El origen del gin-tonic: una excusa para luchar contra la malaria
La quinina, usada como remedio contra el paludismo, es amarga; as¨ª que para hacer de aquel ingrediente algo bebible, los brit¨¢nicos en la India del siglo XIX la mezclaron con az¨²car y agua
Winston Churchill, gran aficionado a empinar el codo, supuestamente dijo una vez, y con raz¨®n: "El gin-tonic ha salvado m¨¢s vidas y cabezas inglesas que todos los m¨¦dicos del Imperio". Toda una met¨¢fora del globalizado mundo colonial, en el que una bebida genuinamente europea y un brebaje suramericano se unieron en un pa¨ªs asi¨¢tico para sostener al Imperio brit¨¢nico. El matrimonio entre la ginebra y la t¨®nica se consum¨® en el Raj brit¨¢nico del siglo XIX.
Las guerras coloniales emprendidas por los brit¨¢nicos durante los siglos XVII y XVIII estuvieron salpicadas de desastres provocados por enfermedades tropicales transmitidas por mosquitos. Tardaron medio siglo en aprender la lecci¨®n.
Desde finales del siglo XVIII hasta mediados del siglo XIX, la Compa?¨ªa Brit¨¢nica de las Indias Orientales se anexion¨® a la fuerza grandes ¨¢reas de la India. Esta era la joya de la Corona y la explotaci¨®n de sus recursos hizo posible la revoluci¨®n industrial en el pa¨ªs anglosaj¨®n, pero Gran Breta?a tuvo que pagar un precio muy alto. Decenas de nuevas enfermedades diezmaban a invasores, colonos y soldados de piel blanca. La malaria era una de ellas, quiz¨¢s la peor.
El control brit¨¢nico de la India colonial exig¨ªa la capacidad de combatir la enfermedad. En la d¨¦cada de 1840, los soldados y ciudadanos brit¨¢nicos residentes en la India usaban 700 toneladas anuales de corteza en polvo de quinina ¨Cun ¨¢rbol reconocido como ant¨ªdoto contra la malaria que se prob¨® por primera vez en la condesa de Chinch¨®n¨C, que era importada desde los dominios espa?oles en Am¨¦rica tropical.
Si le agradan los gin-tonics, olv¨ªdese del car¨¢cter medicinal del combinado moderno. No hay excusa terap¨¦utica que valga. La t¨®nica hace mucho que no lleva la cantidad de quinina original
La quinina es amarga, as¨ª que para hacer de aquel polvo algo remotamente bebible lo mezclaron con az¨²car y agua. As¨ª naci¨® un refresco medicinal, la Indian Tonic Water, que todav¨ªa sigue apareciendo en las modernas latas de t¨®nica.
Se convirti¨® en la bebida elegida por los angloindios y mantuvo vivas a las tropas brit¨¢nicas. Permiti¨® a los funcionarios sobrevivir en las insalubres regiones bajas y h¨²medas de la India, y finalmente hizo posible que una poblaci¨®n brit¨¢nica estable prosperase en las colonias tropicales.
Pero faltaba algo. La amargura de la quinina no se frenaba con el az¨²car de ca?a. El valor del soldado no se potenciaba con unas gotas de agua t¨®nica. El alcohol barato era un ingrediente m¨¢s eficaz para mitigar la amargura e infundir valor. Ideal para sobrellevar las largu¨ªsimas campa?as b¨¦licas en las colonias brit¨¢nicas. ?Y si mezclamos el refresco con una ginebra peleona?, debi¨® sugerir alg¨²n intendente aficionado al mollate.
La ginebra pod¨ªa destilarse desde cualquier grano. Empez¨® a emplearse en Holanda con el nombre holand¨¦s Jenever y se hizo popular en Gran Breta?a cuando el holand¨¦s Guillermo de Orange se convirti¨® en el rey Guillermo III de Inglaterra. En ese momento ya se produc¨ªa ginebra en Inglaterra, porque el brebaje hab¨ªa sido descubierto por los marinos brit¨¢nicos cuando apoyaban a Holanda durante la Guerra de Independencia holandesa en 1568 y pudieron comprobar que aquel destilado convert¨ªa en jabatos a sus aliados holandeses. Le llamaron "coraje holand¨¦s" y se llevaron la receta a su pa¨ªs.
Durante el convulso reinado ingl¨¦s de Guillermo III y Mar¨ªa II que comenz¨® en 1688, la fabricaci¨®n de ginebra se convirti¨® en una herramienta de pol¨ªtica econ¨®mica para proporcionar una alternativa al co?ac franc¨¦s en un momento de conflicto pol¨ªtico y religioso entre Gran Breta?a y Francia. Entre 1689 y 1697, el Gobierno aprob¨® una serie de leyes destinadas a restringir las importaciones de co?ac mediante la imposici¨®n de fuertes aranceles. Al mismo tiempo, para aumentar la venta de productos nacionales, ofreci¨® beneficios fiscales para ayudar a los s¨²bditos brit¨¢nicos a destilar sus propios licores a partir del "buen cereal ingl¨¦s".
La ginebra era m¨¢s segura que el agua potable (por llamarla as¨ª) y diez veces m¨¢s barata que la cerveza o que cualquier otro refresco, y era inagotable. Como no pod¨ªa ser menos, se convirti¨® en el licor de los pobres, que eran una abrumadora mayor¨ªa. Al final de los primeros dos a?os de ejecuci¨®n de las leyes que favorec¨ªan su consumo, la producci¨®n nacional de ginebra se dispar¨® hasta m¨¢s de dos millones de litros al a?o.
En 1721, las cuentas de impuestos especiales de Inglaterra indicaban que aproximadamente una cuarta parte de los residentes de Londres estaban empleados en la producci¨®n de ginebra. Esto equival¨ªa a casi 9,1 millones de litros de producto libre de impuestos al a?o.
Durante la d¨¦cada siguiente, el consumo de ginebra (permitida a los mayores de 15 a?os) se duplicar¨ªa nuevamente y las ciudades de medio mill¨®n de habitantes podr¨ªan comprar una copita de ginebra por poco m¨¢s de un centavo entre una gama de casi 7 000 ginebras distintas.
As¨ª que si algo sobraba en Inglaterra era capacidad para destilar ginebra. Y si los marinos de la Royal Navy ten¨ªan derecho a una raci¨®n de ron al d¨ªa, ?por qu¨¦ no a?adirle ginebra barata al agua india para reducir su sabor amargo y, sin duda (aunque no se dijera), por el efecto embriagador que infund¨ªa valor a las tropas?
La mezcla con el alcohol fue la excusa para socializar una medicina imprescindible para la supervivencia de la colonia. Cuando los soldados regresaban al Reino Unido y ped¨ªan en los clubes el combinado se identificaban como los h¨¦roes de oriente, lo que fomentaba su consumo por emulaci¨®n. Hab¨ªa nacido el combinado por excelencia del imperio Brit¨¢nico y de otro imperio, el de un avispado alem¨¢n, Johann Jacob Schweppe (1740-1821).
Schweppe desarroll¨® un m¨¦todo para carbonatar el agua en la ciudad suiza de Ginebra (toda una premonici¨®n) donde fund¨® la empresa Schweppe¡¯s en 1783. En 1792 se traslad¨® a la populosa Londres para desarrollar el negocio hasta retirarse en 1798, dejando el negocio abierto a su expansi¨®n futura bajo el nombre de J. Schweppe & Co. La expansi¨®n internacional lleg¨® alrededor de 1870 cuando apareci¨® la t¨®nica, un agua carbonatada con varios ingredientes, entre otros con quinina.
Era una empresa con buen fario. Cuando quiso implantar su negocio en Am¨¦rica, envi¨® al que ser¨ªa su primer jefe de exportaci¨®n, Walter James Hawksford, a bordo del Titanic: fue uno de los pasajeros que escap¨® con vida del naufragio.
En 2012, una de las botellas originales de Schweppes, que Hawksford llevaba consigo y se hundi¨® con el barco, fue encontrada en perfectas condiciones. A partir de entonces se decidi¨® relanzar la primera versi¨®n de la botella con el fin de usarse en la l¨ªnea de t¨®nicas Premium.
La t¨®nica era una bebida directa y original heredera de los ingleses que hab¨ªan servido (o se hab¨ªan enriquecido) en la India. All¨ª tomaban quinina y se acostumbraron a mezclarla con lim¨®n y soda. El resultado, solo o mezclado con ginebra, acab¨® teniendo tanto ¨¦xito que lo llevaron consigo de vuelta a Inglaterra y lo convirtieron en la bebida nacional. Hab¨ªa nacido el gin-tonic, un trago ¡°largo, vivo y ligero¡±, una perfecta compa?¨ªa tanto para el aperitivo como para la sobremesa o la noche.
Si le agradan los gin-tonics, olv¨ªdense del car¨¢cter medicinal del combinado moderno. No hay excusa terap¨¦utica que valga. La t¨®nica hace mucho que no lleva la cantidad de quinina original (algunas versiones Premium est¨¢n volviendo a los or¨ªgenes) por los efectos secundarios de su ingesta, y la mayor¨ªa de las ginebras, hijas de la qu¨ªmica, est¨¢n a a?os luz del London Gin original: un destilado seco sin edulcorantes, con puro sabor a nebrina obtenida de los enebros menorquines y hecha con aguardiente de cereal.
Manuel Peinado Lorca, catedr¨¢tico del departamento de Ciencias de la Vida e Investigador del Instituto Franklin de Estudios Norteamericanos, Universidad de Alcal¨¢, es responsable del Grupo Federal de Biodiversidad del PSOE.
Este art¨ªculo fue originalmente publicado en The Conversation.
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