La nueva cesta de la compra ya est¨¢ aqu¨ª: c¨®mo llenarla con lo m¨¢s local, sano y sostenible
Algunas propuestas para fortalecer las redes de consumo agroecol¨®gico en la era del post-confinamiento
Desde que comenz¨® el confinamiento por la covid-19, hemos cambiado el h¨¢bito de nuestra compra de alimentos y esto afecta tanto a quien los produce como a quien los consume. Por un lado, han aumentado las cuotas de mercado de las grandes cadenas de supermercados; quienes perpet¨²an un sistema de aprovisionamiento alimentario que empobrece la agricultura y consolida el oligopolio de grandes empresas en el mercado alimentario global. Pero, por otra parte, un buen n¨²mero de personas ha decidido pasarse a la alimentaci¨®n saludable y sostenible con productos agroecol¨®gicos o de proximidad. El campesinado que hace venta directa ha visto como los pedidos llegaban incluso a triplicarse y ha hecho esfuerzos extraordinarios para dar respuesta a tanta demanda.
Asimismo, el peque?o campesinado y artesanado agroalimentario que vend¨ªa sus productos a mercados al aire libre, a comedores o servicios de restauraci¨®n ha pasado por una situaci¨®n de emergencia para dar salida a estos alimentos. Ha tenido que buscar nuevos canales de venta al tiempo que continuaba cultivando, pastando o elaborando. En muchos casos se ha articulado localmente creando nuevos canales conjuntos de venta directa.
En Catalu?a hemos registrado varias iniciativas colectivas de circuitos cortos de comercializaci¨®n que son las que tienen, como m¨¢ximo, un intermediario entre el producto final y quien lo consume o entre quien lo produce y quien lo elabora. Algunos ejemplos ya pre-covid-19 en Catalu?a son la distribuidora y tienda agroecol¨®gica Mengem Bages o Mengem Osona, una asociaci¨®n de productoras con tienda propia. Pero tambi¨¦n se han creado o reactivado muchas iniciativas durante el estado de alarma; es el caso de la Xarxa agroaliment¨¤ria de la Cerdanya, Fet a la conca o Del Parc al Plat, entre otros.
Con el desconfinamiento, el reto es ahora consolidar este cambio de mentalidad hacia el consumo de alimentos de proximidad y saludables y vehicularla hacia una compra corresponsable con el campesinado. Durante la cuarentena hemos recibido los alimentos en casa, a menudo gracias al sobreesfuerzo que supone el reparto a domicilio a manos de quien tambi¨¦n los produce; sin pasar por alto el impacto ambiental que supone el puerta a puerta. Ahora nos toca asumir nuestro compromiso con el sector primario y ser conscientes de la capacidad que tenemos para fortalecer las redes agroecol¨®gicas. A la pr¨¢ctica implica un cambio de h¨¢bito en nuestro consumo que apuesta por canales responsables de compra de alimentos. Vamos a ver algunos.
La compra colectiva, una alternativa solidaria con el campesinado
Desde hace dos d¨¦cadas, en barrios y municipios se han constituido muchos colectivos para promover un consumo alternativo de alimentos. Son los grupos o cooperativas de consumo, personas que se organizan para gestionar compras conjuntas con unos valores compartidos, como pueden ser la producci¨®n ecol¨®gica, la proximidad o la econom¨ªa alternativa. En el mapa de la econom¨ªa solidaria de Catalu?a Pam a Pam se pueden encontrar unos 60 filtrando por alimentaci¨®n.
Hay que apoyar a los comercios de proximidad que vertebran circuitos cortos de comercializaci¨®n
De la semilla de estos grupos de consumo y continuando con defensa de la soberan¨ªa alimentaria, ha nacido en los ¨²ltimos a?os otra forma de articular la compra conjunta: las tiendas y los supermercados cooperativos. Distribuyen sobre todo alimentos ecol¨®gicos con un modelo de gobernanza democr¨¢tica y una infraestructura profesional. Algunos ya est¨¢n en pleno funcionamiento, como La Osa Coop (Madrid), Landare (Pamplona) o Bio Alai (Vitoria) El Rodal (Sabadell), L¡¯Egarenca (Terrassa), o Som Alimentaci¨® (Valencia) y otros est¨¢n en fase de creaci¨®n, abiertas a nuevas participantes para hacerlos posible: Food Coop Barcelona,Super Coop Lavapi¨¦s, Super Coop Manresa, La Feixa (Matar¨®), l¡¯Artiga (Olot) o A Vecinal (Zaragoza).
Adem¨¢s, desde el proyecto Abastimento Agroecol¨®gico, de Arran de Terra y la Xarxa d¡¯Economia Solid¨¤ria, sugerimos, adem¨¢s, otro formato. Proponemos pedidos colectivos de productos agroecol¨®gicos desde entornos ya organizados que no incluyan ya un grupo consumo: espacios comunitarios, ateneos, centros sociales, AFAs, redes de barrio o pueblo, asociaciones culturales o deportivas, etc. Para facilitarlo, hemos puesto a disposici¨®n recursos y materiales que hemos ido desarrollando en un pedido de prueba a varios proyectos productores de una misma zona y as¨ª unir recursos log¨ªsticos de transporte.
Aparte de las f¨®rmulas de compra colectiva, es necesario continuar apoyando a los comercios de proximidad que vertebran circuitos cortos de comercializaci¨®n. Del mismo modo, tenemos que mantener vivos los mercados agroecol¨®gicos o campesinos, que siguen siendo alternativas al modelo alimentario dominante.
Necesitamos seguir articulando propuestas y acciones colectivas para generar nuevas f¨®rmulas que nos fortalezcan como sociedad y como territorio. Como ya apunt¨¢bamos en el informe Sembremos Transformaci¨®n, la alianza entre la econom¨ªa solidaria y el movimiento agroecol¨®gico puede ser una de las claves para consolidar un modelo econ¨®mico que recupere la soberan¨ªa alimentaria y nos hagan m¨¢s resilientes a los tiempos que vendr¨¢n.
Judit Quintana Llir¨® es miembro de Abastiment Agroecol¨°gic, de la Xarxa d¡¯Economia Solid¨¤ria (XES) y Arran de Terra.
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