Jared Kushner, el yerno: as¨ª lleg¨® al poder en Estados Unidos un ¡®milenial¡¯ rico que ha fracasado en todo
Jared Kushner, casado con Ivanka Trump, gestiona a su manera la crisis del coronavirus en los ratos libres que le deja el conflicto de Oriente Medio
Jared Kushner se ve a si mismo como Edmond Dant¨¨s, el protagonista de su novela preferida, El conde de Montecristo, un marino mercante que consigue hacerse rico y utiliza su fortuna para vengarse de todos los que le perjudicaron y le metieron en la c¨¢rcel. Pero el yern¨ªsimo de Donald Trump suele inspirar otro tipo de comparaciones entre sus detractores, que dan buena cuenta de su ojo para los parecidos razonables (y de cierta crueldad) en Twitter. Lo han comparado con un mu?eco de ventr¨ªlocuo, con Jack Skeleton de Pesadilla antes de Navidad, con Slenderman, con Pinocho y, por supuesto, con Tom Wambsgans, con el yerno del patriarca de Succession y principal v¨ªctima del escarnio de toda la familia.
Jared recibi¨® como regalo de graduaci¨®n de su padre una publicaci¨®n hist¨®rica, el 'New York Observer' y actu¨® como su editor durante una d¨¦cada hasta que el peri¨®dico cerr¨®, tras haber echado a seis directores y haber intentado utilizarlo para publicar art¨ªculos contra sus enemigos
Hay algo en Kushner, en su forma de hablar, de vestir y hasta de estar de pie que invita a la met¨¢fora. Y eso es antes incluso de saber nada de ¨¦l o de lo que hace, que no es poco. El marido de Ivanka Trump es el l¨ªder del comit¨¦ en la sombra que coordina la respuesta estadounidense ante el coronavirus ¨Cy tiene que cumplir con esa misi¨®n en los ratos libres que le quedan entre arreglar el asuntillo entre Israel y Palestina, reformar el sistema penal, construir el muro con M¨¦xico, coordinar las relaciones diplom¨¢ticas con China, vender armas a Arabia Saud¨ª, controlar la epidemia de los opi¨¢ceos y dinamizar el funcionamiento del Gobierno desde un organismo llamado Oficina para la Innovaci¨®n Americana¨C. No est¨¢ mal para un milenial que a¨²n no ha cumplido los 40 y que consigui¨® entrar en Harvard gracias a que su padre multimillonario don¨® dos millones y medio de d¨®lares a la universidad.
Los abuelos de Jared Kushner escaparon de Polonia durante la Segunda Guerra Mundial y llegaron a Estados Unidos en 1949. Su padre, Charles Kushner, se hizo millonario como magnate inmobiliario en Nueva Jersey. Charles y sus tres hermanos crecieron all¨ª, concretamente en Livingston. Charles Kushner termin¨® en la c¨¢rcel por impago de impuestos, donaciones ilegales a campa?as electorales y obstrucci¨®n a la justicia (contrat¨® una prostituta para que sedujese a su cu?ado, que estaba cooperando con las autoridades) y de ah¨ª, tal vez, le viene a su hijo la obsesi¨®n con la venganza de El conde de Montecristo, excepto que Dant¨¨s nace pobre y Jared ya lleg¨® al mundo muy, pero que muy rico. Y lo seguir¨¢ siendo. En 2007, justo antes de que explotara la burbuja inmobiliaria, pag¨® casi dos mil millones de d¨®lares por un rascacielos situado en el n¨²mero 666 de la Quinta Avenida, lo que expuso a su familia a la bancarrota y a firmar acuerdos con empresas chinas y catar¨ªes que despu¨¦s le han pasado factura pol¨ªtica.
Como se?al¨® la columnista Arwa Mahdawi en The Guardian, Kushner desaf¨ªa el principio de Peter, seg¨²n el cual en una organizaci¨®n jer¨¢rquica todos los empleados ascienden hasta que alcanzan el nivel de su incompetencia. El yerno de Trump ha llegado a su actual posici¨®n, como el asesor m¨¢s influyente del presidente de Estados Unidos, habiendo fallado en casi todos sus cometidos anteriores. En enero de este a?o present¨® el proyecto por el que seguramente le gustar¨ªa pasar a la historia, el plan de paz para Oriente Medio, que abord¨® con caracter¨ªstica fanfarroner¨ªa pidiendo a sus asesores que ¡°no le hablasen de historia¡± (total, para qu¨¦) y sin hablar con una de las partes implicadas, Palestina, a cuyos negociadores se refiri¨® en una ocasi¨®n como ¡°est¨²pidos e hist¨¦ricos¡±.
¡°Mis expectativas eran bajas, pero est¨¢ claro que no lo suficiente. Aparte del hecho de que parece el prospecto de un proyecto redactado en dos d¨ªas por un becario, literalmente ni uno de los puntos propuestos es viable. Esto es como si Monty Python hicieran un sketch sobre una iniciativa de paz entre Israel y Palestina¡±, declar¨® Michael Koplow, del Israel Policy Forum. Un antiguo embajador en Israel bajo el mandato de George W. Bush tuite¨® que dar¨ªa al plan un ¡°suficiente bajo¡± si lo hubiera firmado un estudiante.
Cuando se gradu¨® de Harvard en 2007, Jared recibi¨® como regalo de graduaci¨®n de su padre una publicaci¨®n hist¨®rica, el peri¨®dico New York Observer, y actu¨® como su editor durante una d¨¦cada hasta que el peri¨®dico cerr¨®, tras haber echado a seis directores y haber intentado utilizarlo para publicar art¨ªculos contra sus enemigos.
¡°Kushner ha hecho bien exactamente tres cosas en su vida. Naci¨® con los padres correctos, se cas¨® bien y aprendi¨® a influir en su suegro. Todos sus otros esfuerzos han sido fracasos¡±, resum¨ªa Michelle Goldberg en una columna de?The?New York Times que cambi¨® misteriosamente de titular. Cuando se public¨® se titulaba ¡°Jared Kushner va a llevarnos a todos a la muerte¡± y despu¨¦s se cambi¨® por el m¨¢s suave: ¡°Poner a Jared Kushner al mando es una locura absoluta¡±.
El jefe del comit¨¦ en la sombra para la crisis del coronavirus, para empezar, se salta sus propias recomendaciones. Se ha sabido que Ivanka Trump y Kushner viajaron de Washington al club de golf Bedminster, propiedad de su padre, en Nueva Jersey, uno de los Estados m¨¢s castigados por la pandemia, pasa pasar la Pascua Jud¨ªa. El matrimonio lo ha admitido y ha argumentado que all¨ª ten¨ªan m¨¢s posibilidades de practicar la distancia social que en su mansi¨®n de la capital, donde son vecinos de los Obama y de Jeff Bezos.
Dentro de la Casa Blanca, el yerno-del-jefe tambi¨¦n tiene enemigos. Al parecer, los veteranos de FEMA, la agencia de gesti¨®n de emergencias estadounidense, han bautizado a Kushner y sus colegas como ¡°la pandilla del traje entallado¡± porque todos tienden a llevar americanas y pantalones de corte estrecho. Son los autoproclamados ¡°disruptores¡±, fundadores de fondos de inversi¨®n y consultores de McKinsey que Kushner se ha ido encontrando por la vida, algunos compa?eros de colegio mayor en Harvard, y se los ha llevado a la Administraci¨®n, donde han formado su propia ¡°fiesta de la fraternidad¡±, seg¨²n le dijo un alto cargo de la Casa Blanca tambi¨¦n a The New York Times.
Pero no todo el mundo considera a Jared Kushner un ¡°supervillano¡±, como lo defini¨® su excompa?era de curso en Harvard, Natalie Portman. Su mujer lo adora. En un perfil en Vogue en 2015 Ivanka hizo un comentario sobre su marido que hoy suena prof¨¦tico: ¡°Jared es incre¨ªblemente relajado y calmado. El mundo puede estar derrumb¨¢ndose a su alrededor y nada le afecta¡±. Cinco a?os m¨¢s tarde, el mundo se derrumba por el coronavirus y Kushner es una de las personas al mando en el pa¨ªs con mayor n¨²mero de infectados ?Qu¨¦ podr¨ªa salir mal?
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