No s¨¦ en qu¨¦ momento podemos hablar de moda, pero cada vez aparecen m¨¢s mujeres dispuestas a ser femdom. Al mismo tiempo que aparecen los sumisos. La dominaci¨®n es un bonito entretenimiento sexual con muchos adeptos.
Macarena trabaja en una empresa de servicios inform¨¢ticos. Una vez cada cierto tiempo recibe un mensaje de WhatsApp de un hombre al que conoce poco. Solo sabe que trabaja en una empresa textil, que est¨¢ casado e intuye, es padre. En el mensaje solo aparecen el hotel y la habitaci¨®n a la que debe ir, en su caso, a obligar a un desconocido a que la complazca. A ella. Despu¨¦s recibe un dinero. Intuye que es padre porque le pareci¨® ver una foto familiar de esposa e hijos una fracci¨®n de segundo cuando le pagaron la ¨²ltima vez: ¡°M¨¢s de 200 euros y menos de 500¡±, confiesa.
Macarena especifica que el individuo jam¨¢s la ha penetrado, nunca la toca donde ella no quiera y por nada del mundo, elegir¨ªa la coreograf¨ªa del encuentro. Es ella la que llega, lo obliga a ¨¦l a desnudarse y decide qu¨¦, c¨®mo y por d¨®nde. ¡°Me gusta especialmente el sexo oral. As¨ª que lo obligo a hac¨¦rmelo. Y debe hacerlo exactamente como me gusta porque si no me enfado y le rega?o. O le azoto. Eso es la base de nuestra relaci¨®n, si no la consecuencia. Yo no practico sadomasoquismo, sino dominaci¨®n. Soy femdom que llaman¡±. Por la conjunci¨®n de feminina dominaci¨®n. La entrevista es por correo electr¨®nico. A los dos primeros mensajes en los que le pregunto su relaci¨®n con la prostituci¨®n, no contesta. Solo lo hace en el tercero, cuando insisto en que es importante. ¡°No me considero puta aunque cobre cada vez que un t¨ªo, al que no conozco, me llama para tener sexo. La que disfruta soy yo. ?A qu¨¦ prostituta le pasa eso?¡±.
Macarena es femdom gracias a que el hombre que la llama tiene la necesidad de ser sumiso. Algo que quieren experimentar otras muchas personas. ¡°Empec¨¦ a querer saber qu¨¦ se sent¨ªa en esa p¨¦rdida de control que da no tener que pensar nada, solo ejecutar. En mi caso, no quiero que el placer recaiga directamente en m¨ª. Me gusta ver a mi mujer deshacerse de gusto despu¨¦s de que yo haya hecho todo lo que me ha exigido. Tuvimos que aprender muy lentamente, pero me alegro de que aceptara que jug¨¢ramos as¨ª¡±. Boy es el sumiso de su esposa. Macarena act¨²a de mera ¡°conseguidora¡± de un placer (¡°A m¨ª m¨¢s que ponerme, me divierte. Y es dinero f¨¢cil¡±, aclara), Boy ha decidido que su relaci¨®n de pareja sea de sumisi¨®n.
¡°Yo no sab¨ªa qu¨¦ quer¨ªa mi marido. ?Qu¨¦ le pegara? ?Qu¨¦ le mandara?, relata su ama, con la que tiene dos hijos. "A m¨ª me hab¨ªan contado siempre que las parejas se deben querer¡±, Juntos comenzaron el periplo de instruirse al respecto. Informaci¨®n sobre sumisi¨®n y dominaci¨®n en una relaci¨®n de largo recorrido, un tema de conversaci¨®n que dif¨ªcilmente sacas en el parque, con los dem¨¢s padres de compa?eros de tu hijo. Pero en Internet encontraron pautas, juegos y a otros que tambi¨¦n disfrutaban como ellos. Tanto que ahora Boy y esposa ser¨ªan incapaces de dejarlo. ¡°No. Yo ya no quiero tener con ¨¦l una relaci¨®n sin dominaci¨®n. Claro que tenemos Sexo vainilla (denominaci¨®n del Sexo convencional) pero la mayor parte de nuestros polvos son femdom¡±.
El control sobre la excitaci¨®n (cada vez se busca m¨¢s) y el placer (se contiene y ofrece a gusto de la se?ora) suponen el pilar de sus relaciones sexuales. Han perfeccionado tanto la t¨¦cnica que ella controla el placer que pudiera experimentar su sumiso. Si no quiere impide que disfrute del todo: "Le arruino el orgasmo, que se dice en el argot. Lo masturbo hasta el punto de que cuando le viene el orgasmo paro en seco; ¨¦l se corre igual porque ha llegado a un punto de no retorno, pero no siente el mismo placer descomunal del orgasmo. Puedo hac¨¦rselo en varias ocasiones mientras ¨¦l a m¨ª me ha dado todo el placer que he querido, y decidir, d¨ªas despu¨¦s, que tenga ese orgasmo". El ama contiene las descargas de adrenalina, tensi¨®n y endorfinas que supone cada orgasmo para conced¨¦rselo en un momento determinado. "Cuando, por fin, lo tengo (el orgasmo) es algo brutal. Mucho m¨¢s salvaje que si me hubiera corrido las anteriores veces. Son orgasmos impresionantes. Disfruto mucho; merece la pena aguantar todo lo que ella quiera".
Placer absoluto por complacer los deseos sexuales de su se?ora...
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