Lecciones a un mundo asustado del hombre que dobleg¨® la malaria
El impacto de la covid-19 puede duplicar las muertes por paludismo en ?frica subsahariana. Pero hay un m¨¦dico sierraleon¨¦s que sabe c¨®mo evitarlo
Las conclusiones de quienes m¨¢s saben de malaria o paludismo son un¨¢nimes y claras: la humanidad ha logrado un inmenso avance en la lucha contra la enfermedad en las ¨²ltimas d¨¦cadas, pero ahora es m¨¢s importante que nunca no flaquear. El progreso se refleja en los n¨²meros: en 2018 se contagiaron 228 millones de personas y murieron otras 360.000 de este mal, provocado por un par¨¢sito que se transmite por la picadura de un mosquito. Aunque parecen ¡ªson¡ª muchas v¨ªctimas, se trata de la cifra m¨¢s baja registrada en los ¨²ltimos 20 a?os. Desde el principio del siglo XXI ha muerto un 60% menos de afectados, seg¨²n el ¨²ltimo Informe Mundial de la Malaria elaborado por la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS). Este progreso solo se hab¨ªa visto mancillado por ligeros repuntes en los ¨²ltimos tres a?os que advert¨ªan del peligro de bajar la guardia.
En semejante escenario, el virus de la covid-19 se expande por el planeta y provoca una crisis mundial en m¨²ltiples aspectos, y uno de ellos es, precisamente, en los esfuerzos por prevenir y curar el paludismo. La OMS calcula que, de interrumpirse ahora el trabajo, las muertes pueden doblarse, es decir, podemos acabar 2020 con 768.000 fallecidos. De hecho, los ¨²ltimos resultados de una encuesta realizada por el Fondo Mundial contra la malaria, la tuberculosis y el VIH apuntan a que se est¨¢ siguiendo un mal camino: en 106 pa¨ªses, sobre todo africanos, se est¨¢n produciendo interrupciones en la prestaci¨®n de servicios de prevenci¨®n y tratamiento de las tres enfermedades. En el caso del paludismo, las disrupciones afectan al 73% de los programas revisados. Al mismo tiempo, el Fondo tambi¨¦n ha avisado de que la financiaci¨®n de los donantes se reduce a?o tras a?o.
Hay que actuar y hay que hacerlo ya. Desde el inicio del confinamiento, el mundo de la epidemiolog¨ªa se puso a buscar soluciones para mantener todas las actividades y recursos destinados a combatir la malaria a pesar de los estragos del nuevo coronavirus. En esta tormenta de ideas, destaca un nombre: el doctor Samuel Juana Smith.
El doctor Smith comparece ante un grupo de invitados en una conferencia virtual organizada por la Red Africana de Medios e Investigaci¨®n de Malaria (AMMREN) y RBM Partnership, una plataforma de 500 socios, desde empresarios hasta organismos p¨²blicos con el mismo objetivo de acabar con esta enfermedad en el mundo.
Smith es jefe de Centro de Control y Prevenci¨®n de Enfermedades del Ministerio de Sanidad de Sierra Leona, un pa¨ªs de ?frica occidental que se cuenta entre los m¨¢s pobres del planeta y que se ha enfrentado a tremendos retos en las ¨²ltimas d¨¦cadas. Los m¨¢s graves, la guerra civil entre 1991 y 2002 y el brote de ¨¦bola en la regi¨®n en 2014 que solo aqu¨ª dej¨® 4.000 muertos. Adem¨¢s, es uno de los lugares favoritos del mosquito Anopheles, cuya hembra es la transmisora de la enfermedad: Sierra leona es uno de los siete Estados de ?frica subsahariana donde m¨¢s de un cuarto de la poblaci¨®n est¨¢ infectada y donde la malaria provoca cuatro de cada diez consultas hospitalarias.
Quiz¨¢ porque ya saben manejarse en contextos de crisis, tambi¨¦n es el pa¨ªs de ?frica occidental que ha logrado el mayor retroceso del paludismo en los ¨²ltimos tiempos: con 7,5 millones de habitantes, en 2010 registraron 8.188 decesos, y en 2018 hab¨ªan bajado a 1.949. Buena parte de este logro es responsabilidad del doctor Smith, quien antes de ocupar su actual cargo fue responsable del Programa Nacional de Control de la Malaria. "Durante la epidemia de ¨¦bola, fue el primero en decir que tambi¨¦n hab¨ªa que hacer algo con el paludismo, o todos morir¨ªan por una u otra causa. Y as¨ª, dise?¨® una estrategia muy cuidadosa para garantizar que los medicamentos y mosquiteras pudieran distribuirse de manera segura a la poblaci¨®n", dice de ¨¦l Melanie Renshaw, co-presidenta de RBM Partnership.
La idea de la cita es explicar, desde su punto de vista, c¨®mo puede hacer el mundo ahora para no perder posiciones en la lucha contra el paludismo y para que los pa¨ªses m¨¢s afectados contin¨²en con sus campa?as de distribuci¨®n de mosquiteras, de fumigaci¨®n de hogares y de profilaxis para mujeres embarazadas y ni?os, los m¨¢s vulnerables. "Tiene que ser ya, cuando todav¨ªa existe una ventana de oportunidad crucial antes de la temporada de lluvias en ?frica y partes de Asia", advierte el doctor.
Sin dinero no hay nada que hacer
Como es de imaginar, ninguna de las medidas impulsadas para acabar con la malaria se puede llevar a cabo sin una financiaci¨®n detr¨¢s. En el caso de Sierra Leona, el apoyo econ¨®mico viene principalmente del Fondo Mundial. Entre 2016 y 2018 dotaron a la estrategia nacional con 30 millones de d¨®lares y para el periodo 2018-2021 se han aportado otros 21,4 millones de d¨®lares, am¨¦n de otras cantidades destinadas a apoyar el sistema sanitario o a construir nueva infraestructura hospitalarias. La Uni¨®n Europea y Unicef tambi¨¦n aportan. Pero, a nivel internacional, el Fondo Mundial avisa de que conseguir la financiaci¨®n cada vez es m¨¢s dif¨ªcil: Se estima que se invirtieron 2.700 millones de d¨®lares en esfuerzos de control y eliminaci¨®n de la malaria en todo el mundo en 2018, una reducci¨®n de los 3.200 millones de d¨®lares invertidos en 2017, y muy por debajo de los 5.000 millones de d¨®lares que se estima que se requerir¨¢n a nivel mundial para mantenerse en el camino hacia los hitos acordados.
Una de las claves del ¨¦xito ha sido el trabajo conjunto de Gobierno, organizaciones, cient¨ªficos, m¨¦dicos y de la sociedad, pero sobre todo, la buena compenetraci¨®n entre organizaciones p¨²blicas y privadas. "Intentamos mejorar la atenci¨®n hospitalaria y dotar de m¨¢s m¨¦dicos a los servicios sanitarios, y ahora estamos viendo un aumento en el uso de nuestras instalaciones sanitarias", afirma. Antes de la covid-19, se establecieron acuerdos con 36 centros de salud de todo el pa¨ªs para apoyar la implementaci¨®n de servicios preventivos y curativos. Se les proporcionaron medicamentos, materiales de diagn¨®stico, herramientas de recopilaci¨®n de datos, asesoramiento... Luego, los m¨¦dicos de esos ambulatorios enviaban informaci¨®n de sus casos de paludismo a trav¨¦s de un sistema inform¨¢tico que los acababa recopilando e integrando en la base de datos nacional.
En las mejoras de los centros se tuvo en cuenta la formaci¨®n de enfermeros y enfermeras a nivel comunitario. Sin acceso a los servicios de salud, los ni?os corren el riesgo de morir de enfermedades prevenibles tan comunes como la neumon¨ªa y la diarrea, y tambi¨¦n de malaria. El papel de estos trabajadores sanitarios es tan esencial que el Gobierno de Sierra Leona los reconoci¨® como parte del sistema de atenci¨®n primaria del pa¨ªs y lanz¨® una pol¨ªtica nacional en febrero de 2017 para ampliar el alcance de su trabajo y darles acceso a capacitaci¨®n y a un sueldo mensual. Sierra Leona ha estado implementando esta pol¨ªtica con ayuda de Unicef, que equip¨® a 15.000 trabajadores comunitarios y supervisores como recursos para desempe?ar sus funciones, incluyendo materiales de formaci¨®n, ayudantes de trabajo y herramientas, ropa de lluvia, antorchas, camisetas, mochilas y temporizadores de infecciones respiratorias agudas.
Tambi¨¦n se ha dotado a las farmacias de equipos para hacer pruebas r¨¢pidas de malaria con el fin de evitar que los ciudadanos se automediquen en cuanto sientan fiebre, a¨²n sin tener un diagn¨®stico.
Asimismo se reparten mosquiteras de forma masiva en todos los hogares, ya que estas son la herramienta m¨¢s eficaz para reducir el riesgo de transmisi¨®n hasta en un 50% y la mortalidad infantil en un 25%. Se hizo durante el ¨¦bola y se ha hecho ahora. La ¨²ltima campa?a de reparto, de hecho, se ha realizado en plena pandemia: el pasado 22 de mayo se inici¨® la distribuci¨®n de 4,6 millones de mosquiteras tratadas con insecticidas en los 14 distritos del pa¨ªs. "Cuando la pandemia lleg¨® a Sierra Leona ya hab¨ªamos dise?ado la campa?a y tuvimos que volver atr¨¢s y repensarla teniendo en cuenta la covid-19", explica Smith. "Revisamos la estrategia a seguir para proteger tanto a nuestros beneficiarios como a los sanitarios que las distribu¨ªan considerando nuevos aspectos como la distancia social y el uso de mascarillas". En 2018, un 60% de los hogares sierraleoneses contaba con al menos una mosquitera, seg¨²n Unicef. Una d¨¦cada antes, esta medida de protecci¨®n solo llegaba a un cuarto de la poblaci¨®n.
Sierra Leona, adem¨¢s, incorpor¨® a su estrategia nacional en 2010 la llamada Terapia Preventiva Intermitente en Infantes (IPTp, por sus siglas en ingl¨¦s) siguiendo la recomendaci¨®n de la OMS. La intervenci¨®n exige la administraci¨®n de una dosis completa de un medicamento combinado para tratar la malaria a base de sulfadoxina y pirimetamina en los lactantes dentro de su calendario de vacunaci¨®n. De igual manera, esta terapia se administra a mujeres embarazadas durante las visitas de atenci¨®n prenatal, pues es una forma efectiva de reducir la anemia materna y el bajo peso al nacer. Seg¨²n Unicef, en 2019 casi un tercio de las embarazadas recibi¨® al menos tres dosis de IPTp durante su ¨²ltima gestaci¨®n, una cifra superior a la media de ?frica.
Difundir informaci¨®n veraz es otra de las herramientas que no se pueden perder de vista, especialmente a la hora de que los ciudadanos sepan tanto identificar los s¨ªntomas de la malaria como lo importante que es acudir al hospital para hacerse pruebas lo antes posible. "La malaria y la covid-19 tienen s¨ªntomas muy parecidos, como fiebre, debilidad y dolores de cabeza y musculares", avisa Smith. Pero tambi¨¦n tienen importantes diferencias, pues la malaria no se contagia entre personas y el nuevo coronavirus s¨ª. "Despu¨¦s del diagn¨®stico, es fundamental advertir a familiares, vecinos o personas que vivan cerca de nosotros". Igualmente, la distribuci¨®n de mosquiteras no sirve de nada si no se sensibiliza sobre su uso. "Dormir bajo una mosquitera es la mejor herramienta en cuanto a coste y efectividad".
Puedes seguir a PLANETA FUTURO en Twitter y Facebook e Instagram, y suscribirte aqu¨ª a nuestra newsletter.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
M¨¢s informaci¨®n
Archivado En
- Malaria
- Enfermedades olvidadas
- Sierra Leona
- Unicef
- Enfermedades tropicales
- Coronavirus Covid-19
- ?frica occidental
- ?frica subsahariana
- Pandemia
- Coronavirus
- Enfermedades infecciosas
- ?frica
- Virolog¨ªa
- Epidemia
- Infancia
- Enfermedades
- Microbiolog¨ªa
- Medicina
- Pol¨ªtica sanitaria
- Organizaciones internacionales
- Salud
- Biolog¨ªa
- Sociedad
- Ciencias naturales
- Ciencia
- Planeta Unicef
- Planeta Futuro