El misterioso Dominic: c¨®mo cabrear a millones de personas por ir a ver a tus padres
Unos opinan que el asesor de Boris Johnson es un eg¨®latra da?ino, otros que es un genio pol¨ªtico. Lo que es seguro es que la ¨²ltima ocurrencia de Cummings de viajar 250 kil¨®metros en pleno confinamiento le ha salido cara
?Qu¨¦ hace un se?or calvo vestido con la ropa de alguien que guarda la pulsera del primer Benic¨¤ssim en un relicario (gafas de pasta de moderno de 2005, camiseta beisbolera, pantalones cargo) en las portadas de toda la prensa brit¨¢nica? El Daily Star incluso ofrece una careta recortable del hombre del momento: Dominic Cummings (Durham, Reino Unido, 1971), asesor principal de Boris Johnson y protagonista del esc¨¢ndalo de la semana.
Nunca hay que subestimar la capacidad de la pol¨ªtica brit¨¢nica para sacar farsas hasta de las peores tragedias. Hace unas semanas fue el epidemi¨®logo Neil Ferguson, apodado ¡°profesor cuarentena¡±, quien tuvo que dimitir de su cargo de consultor¨ªa del Gobierno cuando se destap¨® que se hab¨ªa saltado el confinamiento, que ¨¦l mismo recomend¨® para el Reino Unido, para encontrarse con su amante.
Los peri¨®dicos destaparon el fin de semana pasado que Cummings viol¨® las normas de la cuarentena en el mes de abril y condujo 250 kil¨®metros junto a su esposa, que ten¨ªa s¨ªntomas de coronavirus, para llevar a su hijo de cuatro a?os a la casa de sus padres en Durham, en el Norte de Inglaterra
Pero lo de Cummings est¨¢ a otro nivel. El lunes, el spin doctor, del que muchos dicen que es quien gobierna de verdad en el pa¨ªs, dio una rueda de prensa que se recordar¨¢ durante a?os tanto por su puesta en escena como por lo que se dijo. El motivo para convocarla era admitir que todo lo que hab¨ªan publicado The Guardian y The Daily Mirror era verdad, pero que no por ello pensaba dimitir ni disculparse. Los dos peri¨®dicos destaparon el fin de semana pasado que Cummings viol¨® las normas de la cuarentena en el mes de abril y condujo 250 kil¨®metros junto a su esposa, que ten¨ªa s¨ªntomas de coronavirus, para llevar a su hijo de cuatro a?os a la casa de sus padres en Durham, en el Norte de Inglaterra. Desde all¨ª, adem¨¢s, hizo una excursi¨®n a la zona tur¨ªstica de Barnard Castle, justo el d¨ªa del cumplea?os de su esposa, la periodista Mary Wakefield.
Cummings habl¨® durante m¨¢s de una hora, instalado en una especie de mesita de picnic en el jard¨ªn de los rosales de Downing Street (una decisi¨®n extra?a en si misma, puesto que no es un cargo electo), pero lo ¨²nico que el p¨²blico recordar¨¢ es que dijo que si condujo a Barnard Castle fue para ¡°comprobar su visi¨®n¡± antes de volver a Londres.
Cummings asegura que hizo lo que ten¨ªa que hacer para proteger a su familia y su jefe, Boris Johnson, lo defendi¨® por eso. Le confirm¨® en el cargo y dijo que su mano derecha ¡°sigui¨® los instintos que tendr¨ªa cualquier padre¡±. A la opini¨®n p¨²blica tampoco se le escapa la iron¨ªa de escuchar a Johnson hablar de paternidad responsable. El primer ministro tuvo el mes pasado al que podr¨ªa ser su hijo n¨²mero cinco, seis o siete seg¨²n qu¨¦ documentos se consulten, ya que el premier se niega a confirmar exactamente cu¨¢ntos hijos tiene m¨¢s all¨¢ de los cuatro reconocidos que concibi¨® con su segunda mujer, Marina Wheeler.
El nuevo esc¨¢ndalo, en todo caso, vuelve a poner en primera fila a alguien cuyo cometido es permanecer oculto en la trastienda de la pol¨ªtica. Nada en Cummings es muy habitual. Licenciado en Historia Antigua y Moderna en Oxford, habla ruso (trabaj¨® en Rusia durante varios a?os en los noventa), lleva lustros haciendo campa?a contra el euro y contra la pertenencia del Reino Unido a la UE y, seg¨²n afirma en su web oficial, nunca ha formado parte de un partido pol¨ªtico. Tampoco es habitual que un asesor pol¨ªtico tenga su propia pel¨ªcula para televisi¨®n. En marzo del a?o pasado se estren¨® en HBO Brexit, una dramatizaci¨®n de la campa?a que llev¨® al Reino Unido a votar ¡°s¨ª¡± a salir de la Uni¨®n Europea con Benedict Cumberbatch en el papel de Dominic Cummings.
Tanto en la pel¨ªcula como en la vida, el personaje genera dos tipos de reacciones en su entorno: aquellos que creen que es un eg¨®latra da?ino con demasiada confianza en sus propias aptitudes y los que piensan que es un genio pol¨ªtico de los que surgen tan solo una vez en cada generaci¨®n. La producci¨®n de HBO se centra en c¨®mo Cummings explot¨® sentimientos xen¨®fobos de la clase trabajadora brit¨¢nica con la ayuda de datos agregados no siempre conseguidos de manera leg¨ªtima ¨Cel caso fue el germen del esc¨¢ndalo de Cambridge Analytica¨C para lograr la victoria del s¨ª. Un detalle que se cuid¨® especialmente fue el vestuario de ¡°Dom¡± (en estos d¨ªas, los adl¨¢teres del Gobierno brit¨¢nico tratan de se?alar su cercan¨ªa al poder por el n¨²mero de veces que se refieren a Cummings como ¡°Dom¡±). Cumberbatch sacrific¨® su pelo para replicar la calva de Cummings, que ahora lleva afeitada, y mimetiz¨® su estilo desali?ado, sus chalecos reflectantes de ciclista, los acolchados, las camisas arrugadas llevadas por fuera y las prendas demasiado grandes o demasiado peque?as.
El personaje genera dos tipos de reacciones en su entorno: aquellos que creen que es un eg¨®latra da?ino con demasiada confianza en sus propias aptitudes y los que piensan que es un genio pol¨ªtico de los que surgen tan solo una vez en cada generaci¨®n
En estos d¨ªas se ha vuelto a hablar mucho del particular aspecto de Cummings. ¡°Viste como una combinaci¨®n todos los personajes de la primera temporada de Skins¡±, tuite¨® alguien que lleva 27.000 "me gusta", junto a una foto que lo muestra con botas de motero hasta la pantorrilla, pantalones anchos, bufanda de punto de rayas y chaqueta aboatinada. ¡°Es multimillonario, pero viste como una madre soltera de cinco hijos¡±, se?al¨® otro, transparentando de paso su clasismo, y comentando el famoso v¨ªdeo de esta semana que lo mostraba con pantalones anchos de ch¨¢ndal y camiseta naranja, ignorando a un vecino que le hace peinetas. Hay m¨¢s: ¡°Dominic Cummings viste como el tipo de persona que comenta 'qu¨¦ bella' en el Instagram de las actrices porno"; o ¡°Si los tories fuesen una pandilla de atracadores, Dominic Cummings ser¨ªa el hacker que viste como un fumeta¡±.
Se han hecho muchos an¨¢lisis sobre su querencia por lo que en Espa?a conocemos como fachaleco (chaleco acolchado), que en el Reino Unido tiene otras connotaciones. ¡°Esta prenda tan europea es el pan de cada d¨ªa para alguien tan eur¨®fobo como Cummings¡±, escribi¨® Hannah Jane Parkinson en The Guardian. ¡°Casi nunca se le ve sin ella, o sin el plan para minar la democracia¡±. El asesor domina bien el arte de hablar con sus camisetas ¨Clleva mucho las de Sci Foo, el congreso para nerds?(personas inteligentes pero sin habilidades sociales) poderosos que se celebra cada a?o en la sede de Google en California¨C y el de la bolsa de tela ¨C¡°Vote Leave¡±, o sea, "Vota por abandonar", dice su preferida¨C. Y no le hace ascos a las sudaderas grises, entre ¡°skater con tik tok¡± y ¡°persona que fue a la Universidad en los noventa¡±.
Por supuesto, nada de esto es casualidad. Vestir mal en el trabajo es algo que solo pueden permitirse las personas que tienen mucho poder, y adem¨¢s es una tradici¨®n tan brit¨¢nica como expoliar frisos de civilizaciones ajenas o comer fresas en Wimbledon. ¡°Por supuesto que viste como un tirado adrede. Nadie se cree que este estratega no planifique su vestuario¡±, se?alaba Kate Finnigan en la edici¨®n brit¨¢nica de Vogue. ¡°Cummings desprecia a los pol¨ªticos de carrera, as¨ª que elige no vestirse como uno. Se ha inventado su propio c¨®digo (¡). El look de athleisure?[moda deportiva para el d¨ªa a d¨ªa] cutre es un corte de mangas a la historia y la tradici¨®n del parlamento, una se?al de que ¨¦l no lo soporta porque es un disruptor, un chaos monkey, un tipo que se mueve r¨¢pido y rompe cosas¡±.
Minutos antes de que compareciera el lunes, la arist¨®crata convertida en activista (y pareja del c¨®mico Russell Brand) Jemima Goldsmith especul¨® en Twitter con qu¨¦ se pondr¨ªa Cummings para su cita m¨¢s importante con el p¨²blico: ¡°?Camiseta o camisa? Yo voto camisa abierta¡±. Finalmente apareci¨® con una camisa blanca, el s¨ªmbolo internacional de la transparencia, pero informal, con el cuello abierto y ligeramente desbocado y las mangas arrugadas al codo, tejanos grises, cintur¨®n de cuero marr¨®n y esa clase de calzado indeciso que no quiere definirse como zapatilla ni como zapato, coqueteando con la equidistancia. En conjunto, el t¨¦rmino medio entre el traje que nunca lleva y los looks de exraver que ha seguido llevando durante la pol¨¦mica.
M¨¢s curioso aun que su aspecto es su manera de hablar. Para la rueda de prensa, Cummings estren¨® un tartamudeo educado a lo Hugh Grant, a?adi¨® una especie de vacilaci¨®n a sus palabras, una enunciaci¨®n muy distinta a la que tiene habitualmente, firme, segura y un punto displicente, y que de alguna manera contradec¨ªa el contenido de su discurso, en el que insisti¨® que ¡°entend¨ªa¡± por qu¨¦ los brit¨¢nicos pod¨ªan estar enfadados, pero que ni se arrepent¨ªa, ni se disculpaba.
Por el momento, Johnson ha salvado a su mano derecha. En el medio digital Reaction aseguran que el primer ministro es ¡°psicol¨®gicamente dependiente¡± de su asesor. En Politico citan a un alto cargo de la campa?a del Brexit diciendo que en el actual Gobierno ¡°toda la operaci¨®n es Dom¡±. ¡°Todo el n¨²mero 10 de Downing Street est¨¢ ocupado por protegidos de Dom. Ministros, secretarios de estado y asesores especiales est¨¢n ah¨ª porque ¨¦l quiere¡±. Y la articulista Marina Hyde, en otro de sus brillantes an¨¢lisis en The Guardian, se?ala que la imagen de la gente increpando al asesor por la calle no deja de ser un triunfo de la visi¨®n de Cummings, ¡°una vi?eta de la Gran Breta?a que ¨¦l foment¨®: polarizada, agresiva por reflejo y funcionando con una corriente subterr¨¢nea de amenaza¡±. Mientras, y seg¨²n la consultora Savanta, los ¨ªndices de aprobaci¨®n de Boris Johnson han pasado de +19 a -1 en cuatro d¨ªas. Pero qui¨¦n sabe, quiz¨¢ todo es parte del plan de Dom.
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