Se debe ganar la guerra contra las muertes maternas e infantiles

Mientras el mundo centra su atenci¨®n en ganar la batalla contra la covid-19, no debemos olvidar que a¨²n estamos librando una guerra contra las muertes maternas e infantiles prevenibles: una guerra que los l¨ªderes del mundo se comprometieron a ganar para el a?o 2030. La comunidad internacional debe reiterar su compromiso con esta promesa y debe cumplirla en el transcurso de esta d¨¦cada.

La supervivencia infantil es, quiz¨¢s, la mayor historia de ¨¦xito no contada en la historia reciente del desarrollo internacional. Desde principios de la d¨¦cada de los noventa, la tasa de mortalidad de ni?os menores de cinco a?os se ha desplomado en casi un 60%. Y, la tasa anual de disminuci¨®n se ha acelerado desde el a?o 2000, salv¨¢ndose millones de vidas. La mortalidad materna tambi¨¦n ha disminuido r¨¢pidamente, en casi un 40% en el transcurso de los ¨²ltimos 20 a?os.

Estos logros son en gran medida el resultado de los esfuerzos para ampliar el alcance de los sistemas de salud en los pa¨ªses m¨¢s pobres del mundo. La atenci¨®n primaria de salud ha sido el catalizador de algunos de los logros m¨¢s impresionantes. Pa¨ªses como por ejemplo Banglad¨¦s y Etiop¨ªa han logrado avances asombrosos mediante la capacitaci¨®n y el despliegue de trabajadores sanitarios en los lugares donde pueden ser m¨¢s eficaces, es decir, en las comunidades a las que brindan servicios.

La cooperaci¨®n internacional ha sido otro poderoso impulsor del cambio. La ayuda proporcionada desde el a?o 2000 a trav¨¦s de Gavi, la Alianza para la Vacunaci¨®n, ha permitido que m¨¢s de 760 millones de personas sean inmunizadas contra enfermedades mortales, salv¨¢ndose de esta forma m¨¢s de 13 millones de vidas.

A pesar de estos avances, los ni?os y sus madres siguen muriendo a tasas alarmantes. M¨¢s de cinco millones de j¨®venes vidas se siguen perdiendo cada a?o ¡ªcasi la mitad durante el primer mes de vida¡ª a causa de enfermedades prevenibles o tratables, como por ejemplo la neumon¨ªa, la malaria y la diarrea. M¨¢s de 800 mujeres y mujeres j¨®venes adolescentes mueren cada d¨ªa por causas evitables que se relacionan con el embarazo y el parto, en gran medida debido a la falta de atenci¨®n sanitaria en el ¨¢mbito de la salud reproductiva.

Incluso antes de la pandemia covid-19, el mundo no estaba en condiciones de cumplir su promesa ¡ªincluida en el Objetivo de Desarrollo Sostenible 3¡ª con respecto a poner fin a la mortalidad materna e infantil prevenible hasta el a?o 2030. Si los avances realizados durante la pr¨®xima d¨¦cada son similares a aquellos de la ¨²ltima, m¨¢s de tres millones los ni?os seguir¨¢n muriendo anualmente en el a?o 2030. Los objetivos de supervivencia materna tambi¨¦n se incumplir¨¢n por un amplio margen.

El peligro ahora es que la pandemia covid-19 ampliar¨¢ la brecha entre la promesa del ODS y la realidad. Las interrupciones en la cadena de suministro, la intensificaci¨®n de las presiones financieras, y el desv¨ªo de recursos y trabajadores sanitarios ya est¨¢ socavando la prestaci¨®n de servicios en ¨¢reas vulnerables. Gavi informa demoras en ¡°14 campa?as de inmunizaci¨®n respaldadas por Gavi¡±, as¨ª como en ¡°cuatro introducciones de vacunas en esquemas nacionales¡±, dejando a m¨¢s de 13 millones de personas ¡ªmuchas de ellas ni?os¡ª sin la protecci¨®n de las vacunas.

Una reducci¨®n del 15% en el uso de los servicios de salud de rutina durante un per¨ªodo de seis meses podr¨ªa provocar 253.000 muertes infantiles adicionales

Entretanto, las pol¨ªticas de confinamiento y el miedo a la infecci¨®n est¨¢n disuadiendo a las personas en cuanto a buscar otros tipos de atenci¨®n sanitaria. Los investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins estiman que una reducci¨®n del 15% en el uso de los servicios de salud de rutina durante un per¨ªodo de seis meses podr¨ªa provocar 253.000 muertes infantiles adicionales. Otro equipo de investigaci¨®n en el Instituto Guttmacher estima que incluso una modesta disminuci¨®n del 10% en la cobertura de salud relacionada con el embarazo y el reci¨¦n nacido dar¨ªa como resultado 28.000 muertes maternas y 168.000 muertes de reci¨¦n nacidos m¨¢s.

Ya fuimos testigos del desarrollo de esta historia con anterioridad. Durante la crisis del ¨¦bola del per¨ªodo 2014-16 en ?frica occidental, el colapso en la prestaci¨®n de servicios de rutina provoc¨® un aumento catastr¨®fico en las muertes infantiles por malaria y otras enfermedades, as¨ª como un aumento en la mortalidad materna y partos mortinatos.

Al igual que el virus del ?bola, la pandemia de covid-19 exige la atenci¨®n y la cooperaci¨®n del mundo. Sin una vacuna, no hay salida de la pandemia. Por eso, el desarrollo y la distribuci¨®n equitativa de una vacuna son de importancia cr¨ªtica. La cooperaci¨®n internacional sigue siendo una prioridad de primer orden con el prop¨®sito de fortalecer los sistemas de salud y poner a disposici¨®n las pruebas de detecci¨®n, los equipos de protecci¨®n y los suministros m¨¦dicos necesarios para salvar vidas. Pero no debemos permitir que una nueva crisis sanitaria, por mort¨ªfera que sea, aumente el n¨²mero de fatalidades entre las mujeres y los ni?os m¨¢s desfavorecidos del mundo por causas relacionadas con antiguos asesinos. Evitar ese resultado requerir¨¢ un enfoque de cuatro puntas.

En primer lugar, los Gobiernos y los donantes de ayuda deben defender los logros obtenidos con tanto esfuerzo en materia de salud materno-infantil, mediante la protecci¨®n de los presupuestos para los servicios comunitarios de salud, incluyendo el cuidado de la salud materna y las inmunizaciones. La reuni¨®n de donantes a celebrarse el pr¨®ximo mes con el prop¨®sito de tomar decisiones sobre la financiaci¨®n de Gavi para el per¨ªodo 2021-25 es de importancia fundamental. Si se atiende el pedido de Gavi y se le otorga 7.400 millones de d¨®lares en fondos, los donantes har¨ªan posible que la organizaci¨®n inmunizara a 300 millones de ni?os adicionales en pa¨ªses en desarrollo durante dicho per¨ªodo, lo que salvar¨ªa hasta ocho millones de vidas. No existe inversi¨®n en salud que sea m¨¢s rentable.

Si se otorga a Gavi 7,4 mil millones de d¨®lares en fondos, la organizaci¨®n inmunizar¨¢ a 300 millones de ni?os adicionales

En segundo lugar, se deben fortalecer los esfuerzos destinados a construir sistemas de salud que tienen mayor resiliencia, centr¨¢ndose en abordar las deficiencias que la covid-19 ha puesto de manifiesto. Por ejemplo, muchos de los pa¨ªses m¨¢s pobres del mundo carecen de ox¨ªgeno m¨¦dico, que es esencial para tratar no solo la neumon¨ªa causada por el nuevo coronavirus, sino tambi¨¦n la neumon¨ªa infantil ¡ªenfermedad que mata a 800.000 ni?os menores de cinco a?os cada a?o¡ª as¨ª como para tratar la malaria, la sepsis y los problemas respiratorios del reci¨¦n nacido.

En tercer lugar, es hora de abandonar la falsa noci¨®n de que la cobertura m¨¦dica universal es un lujo inasequible. Lo que tiene un costo demasiado caro es la desigualdad, el sufrimiento y la ineficiencia que conlleva la financiaci¨®n de los servicios sanitarios a trav¨¦s de cargos al usuario que se cobran a personas demasiado pobres para pagarlos. Con el aumento de la pobreza, la eliminaci¨®n de estos cargos y el fortalecimiento de los sistemas sanitarios financiados con fondos p¨²blicos, es m¨¢s urgente que nunca. De hecho, la cobertura universal de salud se incluye en el mismo ODS que las muertes prevenibles de madres e hijos, lo que subraya su interconexi¨®n.

Por ¨²ltimo, a medida que aumentan las presiones financieras sobre los sistemas de salud, debemos explorar todas las v¨ªas para la movilizaci¨®n de recursos. El Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial han logrado que los pa¨ªses del G-20 se comprometan a suspender el reembolso de la deuda de los pa¨ªses m¨¢s pobres. Sin duda, esta es una oportunidad para convertir el dinero destinado al servicio de la deuda en un fondo de inversi¨®n para la salud materna e infantil.

La pandemia actual es un devastador recordatorio de nuestra vulnerabilidad compartida. Sin embargo, todos estamos unidos por los valores compartidos que se reflejan en nuestro compromiso para poner fin a las muertes maternas e infantiles prevenibles. Mientras luchamos contra la pandemia, debemos mantener ese compromiso y cumplir con la promesa hecha a los ni?os y mujeres cuyas vidas est¨¢n en juego.

Tedros Adhanom Ghebreyesus es exministro de Relaciones Exteriores de Etiop¨ªa y actual director general de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud. Henrietta H. Fore es directora ejecutiva del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef). Natalia Kanem es directora ejecutiva del Fondo de Poblaci¨®n de las Naciones Unidas (UNPFA). Kevin Watkins es CEO de Save the Children UK.

Traducci¨®n del ingl¨¦s: Roc¨ªo L. Barrientos.?Copyright: Project Syndicate, 2020.

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