Prioridades para un futuro alimentario sostenible
La alimentaci¨®n es demasiado importante para la sociedad como para dejarla en manos de los mercados, ya sean internacionales, ya sean estatales
La crisis del coronavirus nos obliga a replantearnos muchos aspectos. Lo primero es definir aquello que hemos de considerar importante, prioritario, partiendo de un hecho que debemos reconocer con toda su dureza: nuestras sociedades est¨¢n sometidas a una serie de peligros y debilidades y frente a ellas debemos aumentar la resiliencia de los lugares en que vivimos.
En muchas ciudades estamos empezando a dise?ar l¨ªneas de trabajo para los pr¨®ximos a?os, compartiendo experiencias, an¨¢lisis de datos, problem¨¢ticas y posibles alternativas, y nos damos cuenta de que al mencionar necesidades b¨¢sicas, se acostumbra a anteponer el abastecimiento de alimentaci¨®n y el acceso al agua potable a otras materias como la sanidad, de la que tanto hablamos cada d¨ªa desde el inicio de la pandemia. Sin embargo, a lo largo de esta crisis hemos hablado muy poco en nuestro pa¨ªs de la alimentaci¨®n. El motivo es muy sencillo: el sistema agroalimentario espa?ol ha dado una respuesta adecuada a las necesidades de la poblaci¨®n, algo por lo que debemos felicitarnos y, sobre todo, felicitar a los sectores productivos implicados. Ahora bien, ?lo hemos hecho desde la seguridad y soberan¨ªa alimentarias?
Leemos peri¨®dicamente en la prensa ¡ªtambi¨¦n en estos d¨ªas¡ª la queja de los agricultores respecto a la importaci¨®n masiva de cebollas que est¨¢ hundiendo a los productores locales. Algo parecido a lo que escuchamos respecto de otros muchos productos agrarios, como por ejemplo las naranjas o el arroz, productos emblem¨¢ticos ¡ªcasi simb¨®licos¡ª de nuestra tierra. Parad¨®jico, teniendo en cuenta otros ejemplos, terribles, que nos obligan a cruzar medio planeta: hace 40 a?os Hait¨ª, uno de los pa¨ªses m¨¢s empobrecidos del mundo, produc¨ªa arroz suficiente como para alimentar a su poblaci¨®n. Hace 35 a?os el FMI y EE UU presionaron sobre el gobierno haitiano para que rebajara sus aranceles al arroz del 35 al 3%. Esto permiti¨® al sector agr¨ªcola norteamericano vender sus excedentes de arroz y a los haitianos comer, en un momento puntual, a un menor coste, pero hundi¨® la producci¨®n local r¨¢pidamente. Hoy la mayor parte del arroz consumido por Hait¨ª debe ser importado y est¨¢ sometido a los vaivenes de los precios de los mercados globales y a las crisis internacionales.
?Es este el nivel de soberan¨ªa, de seguridad alimentaria, que deseamos? Es cierto que Hait¨ª no es Espa?a, como tambi¨¦n lo es que tenemos un conjunto de se?ales de alarma en la producci¨®n y distribuci¨®n alimentaria que tenemos que solucionar con urgencia. Antes de la llegada del coronavirus eran diarias las manifestaciones de agricultores en toda Espa?a. ?Alguien se ha preguntado qu¨¦ pasar¨ªa en las granjas de nuestro pa¨ªs si hubiera una crisis en la importaci¨®n de cereales y soja? Debemos analizar cu¨¢l es la edad media de nuestros agricultores y ganaderos, y qu¨¦ pasar¨¢ dentro de pocos a?os cuando se jubilen, si no buscamos soluciones r¨¢pidas y contundentes. ?Vamos a introducir alg¨²n sistema de control en el actual sistema oligop¨®lico de distribuci¨®n alimentaria que permite controlar a unos pocos, a su gusto y beneficio, los precios de los alimentos? Porque, de nuevo, hablamos de las necesidades b¨¢sicas de la poblaci¨®n del planeta.
Debemos prestar mucha m¨¢s atenci¨®n a la producci¨®n local y acomodarla a la poblaci¨®n m¨¢s pr¨®xima
La alimentaci¨®n es demasiado importante para la sociedad como para dejarla en manos de los mercados, ya sean internacionales, ya sean estatales. Ha sido la gran abandonada por las instituciones y dejada en manos de criterios de mercado y negocios con apenas intervenci¨®n p¨²blica. Estamos obligados a pensar en la seguridad alimentaria de nuestra ciudadan¨ªa y en las medidas para protegerla de una forma similar a la reflexi¨®n que hacemos en estos momentos duros respecto de la sanidad. Y parece evidente que depender de los mercados nacionales e internacionales, de sus oscilaciones y de sus crisis es la peor manera posible de defenderla y protegerla. Para muchos pa¨ªses la seguridad alimentaria es una cuesti¨®n de geoestrategia e incluso de seguridad militar. Quiz¨¢s va siendo hora de que la Uni¨®n Europea y Espa?a trabajen con paradigmas parecidos.
En mi opini¨®n son necesarios tres factores para conseguir unos niveles de seguridad alimentaria razonable.
En primer lugar, asegurar la producci¨®n agr¨ªcola y ganadera. Y esto solo se puede conseguir si agricultores y ganaderos pueden vivir de su profesi¨®n en unas condiciones dignas. A su vez, debemos prestar mucha m¨¢s atenci¨®n a la producci¨®n local y acomodarla a la poblaci¨®n m¨¢s pr¨®xima. Asimismo, tendremos que pensar en una producci¨®n m¨¢s respetuosa con el medio ambiente, m¨¢s ecol¨®gica y menos dependiente de abonos qu¨ªmicos y pesticidas. No olvidemos que el sistema agroalimentario actual es responsable de m¨¢s del 30% de la producci¨®n de gases de efecto invernadero.
En segundo lugar necesitamos potenciar los mercados locales y la distribuci¨®n de proximidad de forma que llegue a todos los barrios de las ciudades y a los pueblos colindantes, que permita la venta directa de los productores, as¨ª como abordar muy seriamente en la necesidad de crear y potenciar una red de venta online de alimentos frescos.
Y hay un tercer factor que no debemos olvidar. ?Qu¨¦ y c¨®mo comemos? Los estudios sociol¨®gicos nos indican que, por un lado, hay sectores sociales con graves d¨¦ficits alimentarios y, por otro lado, amplios sectores poblacionales cada d¨ªa se alimentan peor, abusando de az¨²cares, grasas y productos ultraprocesados. Empecemos por los m¨¢s peque?os a cambiar esto: desde las escuelas, y en las cocinas de todo el sistema educativo, sin olvidar, por supuesto, una educaci¨®n alimentaria a toda la sociedad.
En definitiva, apostemos por la puesta en marcha de forma urgente de sistemas alimentarios locales, saludables y populares. Las redes alimentarias locales son mucho m¨¢s resilientes que otros sistemas que se est¨¢n implantando en nuestras sociedades. Trabajemos desde los municipios y las ciudades en su creaci¨®n y desarrollo para asegurar el derecho a una alimentaci¨®n sana, justa y sostenible para toda la poblaci¨®n.
Joan Rib¨® es alcalde Valencia.
Puedes seguir a PLANETA FUTURO en Twitter y Facebook e Instagram, y suscribirte aqu¨ª a nuestra newsletter.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.