No hay otra: castidad obligatoria

Hay toda una explicaci¨®n cient¨ªfica de por qu¨¦ algunas personas funcionamos con energ¨ªa solar, que tiene que ver con los niveles de serotonina de nuestro organismo y de la importancia del sol para que produzcamos esa sustancia que act¨²a como neurotransmisor de la felicidad. Tambi¨¦n tiene que ver con que relacionamos el verano siempre con el ocio y las vacaciones. Y, coincido, es en verano cuando m¨¢s nos conocemos y reconocemos. Ahora imaginen que este verano que nos espera no van a poder tener sexo m¨¢s que con las personas con las que hayan estado confinadas. ?nica y exclusivamente. Eso es lo que dicen los que m¨¢s saben.

Mari¨¢n Garc¨ªa es doctora de Farmacia y nutricionista. Y una de las cient¨ªficas que m¨¢s divulga c¨®mo debemos actuar con la presencia de la covid-19 en nuestras vidas. Porque, literalmente, est¨¢ en nuestra vida. Su respuesta ante la pregunta de qu¨¦ tipo de sexo podemos tener, ahora que empezamos a quedar con los amigos y podemos vernos de nuevo, es contundente. "El ¨²nico sexo que se puede tener es el que te permita mantener la distancia social. Dos metros. Habr¨¢ muchas fases, se reducir¨¢n las distancias para poder pasear, pasaremos a otra fase en la que podamos cambiar de provincia, pero lo ¨²ltimo de verdad, lo ¨²ltimo que vamos a poder hacer va a ser tener contacto f¨ªsico con las personas a las que veamos".

Y lo peor es que no sabemos cu¨¢nto tiempo tendremos que mantenerla, porque fecha para comernos los morros, no tenemos. Seg¨²n @BoticariaGarcia, esa medida ser¨¢ la ¨²ltima en irse junto con la del uso de la mascarilla. "Por tanto, el sexo es impensable. En menos de dos metros el contagio es posible. Solo puedes estar salt¨¢ndote esta distancia si llevas EPI y eso no lo vas a tener. Lo que hay en las farmacias y las mascarillas que llevamos son otra cosa", afirma. Y que nadie crea que con evitar las babas ya est¨¢ todo hecho. Lleg¨® incluso a publicitarse todo un coronasutra con posturas sexuales en las que las bocas de los amantes se manten¨ªan distanciadas m¨¢s de un metro la una de la otra. Pero no solo es una cuesti¨®n de babas. "Hay un estudio que se hizo a principios de mayo en el Journal of the American Association, JAMA, en el que se dice que de treinta y ocho pacientes, en seis se encontr¨® el virus en el semen, cuatro estaban asintom¨¢ticos, pero dos dieron de nuevo positivo, a pesar de haberlo pasado y, supuestamente, haberse curado. Ya no ten¨ªan la enfermedad, pero su semen s¨ª. Por tanto, que nadie piense que con evitar la boca cerca, basta. Ni el semen se libra".

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Laura Mor¨¢n, psicosex¨®loga, tiene la percepci¨®n de que no somos a¨²n conscientes de la gravedad de lo que hablamos: "El riesgo es una percepci¨®n individual y hay determinadas personas que tienen una percepci¨®n muy baja de ¨¦l, como los adolescentes. Ellos piensan que no les va a rozar. Luego tenemos el sesgo de la familiaridad. Tenemos la sensaci¨®n de que podemos ver a nuestra madre, a nuestra sobrina, a nuestra hermana y, por supuesto, al novio que hace semanas que no vemos. Te puedes ver, pero de lejos. No te puedes tocar: Viven en otra casa".

Para que pudi¨¦ramos tener sexo, seg¨²n comentan ambas, lo mejor ser¨ªa que existiera una pastilla de profilaxis de prexposici¨®n, (PrEP), como la que ha surgido para el VIH: "Es una pastilla que te tomas todos los d¨ªas e inhibe la replicaci¨®n del virus dentro de tus c¨¦lulas. Ha sido efectiva en un 90% de los casos. No se infectaron de VIH a pesar de tener sexo con personas infectadas". Pero eso no existe. Laura Mor¨¢n, como buena sex¨®loga, apuesta por explorar las posibilidades del sexo a distancia en todas sus posibilidades. "No podemos tocar, no podemos besar, no podemos estar cerca de nuestros amantes. No dejo de recomendar usar dispositivos con imagen, mensajes, ?hasta que recuperen las cartas! pero incido mucho en que no pueden saltarse la medida de los dos metros". La norma ya est¨¢ m¨¢s que escrita, recuerda Mari¨¢n Garc¨ªa, cient¨ªfica: "Cualquier relaci¨®n sexual va en contra de las normas que son generales para todos. La normativa exige mantener los dos metros de distancia social. Y los que quieran tener sexo no van a tener m¨¢s derecho que las madres que llevan meses sin abrazar a sus hijos y nietos".

Hablamos de un verano que, probablemente, tenga que ser sin sexo. A escasos veinte d¨ªas de que empiece, no tiene pinta que vayan a quitarnos la necesidad y obligaci¨®n de mantener la distancia social.? A ver qui¨¦n se lo cuenta a los m¨¢s j¨®venes.

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