La covid-19 golpea los mercados de abasto en Ciudad de M¨¦xico

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En el marco de las medidas para evitar la propagaci¨®n de la covid-19, el gobierno de la Ciudad de M¨¦xico ha ido cerrando varios mercados de abasto. Al principio del confinamiento general de los centros de educaci¨®n, entretenimiento y trabajo (decretado el 20 de marzo pasado), los mercados de proximidad fueron considerados sitios de primera necesidad para la poblaci¨®n, por lo que por ning¨²n motivo deb¨ªan cerrar.

La pandemia vino a agravar condiciones que ya estaban presentes y en el caso de varios mercados, parece tratarse del empuje final para cerrar su ciclo natural de vida. En efecto, la idea de la obsolescencia f¨ªsica, funcional y econ¨®mica de estos lugares, particularmente los ubicados en selectas ¨¢reas urbanas centrales, viene desde la d¨¦cada pasada: no corresponder¨ªan a las nuevas formas de consumo de la poblaci¨®n y lo mejor ser¨ªa transformarlos en modernos centros de consumo. En la actual coyuntura, aparecen focos de contaminaci¨®n, por la cantidad de vendedores que despachan en sus puestos individuales (a veces dos o m¨¢s personas atienden uno solo), a los que se suman los clientes en los estrechos pasillos. En cambio, en el higienizado y eficiente supermercado de autoservicio es poco el personal de servicio, los espacios son amplios, cuentan con estacionamiento de autom¨®viles y permiten las compras a cierta distancia.

Al principio de la pandemia, el gobierno de Ciudad de M¨¦xico lanz¨® un programa de desinfecci¨®n y prevenci¨®n de contagios en los 329 mercados de la ciudad con los objetivos de reducir el n¨²mero de accesos para controlar el ingreso (una persona por familia), evitar la entrada de poblaci¨®n vulnerable, uso de mascarillas y aplicaci¨®n de gel desinfectante. Sin embargo, conforme avanz¨® la pandemia y se asociaron algunas muertes y contagios a ciertos mercados (25 contagios y 14 decesos), el gobierno lanz¨® una alerta que incluy¨® a la Central de Abasto ¡ªque atiende a 500.000 usuarios al d¨ªa de la zona metropolitana de la capital mexicana¡ª y a varios mercados: anuncios gigantes en los principales accesos rezan Zona de alto contagio. Muchos comerciantes expresaron su molestia por esa medida, pues consideran que genera histeria innecesaria y ahuyenta a sus clientes. A esta campa?a le sigui¨® el cierre completo o parcial, que para el 15 de mayo ya suman 43 completamente cerrados. Una decena de ellos ya llevan casi dos meses cerrados. Adem¨¢s, cinco cerraron por decisi¨®n de sus propietarios, al considerar que sus ventas hab¨ªan bajado sustancialmente y que as¨ª no val¨ªa la pena exponerse a alg¨²n contagio.

Varias tiendas del conjunto de Mercados de La Merced lamentan que en el paulatino abandono de los mercados de las ¨²ltimas d¨¦cadas ¡ªaludiendo a los 23 a?os de gobiernos locales de izquierda¡ª, se fueron cerrando paralelamente los servicios m¨¦dicos y las guarder¨ªas que atend¨ªan a los y las comerciantes. En esta pandemia, esos servicios m¨¦dicos servir¨ªan para prevenir y monitorear la salud de comerciantes y usuarios.

Llueve sobre mojado

Poco antes de la pandemia actual, hubo una serie de incendios que en poco m¨¢s de un mes afectaron a cinco mercados. El 22 de diciembre de 2019 se incendi¨® el Mercado San Cosme (181 locales afectados), el 23 de diciembre el de Abelardo Rodr¨ªguez (3 locales afectados) y el 24 de diciembre fue el turno de la Nave Mayor de la Merced (600 locales afectados), que se suma a 736 puestos incendiados en 2013 (la reconstrucci¨®n culmin¨® 6 a?os despu¨¦s). El 20 de enero de 2020 se quem¨® el Mercado de Flores en Xochimilco (138 puestos afectados) y el 13 de febrero pasado el de Morelos en Tepito (3 locales afectados).

Las versiones de estos incendios son encontradas, algunos comerciantes sostienen que los incendios fueron provocados por grupos delictivos que los extorsionan para "garantizar" su seguridad; mientras las autoridades, amparadas en peritajes oficiales, sostienen que los siniestros se deben a cortocircuitos ocasionados por instalaciones el¨¦ctricas informales, que sobrecargan los cables en la temporada navide?a. En estos casos, el gobierno ofreci¨® reubicar a los vendedores en las calles aleda?as, mientras rehabilita o reconstruye los mercados, as¨ª como cr¨¦ditos blandos y el pago de seguro de desempleo por seis meses. As¨ª, el cierre de mercados y la prohibici¨®n de venta de productos no esenciales en las calles, mientras dura la pandemia, vino a afectar m¨¢s a quienes ya eran damnificados de los incendios.

Pandemia: negocio para supermercados

Mientras los mercados cierran, los supermercados ¡ªque se expanden en n¨²mero y geograf¨ªas¡ª no dejan de incrementar sus ventas. Las principales cadenas de supermercados que operan en la Ciudad de M¨¦xico se han sumado a las plataformas digitales, para ofrecer servicio a domicilio: hacer el "super" desde la comodidad de la casa y la seguridad de no exponerse a contagios. Datos del primer trimestre del 2020 reconocen un crecimiento at¨ªpico en las ventas de las grandes cadenas de supermercados mexicanas y trasnacionales, con Wal Mart a la cabeza. La ca¨ªda de ventas de algunos productos, como ropa de temporada, ha sido compensada con creces con la venta de comestibles y perecederos, en un escenario donde restaurantes, fondas, mercados y tiendas ef¨ªmeras han ido cerrando.

Sin embargo, los comerciantes de algunos mercados ubicados en barrios de clases medias y altas se han sumado desde hace tiempo a la entrega a domicilio y al pago con tarjeta de cr¨¦dito. Recientemente, en la Central de Abasto un centenar de proveedores empez¨® a usar el servicio de entrega a domicilio, cosa que no hac¨ªan, aunque la entrega de productos demora de uno a cuatro d¨ªas por la demanda generada. En cambio, los supermercados contrataron servicio de entrega o ch¨®feres para ello.

En esta competencia desigual, la pandemia ofrece el escenario perfecto para terminar con los tradicionales mercados de abasto, el ¨²ltimo reducto de un modelo popular de distribuci¨®n alimentaria, que ofrece comida fresca a precios accesibles, emplea a mucha gente y es un espacio de integraci¨®n social.

V¨ªctor Delgadillo es profesor investigador de la Universidad Aut¨®noma de la Ciudad de M¨¦xico (UACM) y posgrado en Urbanismo por la Universidad Nacional Aut¨®noma de M¨¦xico (UNAM).