ONG: renovaci¨®n o irrelevancia
Cuando su funci¨®n es m¨¢s importante que nunca, el 'tercer sector' se enfrenta a un triple desaf¨ªo: narrativo, geogr¨¢fico y generacional
No corren tiempos f¨¢ciles para las ONG. Mientras las causas para las que nacieron se hacen cada d¨ªa m¨¢s urgentes y relevantes, el modelo que les ha permitido desenvolverse durante d¨¦cadas resulta alarmantemente inadecuado para los tiempos que corren. Parte est¨¢ relacionado con un contexto desinformado, atomizado y digitalizado que diluye su papel como intermediario necesario; parte con su rigidez, endogamia y resistencia al cambio. El hecho es que el llamado tercer sector corre el riesgo de verse despojado de la credibilidad y la legitimidad que otorgan las sociedades en las que operan. Por tanto, debilidad pol¨ªtica y financiera.
Y esa es una p¨¦sima noticia para todos.
Este zoo de la sociedad civil organizada, con animalitos muy diferentes en su forma y estilo, cumple un papel insustituible en el alivio del sufrimiento, la garant¨ªa de derechos b¨¢sicos, el control ciudadano y la generaci¨®n de ideas e iniciativas en beneficio del inter¨¦s com¨²n. Dentro y fuera de Espa?a. En determinados asuntos ¨Cayuda humanitaria, litigio estrat¨¦gico, investigaci¨®n aplicada a pol¨ªticas, por mencionar algunos¨C su trabajo sencillamente no tiene reemplazo.
Por eso es tan importante que se pongan las pilas y recuperen su protagonismo en la sociedad. C¨®mo hacerlo fue el objeto de un interesante encuentro virtual con directivos de ONG organizado por ESADE y en el que intervenimos varios miembros de la red de innovaci¨®n social Ashoka (Clara Jim¨¦nez, Pablo Santaufemia y servidor). Mi contribuci¨®n se centr¨® en la urgencia de tres peque?as revoluciones:
- Narrativa. Como ha demostrado la reciente crisis humanitaria en Canarias, demasiadas ONG se hablan principalmente a s¨ª mismas. El modelo de comunicaci¨®n es r¨ªgido, vertical y opaco, pero el problema es mucho m¨¢s grave: carecen a¨²n de una narrativa sustitutiva que les saque de la esquina en la que las ha colocado el populismo desvergonzado, mentiroso y eficac¨ªsimo de los xen¨®fobos con esca?o. Es necesario estudiar con mayor precisi¨®n a las audiencias, replicar las herramientas emocionales del Maligno y apoyarse en organizaciones m¨¢s peque?as y ¨¢giles que trabajan ya en el siglo XXI.
- Geogr¨¢fica: En su reciente carta al nuevo presidente de los EE UU, la directora de Save The Children USA hizo un contundente alegato por los derechos de los ni?os ¡°en casa y en todo el planeta¡±. Su mensaje reflejaba la visi¨®n de una organizaci¨®n de desarrollo que entendi¨® hace tiempo la necesidad de abrir programas nacionales, por convicci¨®n y por estrategia. Es un camino que ya han recorrido otras ONG y que en mi opini¨®n tiene todo el sentido: apuntalar la legitimidad en lo?glocal. Cuando nos asomamos a una de las peores crisis socioecon¨®micas que ha conocido nuestra generaci¨®n, la sociedad reclamar¨¢ leg¨ªtimamente un compromiso interno; es responsabilidad de las ONG mostrarles que la causa de la justicia social, econ¨®mica y clim¨¢tica carece de fronteras.
- Generacional: los j¨®venes no necesitan que nadie les explique los desaf¨ªos a los que hacen frente. La precariedad, el colapso ambiental, el feminismo de boquilla o la regresi¨®n nacionalista forman parte de su contexto cotidiano. Pero su involucraci¨®n en lo com¨²n transcurre en paralelo a la de las ONG, que no ofrecen para ellos un canal atractivo de activismo y compromiso. Tal vez est¨¦ relacionado con el hecho de que buena parte de los cuadros directivos y estrat¨¦gicos de las organizaciones est¨¢n en el grupo 1 de vacunaci¨®n. Pero este asunto necesita ser pensado a fondo, porque precisamos de una alternativa clara y eficaz que convierta esa nueva movilizaci¨®n social en transformaciones pol¨ªticas reales.
La lista de asuntos pendientes es mucho m¨¢s larga, claro est¨¢. Uno de los m¨¢s acuciantes es el del modelo de financiaci¨®n, que exige ONG menos pendientes de lo p¨²blico, ciudadanos m¨¢s conscientes de su responsabilidad e incentivos fiscales menos decimon¨®nicos. Pero quiero pensar que parte de este problema se resolver¨¢ cuando la sociedad recupere su fe en este sector y lo haga suyo. Renovarse o desaparecer.
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