Videollamadas y directos en Facebook para garantizar la salud mental de los refugiados en campos
La pandemia no ha detenido a esta organizaci¨®n en su empe?o por ofrecer ayuda psicol¨®gica a los desplazados en la isla griega de Samos, que ahora, con la covid-19, se sienten doblemente rechazados al ser tratados como vectores de contagio
Cuando Alba Sab¨¦ le pide a Derek que recuerde un sitio seguro, ¨¦ste se imagina tomando fotos en una Siria diferente. Sin estallidos ni hambre ni miedo. Se ve a s¨ª mismo retratando las caras de sus familiares y los rincones favoritos de su pa¨ªs natal. Sue?a con ser alg¨²n d¨ªa cineasta. Lo hace con los ojos cerrados para escapar del olor y del sonido del campo de refugiados de Samos, una isla griega cerca de Turqu¨ªa, en la que vive desde hace un a?o, hacinado junto a 4.500 personas, en un espacio adecuado para 650.
?l tiene 24 a?os y la desesperaci¨®n y el tedio tatuados en la voz: ¡°No s¨¦ cu¨¢ndo voy a poder tener papeles¡±, explica el joven que prefiere no revelar su identidad. Sab¨¦ es una psic¨®loga catalana que trabaja en la ONG Humanity Crew y su cometido es intentar paliar esta angustia. ¡°Las carencias en los campos de refugiados no son solo de alimentaci¨®n o de espacio, la mayor¨ªa no sabe lidiar con las experiencias traum¨¢ticas por las que han pasado. La salud mental es important¨ªsima¡±, narraba desde la isla. Ahora, en Barcelona, la terapia con Derek continuar¨¢ pero a trav¨¦s de videollamadas.
"Esto nos permite seguir estando presentes", explicaba Sab¨¦ ya desde su ciudad. Como ella, un grupo de ocho psic¨®logos y psiquiatras subieron decenas de v¨ªdeos a la p¨¢gina de Facebook de la organizaci¨®n durante las diferentes cuarentenas a lo largo y ancho del globo "para no descuidar la salud mental de nadie". En ocho idiomas diferentes y con tem¨¢ticas muy variadas, trasladaron la consulta a la pantalla en los momentos en los que el cara a cara era inviable. Muchas de las grabaciones alcanzan miles de visualizaciones. Asimismo, los expertos mantuvieron sesiones peri¨®dicas con refugiados a los que ya atend¨ªan o que se pusieron en contacto por primera vez durante el encierro.
Humanity Crew es una organizaci¨®n internacional empecinada en proporcionar salud mental y apoyo psicosocial para refugiados y personas que se encuentran en situaci¨®n de crisis. La ONG, que recibi¨® el premio internacional de la Fundaci¨®n Princesa de Girona a finales de 2019, busca mejorar el bienestar y crear comunidades s¨®lidas en lugares donde reinan la incertidumbre y las vivencias m¨¢s traum¨¢ticas. En 2017, Humanity Crew cre¨® una cl¨ªnica online que permite a profesionales de la salud mental y voluntarios brindar apoyo a distancia sin barreras idiom¨¢ticas ni restricciones geopol¨ªticas. ¡°No todos los especialistas pueden venir al terreno. Adem¨¢s, la labor de un psic¨®logo no es como la de un doctor que viene hace cientos de cirug¨ªas y puede volverse¡±, explica Mar¨ªa Jammal, co-fundadora de la entidad. ¡°Un psic¨®logo necesita entablar una relaci¨®n duradera y eso requiere de tiempo¡±, comenta.
El coordinador de M¨¦dicos Sin Fronteras en Samos, Jonathan Vigneron, alert¨® a finales de septiembre a Europa Press que en estos ¨²ltimos meses ha presenciado un deterioro "muy preocupante" de la salud f¨ªsica y mental de los pacientes dadas las restricciones de movimiento, el aumento de casos de coronavirus y la falta total de condiciones dignas. "En Moria, hemos visto lo que puede suceder cuando se ignora esta horrible combinaci¨®n", explicaba, en alusi¨®n al incendio que dej¨® a miles de familias refugiadas sin amparo, "la bomba de relojer¨ªa explota. En Samos vemos exactamente las mismas condiciones", apuntaba.
"No podemos dormir bien, mis hijos hace semanas que no quieren jugar, hay ratas por todas partes y nadie nos hace caso. El coronavirus es el menor de nuestros problemas¡±
En un momento en el que la presencialidad era imposible y las herramientas para sobrellevar la realidad imprescindibles, Humanity Crew ofreci¨® cobijo emocional a miles de migrantes que sufr¨ªan una doble incertidumbre en campos como el de Samos. All¨ª, adem¨¢s del hacinamiento, apenas hay acceso a grifos para lavarse las manos y mucho menos mascarillas para todos. Sin embargo, cuando se les pregunta si temen ser contagiados la respuesta es siempre la misma: risa. Oussama, se disculpa de inmediato y recuerda con una voz que se endurece de pronto: ¡°Esto es un infierno. No podemos dormir bien, mis hijos hace semanas que no quieren jugar, hay ratas por todas partes y nadie nos hace caso. El coronavirus es el menor de nuestros problemas¡±. Este artesano sirio vino con su mujer y sus dos hijos hace m¨¢s de un a?o y medio y no ve el momento de establecerse en Alemania: "Quiero empezar a vivir".
La covid-19 corta la ayuda psicol¨®gica en el mundo
La crisis del coronavirus ha interrumpido o detenido los servicios de salud mental en el 93% de los pa¨ªses del planeta, seg¨²n una encuesta de la OMS publicada este martes, cinco d¨ªas antes de la celebraci¨®n del D¨ªa Mundial de la Salud Mental. En el estudio, 130 pa¨ªses muestran los impactos de la pandemia en la atenci¨®n psicol¨®gica, que ya ped¨ªa a gritos una mayor financiaci¨®n antes de la covid-19. ¡°La OMS ya ha resaltado la escasez de fondos previos a la pandemia. Los pa¨ªses invierten menos del 2% de sus presupuestos para sanidad en salud mental y tienen dificultades para atender las necesidades de la poblaci¨®n¡±, dice el informe.
La deficiencia en estos sistemas se ceba en los m¨¢s vulnerables. El 72% de los pa¨ªses encuestados anuncian que entre los principales afectados est¨¢n los ni?os y adolescentes. Y m¨¢s del 60% lamenta la falta de atenci¨®n a mujeres antes y despu¨¦s del parto. Asimismo, uno de cada tres pa¨ªses reconoci¨® tener dificultades de acceso para medicamentos para patolog¨ªas mentales y neuronales.
A Derek s¨ª le preocupa el coronavirus, pero no desde el punto de vista sanitario. Desde que comenz¨® la pandemia, los migrantes han sido obligados a cumplir una especie de toque de queda por el que a partir de las 20.00 no pueden salir del campo ni transitar por la ciudad, seg¨²n Humanity Crew y el testimonio de varios afectados. Derek recuerda con enfado como hace poco m¨¢s de un mes un polic¨ªa le registraba y le devolv¨ªa al campo. ¡°Me dec¨ªa: ¡®Esta es la ¨²ltima vez que sales¡¯. Nos quieren encerrar como si nosotros fu¨¦ramos los infectados, los ¨²nicos que pueden contagiar. Pero no somos el corona¡±, cuenta. Sab¨¦ ha escuchado decenas de testimonios similares: ¡°Es muy duro notar esa doble discriminaci¨®n. Yo tambi¨¦n soy extranjera pero nadie me ha dicho que no puedo estar paseando de un lado a otro. Es vergonzoso¡±.
Las terapias consisten tanto en lidiar con la culpa que brota al haber dejado "gente atr¨¢s", como crear comunidad as¨ª sea en el campo de refugiados o procesar las discriminaciones como las que recordaba Derek. "Intentamos que todos los traumas con los que cargan se suavicen", explica Sab¨¦, quien destaca la cada vez mayor participaci¨®n masculina. "Ha habido sesiones en el terreno en las que aparecen solo cinco hombres y al d¨ªa siguiente m¨¢s de veinte. En sus culturas no es f¨¢cil que los hombres expresen sus miedos y emociones. Estamos viendo muchos progresos". Oussama es uno de los que nota un avance: "Antes la frustraci¨®n la pagaba con mi familia. Me pon¨ªa m¨¢s agresivo y ap¨¢tico. Ahora he aprendido a quererles mejor".
Oferta de ayuda con anuncios cuidadosamente seleccionados
El procedimiento para pedir ayuda es muy sencillo. Los anuncios llegan a los usuarios a trav¨¦s de publicidad precisa que se coloca en localizaciones concretas para que los refugiados den con ella f¨¢cilmente. ¡°Hacemos lo mismo que hizo Trump para ganar las elecciones¡±, bromea Essam Daod, director de salud mental y co-fundador, ¡°pero con un fin mejor¡±. El mensaje salta en varios idiomas y con un link hacia la p¨¢gina web. Tras la explosi¨®n del puerto de Beirut, L¨ªbano, el anuncio preguntaba directamente si estaba afectado por los incendios e informaba de que un grupo de especialistas ofrec¨ªa atenci¨®n gratuita garantizando la privacidad. Durante las dos primeras semanas, atendieron diariamente a cerca de 400 personas. ¡°Muchas veces, se sienten m¨¢s c¨®modos si no muestran su cara y entonces sustituimos las videollamadas por llamadas normales. Pero queremos escucharles y estar ah¨ª¡±, a?ade.
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