Con vistas al Teide

Separadas por 1.400 kil¨®metros del continente europeo, las islas Canarias disfrutan de un clima subtropical que las convierten en un destino seguro para disfrutar del buen tiempo durante todo el a?o. Este es un recorrido por tres de sus islas, El Hierro, La Palma y La Gomera. Tres para¨ªsos naturales donde siempre es primavera.

La Gomera. La isla de la Gomera re¨²ne todos los alicientes para aquellos a quienes les guste caminar por los bosques y disfrutar de la naturaleza sin renunciar a la playa.

El Parque de Garajonay, Patrimonio de la Humanidad, es un aut¨¦ntico vergel de bosques de laurisilvas que domina desde lo alto toda la parte central de la isla. En el parque, visita obligada en La Gomera, se puede disfrutar de un ambiente fresco y h¨²medo. Pero no es el ¨²nico lugar. La isla tiene el privilegio de ofrecer al viajero lugares como la Reserva Natural Integral de Benchijigua, el Parque Natural de Majona o el Monumento Natural de Los ?rganos, un acantilado de rocas volc¨¢nicas.

En el fondo de un enorme y precioso barranco, rodeado de palmeras y pl¨¢tanos, encontramos el Valle del Gran Rey, bordeado por playas de arenas negruzcas, como las del Ingl¨¦s y Charco del Conde. La bajada en coche descendiendo hasta Valle de Gran Rey es un privilegio y el viajero se explica por qu¨¦ fue en este lugar donde se invent¨® el silbo para comunicarse estando hasta 4 kil¨®metros de distancia.

Hermigua, en el noroeste de la isla, est¨¢ escondida entre barrancos y rodeado de plataneras y vi?as. La ruta puede continuar hacia Agulo, un poco m¨¢s al norte, para pasear por sus calles empedradas, casas de tejas y observar, en los d¨ªas claros, el Teide.

San Sebasti¨¢n de la Gomera, situada en el este, es la capital de la isla. Adem¨¢s de contar con valiosos monumentos hist¨®ricos, esta apacible ciudad es un buen punto de partida para excursiones en el d¨ªa o para visitar otras islas, ya que desde el puerto parten cada d¨ªa barcos a Tenerife, La Palma y El Hierro. Adem¨¢s, San Sebasti¨¢n es un buen lugar para disfrutar de las playas de arena negra.

El Parador de La Gomera, en San Sebasti¨¢n, es otro de los lugares de recomendada visita, un ejemplo de la arquitectura isle?a en el siglo XVI. Este alojamiento es un buen punto de partida para disfrutar de La Gomera. En los d¨ªas despejados, desde ¨¦l se puede ver el Teide, una vista de la que se puede disfrutar desde su piscina o tomando un caf¨¦ en el exuberante jard¨ªn.

El Hierro. Es el lugar donde el tiempo tiene otra dimensi¨®n, pasa despacio y con tranquilidad. El Hierro, peque?a y manejable para recorrerla sin prisas, tiene un clima agradable con vientos atl¨¢nticos que alivian el calor. Adem¨¢s, El Hierro es un destino magn¨ªfico para los amantes del submarinismo, que aqu¨ª pueden disfrutar de uno de los mejores fondos marinos. El mejor lugar para los aficionados a este deporte es la Restinga, en la punta sur de la isla.

La puerta de entrada a la isla de El Hierro es Santa Mar¨ªa de Valverde, la capital, una coqueta y acogedora localidad impregnada de la arquitectura t¨ªpica canaria. Cerca de Valverde, situada en el noreste de la isla, se pueden encontrar playas de arena volc¨¢nica tranquilas y que siempre invitan al ba?o. Las m¨¢s recomendadas son las de Tamaduste, Charco Manso y Puerto de la Estaca.

Uno de los lugares que no puede perderse el viajero en El Hierro es el Poblado de Guinea, uno de los asentamientos m¨¢s antiguos de la isla. Al pie del Risco de Tibataje, los turistas pueden disfrutar de cavernas y corredores que dar¨¢n al viajero una idea de c¨®mo viv¨ªan los primeros pobladores. El lugar ha sido rehabilitado respetando la arquitectura de las casas, construidas con piedra. Un lugar curioso, all¨ª mismo, es el Centro de Recuperaci¨®n del Lagarto Gigante.

En el oeste de la isla, desde Sabinosa, la localidad para muchos m¨¢s pintoresca de El Hierro, se llega a El Sabinar, donde se pueden observar las misteriosas sabinas, ¨¢rboles que se retuercen con el viento y que pueden medir unos ocho metros de altura. Desde all¨ª se puede continuar el viaje a La Frontera, el punto m¨¢s occidental de la isla y formado por el cr¨¢ter de un volc¨¢n. All¨ª se puede disfrutar de un ba?o en el Charco Azul, dos piscinas naturales de agua salada. La Frontera tambi¨¦n es un buen punto de partida para acercarse al Faro de Orchilla, donde se puede contemplar de maravillosas puestas de sol.

Uno de las vistas m¨¢s imponentes de esta isla es contemplar el Roque de Bonanza desde el Parador, al que se accede desde el puerto La Estaca. All¨ª llega cada d¨ªa un barco desde el Puerto de Los Cristianos, en el sur de Tenerife. Desde las habitaciones del Parador, decorado con toques coloniales, se puede contemplar el oc¨¦ano. Es un buen momento para tratar de adivinar en qu¨¦ pensaba Crist¨®bal Col¨®n durante las noches de los 17 d¨ªas que pas¨® en El Hierro esperando a que amainara el temporal para emprender su segundo viaje a Am¨¦rica.

La Palma. Esta isla tiene dos sobrenombres merecidos: la isla bonita y la isla verde y el viajero lo entender¨¢ cuando llegue a La Palma, declarada ¨ªntegramente por la UNESCO Reserva de la Biosfera, un lugar de frondosos paisajes desde donde observar las estrellas.

El centro de la isla est¨¢ presidido por el Parque Nacional de la Caldera de Taburiente, un sobrecogedor cr¨¢ter de volc¨¢n. Es un enorme circo de ocho kil¨®metros de di¨¢metro con aspecto de caldera en un escarpado paisaje, atravesado por multitud de riachuelos y cascadas, que cuenta con desniveles de hasta 2.000 metros. Lo mejor para disfrutar del parque es hacer una de las rutas disponibles. Adem¨¢s, si hace calor el viajero puede premiar la caminata con un ba?o en el R¨ªo Taburiente, o en una de las pozas y cascadas situadas en los numerosos barrancos del parque. En las tres entradas al parque est¨¢n situadas las casetas de informaci¨®n para el viajero.

En el parque se encuentra el pico rocoso que forma el punto m¨¢s alto de La Palma, el Roque de los Muchachos, la corona de la isla desde cuya cumbre se puede ver Tenerife, La Gomera y El Hierro. Merece la pena llegar hasta all¨ª para contemplar el mar de nubes desde los 2.400 metros de altura y sobre todo, para observar las estrellas durante la noche. Adem¨¢s, el observatorio astron¨®mico, que cuenta con el mayor telescopio del mundo, admite visitas, aunque hay que concertar cita previa.

El sur de la isla es un buen lugar para los amantes de los volcanes. Los de San Antonio y Tenegu¨ªa (en ¨²ltimo en erupci¨®n en Espa?a, en 1971) son los m¨¢s visitados de la isla. Hasta ellos se accede desde la localidad de Fuencaliente desvi¨¢ndose hacia la costa.

Visita obligada es tambi¨¦n la capital de la isla, Santa Cruz de la Palma, una poblaci¨®n marinera que conserva su pasado colonial y cuyo centro fue declarado Conjunto Hist¨®rico. A s¨®lo ocho kil¨®metros de esta peque?a ciudad, en Bre?a Baja, se encuentra el Parador, situado en una zona paisaj¨ªstica privilegiada. El Parador es un buen lugar de partida desde el que visitar toda la isla. En menos de media hora en coche se puede acceder al Parque Nacional de la Caldera de Taburiente y al Roque de los Muchachos. El edificio est¨¢ construido siguiendo los par¨¢metros de la arquitectura tradicional canaria rodeado de un enorme jard¨ªn con plantas aut¨®ctonas y ¨¢rboles frutales que invita al paseo y al descanso.

La tranquilidad de la isla empuja al disfrute de la buena mesa. En el restaurante del Parador se pueden degustar platos que el viajero no encontrar¨¢ f¨¢cilmente fuera de estos l¨ªmites, como el potaje tradicional de gofio escaldado o la vieja si se prefiere optar por el pescado. Y todo regado con un buen caldo, el que da la isla, un vino ¨²nico sacado de las vi?as de terreno volc¨¢nico de La Palma, que ofrecen una malvas¨ªa original y ¨²nica.

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Descanso en Canarias