Qui¨¦n decide si somos guapas
El ideal de belleza empieza a ser m¨¢s diverso. Pero a¨²n queda mucho por hacer. La escritora Desir¨¦e Bela-Lobedde, la cantante N¨ªa Correia, la actriz Eva Llorach y la piloto Ana Carrasco reflexionan sobre la necesidad de un canon m¨¢s inclusivo.
DESIR?E BELA-LOBEDDE, barcelone?sa de 41 a?os, entra en el estudio fotogr¨¢fico y su primer reflejo es el de dar dos besos, pero se detiene antes y con un t¨ªmido ¡°?hola!¡± debajo de la mascarilla saluda al equipo. Autora de Ser mujer negra en Espa?a (Plan B, 2018), Desir¨¦e irrumpi¨® en el mundo del activismo est¨¦tico de forma accidental. ¡°Ocurri¨® en el momento en que comenc¨¦ a entender por qu¨¦ la mayor¨ªa de mujeres negras sentimos que debemos cambiar la naturaleza de nuestro cabello por uno m¨¢s liso para encajar en el ideal de belleza blanco¡±.
Entonces decidi¨® acabar de golpe con 15 a?os de sometimiento autoinfligido. Y de un tijeretazo dijo adi¨®s al estigma del pelo afro. ¡°Fui a mi sal¨®n y dije: ¡®Corta todo el alisado¡¯. Entend¨ª que mi cabello es bello, que eso de que es feo, informal o poco higi¨¦nico es falso. Me di cuenta de que el pelo es parte de tu identidad¡±. Ese fue su primer acercamiento al activismo est¨¦tico, que busca desafiar y ampliar unos estrechos c¨¢nones de belleza aceptados y celebrados durante d¨¦cadas, y que, para m¨¢s inri, suelen ser racistas porque casi siempre representan a una mujer occidental, delgada y blanca.
Un concepto m¨¢s diverso de belleza va ganando terreno. Pero a¨²n queda un largo camino por recorrer. As¨ª lo confirma el ensayo The Idea of Beauty Is Always Shifting. Today, It¡¯s More Inclusive Than Ever (La idea de la belleza siempre est¨¢ cambiando. Hoy es m¨¢s inclusiva que nunca) publicado en enero de este a?o por Robin ?Givha, cr¨ªtica de moda, periodista y ganadora de un Pulitzer en 2006. En ¨¦l expone que el mundo se dirige hacia una cultura m¨¢s inclusiva que abarca diferentes tipos de belleza. ¡°A paso lento, pero en la ¨²ltima d¨¦cada hemos presenciado una corriente que exige que todas seamos aceptadas¡±.
Durante la sesi¨®n que ilustra este reportaje, la escritora comparte encuadre con la actriz Eva Llorach, la cantante N¨ªa Correia y la piloto de motociclismo Ana Carrasco. Las cuatro tienen algo en com¨²n m¨¢s all¨¢ del ¨¦xito profesional: quieren trascender los estereotipos.
Al igual que Bela-Lobedde, la actriz Eva Llorach (Murcia, 1979) tambi¨¦n creci¨® con la imagen de una belleza ¡°codificada y comercializada¡± y casi siempre inalcanzable. ¡°Desde que eres peque?ita escuchas conversaciones que giran en torno al f¨ªsico, que si est¨¢s delgada, que si est¨¢s gorda. Te vas dando cuenta de que, para ser admitida, de alguna manera debes estar bella. Es una carga que tenemos en el cerebro las mujeres. Y es muy dif¨ªcil apagar ese ruido¡±, reconoce la ganadora de un Goya a mejor actriz revelaci¨®n por su papel como Violeta en Qui¨¦n te cantar¨¢.
Durante generaciones ¡ªtal y como recoge el ensayo de Givha¡ª se ha considerado que para ser bonita se debe tener una complexi¨®n delgada, pero con un busto generoso y una cintura estrecha; una mand¨ªbula definida, los p¨®mulos altos; la nariz angulosa; los labios carnosos; los ojos grandes e idealmente azules o verdes. El cabello largo y liso. Poco a poco, este concepto de belleza se est¨¢ transformando, ensanchando. Y lo hace de la mano de dos motores sociales que, a veces, interseccionan. Por un lado, el feminismo; que ha ganado masa y fuerza a partir de movimientos como el #MeToo, donde la reflexi¨®n sobre la objetualizaci¨®n de la mujer y su cuerpo ha sido sustancial. Y, por otro, unas nuevas generaciones que se muestran m¨¢s abiertas e inclusivas en la b¨²squeda de referentes que las representen y en los que reflejarse: desde la cantante Billie Eilish, abanderada de la lucha contra el bodyshame (humillar a alguien por su aspecto f¨ªsico), hasta Rihanna, que, a trav¨¦s de los desfiles de su firma de lencer¨ªa Fenty, reivindica la normalizaci¨®n de todo tipo de cuerpos.
Las llamadas modelos de tallas grandes o con f¨ªsicos no normativos empiezan a ser cada vez m¨¢s frecuentes en las pasarelas. De Versace a Chanel, pasando por Max Mara. Pero a¨²n se trata de algo anecd¨®tico y sorprendente. Que mujeres con una talla superior a la 34 o con m¨¢s de 50 a?os sean imagen de una marca o protagonistas de un editorial de moda en una revista a¨²n es noticia (y reclamo de marketing). Y, eso, por s¨ª solo, habla de cu¨¢nto queda a¨²n por recorrer en la normalizaci¨®n de un canon inclusivo.
N¨ªa Correia ¡ªque encajar¨ªa en el ideal de belleza dominante¡ª forma parte de esa nueva generaci¨®n que quiere acabar con estereotipos excluyentes. La ganadora de Operaci¨®n Triunfo, de 26 a?os, tiene claro que su influencia sobre sus fans conlleva una gran responsabilidad. ¡°Al final la riqueza est¨¢ en la diversidad y no solo en lo f¨ªsico. Para m¨ª, la belleza est¨¢ en tus ojos. T¨² eres la que le das belleza a las cosas y a las personas¡±, explica.
Con solo 23 a?os, Ana Carrasco sabe bien lo que es combatir prejuicios ligados al g¨¦nero. Es la primera mujer que ha ganado un mundial de velocidad de motociclismo. Posar no es lo suyo y no lo oculta. Su respuesta a la presi¨®n social para encajar en un canon normativo pasa por reescribir la definici¨®n de belleza como algo que sobrepasa un concepto est¨¦tico. ¡°El fin es que no existan los estereotipos. Ese d¨ªa, habremos vencido¡±.
Todas coinciden en que plataformas como Instagram o Twitter no solo han evidenciado la discriminaci¨®n sutil y cotidiana que sufren quienes no cumplen con los c¨¢nones, sino que adem¨¢s han amplificado las voces del p¨²blico que exige una concepci¨®n de belleza m¨¢s democr¨¢tica. Aun as¨ª, hace falta algo m¨¢s poderoso que un tuit para cambiar el rumbo de la industria de la moda y la cosm¨¦tica: el dinero. Robin ?Givha desarrolla esta idea en su ensayo, donde apunta que la evoluci¨®n de los modelos de belleza se debe en gran medida a que el mercado se ha percatado por fin de que existen mujeres adultas, de tallas grandes y de diferentes culturas que tienen la capacidad econ¨®mica de pagar por sus productos. Un nicho que han estado ignorando y desaprovechando hasta ahora. Un bot¨®n: solo en Estados Unidos, las ventas de prendas de la talla 44 en adelante ascienden a cerca de 18.000 millones de euros anuales, seg¨²n un informe de la asesor¨ªa NPD Group.
Cuando termina la sesi¨®n, parece como si Desir¨¦e, Ana, N¨ªa y Eva se conocieran de toda la vida aunque solo han pasado cinco horas desde que se presentaron. Han hecho clic al instante. ¡°Conocerlas ha sido maravilloso¡±. Los ojos de Desir¨¦e han visto la belleza.
N¨ªa Correia (cantante): ¡°Quiero que las ni?as que sufren racismo se sientan orgullosas de c¨®mo son¡±.
¡ª N¨ªa Correia hall¨® su vocaci¨®n jugando. Ten¨ªa nueve a?os y sus abuelos notaron que la ni?a apuntaba maneras. "Me inscribieron en clases de canto y all¨ª comenz¨® todo", recuerda con una gran sonrisa, la misma
que parece acompa?arla todo el tiempo. "Supe que mi voz ten¨ªa algo
por c¨®mo me sent¨ªa al cantar", suelta esta joven de 26 a?os, originaria
de Gran Canaria.
¡ª Si de algo estaba segura era de que quer¨ªa vivir de la m¨²sica, ya fuera interpret¨¢ndola o bail¨¢ndola, y va encaminada a cumplir su sue?o. Este a?o se consagr¨® como la ganadora de Operaci¨®n Triunfo, donde no solo consigui¨® el respeto de sus profesores y colegas, sino adem¨¢s el cari?o del p¨²blico.
¡ª El registro de su voz da para todo. Desde boleros hasta rhythm and blues. Por eso, dice, no le gustar¨ªa "quedar encasillada" en un estilo. "Para m¨ª cantar es soltar todo lo que llevo dentro, desde la alegr¨ªa hasta la rabia. Es mi manera de desahogarme", explica.
¡ª Antes de conquistar la televisi¨®n dio sus primeros pasos en el teatro. A los 18 a?os lleg¨® a Madrid para formar parte del elenco del musical de El rey le¨®n. Despu¨¦s, trabaj¨® cantando en hoteles de Dub¨¢i e Ibiza. Su fama es, sostiene, fruto de su esfuerzo. "No concibo el ¨¦xito de otra forma que no sea trabajando. Soy muy autoexigente y perfeccionista. Lo que m¨¢s me cuesta cuando estoy cantando es dejar la mente en blanco. Me gusta controlarlo todo", cuenta la artista, que estrena este mes su primer sencillo, Malayerba.
¡ª Pero m¨¢s all¨¢ de la N¨ªa medi¨¢tica, est¨¢ Estefan¨ªa, la mujer orgullosa de sus antepasados africanos ¡ªsu padre es de Guinea-Bis¨¢u¡ª, y que habla en primera persona del racismo. "De peque?a puede que tuviera ciertos miedos por ser negra, pero a medida que crec¨ª desaparecieron. A m¨ª me educaron con valores como el respeto a los dem¨¢s y tambi¨¦n a mis or¨ªgenes, por eso cuando a veces en el cole me dec¨ªan cosas como que era adoptada [su familia materna es blanca] no le prestaba atenci¨®n, pronto entend¨ª que era ignorancia", remarca.
¡ª "No me quiero dar por vencida con el racismo y la discriminaci¨®n de ning¨²n tipo. Me gustar¨ªa convertirme en un referente para esas ni?as que se sienten inseguras porque han vivido episodios racistas en su vida. Quiero que abran sus ojos y se sientan orgullosas de lo que son y de c¨®mo son".
¡ª Quiz¨¢ por eso decidi¨® llevar su melena rizada en la final de OT, era una forma de reivindicar la belleza natural de las mujeres negras. Su decisi¨®n provoc¨® algunos comentarios negativos en las redes sociales. "Cuando vi los tuits en los que hablaban de mi pelo, no le di importancia porque yo estoy muy orgullosa de ¨¦l", se?ala.
¡ª Aspira a que las nuevas generaciones no tengan la presi¨®n de cumplir con estereotipos, y eso que sostiene que a ella nunca se le ha exigido encajar en ning¨²n canon de belleza. Cree que sentirse empoderada no deber¨ªa estar relacionado con ser bella, "pero s¨ª que es verdad que si un d¨ªa est¨¢s de baj¨®n y de pronto te pones un labial rojo te da un subid¨®n", confiesa entre carcajadas.
Eva Llorach (actriz): ¡°A partir de los 40 nos empezamos a convertir en personajes secundarios¡±.
¡ª Eva Llorach tiene ganas. Tiene ganas de hacer comedia; tiene ganas de que el cine no sentencie a las mujeres de m¨¢s de 40 a papeles secundarios; tiene ganas de trabajar con las directoras Alice Rohrwacher (Lazzaro feliz) o Maren Ade (Toni Erdmann); pero sobre todo quiere contar historias. As¨ª lo expresan sus palabras, sus gestos y su sonrisa al hablar.
¡ª Esta murciana de 41 a?os descubri¨® que era actriz por azares del destino. Ten¨ªa 30, una licenciatura en Psicolog¨ªa y un trabajo en una empresa familiar, cuando la actuaci¨®n toc¨® a su puerta.
¡ª "Le¨ª que se abr¨ªa la convocatoria para la primera edici¨®n del festival de cortos Notodofilmfest. Entonces le propuse a mi expareja hacer algo. ?l acept¨® con la condici¨®n de que yo fuera la protagonista. Y cuando estuve frente a la c¨¢mara sent¨ª cosas: fue como una revelaci¨®n. Mi cuerpo reaccion¨® de manera brutal y pens¨¦: 'Quiero esto para mi vida", recuerda a¨²n con ilusi¨®n.
¡ª Desde entonces no se ha alejado de la c¨¢mara. El director Carlos Vermut apareci¨® en su vida y, con ¨¦l, la oportunidad de interpretar papeles densos y complejos, como el de Violeta en Qui¨¦n te cantar¨¢, personaje que la hizo merecedora en 2019 de premios como el Goya a la mejor actriz revelaci¨®n, un Feroz y un Forqu¨¦. Eva se coronaba as¨ª como el gran descubrimiento del a?o.
¡ª "Un Goya no te garantiza nada, sobre todo a partir de cierta edad", reconoce la actriz, que acaba de finalizar el rodaje de La casa de tiza, de Ignacio Tatay.
¡ª "En el cine a partir de los 40 las mujeres nos empezamos a convertir en personajes secundarios. Es muy curioso, en Espa?a se dejan de hacer papeles protagonistas o se hacen muy contados. Es como si a partir de esa edad ya no fu¨¦ramos personas interesantes", critica.
¡ª "Hace poco me lleg¨® un guion que dec¨ªa: 'Se?ora de 40 a?os'. Yo tengo m¨¢s de 40 y no soy una se?ora. Cada mujer es un mundo y, sin embargo, no paramos de construir clich¨¦s alrededor de la edad". Para derribarlo ella tiene una idea entre manos. "Hay muchas historias de mujeres que no se est¨¢n contando y que yo quisiera ver. As¨ª que me he propuesto empezar a hacerlas. Quiero reunir a un grupo de mujeres, que escribamos cosas y que comencemos a relatarlas", se?ala.
¡ª En su batalla por promover pel¨ªculas en las que se representen mujeres de todas las edades, nacionalidades, estratos sociales y tallas, tambi¨¦n est¨¢ la de conseguir que los est¨¢ndares de belleza dejen de definir y sentenciar la autoestima. "T¨² te puedes sentir guapa y segura y salir a la calle sin maquillaje, pero si alguien que al verte te pregunta si est¨¢s bien, y dice que se te ve mal, evidentemente te afecta. Tenemos instalado en el cerebro que las mujeres se tienen que arreglar para verse bien. Si no lo haces, te juzgan".
¡ª Confiesa que ahora se preocupa m¨¢s por sentirse bien con ella y por aceptarse tal cual es y est¨¢.
¡ª Termina este impredecible a?o rodando la cuarta temporada de la serie de Netflix ?lite, donde se pone en la piel de Sandra, una poderosa narcotraficante. "Me queda por estrenar el corto El club del silencio, de Irene Albanel, y Errante coraz¨®n, una cinta de Leonardo Brzezicki [en la que comparte reparto con Leonardo Sbaraglia]".
Ana Carrasco (piloto de motos): ¡°En el deporte lo que manda son los resultados. Si ganas, todos te respetan¡±.
¡ª El 30 de septiembre de 2018, Ana Carrasco hizo historia. Se convirti¨® en la primera mujer del mundo en ganar un mundial de motociclismo a t¨ªtulo individual. "Era el sue?o de mi vida. Hab¨ªa trabajado mucho para conseguirlo", reconoce la piloto, que lleva dos d¨¦cadas pisando la pista.
¡ª Con tres a?os la mayor¨ªa de los ni?os juegan a mantener el equilibrio en una bicicleta, ni siquiera se animan a pedalear y no caerse es todo un logro, pero Ana ya compet¨ªa en campeonatos con una minibike que ni siquiera era suya. De hecho su padre, motero de coraz¨®n y mec¨¢nico con experiencia en carreras, se la hab¨ªa comprado a su hermana mayor, pero aquella ni?a de pelo rizado y mirada pilla la cogi¨® y ya no la solt¨® nunca.
¡ª La historia de Ana se cuenta en r¨¦cords. Fue la mujer m¨¢s joven en competir en una prueba de campeonato del mundo en su debut en Moto3 y tambi¨¦n la primera espa?ola en puntuar. Apenas ten¨ªa 16 a?os. Con 20 se convert¨ªa en la primera mujer en ganar una prueba del Campeonato Mundial de Superbikes y con 21 completaba este circuito hist¨®rico proclam¨¢ndose campeona del mundo de Supersport 300.
¡ª "?Que qu¨¦ supone ser la primera mujer en ganar un mundial de motociclismo? No s¨¦, es que para m¨ª era un sue?o, pero m¨¢s como piloto que como mujer. Aunque vi¨¦ndolo con perspectiva, creo que ha supuesto un cambio dentro de mi deporte, que en general hab¨ªa sido muy masculino. Creo que a partir de ese momento se est¨¢n dando m¨¢s oportunidades, no solo a m¨ª, que ya he demostrado que puedo estar all¨ª, sino tambi¨¦n a las que vienen despu¨¦s".
¡ª Aunque creci¨® rodeada de hombres ¡ªes la ¨²nica mujer que compite en el mundial¡ª, nunca se ha sentido marginada. "En el deporte lo que manda son los resultados. Si ganas, todos te respetan. La verdad es que no s¨¦ si siempre he sido aceptada, pero lo que s¨ª s¨¦ es que no he hecho nada para encajar. Al final yo s¨¦ c¨®mo soy y estoy orgullosa de ello". Y se nota.
¡ª Asegura que la ropa deportiva y los vaqueros son sus prendas favoritas y que de rituales de belleza sabe lo justo. "Creo que el mundo est¨¢ girando hacia un punto en el que nosotras establecemos nuestras propias normas sobre lo que es ser bello, pero esto no quiere decir que le pase a todos. Al final, es algo que depende de cada una. Si tienes confianza en ti, lo que digan los dem¨¢s te importa poco, pero si tienes dudas o eres insegura, posiblemente te afectar¨¢ m¨¢s".
¡ª Cuando no est¨¢ compitiendo, entrena una media de ocho horas diarias y en su tiempo libre estudia Derecho en la Universidad Cat¨®lica de Murcia. Ans¨ªa volver a coronarse con el t¨ªtulo de campeona del mundo, pero su meta tendr¨¢ que esperar. El pasado 10 de septiembre sufri¨® un grave accidente durante un test en Portugal que le provoc¨® la fractura de dos v¨¦rtebras. Tras la operaci¨®n, est¨¢ en proceso de rehabilitaci¨®n.
¡ª Este solo es un bache m¨¢s para la piloto de Kawasaki, que sigue teniendo como objetivo llegar a competir en la categor¨ªa MotoGP.
Desir¨¦e Bela-Lobedde (escritora): ¡°El ideal de belleza blanca ha sido la norma. Y hemos querido asimilarla¡±.
¡ª "Soy de aqu¨ª, vivo aqu¨ª, pero no me siento de aqu¨ª porque no me permiten serlo". As¨ª se?ala Desir¨¦e Bela-Lobedde (Barcelona, 1978) la necesidad de mantener un debate sobre el racismo en Espa?a.
¡ª Ensayista, activista y escritora, Bela-Lobedde lleva exponiendo desde 2011 los comportamientos xen¨®fobos que brotan en el d¨ªa a d¨ªa. "El problema es la construcci¨®n conceptual que tenemos del racismo. La gente lo comprende como insultos, agresiones f¨ªsicas, cosas obvias como el Ku Klux Klan¡ Pero estos actos son solo la punta del iceberg. Debajo hay frases sutiles y legitimadas que son racismo, pero que no se entienden como tal", explica. "Esta manera de pensar tapa todas esas actitudes que pasan inadvertidas por cotidianas, preguntas como '?cu¨¢nto tiempo llevas aqu¨ª?', '?por qu¨¦ hablas tan bien espa?ol?', '?de d¨®nde es una belleza tan ex¨®tica como t¨²?'. Y si respondo que soy de aqu¨ª, entonces repreguntan: 'Pero ?y tu familia de d¨®nde es?".
¡ª Durante a?os, la escritora afrodescendiente ¡ªsu familia es originaria de Guinea Ecuatorial¡ª dio explicaciones de por qu¨¦ es espa?ola y a la vez negra hasta que se aburri¨®. "A mis 41 a?os escojo mejor mis batallas", suelta resignada.
¡ª Fue precisamente esa sensaci¨®n "de ser pero no ser" la que la llev¨® a escribir Ser mujer negra en Espa?a (Plan B, 2018), el t¨ªtulo en el que relata qu¨¦ signific¨® ser ni?a, adolescente y, despu¨¦s, mujer en su pa¨ªs.
¡ª La autora ilustra ese racismo oculto en el patriarcado, en el sexismo y en la belleza. Si rememora su adolescencia, recuerda que, en esa ¨¦poca, hab¨ªa pocas referencias de mujeres negras en la televisi¨®n. Y que las que hab¨ªa tampoco la representaban. "No se parec¨ªan a m¨ª, quiz¨¢ solo en el color de piel, pero no eran como yo. Era el tiempo de Naomi Campbell, Tyra Banks, Paula Abdul, todas con sus rasgos finos y cabellos lisos¡".
¡ª El pelo es el hilo conductor de su empoderamiento. Su melena afro no fue solo su yugo, tambi¨¦n fue su liberaci¨®n, su bandera en la lucha contra el racismo y un s¨ªmbolo de resistencia.
¡ª "Durante generaciones el ideal de belleza blanca ha sido la norma, entonces quienes no somos as¨ª nos queremos asimilar, y dentro de ese proceso est¨¢ alisarse el cabello", detalla quien durante 15 a?os se someti¨® a esta "tiran¨ªa", hasta que se convirti¨® en madre y decidi¨® que no quer¨ªa que sus hijas vivieran lo mismo. As¨ª, se sumergi¨® en lo que llama el activismo est¨¦tico. "En mi caso es aprender y conseguir las herramientas tanto para entender por qu¨¦ se da el fen¨®meno de asimilaci¨®n como para superarlo".
¡ª Deshacerse de los estereotipos no ha sido sencillo. "Lo que tenemos que hacer es buscar nuestros c¨¢nones. Esas personas a las que nos parecemos y que no tienen por qu¨¦ ser modelos". Desir¨¦e sigue sin tener claro si alguna vez se ha sentido aceptada, menos a¨²n si sus esfuerzos por serlo han surtido efecto, pero no le importa. Lo que s¨ª sabe es que su relaci¨®n con la belleza ha cambiado, dijo adi¨®s al estigma de su afro y ahora disfruta de momentos de autocuidados, en los que lo importante es su bienestar y no una imagen de lo que deber¨ªa ser.
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