Cine para gritar contra las desigualdades

M¨¢s de 35 millones de mexicanos viven en los Estados Unidos. Muchos emprenden el viaje a pie a trav¨¦s de la frontera. Lugar que para muchas familias es la ¨²ltima referencia con vida de sus seres queridos. La directora de cine Fernanda Valadez (Guanajuato, M¨¦xico, 1981) camin¨® por la alfombra roja del Festival de Cine de San Sebasti¨¢n para contar los riesgos a los que se exponen estos familiares y, en especial, la madre protagonista de su pel¨ªcula. Su trabajo le ha valido el premio Cooperaci¨®n Espa?ola por su primer largometraje Sin se?as particulares.

El jurado seleccion¨® por unanimidad la pel¨ªcula de Valadez "porque visibiliza a trav¨¦s de la mirada de una madre la fuerza de las mujeres para defender el derecho a saber frente a la impunidad y la desmemoria de la violencia y por transmitir esperanza en la capacidad de las personas para construir un mundo m¨¢s humano a trav¨¦s de la solidaridad y la empat¨ªa". As¨ª lo describieron en el fallo Luc¨ªa Chicote, jefa del Departamento de Cooperaci¨®n con Centroam¨¦rica, M¨¦xico y el Caribe de la Aecid; Fernando San Mart¨ªn, director general de Cooperaci¨®n Internacional en el Departamento de Cultura, Cooperaci¨®n Internacional, Juventud y Deportes de la Diputaci¨®n Foral de Guip¨²zcoa, y Cristina Ubani, asesora en proyectos de igualdad y cooperaci¨®n al desarrollo en entidades p¨²blicas y privadas.

Junto a la ganadora compet¨ªan otras cuatro pel¨ªculas por un premio dotado en 10.000 euros con el que la Agencia Espa?ola de Cooperaci¨®n Internacional para el Desarrollo (Aecid) busca respaldar, por sexto a?o consecutivo, a los productores que apuestan por tem¨¢ticas comprometidas con los derechos humanos y por llevarlas a cabo generando lazos entre la industria iberoamericana.

¡°M¨¦xico no despert¨® un d¨ªa convertido en un asesino en serie¡±, sentencia Fernanda Valadez desde San Sebasti¨¢n. ¡°Los 12 a?os que llevamos de violencia son fruto de un largo proceso en un contexto de pobreza y de tr¨¢fico ilegal de todo tipo de mercanc¨ªas que acaba convirtiendo la vida en otra mercanc¨ªa m¨¢s¡±, explica. Por eso, apuesta con su cine por hablar de empat¨ªa tanto con las v¨ªctimas como con los victimarios para terminar con ¡°una tensi¨®n social que solo genera m¨¢s violencia¡±.

Y ofrece en su protagonista la mirada emp¨¢tica de una madre dispuesta a asumir todos los riesgos de la frontera por encontrar a su hijo y dispuesta tambi¨¦n a encajar c¨®mo su hijo se ha podido convertir en un nuevo criminal durante el viaje.

El premio impulsa a Valadez a avanzar con su pr¨®ximo proyecto que contin¨²a con esta historia y busca responder a una nueva pregunta: ?C¨®mo un joven en un contexto de pobreza no es capaz de escapar de la violencia? Junto al premio Cooperaci¨®n Espa?ola, tambi¨¦n ha recibido el premio Horizontes Latinos dotado en otros 35.000 euros de la edici¨®n 68 del Festival.

Preguntas de pel¨ªcula: ?cu¨¢nto dura una violaci¨®n?

Igual de audaz es la pregunta que plantea la directora de cine chilena Carolina Moscoso (Santiago de Chile, 1986) con su pel¨ªcula Visi¨®n nocturna. Ella tambi¨¦n ha caminado durante estos d¨ªas por la alfombra roja de San Sebasti¨¢n y ha sido tambi¨¦n finalista al premio Cooperaci¨®n Espa?ola. ¡°?Cu¨¢nto dura una violaci¨®n? ?c¨®mo puede una mujer continuar despu¨¦s con su vida?¡±, son las preguntas que plantea con su primer trabajo y con el que ya ha ganado el Gran Premio del FID de Marsella.

La respuesta est¨¢ en su cine y en su propia vida. Ella sufri¨® una agresi¨®n sexual hace ahora diez a?os en el contexto de una fiesta en una playa cercana a Santiago de Chile. Cinco a?os despu¨¦s, terminando los estudios de cine en Barcelona, encuentra la fuerza para contarlo al mundo en forma de pel¨ªcula.

Mi cine nace de una necesidad personal. Necesitaba gritar, hablar de algo que nadie hablaba hace unos a?os: a las mujeres nos violan y despu¨¦s nos hacen sentir culpables de esa agresi¨®n Carolina Moscoso, directora

¡°Mi cine nace de una necesidad personal. Necesitaba gritar, hablar de algo que nadie hablaba hace unos a?os: a las mujeres nos violan y despu¨¦s nos hacen sentir culpables de esa agresi¨®n¡±, explica ahora en la zona de prensa del festival. Han sido muchas las mujeres que tras su proyecci¨®n han ido a hablar con ella durante estos d¨ªas. ¡°He encontrado en el cine la manera de encajar todo mi sufrimiento y de conectar con mujeres de todo el mundo¡±.

Su pr¨®ximo proyecto tambi¨¦n est¨¢ en marcha. Responder¨¢ a una nueva pregunta: ?Qu¨¦ hacemos con los hombres? ¡°Tras trabajar tanto con las mujeres, c¨®mo podemos acabar con la cultura de la violaci¨®n de los hombres¡±, explica. Para eso, acude al archivo personal de un t¨ªo suyo polic¨ªa y gran aficionado a filmar su vida para construir una historia que hable de c¨®mo es la imagen de hombre que proyecta la polic¨ªa en su pa¨ªs.

De la ca?ada real a la alfombra roja

Mismo compromiso social desprende la mirada de la directora Isabel Lamberti (B¨¹lh, Alemania, 1987) sin querer renunciar tampoco a pisar las alfombras rojas de los mejores festivales de cine. El s¨¢bado pasado alz¨® el premio Kutxabank ¨C New Directors 2020 por su primera pel¨ªcula La ¨²ltima primavera. En ella cuenta la vida de una familia en el barrio madrile?o de la Ca?ada Real y c¨®mo deben encajar que su vivienda sea derruida para ser reubicados en pisos por Madrid. Opt¨® tambi¨¦n al premio Cooperaci¨®n Espa?ola.

¡°Mi cine busca descubrir mundos desconocidos y llevar a los espectadores a caminar por esos lugares para que los viva como un vecino m¨¢s¡±. Uno de esos mundos lo encontr¨® hace seis a?os en las barriadas de chabolas de la Ca?ada Real en Madrid y, en concreto, en el hogar de la familia Gabarre Mendoza, protagonistas del largometraje y quienes durante 70 minutos nos ofrecen la posibilidad de vivir sus vidas, sue?os e inquietudes.

Durante los d¨ªas del festival la familia Gabarre Mendoza acudi¨® tambi¨¦n a San Sebasti¨¢n. Ilusionados vieron su antigua casa, ahora derruida, en pantalla grande y su propia vida interpretada por ellos mismos. ¡°Se han llenado de orgullo¡±, reconoce Lamberti quien ya trabaja en el gui¨®n del que ser¨¢ su pr¨®ximo largometraje en torno a las historias de superaci¨®n que encarnan las mujeres migrantes de Am¨¦rica Latina en Espa?a.

El resultado de ese viaje, al igual que el de Moscoso y Valadez, as¨ª como el de restos de finalistas de este a?o, habr¨¢ que esperar un tiempo para descubrirlos.

El duelo de una madre protagonizado por una actriz trans

El director argentino Eduardo Crespo (Crespo, Argentina, 1983) ha vivido el ¨²ltimo Festival de Cine de San Sebasti¨¢n con una sonrisa permanente. Est¨¢ feliz. ¡°Estar aqu¨ª es un sue?o¡±, asegura. Y no le faltan motivos. Ha competido por primera vez en la Secci¨®n Oficial y tambi¨¦n en el Premio Cooperaci¨®n Espa?ola con una pel¨ªcula que rinde homenaje al pueblo en el que naci¨® en la Argentina rural y a sus gentes. Tras la presentaci¨®n de su pel¨ªcula?Nosotros nunca moriremos acude a cumplir su segundo sue?o: trabajar desde Europa.

La pel¨ªcula cuenta la historia de una madre que acude al interior de Argentina a recoger el cuerpo sin vida de su hijo, muerto recientemente. La protagonista la encarna Romina Escobar (Buenos Aires, 1974), actriz trans quien tampoco puede dejar de sonre¨ªr. ¡°Estaba cansada de interpretar siempre papeles de trans alcoh¨®licas, viciosas y marginales. Con este papel rindo homenaje a todas las mujeres de Argentina a las que admiro y que tanto han aportado en mi vida¡±, explica tambi¨¦n con una gran sonrisa desde San Sebasti¨¢n.

¡°Otro cine es posible con otras historias, ritmos y personajes¡±, zanja Crespo junto a Escobar en la parte trasera del Kursaal donostiarra con ganas ambos de encontrar aliados nuevos para dar vida a nuevos proyectos.

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