Errores comunes a la hora de elegir zapatos para los ni?os
Usar calzado muy ajustado puede acabar ocasionando deformidades en los pies. Saber c¨®mo elegir la talla correcta y un cuidado adecuado a lo largo de la infancia resulta esencial
Es f¨¢cil que estrenar unas deportivas o zapatos nuevos sea motivo de felicidad para los m¨¢s peque?os de la casa. Pero ?supiste comprarle las adecuadas? Si atendemos a las conclusiones de una encuesta realizada en marzo pasado por BlitzResults, es muy probable que no: el 65 % de los ni?os lleva habitualmente zapatos demasiado peque?os; de ellos, un 47 % lleva una talla menos y el 18 %, incluso dos. Un fen¨®meno que suele pasar desapercibido pero que podr¨ªa llegar a causar deformaciones en los pies, y que puede evitarse siguiendo una serie de pautas recomendadas por los especialistas.
¡°El pie del ni?o est¨¢ en constante crecimiento, y por ello es de vital importancia revisar la talla de nuestro hijo. Hasta los cuatro a?os, debe hacerse al menos de dos a cuatro veces al a?o, mientras que a partir de los siete solo es necesario hacerlo una vez¡±, explica Carlos Garc¨ªa-Gal¨¢n, pod¨®logo pedi¨¢trico y responsable de la Unidad de Biomec¨¢nica de la Cl¨ªnica Piqueras, en Madrid. Un zapato demasiado apretado ¡°puede generar malformaciones digitales a veces irreversibles, como puede ser dedos en garra, en martillo o el famoso Hallux Abductus Valgus (juanete)¡±. De los 2.109 padres que respondieron a la encuesta, m¨¢s de la mitad (un 52 %) reconoci¨® no haber medido nunca la longitud del pie de su hijo, ¡°sino que se basaron ¨²nicamente en pruebas sensoriales y visuales¡±.
Para elegir el tama?o de calzado adecuado, es necesario tener en cuenta varios aspectos. Para empezar, que el pie derecho y el izquierdo rara vez miden lo mismo (una diferencia de hasta algo m¨¢s de un cent¨ªmetro se considera normal), por lo que siempre se ha de tomar como medida el pie que sea m¨¢s largo; o que los fabricantes de zapatos no siguen un mismo est¨¢ndar, por lo que los n¨²meros cambian de una marca a otra. Y, si es posible, acudir a la zapater¨ªa a ¨²ltima hora de la tarde, cuando los pies est¨¢n algo m¨¢s hinchados, y siempre llevando calcetines. Pero hay otra serie de consideraciones que dependen de la edad del ni?o y que, como recuerda Garc¨ªa-Gal¨¢n, deben tenerse presentes:
- A la hora de comprar un zapato infantil (hasta los tres a?os), tiene que haber un cent¨ªmetro de espacio libre entre la punta del pie y el zapato, y a la hora de medir, es necesario fijarse en cu¨¢l es el dedo m¨¢s largo. No deben tener contrafuerte, ya que el calc¨¢neo (tal¨®n) es uno de los huesos que m¨¢s tarda en osificar, por lo que no conviene que haya nada apret¨¢ndolo. Hoy en d¨ªa, el 80 % de los zapatos s¨ª que lo llevan.
- De cero a tres, las suelas no deben ser muy blandas, pero s¨ª ligeras. Asegur¨¦monos tambi¨¦n de la ausencia de costuras internas y de que tengan un buen sistema de cierre, ya sea con velcro o cordones.
- De los tres a los siete a?os, el espacio libre entre el pie y el zapato deber¨ªa ser de un cent¨ªmetro y medio; para medir el interior del calzado, puede usarse un metro met¨¢lico, asegur¨¢ndonos de hacer una ¡°L¡± en la zona del tal¨®n para medirlo bien. La puntera ha de llevar alg¨²n tipo de refuerzo; la suela, material amortiguador; y un contrafuerte ligeramente r¨ªgido.
C¨®mo no se debe elegir la talla
El truco del pulgar, poner el pie en la suela del zapato o junto a ¨¦l... Muchas de las t¨¦cnicas que se contin¨²an usando en la zapater¨ªa para juzgar si la talla es correcta deber¨ªan abandonarse debido a su escasa fiabilidad, afirma BlitzResults. Poner el pie junto al zapato para estimar si hay espacio suficiente en el interior resulta impreciso, ya que el forro, la costura o la plantilla suelen hacer que este sea m¨¢s corto de lo que parece. Tampoco se debe usar el pulgar con la punta del zapato para comprobar si existe espacio libre, ya que los ni?os a menudo levantan los dedos por reflejo, por lo que el pie se dobla hacia abajo y parece que hay suficiente espacio, pero en realidad no. En su lugar, los autores de la encuesta recomiendan sentir cuidadosamente el pie del ni?o en el zapato; colocar una mano en la parte delantera para mantener los dedos de los pies en su posici¨®n, y con la otra verificar si hay espacio para crecer.
Si el zapato nuevo tiene una plantilla extra¨ªble, tambi¨¦n podemos sacarla y colocar el pie sobre la plantilla, y as¨ª comprobar f¨¢cilmente si queda espacio. Y, sobre todo, evitar preguntarles a los ni?os c¨®mo lo sienten: ¡°A menudo, los nervios en sus pies no est¨¢n completamente desarrollados, y su conciencia del dolor es claramente menor que la de un adulto, por lo que no se dan cuenta de si el zapato les queda bien¡±.
Los cuidados en la infancia son muy importantes
Los pies de los ni?os no son los de un adulto en miniatura, sino que requieren una serie de cuidados y atenci¨®n. ¡°Es importante mencionar que los ni?os deben andar descalzos siempre que esto sea posible, para que se fortalezca la musculatura intr¨ªnseca del pie y puedan as¨ª completar un correcto desarrollo del sistema nervioso y motor¡±, asegura Garc¨ªa-Gal¨¢n, ¡°como tambi¨¦n lo es cortar correctamente las u?as, ya que en edades tempranas la patolog¨ªa de u?a incarnada (onicocriptosis) es muy com¨²n¡±. Otra patolog¨ªa com¨²n, en los cambios de estaciones, es el papiloma (verruga plantar), que se da con frecuencia en estas edades como consecuencia de, entre otras cosas, la humedad y el calor. Para ello, conviene extremar el cuidado en sitios p¨²blicos como piscinas o vestuarios, donde es recomendable el uso de chanclas.
?Cu¨¢ndo es necesario acudir al pod¨®logo?
A la hora de juzgar si es o no necesario acudir a un m¨¦dico, conviene tener presente que el desarrollo fisiol¨®gico de un ni?o pasa por varias etapas. ¡°Al nacer, el miembro inferior est¨¢ hacia adentro, y tiene que ir rotando a una posici¨®n normal, un proceso que tarda a?os en completarse¡±, explica Garc¨ªa-Gal¨¢n. A los siete, se considera que su desarrollo articular se asemeja ya al de un adulto.
Si hay sospecha de pie plano, el especialista recuerda que este es normal hasta los tres a?os; m¨¢s all¨¢ de esta edad, es dif¨ªcil para los padres decidir si es o no normal. ¡°Por eso, ante cualquier s¨ªntoma de que el ni?o se cansa, le duelen las plantas de los pies, se cae al correr o si se observa alg¨²n tipo de disimetr¨ªa (diferencia de altura) tanto en la cadera como en la espalda o las piernas, deber¨ªan consultar con un pod¨®logo pedi¨¢trico¡±.
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