Sexo de reconciliaci¨®n: ?por qu¨¦ a unas personas les funciona y otras?lo odian?
Puede que un orgasmo ayude a debatir m¨¢s relajados, pero...
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Empotrarse contra la puerta, en plena discusi¨®n, y acabar haciendo el amor en todas las superficies planas de la casa. Es una escena de pel¨ªcula que cualquiera ha visto alguna vez, incluso puede llegar a formar parte del selecto elenco de las fantas¨ªas sexuales de algunas personas. Para ellas, es como si ese ataque de ira fuera el c¨®ctel perfecto para tener una sesi¨®n de sexo ¨²nica en la vida. Un sexo pasional, casi animal. Pero que en el mundo animal se mezcle la violencia y el sexo no quiere decir que tu pareja quiera hacer el amor contigo despu¨¦s de discutir por qui¨¦n tira o no la basura.
Ya fuera de las pel¨ªculas y las profundidades de la psique, en el mundo real hay quien intenta resolver los conflictos con una sesi¨®n de sexo para encontrarse con una rotunda negativa como respuesta. El chasco es lo de menos. Lo peor es que la cuerda se tense hasta el punto de que se genera un tema de discusi¨®n que a?adir al anterior. Ninguna de las partes se ve capaz de transigir, como si solo su postura fuera de lo m¨¢s natural. ?A qu¨¦ viene tanta distancia? ?Por qu¨¦ a algunas personas prefieren arreglar los problemas en la cama y otras se sienten incapaces de intimar en pleno cabreo?
Escuchar al cuerpo para entender lo que pasa
Hagamos un experimento mental y pongamos un equipo de cient¨ªficos en el lugar de los hechos. Si aplicasen sus instrumentos para medir c¨®mo reacciona el cuerpo a la pelea, ?encontrar¨ªan signos de excitaci¨®n sexual? Sorprendentemente, puede que as¨ª fuera. Una investigaci¨®n liderada por cient¨ªficos de la Universidad de Valencia se centr¨® en investigar qu¨¦ pasa en nuestra mente cuando nos enfadamos. Su mente no estaba puesta en los arrebatos sexuales pero, seg¨²n el art¨ªculo que publicaron en la revista Hormones and Behavior, la ira aumenta la frecuencia cardiaca y la tensi¨®n arterial, lo que tambi¨¦n sucede cuando estamos excitados, y produce un aumento de testosterona, una hormona que refuerza la libido. Entonces, ?es normal la excitaci¨®n? No. Resulta que, aunque el cerebro segregue estas sustancias, la ira hace que el cuerpo se ponga en estado de alerta, y no todo el mundo reacciona igual en estos casos.
El jefe de Neurolog¨ªa del Hospital Universitario Sanitas La Zarzuela, Ventura Anciones, explica que "las situaciones de enfado o estr¨¦s determinar¨ªan, al menos en parte, una inhibici¨®n del deseo sexual", al establecer ciertos "mecanismos de defensa". La clave est¨¢ en la activaci¨®n del n¨²cleo amigdalino, que es una regi¨®n del cerebro que se activa en situaciones de enfado, ira o estr¨¦s. Este provoca, como citaba el estudio, que aumente la tensi¨®n arterial y la frecuencia cardiaca gracias a un subid¨®n de adrenalina, pero tambi¨¦n "disminuye el bienestar, aumenta la glucosa en sangre, bloquea el sistema inmune, deprime el ¨¢nimo y dificulta las relaciones sociales", seg¨²n aclara el neur¨®logo. Al final, pese a sentirnos en un momento de subid¨®n, nuestro cerebro parece no encontrarse en el mejor momento para intimar.
Una comunicaci¨®n inoportuna
No, la ira y el sexo animal no vienen unidos. Entonces, ?por qu¨¦ algunas personas se empe?an en solucionar cualquier tipo de discusi¨®n con una sesi¨®n de sexo? Curiosamente, parece que ni a ellos les apetece, que el problema es que no se saben c¨®mo manejar la situaci¨®n y piensan que intimar es una manera de disculparse. Sobre todo ellos. "El perfil est¨¢ claro, los hombres lo prefieren y las mujeres no. Aunque se dan parejas en las que es justo al rev¨¦s", afirma la sex¨®loga Nayara Malnero, bas¨¢ndose en los casos que ve en consulta y en la informaci¨®n que recaba de sus seguidores en redes.
"Las chicas, por lo general, necesitamos que todo est¨¦ perfecto para tener sexo. Y sin ese buen clima, no me apetece tener sexo contigo", contin¨²a Malnero, matizando que hay que tener en cuenta que hombres y mujeres suelen tener mecanismos diferentes para despertar su deseo. Algunos hombres, no todos, parecen gestionar los sentimientos de enfado forma diferente, y buscan apaciguar el conflicto a trav¨¦s de unas emociones y afecto que pretenden mostrar a trav¨¦s de un encuentro sexual. Es como una forma de llegar a un acuerdo o de decir "lo siento", pero sin que conste en acta. "Si tienes habilidades para comunicarte verbalmente, te sentir¨¢s m¨¢s inclinado a solucionar el tema hablando y quiz¨¢ te cueste sentir deseo, hasta que la cosa no se solucione", aclara la psic¨®loga Susana Ivorra.
Por otro lado, "para las personas que son poco h¨¢biles en la comunicaci¨®n verbal, el sexo puede ser una v¨ªa importante para compartir y expresar". Al final, "no solo se trata de descargar la tensi¨®n, las relaciones sexuales nos conectan tambi¨¦n a nuestra pareja", insiste Ivorra. Eso s¨ª, esta excusa no valdr¨¢ para suplir la comunicaci¨®n porque ser¨ªa como barrer siempre los problemas debajo de la alfombra: acabaremos tropezando con ellos. "Una de las secuencias habituales que me encuentro en las personas que vienen a terapia de pareja es que ellas se niegan a tener sexo enfadadas, y ellos, como no tienen sexo, niegan los mimos y el cari?o, lo que provoca que la pareja se vaya distanciando cada vez m¨¢s", relata Malnero.
En la mayor¨ªa de los casos, ser¨¢ imposible no tener una conversaci¨®n si realmente queremos solucionar el conflicto. Eso s¨ª, habr¨¢ quien sienta tanta ira que no sea capaz de tener sexo hasta aclararlo, y habr¨¢ que prefiera tener antes un buen orgasmo, con su buena dosis de endorfinas, para charlar despu¨¦s mucho m¨¢s relajados. Lo importante ser¨¢ encontrar a una pareja que tenga nuestro mismo enfoque comunicativo.
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