Agricultura inteligente para protegerse del cambio clim¨¢tico

El diagn¨®stico de la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas para la Alimentaci¨®n y la Agricultura (FAO) sobre el impacto del cambio clim¨¢tico en la agricultura no es nada halag¨¹e?o. Como consecuencia del calentamiento global, las sequ¨ªas y las inundaciones, dice que la disponibilidad de tierra apta para cultivar y el agua ser¨¢n recursos cada vez m¨¢s escasos y de menor calidad, y se?ala que esta nueva realidad afectar¨¢ a los rendimientos de los cultivos. Adem¨¢s, advierte sobre el aumento de las plagas y enfermedades en plantas que pondr¨¢n en riesgo la seguridad alimentaria en las zonas afectadas.

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Am¨¦rica Latina y el Caribe observan con preocupaci¨®n esta situaci¨®n, que afectar¨ªa especialmente a Mesoam¨¦rica y la zona de los Andes. No es para menos. Gracias en buena parte a la expansi¨®n de la frontera agr¨ªcola, Latinoam¨¦rica ya se convirti¨® en el principal productor y exportador de alimentos del mundo. Seg¨²n la FAO, unos 270 millones de personas dependen aqu¨ª de la agricultura.

Ante este panorama, y todav¨ªa con camino por recorrer, el concepto de agricultura clim¨¢ticamente inteligente empieza a abrirse paso en este continente para facilitar la transici¨®n a una agricultura y unos sistemas alimentarios m¨¢s eficientes y respetuosos con el clima. ¡°Hemos avanzado mucho en pr¨¢cticas como la agricultura sin labranza, la agricultura regenerativa, la agricultura e irrigaci¨®n de precisi¨®n, en mejora gen¨¦tica, en el uso de insumos biol¨®gicos o en la utilizaci¨®n de residuos agr¨ªcolas para generar energ¨ªa, entre otros¡±, asegura desde Washington v¨ªa telef¨®nica Guillermo Foscarini, la persona que lidera el equipo de agronegocios de BID Invest, el brazo inversor en el sector privado del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

El BID es, precisamente, una de las entidades que m¨¢s conocimiento y financiaci¨®n est¨¢ movilizando hacia la agroindustria, apoyando y asesorando proyectos que vayan en la l¨ªnea de mitigar el cambio clim¨¢tico e incrementar la capacidad adaptativa de la agricultura. Con todo, Foscarini reconoce que el avance tecnol¨®gico y digital todav¨ªa es incipiente en Latinoam¨¦rica y estar¨¢ ligado al desarrollo y expansi¨®n de la conectividad en la regi¨®n, uno de sus principales limitantes. ¡°Uno de los desaf¨ªos es cerrar la brecha tecnol¨®gica acercando las nuevas tecnolog¨ªas como drones, sensores o la irrigaci¨®n inteligente a los peque?os productores, aut¨¦ntica columna vertebral de la industria y que son a los que ser¨¢ necesario llegar para tener un mayor impacto positivo¡±, indica.

Mitigar y adaptarse al cambio clim¨¢tico no siempre ser¨¢ f¨¢cil. Algunos de sus impactos se pueden predecir. Otros todav¨ªa no. En opini¨®n de los expertos, la agricultura latinoamericana en muchos casos deber¨ªa empezar por reducir su huella ecol¨®gica corrigiendo algunos de sus sistemas de producci¨®n alimentaria causantes de la deforestaci¨®n, de la p¨¦rdida de biodiversidad, del incremento de la emisi¨®n de gases de efecto invernadero, del desperdicio de alimentos o del uso irracional del agua. Dos de sus grandes problemas son la llamada fermentaci¨®n ent¨¦rica por el metano que genera el ganado en su digesti¨®n y el uso de fertilizantes sint¨¦ticos.

Afortunadamente, Am¨¦rica Latina tiene tambi¨¦n buenas e innovadoras experiencias agr¨ªcolas de adaptaci¨®n y resiliencia al cambio clim¨¢tico y de c¨®mo la agricultura inteligente genera valor a?adido para el productor y ayuda a reducir las Emisiones de Efecto Invernadero (GEI). Es el caso de la Asociaci¨®n Argentina de Productores en Siembra Directa (AAPRESID) una red de productores agropecuarios que emplean una t¨¦cnica de cultivo sin arados ni labranzas previas, respetando la cobertura de cultivos anteriores, incluidos los rastrojos. El sistema permite producir sin degradar el suelo. ¡°Al mover la tierra con labranza se destruye mucha microbiolog¨ªa y aumenta el combustible de origen f¨®sil, por tanto las emisiones GEI. La siembra directa mantiene los suelos sanos y f¨¦rtiles, y permite un uso m¨¢s eficiente del agua¡±, asegura v¨ªa WhatsApp Mar¨ªa Beatriz Giraudo, presidenta honoraria de AAPRESID.

La siembra directa se ha mostrado efectiva como modelo de producci¨®n que amortigua las temperaturas extremas, aumenta el secuestro de carbono en el suelo y logra una gran productividad. De hecho, asegura Giraudo, el 92% de la superficie cultivable argentina se desarrolla bajo este sistema. La mayor parte corresponde a cultivos de ma¨ªz, trigo, cebada, sorgo, soja, girasol o pasturas, pero su uso se generaliz¨®. ¡°Argentina camina rumbo a poder adoptar una m¨¦trica validada a nivel global para poder ser un pa¨ªs de balance neutro o positivo en carbono¡±, concluye Giraudo.

Y de Argentina al Estado de Michoac¨¢n, en el occidente de M¨¦xico. Aqu¨ª se encuentra Ejido Verde, considerada por la revista Fast Company como una de las 50 empresas m¨¢s innovadoras de Latinoam¨¦rica en 2020. Promueve con pr¨¢cticas regenerativas y sostenibles la plantaci¨®n de pinos para producir resina implicando a las comunidades rurales, mayoritariamente ind¨ªgenas. Su propuesta ha reactivado la producci¨®n sostenible de resina de pino reforestando bosques nativos en tierras degradadas que sufrieron la tala de madera indiscriminada tiempo atr¨¢s. La resina tiene cientos de aplicaciones industriales, entre ellas adhesivos, pegamentos o tintas.

A trav¨¦s de los datos podemos dibujar un escenario ideal de cultivo y el agricultor puede planificar mejor sus actividades m¨¢s adaptadas y resilientes al cambio clim¨¢tico

Ejido verde presumi¨® en 2019 de haber reforestado m¨¢s de 4.000 hect¨¢reas de plantaciones de pino y de plantar una media de 6.000 ¨¢rboles diarios. Su meta es alcanzar las 12.000 hect¨¢reas, lo que significar¨ªa poder absorber seis millones de toneladas de di¨®xido de carbono. ¡°Aportamos soluciones al cambio clim¨¢tico de diferentes maneras. La resina de pino es un producto verde que sustituye a otros derivados del petr¨®leo que s¨ª generan gases de efecto invernadero. Hemos reforestado paisajes degradados secuestrando carbono y fomentamos la conservaci¨®n de suelos y las fuentes de agua. Estamos devolviendo los bosques a su estado natural pero con un concepto de plantaciones agroforestales comerciales¡±, explica en conversaci¨®n con Planeta Futuro su director general, Shaun Paul.

La empresa mexicana ha logrado integrar el conocimiento tradicional de las comunidades pur¨¦pechas que tienen una pr¨¢ctica milenaria extrayendo resina de los ¨¢rboles con las mejores tecnolog¨ªas. ¡°Trabajamos con seis especies de pino, agroqu¨ªmicos de bajo impacto, usamos sistemas inform¨¢ticos forestales con sensores remotos, im¨¢genes satelitales para analizar suelos, introducimos el uso del dron para monitorear los ¨¢rboles y detectar plagas, y medimos las lluvias¡±, enumera el directivo de esta compa?¨ªa, que tiene en mente poner en marcha 3.000 nuevas granjas familiares m¨¢s que adoptar¨ªan pr¨¢cticas agr¨ªcolas clim¨¢ticamente inteligentes y generar 10.000 nuevos empleos en el marco de su elogiada filosof¨ªa de desarrollo social y construcci¨®n comunitaria. Tan solo en 2019, Ejido Verde asegura que cont¨® con la colaboraci¨®n de m¨¢s de 2.100 personas.

Big Data y algoritmos

Las nuevas tecnolog¨ªas aplicadas a la agricultura son capaces de predecir el clima y tambi¨¦n plagas y enfermedades para as¨ª poder manejarlas. Lo sabe bien la joven emprendedora brasile?a Mariana Vasconcelos, hija de campesinos, que hace ya algunos a?os advirti¨® que en una situaci¨®n de clima cambiante como la actual, para los agricultores era cada vez m¨¢s dif¨ªcil confiar en lo que hab¨ªan hecho toda la vida. Decidi¨® cambiarles el chip de la intuici¨®n por el de la seguridad para que pudiesen tomar las decisiones adecuadas respaldadas por datos, no por usos y costumbres. En 2014 cre¨® Agrosmart, una plataforma de agricultura digital dedicada a proveer a los productores de datos precisos mediante la monitorizaci¨®n de los cultivos con sensores e im¨¢genes satelitales. ¡°Ayudamos a comprender mejor qu¨¦ pasa en cada parcela respondiendo con agricultura de precisi¨®n qu¨¦ se debe hacer con el fin de conseguir una mayor eficiencia, produciendo m¨¢s pero tambi¨¦n con mayor sustentabilidad. A trav¨¦s de los datos podemos dibujar un escenario ideal de cultivo y el agricultor puede planificar mejor sus actividades para que se queden m¨¢s adaptados y m¨¢s resilientes al cambio clim¨¢tico¡±, explica.

Para Vasconcelos, el agricultor debe transitar necesariamente hacia una transformaci¨®n digital y el primer paso es tener datos generados por sensores, por im¨¢genes espectrales, por un dron. En el caso de Agrosmart, los sensores se comunican entre s¨ª sin necesidad de conectarse a internet ni a una red de datos m¨®viles. La informaci¨®n fluye hasta los puntos donde s¨ª hay conectividad. ¡°Una vez cruzamos toda la informaci¨®n podemos realizar alertas operacionales con recomendaciones de riego y as¨ª usar menos agua, entender los riesgos de una enfermedad y as¨ª usar insumos solo cuando es necesario, aplicar mejor los fertilizantes, tener la mejor previsi¨®n del tiempo o saber qu¨¦ semillas funcionan mejor para determinados escenarios y son m¨¢s resilientes al propio clima¡± concluye la directora general de Agrosmart que ya monitoriza m¨¢s de 200.000 hect¨¢reas de cultivos, principalmente en Brasil.

La ciencia de datos se muestra como una herramienta poderosa para ayudar a la agricultura a ser m¨¢s productiva, sostenible y eficiente. Sin embargo, en Am¨¦rica Latina est¨¢ casi todo por explorar en este campo. ¡°Hay una falta sist¨¦mica de datos consistentes y confiables, unido adem¨¢s a la resistencia de muchos productores a compartir datos de sus fincas. Por otro lado, faltan perfiles que conjuguen la agronom¨ªa con tecnolog¨ªas de datos¡±, explica v¨ªa correo electr¨®nico Diego Steverlynck, director ejecutivo de S4, una empresa argentina de tecnolog¨ªa aplicada que se presenta como la primera que ayuda a la agroindustria a gestionar el riesgo clim¨¢tico.

La siembra directa permite producir sin degradar el suelo, sin arados ni labranzas previas, respetando la cobertura de cultivos anteriores

Seg¨²n esta compa?¨ªa, el 39% de los cultivos se pierde globalmente a causa del clima. La gesti¨®n del riesgo clim¨¢tico deber¨ªa ser un factor clave del negocio agr¨ªcola, pero los productores siguen cultivando casi como un acto de fe, teniendo en cuenta que los seguros multi riesgo ante sequ¨ªas e inundaciones resultan demasiado caros. ¡°En Argentina, hasta 2008, hab¨ªa un evento clim¨¢tico catastr¨®fico cada diez a?os, ahora hay uno cada cinco y producen p¨¦rdidas de hasta el 70%. En Estados Unidos ning¨²n agricultor sembrar¨ªa sin solicitar un seguro de protecci¨®n clim¨¢tica. En pa¨ªses como el m¨ªo o en Brasil, la ausencia en general de subsidios acostumbr¨® a los productores a trabajar sin coberturas. El problema es que la volatilidad clim¨¢tica seguir¨¢ aumentando¡±, explica Steverlynck.

Ante esta situaci¨®n, su empresa ofrece coberturas a los agricultores por los efectos de una sequ¨ªa o una inundaci¨®n. Cre¨® as¨ª el primer ¨ªndice clim¨¢tico que refleja con precisi¨®n el impacto del clima sobre los cultivos a partir de im¨¢genes satelitales que ayudan a los productores agr¨ªcolas a protegerse mejor de las inclemencias del tiempo y poder cobrar indemnizaciones por los da?os reales si se da el caso. La informaci¨®n satelital permite medir la evoluci¨®n de un cultivo durante la campa?a, configurar sistemas de alertas y transferir correctamente un informe de riesgo a los mercados capitales.

Hoy, en tiempos de pandemia, la agricultura fue uno de los pocos sectores que no se detuvo, pero s¨ª vio c¨®mo aumentaban sus costes de producci¨®n. Todav¨ªa es prematuro saber qu¨¦ efectos tendr¨¢ en el sector en el largo plazo. En el corto, hubo alg¨²n aspecto positivo. ¡°Esta crisis est¨¢ marcando una mayor demanda del consumidor por productos locales, m¨¢s saludables y con menor impacto en el medio ambiente. Asimismo, ha mostrado la necesidad de acelerar la conectividad de Latinoam¨¦rica para facilitar la adopci¨®n de nuevas tecnolog¨ªas y digitalizaci¨®n aplicada en el campo¡±, concluye Foscarini.

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