Estrategias ¨²tiles para transmitir a los ni?os estilos de vida m¨¢s sostenibles y saludables

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Estas semanas de confinamiento de la poblaci¨®n en sus hogares, a causa del coronavirus, han dejado patente una mejora medioambiental, sobre todo, en las grandes urbes. El cierre de la industria, la reducci¨®n de los niveles de di¨®xido de carbono por la desaparici¨®n de los autom¨®viles en las carreteras, el cerramiento de los parques que ha hecho que muestren una cara m¨¢s agreste o la bajada del ritmo de consumo por parte de la sociedad, han sido algunos de los factores que han ayudado a que nuestro entorno sea m¨¢s amable. Se ha consolidado una mejora del aire que respiramos, reducci¨®n en los niveles de ruido de las calles y plazas de los barrios, la fauna ha ganado terreno en algunas ¨¢reas, etc. Una mejora del entorno que ha demostrado el efecto ¡°nocivo¡± que la actividad humana causa, en ocasiones, sobre ¨¦l. Un ejemplo de ello, son las im¨¢genes publicadas por la NASA y la Administraci¨®n Espacial Europea que mostraban una reducci¨®n importante de las emisiones de di¨®xido de nitr¨®geno en las principales ciudades de Espa?a. Desde m¨¢s cerca, en nuestro pa¨ªs, un estudio de la Universitat Polit¨¦cnica de Valencia constataba que nuestros cielos estaban de media un 64% m¨¢s limpios durante el encierro.

Con el transcurso de las semanas y el paso de las comunidades aut¨®nomas por las distintas fases hasta lograr la ¡°nueva normalidad¡±, los expertos auguran un nuevo incremento del consumo de bienes y servicios, el regreso desmesurado del uso del coche, la presi¨®n de la poblaci¨®n sobre parques y jardines, etc. ?Qu¨¦ consecuencias tendr¨¢ para el medioambiente el fin del confinamiento? Los expertos aseguran que habr¨¢ que retomar de nuevo todas aquellas medidas, ideas, protocolos y objetivos que se acordaron al final de la Convenci¨®n Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Clim¨¢tico (COP25), celebrada el pasado mes de diciembre, y que parece hayan quedado olvidados ante la crisis de salud que introdujo a la humanidad en una aut¨¦ntica distop¨ªa. Un informe que sent¨® las bases para que los pa¨ªses sean m¨¢s ambiciosos ante la emergencia clim¨¢tica bajo una mirada transversal en la que se impliquen todos los sectores de la sociedad y donde la educaci¨®n sea un pilar fundamental para lograrlo. Porque, como anunci¨® la ministra de Educaci¨®n y Formaci¨®n Profesional, Isabel Cela¨¢, ¡°tenemos que convertir nuestras escuelas en motores de respuesta dentro de esta situaci¨®n de emergencia clim¨¢tica¡±.

Hasta ahora, explica Carmelo Marc¨¦n, maestro y doctor en Geograf¨ªa por la Universidad de Zaragoza, ¡°la escuela ha incentivado numerosas intervenciones sobre el medioambiente. En demasiadas ocasiones, se han focalizado en peque?os gestos en torno a un uso del medioambiente, repetido con formatos similares a?o tras a?o. La implicaci¨®n del alumnado y del profesorado ha sido alta, pero me temo que no ha generado compromisos ambientales y ha modificado poco los estilos de vida, verdadera causa del deterioro ambiental¡±.

En el proceso de transici¨®n hacia estilos de vida m¨¢s sostenibles y saludables, las familias son tambi¨¦n un escenario trascendental. Carmelo Marc¨¦n sostiene que ¡°la construcci¨®n educativa tiene mucho de imitaci¨®n, de recorrer caminos en compa?¨ªa de otros, de contrastar opiniones sobre lo ambiental, de adquirir compromisos, de concertar una serie de objetivos para mejorar h¨¢bitos y conductas y una revisi¨®n posterior. Adem¨¢s, convendr¨ªa llevar a cabo un an¨¢lisis comparado entre los usos ambientales de la familia y la sociedad pr¨®xima o global. Los cambios se construyen, no se adoptan¡±. Por ello, este doctor en Geograf¨ªa apunta que ¡°la escuela debe realizar una transformaci¨®n para adaptarse al nuevo escenario que marcar¨¢n las emergencias ambientales y sociales. Debe ense?ar aquello que sirva para entender la vida, para adquirir compromisos hacia una convivencia ecosocial. Necesitar¨¢ una renovaci¨®n curricular profunda, una adaptaci¨®n de metodolog¨ªas, una formaci¨®n del profesorado acorde y una decidida incentivaci¨®n a la participaci¨®n del alumnado¡±.

El fomento de los valores medioambientales de las nuevas generaciones sit¨²a al docente en el foco de ese objetivo. David Guti¨¦rrez Ferreiro, educador ambiental en la Red C¨¢ntabra de Desarrollo Rural y miembro del colectivo #EA26, afirma que ¡°el docente debe hacer entender a su alumnado que somos seres interdependientes y ecodependientes¡±. Por ello, Guti¨¦rrez Ferreiro apuesta por poner en pr¨¢ctica estrategias pedag¨®gicas que inviten a los estudiantes ¡°a reflexionar cr¨ªticamente y ser activos en la defensa del medioambiente; en defensa de la vida, en definitiva. El maestro debe ponerles en contacto con la naturaleza para que entiendan sus valores, los beneficios que proporciona para una vida saludable y las presiones a las que el medioambiente est¨¢ sometido en este contexto de emergencia clim¨¢tica¡±. Programas educativos medioambientales que deben desarrollarse tanto en el aula rural como urbana. Porque cada uno de estos espacios tiene su propia idiosincrasia, con sus pros y contras. Este educador ambiental se?ala que ¡°en el medio rural suele ser m¨¢s sencillo ejecutar proyectos de educaci¨®n ambiental por el entorno en el que se sit¨²an; por ejemplo, para analizar el estado ecol¨®gico de distintos ecosistemas cercanos. Pero cuenta con el obst¨¢culo de la continuidad por la interinidad del profesorado. En cambio, el ¨¢mbito escolar urbano es un escenario propicio para desarrollar programas relacionados con la salud, la movilidad sostenible, h¨¢bitos de consumo o gesti¨®n de residuos, que tienen una vinculaci¨®n directa con el estado del medioambiente¡±.

Para ayudar a que los alumnos y alumnas de las distintas etapas educativas pasen a la acci¨®n por el medioambiente, se ha desarrollado Educaclima, una plataforma de recursos para trabajar con el alumnado el cambio clim¨¢tico y la sostenibilidad. Esteve L¨®pez, coordinador del ¨¢rea de Emprendimiento de Fundaci¨®n Trilema, indica que el objetivo principal de este proyecto es ¡°alertar a los m¨¢s j¨®venes de las causas, impactos y consecuencias del cambio clim¨¢tico. Para ello, el proyecto est¨¢ dirigido especialmente a los docentes de cualquier etapa educativa con el objetivo de facilitarles recursos y soporte de todo tipo, con diversidad de metodolog¨ªas, buscando la formaci¨®n y concienciaci¨®n¡±.

Esteve L¨®pez apuesta por un cambio en la manera en la que actualmente se imparten las ense?anzas medioambientales dentro del curr¨ªculum. El coordinador del ¨¢rea de Emprendimiento agrega que, ¡°sin duda, deber¨ªamos ir m¨¢s all¨¢ del concepto compartimentado de las asignaturas. Trabajando en todo tipo de proyectos interdisciplinares, generando oportunidades para entrenar habilidades en diferentes contextos, modificando el comportamiento de nuestros alumnos/as para que realmente tomen acci¨®n. Elementos como la transformaci¨®n ecosocial, la ecodependencia, los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030 tienen que estar presentes en cualquier centro educativo. Nuestros alumnos/as tienen que asumir su parte de responsabilidad por el planeta¡±.