?Qu¨¦ hacer ante la escasez de respiradores y otros materiales m¨¦dicos? Usar el ingenio

Caos, especulaci¨®n, contrabando, son algunas de las perlas que califican en las ¨²ltimas semanas al mercado del material sanitario. Una especie de subasta global en la que pujan 185 pa¨ªses de todo el mundo, para acceder a una producci¨®n limitada. El s¨¢lvese quien pueda, la ley del m¨¢s fuerte (y el m¨¢s rico), el todo vale, las zancadillas y los abusos han sustituido a cualquier otra pauta en ese escaparate salvaje y descarnado de la ley del mercado. Y a ese mismo escenario se acercan pa¨ªses con recursos exiguos pero necesidades similares. Ante la escasez, las comunidades makers (artesanos de la tecnolog¨ªa) africanas no han tardado en movilizarse para mitigar el golpe de la falta de materiales sanitarios de protecci¨®n.

¡°Esta vez, nuestras administraciones no pueden comprar materiales en el exterior porque todo el mundo tiene las mismas necesidades y est¨¢ encargando los mismos productos. Tampoco pueden hacer venir expertos del extranjero, como han hecho en otras ocasiones. Ahora s¨®lo podemos contar con nuestros propios recursos y en ese contexto los makers en ?frica, han reaccionado activamente para dar respuestas adaptadas al contexto a esas necesidades y utilizando lo que tienen a su alcance para producir las soluciones¡±. Quien explica la situaci¨®n es Gildas Guiella, el responsable de WakatLab, un espacio de innovaci¨®n de Ouagadougou donde se han estado produciendo, sobre todo, viseras de protecci¨®n para el personal sanitario, m¨¢s de 500 que ya se han entregado a diferentes centros m¨¦dicos, pero tambi¨¦n se intenta desarrollar un modelo de respirador de bajo coste y dispensadores autom¨¢ticos de gel hidroalcoh¨®lico.

En realidad, las comunidades de estos artesanos de la tecnolog¨ªa se han movilizado en todo el continente. Se imprimen viseras de protecci¨®n en impresoras 3D, m¨¢s o menos, manipuladas, desde Nuakchot hasta Kinshasa. Se dise?an dispensadores automatizados de gel u otros sistemas para el lavado de manos en Yamena o en Dakar. Y se prototipan respiradores de bajo coste Bamako o en Ouagadougou. Todo buscando dar respuestas locales a la falta de material para hacer frente a la epidemia de la covid-19. Son algunos de los pilares de estos colectivos, los que dan especial valor a su respuesta en el momento actual: su vocaci¨®n de buscar soluciones imaginativas y creativas, utilizando los materiales que tienen a mano, para desarrollar tecnolog¨ªa de bajo coste y compartiendo conocimientos de manera abierta para intentar generar una inteligencia colectiva al servicio del bien com¨²n.

¡°Podemos hacer mucho con poco y podemos hacerlo juntos¡±, sentencia M¨¦dard Agbayazon, responsable de BloLab, un espacio de innovaci¨®n situado en Cotonou, la capital de Ben¨ªn. Desde este laboratorio donde las impresoras 3D trabajan a pleno rendimiento para elaborar m¨¢scaras para la poblaci¨®n y caretas de protecci¨®n para el personal sanitario, Agbayazon explica: ¡°En esta pandemia, en Ben¨ªn y en ?frica, en general, estamos seguros de una cosa: ¡°Nadie nos va a ayudar con el material m¨¦dico porque se necesita en todos los pa¨ªses. Por eso hemos pensado que tenemos que intentar producirlo localmente¡±. Para este joven benin¨¦s, los valores y las experiencias de su comunidad son ¨²tiles ante esta crisis: ¡°Podemos producir alta o baja tecnolog¨ªa, con la maquinaria que tenemos en nuestos fab lab, pero sobre todo, por la cultura que nos mueve: el Do it yourself (H¨¢zlo t¨² mismo) y el Do it together (H¨¢zlo conjuntamente). Con nuestro car¨¢cter colaborativo, compartimos esquemas y ficheros (como en el caso de las m¨¢scaras, las caretas y otros elementos). Continuamos siendo solidarios, fabricamos y lo hacemos con los recursos existentes¡±.

La constante de dar respuesta a una necesidad imperiosa y hacerlo ¡°con materiales locales¡± es lo que anima a grupos de artesanos en diferentes ciudades africanas a buscar soluciones para la escasez de respiradores en la mayor parte de sistemas de salud. Lo han hecho un grupo de artesanos de la tecnolog¨ªa en Togo o en Camer¨²n, aunque todav¨ªa sin todas las verificaciones m¨¦dicas. En SenFabLab, otro espacio de innovaci¨®n, en este caso, situado en Dakar, la capital senegalesa, tambi¨¦n trabajan entre otros proyectos en un prototipo de respirador. ¡°No podemos hacer otra cosa, que fabricar nuestros propios aparatos¡±, comenta Modou Ngom, el responsable de este laboratorio de fabricaci¨®n. ¡°Las fronteras est¨¢n cerradas y el transporte a¨¦reo es muy complicado, as¨ª que ahora es cuando nosotros podemos demostrar el valor de nuestra experiencia en condiciones de escasez de material¡±, se?ala Ngom.

Los respiradores se ha convertido en el objetivo definitivo de muchas de estas comunidades. Tanto que los miembros de DoniFab, un espacio situado en Bamako, la capital de Mali, han lanzado una iniciativa para recaudar los fondos necesarios para construir 20 para este pa¨ªs. Su responsable Youssouf Sall, recuerda que el compromiso social no es nuevo. ¡°Desde siempre, proponemos soluciones a los problemas cotidianos de nuestras comunidades. En medio de esta crisis global, era m¨¢s necesario que nunca que mostr¨¢semos a nuestros vecinos que ellos mismos tienen capacidad para aportar¡±, defiende Sall. Por eso, adem¨¢s de los prototipos de respiradores, en este laboratorio de artesanos tecnol¨®gicos, se ha desarrollado un mecanismo para el lavado de manos, con agua, jab¨®n y aire caliente, pero tambi¨¦n un sistema de vaporizaci¨®n de desinfectante pensado para puertas de acceso a edificios, como mercados u hospitales.

Laboratorios de fabricaci¨®n por todas partes

Las experiencias se extienden y se multiplican, la producci¨®n m¨¢s recurrente es la de mascarillas y viseras de protecci¨®n, gracias a las impresoras 3D y a los esquemas compartidos. De esta manera esta actividad se desarrolla en laboratorios de fabricaci¨®n como los ya mencionados, pero tambi¨¦n en otros, en Kigali, la capital ruandesa; en la ciudad nigeriana de Ibadan, en Yaund¨¦, la capital de Camer¨²n, o en Abiy¨¢n, la ciudad m¨¢s grande de Costa de Marfil, por ejemplo.

La mayor parte de estas comunidades est¨¢n en contacto y comparten conocimientos. ¡°Las viseras que estamos haciendo¡±, explica desde Ouagadougou, Gildas Guiella, ¡°es el modelo open source que se est¨¢ distribuyendo por todo el mundo, pero lo hemos adaptado para poder hacer tres en el tiempo que se emplea para hacer una. Hemos trabajado en el modelo que exist¨ªa para reducir el consumo de material, de energ¨ªa y de tiempo. Y nuestros avances los hemos compartido con comunidades de Camer¨²n, Costa de Marfil, Ben¨ªn y otros pa¨ªses¡±.

Estos grupos que trabajan con equipos multidisciplinarios han buscado ahora la complicidad de los expertos en el ¨¢mbito sanitario para saber exactamente cu¨¢les eran las necesidades de los profesionales de la salud frente a la crisis. Los miembros del Clintonel Innovation Center de la ciudad nigeriana de Aba, han situado en la b¨²squeda de esas sinergias una de sus prioridades. ¡°Una de las fortalezas de los fab lab¡±, comenta M¨¦dard Agbayazon, ¡°es la diversidad de sus comunidades. En la comunidad de BloLab, por ejemplo, tenemos desarrolladores, agricultores, ge¨®grafos, m¨¦dicos o profesores. Para los proyectos de fabricaci¨®n de materiales m¨¦dicos contra el Covid19, por ejemplo, los m¨¦dicos trabajan con nosotros y est¨¢n implicados en todo el proceso, desde el dise?o hasta el prototipaje¡±.

Las experiencias se extienden y se multiplican, la producci¨®n m¨¢s recurrente es la de mascarillas y viseras de protecci¨®n, gracias a las impresoras 3D y a los esquemas compartidos

En este sentido, Guiellas ha encontrado un cambio sustancial. ¡°Hasta ahora hab¨ªa una brecha entre las personas que ten¨ªan la experiencia, es decir, en este caso, las personas que ten¨ªan el conocimiento concreto en salud y los makers, que trabajamos de manera local para poder desarrollar soluciones. No ten¨ªamos la credibilidad para que esos expertos se acercasen a nosotros¡±, comenta el responsable de WakatLab. ¡°Sin embargo, hoy estamos desarrollando sinergias con muchos sectores de la sociedad. Hoy si necesitas un m¨¦dico para trabajar sobre una soluci¨®n encuentras muy buena disposici¨®n, son las personas m¨¢s abiertas, a pesar de que es el peor momento y tiene menos tiempo para dedicarte, para darte las explicaciones precisas de lo que necesita. Realmente est¨¢n en una situaci¨®n de escasez de material y saben que colaborar es la primera acci¨®n que les puede permitir encontrar soluciones a sus necesidades¡±, concluye el burkin¨¦s.

Guiellas lamenta que esta conexi¨®n no se haya producido antes: ¡°Habr¨ªamos podido desarrollado soluciones a problemas que ya exist¨ªan, porque la necesidad de los respiradores ha existido siempre, no me imagino cuanta gente ha muerto porque no hab¨ªa suficientes respiradores¡±. A pesar de esta situaci¨®n, el burkin¨¦s sigue mirando hacia adelante y apunta ya la siguiente fase de este proceso de construcci¨®n local de soluciones, tomando como ejemplo la elaboraci¨®n de las viseras. Si la situaci¨®n se mantiene puede que en alg¨²n momento, los materiales termopl¨¢sticos que se usan para la impresi¨®n 3D empiecen a escasear o, al menos, sean dif¨ªcies de conseguir. ¡°Estamos empezando a trabajar en modelos todav¨ªa m¨¢s locales, para que en el momento en el que ya no tengamos m¨¢s materia prima disponible, podamos continuar produciendo viseras¡±, advierte.