Claros y oscuros de Lasso de la Vega, el representante que firmaba contratos millonarios en servilletas de papel
Las memorias de Ram¨®n Arcusa han devuelto a la actualidad a un olvidado m¨¢nager que llev¨® las carreras del D¨²o Din¨¢mico o Serrat y se movi¨® entre el glamour y la cr¨®nica negra. Varias figuras que lo conocieron lo recuerdan para nosotros
Como el personaje de Woody Allen en Broadway Danny Rose, aquel agente art¨ªstico recordado por sus ¡°haza?as¡± por un grupo de c¨®micos en la mesa de un caf¨¦ de Broadway, la evocaci¨®n de la figura de Lasso de la Vega, de profesi¨®n empresario y representante, bien merecer¨ªa la cr¨®nica de algunos de los episodios m¨¢s rocambolescos y disparatados del espect¨¢culo espa?ol del siglo XX.
La reciente publicaci¨®n de las memorias del m¨²sico y compositor Ramon Arcusa (Soy un truh¨¢n, soy un se?or, o casi), una de las mitades del D¨²o Din¨¢mico, ha devuelto a la actualidad la figura de Lasso de La Vega ¨Cdurante una d¨¦cada ejerci¨® de representante del popular d¨²o¨C, el que fuera uno de los hombres m¨¢s fuertes y tambi¨¦n m¨¢s temidos y pol¨¦micos del espect¨¢culo. Sus amistades y conexiones con el franquismo le permitieron tener siempre la puerta abierta de los despachos oficiales, lo que dio pie a una trayectoria empresarial y art¨ªstica de cerca de medio siglo entre luces y (muchas) sombras.
"Lasso de la Vega, desde luego, puede ser criticado por muchas cosas, pero nadie le puede negar haber sido uno de los pioneros de la profesi¨®n de representantes, cuando esta era pr¨¢cticamente una desconocida entre nosotros" Jos¨¦ Emilio Navarro ¡°Berry¡±
¡°No era un personaje f¨¢cil¡±, recuerda Jos¨¦ Emilio Navarro ¡°Berry¡±. A la sombra de Lasso de la Vega, Berry (actual m¨¢nager de Serrat y Joaquin Sabina) inici¨® su camino en el mundo de la representaci¨®n art¨ªstica. ¡°Lasso de la Vega, desde luego, puede ser criticado por muchas cosas, pero nadie le puede negar haber sido uno de los pioneros de la profesi¨®n de representantes, cuando esta era pr¨¢cticamente una desconocida entre nosotros¡±.
¡°Dentro de la profesi¨®n ¨Cprosigue Berry¨C se distingu¨ªa, entre otras originalidades, por firmar sus contratos en una servilleta, ya fuera en una cafeter¨ªa de la Gran V¨ªa de Madrid o del Paseo de Gr¨¤cia de Barcelona, ya que nunca tuvo lo que se dice una oficina¡±. Su verdadero nombre era Jos¨¦ Mar¨ªa Ranca?o Lasso de la Vega, nombre que cambi¨® por el apellido materno, Lasso de la Vega, de connotaciones aristocr¨¢ticas. Criado en un ambiente burgu¨¦s en Granada, su padre ostent¨®, entre otros cargos, el decanato de la Universidad y el de teniente alcalde del ayuntamiento de Granada.
Escape a la modernidad
¡°Durante un a?o estuvo con el Duo Din¨¢mico de gira, no pararon ni un solo d¨ªa y solo por fuerza mayor, la muerte del Papa Juan XXIII, tuvieron que suspender la funci¨®n por mandato gubernamental¡± Sebasti¨¢n Garc¨ªa-Vernetta
Abandon¨® el hogar familiar en Granada para trasladarse a la Barcelona de posguerra, la ciudad que viv¨ªa entonces una nueva belle epoque, ahora bajo las ordenanzas franquistas; un renacimiento del mundo del espect¨¢culo se?alado por los teatros de revista y variedades del Paralelo. Es en este paisaje bullicioso donde el empresario Joaqu¨ªn Gasa y la compa?¨ªa de Los Vieneses llenaban el ocio de los barceloneses y en el que Lasso de la Vega comenz¨® a realizar sus primeros pasos profesionales. El brillo de las luces de candilejas acab¨® haciendo que olvidase sus primeras aspiraciones en el mundo taurino, donde hab¨ªa ejercido de padrino de un joven torero granadino llamado Rafael Mariscal, para darse a la representaci¨®n art¨ªstica.
¡°Lasso era como las lentejas, o lo tomas o lo dejas¡± recuerda el tambi¨¦n representante Sebasti¨¢n Garc¨ªa-Vernetta. Casado con la cantante Salom¨¦, Garc¨ªa Vernetta colabor¨® con Lasso de la Vega en muchos espect¨¢culos entre los a?os sesenta y setenta. ¡°Recuerdo que nos ¨ªbamos Salom¨¦ y yo a M¨¦xico, nos acab¨¢bamos de casar, y nos convenci¨® que le acompa?¨¢ramos a Nueva York donde, seg¨²n ¨¦l, ten¨ªa que realizar unos negocios. La cosa es que acab¨¢bamos en una sala de proyecciones de unos distribuidores jud¨ªos a los que Lasso quer¨ªa vender la pel¨ªcula que hab¨ªa hecho Serrat, aquella de La larga agon¨ªa de los peces, para el mercado hispanoamericano. Con ¨¦l nunca sabias que pod¨ªa pasar¡±.
No son precisamente buenos recuerdos los que guarda la cantante Salom¨¦. ¡°?l y Maquiavelo, primos hermanos¡±, recuerda la int¨¦rprete y triunfadora eurovisiva que asegura que despues de un enfrentamiento decidi¨® ¡°hacer cruz y raya¡±. ?El motivo? Responde con un somero: "No me gustaron unas palabras que me dijo". ¡°Se conoc¨ªa muy bien el mundo del espect¨¢culo despues de muchos a?os de cruzarse Espa?a de norte a sur y de este a oeste con sus artistas y compa?¨ªas¡±, a?ade Garc¨ªa-Vernetta. ¡°Durante un a?o estuvo con el Duo Din¨¢mico de gira, no pararon ni un solo d¨ªa y solo por fuerza mayor, la muerte del Papa Juan XXIII, tuvieron que suspender la funci¨®n por mandato gubernamental¡±.
El empresario valenciano relata tambi¨¦n la historia que recoge Ramon Arcusa en sus memorias. ¡°Despues de haber vendido un espect¨¢culo, ofrec¨ªa como complemento algo especial, por lo que deb¨ªan pagar un extra los empresarios locales. Les ofrec¨ªa dos negros que seg¨²n ¨¦l, pondr¨ªan el p¨²blico en pie. Los negros en realidad eran dos figuras pintadas en el tel¨®n que bajaba al final del espect¨¢culo con el p¨²blico ahora puesto en pie, aplaudiendo para marcharse. Ese era Lasso¡±.
Una de las an¨¦cdotas m¨¢s divertidas, m¨¢s propia de una comedia picaresca napolitana que cuenta Ramon Arcusa en libro Soy un truhan, soy un se?or (o casi) es la representaci¨®n de un Lasso moribundo rogando a un empresario alicantino, al que hab¨ªa enga?ado con un contrato del Duo Din¨¢mico, para que volviera a contratarlos. A la vista del sombr¨ªo panorama, el empresario alicantino accede como un ¨²ltimo favor al moribundo representante. A la media hora, de la Vega estaba ¡°levantado y afeit¨¢ndose".
Entre el vodevil y el 'noir'
El dia de Todos los Santos de 1968 apareci¨® muerta la vedette Gracia Imperio y su amante, un joven perteneciente a la burgues¨ªa local, en un apartamento de Valencia. La ¡°vedette de los ojos musulmanes¡±, como se la conoce en el mundo de la revista, arrastra una lenta decadencia despu¨¦s de sus a?os de esplendor en los teatros de variedades. Suicidio, asesinato o un escape de gas fortuito, la causa de la muerte nunca queda esclarecida. El apartamento de la noche tr¨¢gica era propiedad de... Lasso de la Vega.
No fue la ¨²nica vez que su nombre form¨® parte de la cr¨®nica de sucesos. En 1977, durante un extra?o robo, desaparecieron de su piso en el Paseo de Gracia de Barcelona numerosas obras de arte, objetos de oro y plata valorados en cerca de ocho millones de pesetas. El caso finaliz¨® con la detenci¨®n de un joven argentino que viv¨ªa en el piso y que trabajaba en un bar propiedad de Lasso, adem¨¢s de otros dos j¨®venes, uno de ellos brit¨¢nico, que se hab¨ªan repartido los objetos robados
En la vida sentimental y art¨ªstica de Lasso de la Vega se cruz¨® uno de los personajes m¨¢s explosivos del espect¨¢culo espa?ol de la posguerra, el cantante folcl¨®rico Antonio Amaya. En la Espa?a franquista y de bigote macho a lo Jorge Negrete, las performances de Amaya cantando La Medallona o Doce cascabeles suponen un ejercicio de virtuosismo u ostentaci¨®n queerpara un r¨¦gimen que persigue y encarcela a los homosexuales. Ya en plena Transici¨®n, Antonio Amaya todav¨ªa tuvo tiempo de desnudarse en algunas de las revistas de destape de la ¨¦poca. Amante de las pieles y las joyas, en sus momentos de necesidad recurr¨ªa al empe?o de algunas de sus propiedades, un anillo de diamantes que Lasso siempre se encargaba de rescatar.
¡°Lasso supo adaptarse a los cambios que se estaban produciendo en el espect¨¢culo y la m¨²sica espa?ola¡±, se?ala Berry. ¡°Despues de trabajar en el mundo de la revista y las variedades, se abri¨® a otros g¨¦neros con artistas como el D¨²o Din¨¢mico, Juan & Junior o Serrat¡±. Durante cerca de ocho a?os la carrera art¨ªstica de Serrat estuvo en manos de Lasso de la Vega en medio de episodios tumultuosos como el La la la y el affaire eurovisivo con un representante haciendo equilibrios entre sus contactos franquistas y las fuerzas catalanistas.
Con ocasi¨®n de la celebraci¨®n de sus cincuenta a?os en el mundo de la m¨²sica, el cantante tuvo un recuerdo para ¨¦l despues de haber guardado muchos a?os silencio. ¡°A pesar de ¨¦l, yo tom¨¦ caminos de los que me siento satisfecho, pero no de haber contado con su audacia impulsiva mi trayectoria art¨ªstica no hubiese sido lo que ha sido. Bien est¨¢ lo que bien acaba¡±.
Triunfos y finales
En el balance profesional quedaban noches de triunfo a un lado y otro del Atl¨¢ntico, galas con final en la comisar¨ªa. El tour de force que impone al cantante, con dobletes y hasta alg¨²n triplete en el mismo d¨ªa, provocan m¨¢s de un retraso y bronca del p¨²blico. Lasso ser¨¢ tambi¨¦n el promotor de una gira por America donde Serrat coincide con Marisol, que acab¨® en un primer flechazo entre los dos en M¨¦xico en plena celebraci¨®n de los Campeonatos Mundiales de Futbol.
Los ¨²ltimos a?os de Lasso de la Vega (falleci¨® en 1991), ya retirado del mundo del espect¨¢culo, tuvieron como centro de operaciones Valencia, donde se dedic¨® a los negocios de hosteler¨ªa. El periodista Miguel ?ngel Pastor vivi¨® de cerca esta ¨²ltima etapa. ¡°Como hombre negociante que siempre fue, compr¨® un hotel en pleno centro de la ciudad, el Hotel Exc¨¦lsior, y despues se hizo con la concesi¨®n de un balneario en un pueblo de cerca de Valencia, pero no le acabaron de marchar bien los negocios, no supo rodearse de buenos equipos. La imagen que guardo es la de un hombre solo, jugando al gin-rummy y en la boca, siempre, alguna de esas sentencias para enmarcar. Por ejemplo: A m¨ª los artistas me roban el ochenta por ciento¡±.
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