La dif¨ªcil tarea de ense?ar a los ni?os a pedir perd¨®n

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Pedir perd¨®n no es tan f¨¢cil. Es una conducta que cuesta aprender y que cuando se entrena en los ni?os es muy importante que haya una buena comunicaci¨®n durante todo el proceso, ¡°Ser¨¢ de esta forma como podr¨¢ comprender bien las pautas y expresar sus dudas. A la hora de ense?ar a un ni?o a pedir perd¨®n, una norma que favorece la convivencia con otras personas, se deben tener presentes algunas consideraciones¡±, explica Mar¨ªa Uriarte Iturralde, psic¨®loga, las cuales enumera a continuaci¨®n:

• Ha de trabajarse con el ni?o el momento adecuado para pedir perd¨®n e indagar sobre si en alguna ocasi¨®n le ha generado verg¨¹enza u otra emoci¨®n negativa hacerlo. En este y en otros casos donde as¨ª ocurra, no recurrir¨¢ a manifestarlo.
• Seg¨²n el caso, si verdaderamente el ni?o ha podido controlar una acci¨®n inapropiada, se le explica por qu¨¦ es importante y necesario pedir disculpas a los dem¨¢s. Se le debe ense?ar que pedir perd¨®n es una conducta natural, positiva y de cortes¨ªa que proporciona beneficios tanto a uno mismo como a los dem¨¢s. Entre estos beneficios se encuentran: mejorar la calidad de las relaciones con los dem¨¢s y una sensaci¨®n de liberaci¨®n de pensamientos y sentimientos que nos perjudican.
• Resulta importante que los padres entrenen situaciones, paso a paso, en las que el ni?o pida perd¨®n a otra persona. Se le pedir¨¢ posteriormente que lo reproduzca. Tambi¨¦n que observe c¨®mo lo que hace influye y afecta a otros. Quienes trabajen con ¨¦l le dar¨¢n feedback en el instante en que interprete alguna de las conductas que se est¨¢n ensayando.

Cuando un ni?o tiene un comportamiento inadecuado es prioritario que modifique su conducta no ahora, sino con perspectiva de futuro. ¡°Si solamente nos centramos en el hecho de pedir perd¨®n, conseguiremos lo contrario a lo que estamos buscando como, por ejemplo, estaremos reforzando su mal comportamiento al llamar nuestra atenci¨®n, propiciando que tenga emociones negativas de ira e, incluso, sienta frustraci¨®n, etc¨¦tera. El padre o la madre no puede estar enfad¨¢ndose constantemente ni desesperarse con su hijo porque resultar¨¢ contraproducente y crear¨¢ un ambiente familiar tenso. El ni?o madura y aprende con el tiempo. No obstante, no hay que olvidar que cada menor tiene su ritmo de desarrollo y no puede compararse con otro.¡±, concluye Mar¨ªa.

Para Miriam Recio Ventosa, psic¨®loga y directora del centro Psicoed¨²cate: ¡°Pedir perd¨®n es una se?al de educaci¨®n social. Sin embargo, a mi modo de ver, lo relaciono m¨¢s con un aprendizaje y con la empat¨ªa¡±. ¡°Est¨¢ bien que los padres ense?en a sus hijos a pedir perd¨®n, que lo muestren como algo natural y le alaben cuando en la situaci¨®n id¨®nea lo pida. No obstante, si esto no conlleva un aprendizaje no tiene sentido alguno. Los padres o tutores son los m¨¢ximos modelos para el ni?o y este aprender¨¢ de ellos y sus comportamientos. El padre puede referirse a su hijo: Perd¨®name te he hablado mal y me siento arrepentido. No volver¨¢ a ocurrir¡±, asegura la profesional.

El mejor aprendizaje para el ni?o es cuando de una conducta inadecuada logra extraer algo positivo. ¡°Es necesario que asuman la responsabilidad de sus actos y se disculpen si con sus actos da?an a alguien. Con esto podr¨¢n prevenir en ocasiones futuras¡±, prosigue Miriam. No hay que obligar al ni?o a pedir perd¨®n y, menos a¨²n, de un modo inmediato. ¡°Es muy necesario que se le facilite al ni?o tiempo y espacio para pensar y reflexionar sobre lo que ha sucedido. Debe darse cuenta si se ha equivocado en algo y no disculparse a la ligera, sin sentimiento, para evitar un castigo o sin comprender el motivo. En ocasiones los padres fuerzan una disculpa en la que el ni?o no cree, incluso puede ser algo que no pod¨ªa evitar¡±, certifica Recio Ventosa.

El ni?o no siempre est¨¢ equivocado. Por lo tanto, debe aprender a diferenciar casos y a asumir las consecuencias. ¡°Si los padres convierten en algo frecuente el pedir perd¨®n, el ni?o puede llegar a sentirse inseguro y culpable de un modo habitual. Por otra parte, cuando el ni?o da?e a alguien se le puede explicar un perd¨®n en hechos, como dando un juguete, elaborando un dibujo o haciendo una caricia. Incluso si, por ejemplo, rompe algo valioso a su madre o padre, se le puede llevar a la tienda a arreglarlo y explicarle que su acci¨®n har¨¢ que deba emplearse un dinero en subsanarlo¡±, declara Ventosa.

Recio Ventosa asegura que es dif¨ªcil ense?ar al menor a pedir perd¨®n y a hacerlo de un modo consciente. Ambas profesionales coinciden en que esta habilidad resulta esencial para fomentar la autoestima del ni?o. ¡°Lo m¨¢s recomendable para los padres es poner l¨ªmites claros, siempre que sea algo preciso y desde el amor. Con el tiempo el ni?o lograr¨¢ comprender el fin de determinadas acciones y confiar en su buen hacer¡±, concluye Miriam.