Los cuidadores que conviven con el alzh¨¦imer en ¨¦poca de coronavirus
Con la pandemia, la sobrecarga es mucho mayor. Son ellos quienes nos cuentan c¨®mo hacen frente a la causa principal de la demencia y al virus que ha cambiado todo
En el D¨ªa Mundial de la Enfermedad de Alzheimer no podemos olvidarnos del devastador impacto que est¨¢ causando la pandemia en los pacientes de esta patolog¨ªa neurodegenerativa. Una de cada cuatro familias en Espa?a se ve afectada por la enfermedad, que es la principal causa de demencia, y que ya afecta a cerca de 1.200.000 personas. La covid-19 tambi¨¦n se ensa?a con ella. No solo porque el virus se aprovecha de la edad avanzada y su fr¨¢gil sistema inmunol¨®gico, sino tambi¨¦n porque merma su calidad de vida. Y la de sus cuidadores. Tres de cada 10 son familiares, mayoritariamente mujeres (casi un 70%), quienes reconocen sentir estr¨¦s, ansiedad, miedo y frustraci¨®n, seg¨²n un estudio de Sanitas Mayores.
Y este binomio cuidador-paciente se ha desmoronado frente al ¡°obligado cierre de los centros de d¨ªa ¡ªmuchos siguen sin prestar servicios¡ª, que ha interrumpido la atenci¨®n especializada y adaptada, y que ayuda a ralentizar el deterioro f¨ªsico y cognitivo, preservando cierta autonom¨ªa durante el mayor tiempo posible¡±, nos cuenta Rosa Mar¨ªa Catabrana Al¨²tiz, presidenta de la Confederaci¨®n Espa?ola de Alzheimer (CEAFA), quien nos explica que la pandemia ¡°sobre todo en la fase del confinamiento, ha desorientado a los pacientes, alterado sus rutinas, aumentado su excitabilidad e irritabilidad, y producido una aceleraci¨®n del curso de la enfermedad que no vamos a poder revertir¡±, lamenta. Y todo ello repercute, evidentemente, en el cuidador. ¡°La soledad y el aislamiento que caracteriza la tarea de los cuidadores familiares, incrementado por las circunstancias del confinamiento y, ahora de las diversas restricciones, su propia edad y los achaques. Todo contribuye a empeorar su estado f¨ªsico, an¨ªmico e incluso mental. Estamos encontrando una aceleraci¨®n del deterioro cognitivo en mayores cuidadores familiares sobrecargados¡±, sostiene la presidenta de CEAFA.
Adem¨¢s de los cuidados del alzh¨¦imer, la mascarilla y el metro y medio
La doctora Silvia Gil Navarro, vocal de la Sociedad Espa?ola de Neurolog¨ªa (SEN), asegura que ¡°adem¨¢s de empeorar la capacidad cognitiva y emocional del paciente de alzh¨¦imer y su estabilidad, el cierre de los centros de d¨ªa ha impactado sobre el cuidador familiar, porque ha tenido que cambiar sus horarios, adaptar sus tareas, sus obligaciones, su cotidianeidad. De manera casi silenciosa, recaen sobre ¨¦l 24 horas al d¨ªa de cuidados para su familiar. Es f¨¢cil imaginar que esto provoca cansancio f¨ªsico y mental, y mucha sobrecarga¡±.
Si ya el papel de cuidador de un paciente con alzh¨¦imer era dif¨ªcil antes de marzo, en ¨¦poca de pandemia la tarea se multiplica. Con el fin de analizar el empeoramiento de los s¨ªntomas de alzh¨¦imer y la percepci¨®n de sus cuidadores, una encuesta de la Fundaci¨®n Pasquall Maragall concluye que el 61% de los cuidadores ha dedicado una media de 18 horas diarias para cuidar a su familiar con alzh¨¦imer durante la pandemia, en especial, durante el confinamiento. Aparte de los cuidados diarios y propios de la enfermedad, los cuidadores tienen que garantizar que se cumplan todas las medidas de seguridad sanitarias: uso de la mascarilla, lavado de manos y distancia social. Si consideramos que ninguna es f¨¢cil para nadie, en el caso de estos pacientes son a¨²n m¨¢s complicadas de incorporar. ¡°Se las hemos de repetir a cada rato, las veces que sean necesarias, porque no las entienden o, si las entienden, a los 10 minutos las olvidan¡±, dice Juan Luis Vera, psic¨®logo y cuidador de un centro de mayores de Carabanchel, en Madrid. Sus abuelos paternos y abuela materna tambi¨¦n tienen Alzheimer, por lo que traslada algunos tips a sus padres: ¡°Que tengan paciencia, que no se enfaden, que traten de empatizar y entender lo que los abuelos dicen, aunque sea sin hablar¡±.
Gimnasia y m¨²sica en el pasillo
Juan Luis Vera nos cuenta las din¨¢micas con las que se han adaptado en su centro residencial a la pandemia. ¡°Lo peor fueron los dos primeros meses, porque tuvimos que cambiar sus rutinas. Los mayores ten¨ªan que estar en sus habitaciones todo el tiempo, sin poder salir ni hacer actividades en grupo. Nos pase¨¢bamos por cada habitaci¨®n para ponerles un poco de m¨²sica, de uno en uno; tambi¨¦n hicimos muchas videoconferencias con las familias, porque ellos se sent¨ªan solos y no era f¨¢cil explicarles una y otra vez por qu¨¦ no pod¨ªan recibir visitas¡±. Tambi¨¦n hac¨ªan gimnasia de una manera original: ¡°La fisioterapeuta hablaba por megafon¨ªa desde el pasillo y cada uno en su cuarto, con la puerta abierta, segu¨ª las indicaciones para moverse un poco y pod¨ªa ver de lejos al paciente de la habitaci¨®n de enfrente. La misma f¨®rmula para o¨ªr m¨²sica, bailar y jugar al bingo. Ahora ya tenemos m¨¢s actividades grupales y podemos salir al jard¨ªn¡±.
Bailar y cantar fueron su salvavidas
La actividad f¨ªsica tambi¨¦n fue uno de los motores que mantuvieron el entusiasmo de Jesusa, de 88 a?os, con un alzh¨¦imer de grado 3. Diagnosticado hace cuatro a?os, su ¨²nica cuidadora es su hija, Pilar Lorenzo, de 52 a?os, con quien convive en Vigo y quien ha adaptado sus horarios laborales para atenderla. ¡°Doy clases de formaci¨®n para adultos, por lo que voy mezclando mis clases en los ratos que puedo. Mi madre, que tuvo una vida muy dif¨ªcil, siempre quiso ser cantante, pero sus padres no la dejaron. Le pongo m¨²sica, canta y baila, y a veces me pide que le ponga una m¨²sica m¨¢s movidita. Durante el encierro, sal¨ªamos a la ventana a cantar (y gritar), la animaba a caminar por el pasillo y ahora hasta trota un poco. Ya no va al centro de d¨ªa, pero nos hemos apuntado al programa En casa, contigo, que ofrece Sanitas, con un servicio de fisioterapia a domicilio. No tengo miedo al contagio de coronavirus porque est¨¢ conmigo todo el tiempo y s¨¦ c¨®mo nos cuidamos y protegemos¡±.
Cambio de papeles
Esa misma seguridad, la de conocer todos sus pasos la tiene Carmen Mu?oz, que con 55 a?os, casada y con dos hijos, tambi¨¦n tiene a sus padres a su cuidado. Solo su padre, Miguel (83), est¨¢ diagnosticado de alzh¨¦imer, pero su madre, Encarna, ha sido operada del coraz¨®n, por lo que la ayuda a cuidar a su padre. ¡°Mi vida ha cambiado. Antes, solo me ocupaba de mis hijos, y conforme ellos iban creciendo, pensaba que mi marido y yo tendr¨ªamos cierta libertad para hacer todo aquello que hab¨ªamos postergado. Y no¡±. La psic¨®loga de Sanitas Mayores de Las Rozas, de Madrid, Sara Rivera, se?ala que uno de los aspectos m¨¢s dolorosos para un familiar que es cuidador, es el cambio de papeles. ¡°Es paulatino, pasa de supervisar las tareas, darle indicaciones hasta su realizaci¨®n. Hay que ajustarse, no solo a nivel instrumental sino tambi¨¦n emocional. Es pasar de tener una relaci¨®n afectiva con tu madre, padre o c¨®nyuge, y cambiarse los papeles¡±.
Carmen hab¨ªa detectado algo raro a?os antes del diagn¨®stico. ¡°A mi padre le gustaba mucho el cine, pero empez¨® a dejar de entender las pelis y se enfadaba. O le¨ªa un libro y no pod¨ªa explicar de qu¨¦ se trataba. O los cuadros que pintaba, empezaban a ser diferentes. Empec¨¦ a llevarle todos los papeles, las citas m¨¦dicas, los informes para la ley de dependencia... Me apunt¨¦ a los grupos terap¨¦uticos de la Fundaci¨®n Pasqual Maragall porque quiero informarme de todo¡±. Carmen no vive con sus padres, pero su casa, en Barcelona, est¨¢ a una calle. ¡°Mis padres me han ayudado much¨ªsimo con mis hijos, por lo que yo no ser¨ªa yo si no les correspondiera. Y encima creo que as¨ª le doy un buen ejemplo a mis hijos¡±. Durante el confinamiento, se pasaba todo el d¨ªa en casa de sus padres. ¡°Me levantaba, desayunaba con mi marido e hijos y me iba¡±.
CONSEJOS PARA CUIDADORES DURANTE LA PANDEMIA
Rutinas. Sara Rivera insiste en que lo m¨¢s importante en el cuidado de un paciente con alzh¨¦imer es establecer una rutina. "Las actividades de la vida diaria a la misma hora, en el mismo orden, asistidas por la misma persona... Esto permitir¨¢ automatizar la tarea, facilitar¨¢ la estabilidad, adem¨¢s de dar autonom¨ªa, seguridad y tranquilidad".
Gustos compartidos. La psic¨®loga tambi¨¦n recomienda plantear actividades que sean agradables para paciente y cuidador. "Una canci¨®n, la jardiner¨ªa o cocinar". Juan Luis Vera propone actividades sensoriales para las fases m¨¢s avanzadas de la enfermedad. "La m¨²sica les hace volver a momentos placenteros, los colores, los olores, el tacto...".
Informaci¨®n y formaci¨®n. "El conocimiento de la enfermedad va a facilitar que se afronte de una manera m¨¢s adaptativa. Toda la informaci¨®n es fundamental para adelantarnos a saber qu¨¦ va a pasar y que no nos sorprenda luego", recomienda Sara Rivera.
Ayuda. La doctora Silvia Gil nos recuerda que "es importante tener un soporte, un apoyo. Contar con ayuda de otros familiares, ya que todo el cuidado no puede recaer sobre la misma persona".
Manga ancha. Juan Luis Vera tiene una m¨¢xima: "Cuidar a una persona con alzh¨¦imer es de superh¨¦roes, pero no tenemos superpoderes. No podemos estar a todo, sobre todo, cuando trabajamos, teletrabajamos, cuidamos a nuestros propios hijos... Es importante no sentirse mal por eso y buscar tiempo para el ocio, desconectar, desahogarse, hablar de otras cosas y cargar pilas".
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