachs, as¨ª como esas geometr¨ªas naturalizadas que levant¨® en los cobijos de los animales. Carvajal quiso que el hormig¨®n fuera habitado por la vegetaci¨®n, hasta camuflarlo. Quiso que m¨¢s que jaulas fueran salas de exposici¨®n integradas en el paisaje.

Para Fernando Porras-Isla la concepci¨®n de este zoo es "algo ¨²nico en el mundo". Pero quieren que este escenario artificial en el que act¨²an sea cada vez mayor y que forme parte de un gran escenario natural, que es la Casa de Campo. M¨¢s verdad y menos cart¨®n piedra. Reconocen que las piezas de Carvajal eran poco confortables para los animales, porque el proyecto de plantaci¨®n vegetal no pudieron ejecutarlo, "pero ahora los suelos pueden ser vegetales, sabemos plantar sobre el hormig¨®n". "El zoo cada vez es menos espect¨¢culo y m¨¢s cient¨ªfico y divulgativo", explica el arquitecto que, si pudiera, quitar¨ªa de inmediato esa megafon¨ªa estridente repartida por todo el recinto.

"Queremos que el zool¨®gico se acerque m¨¢s a la naturaleza. Mejor o¨ªr a los p¨¢jaros o el murmullo del arroyo Meaques cuando trae el agua del deshielo que esa musiquilla permanente", cuenta Porras-Isla. Dice que hay m¨¢s de 60 modelos de barandillas distintas y 50 tipos de pavimentos. "No hay m¨¢s que ruido", asegura. Juli¨¢n Colmenares conoce el Plan Director y lo apoya, respira aliviado. Pero la crisis sanitaria de la covid-19 podr¨ªa alterar los planes en mucho tiempo. El parque est¨¢ cerrado y sus fuentes de ingresos tambi¨¦n. No saben cu¨¢ndo volver¨¢n a abrir. Y, aunque es el momento perfecto para devolver la dignidad arquitect¨®nica al lugar, la inversi¨®n en la recuperaci¨®n se la llevar¨¢ el virus maldito.

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