Terrazas con vistas a Barcelona

Monumentos emblem¨¢ticos, obras de arte, panor¨¢micas de Barcelona o el mar. Grillos, campanas, m¨²sica chill-out o jazz en vivo. Un c¨®ctel, patatas bravas o una barbacoa. Hay mucho que ver, escuchar y degustar en las terrazas de los hoteles de lujo de Barcelona y, al contrario de lo pueda creerse, est¨¢n abiertas para todos los interesados en disfrutarlas. Las vistas son espectaculares y permiten conocer la capital catalana de un modo diferente, tanto para quienes viven en ella y no suelen frecuentar sus hoteles como para los turistas que se alojan en otros establecimientos. Solo hay que tener en cuenta los horarios y la posibilidad de que, puntualmente, cierren para celebrar un evento privado.

Bravas en el Arts

Una estatua de Frank Gehry, un grupo de jazz, un huerto, deliciosas tapas gourmet... Elementos tan diversos como estos coinciden en la Terraza Arola del Hotel Arts, vecino al Puerto Ol¨ªmpico de Barcelona, junto al Pez Dorado del arquitecto canadiense y con vistas al mar. La carta est¨¢ firmada por Sergi Arola e incluye interesantes tapas, como sus originales patatas bravas, con la salsa por dentro, que se pueden acompa?ar con vino, cerveza, refrescos o c¨®cteles con receta propia. Un detalle a se?alar: en la terraza se cultivan productos de huerta (tomates, albahaca, fresas...) que se usan en la cocina y para los c¨®cteles.

De la m¨²sica suele ocuparse Nacho Arola, hermano del chef, con un estilo variado que recopila canciones de las d¨¦cadas de 1960 a 1980, y durante los meses de agosto y septiembre, actuaciones en directo todos los jueves. El Arts cuenta con otros dos espacios al aire libre abiertos al p¨²blico: el Caf¨¦ Veranda (disponible los domingos para el brunch, combinaci¨®n entre desayuno y almuerzo) y la Terraza Marina, en la zona de la piscina del hotel. El servicio incluye aparcamiento gratuito.

Panor¨¢mica desde el Raval

360?. No pod¨ªa tener otro nombre la terraza Hotel Barcel¨® Raval, desde la que se divisa toda Barcelona, zona mar y zona monta?a, la tradicional divisi¨®n de la ciudad. Para explotar este reclamo, que es su principal atractivo, se han instalado prism¨¢ticos fijos con los que acercarse -aunque las lentes no son precisamente muy c¨®modas- a los principales monumentos, algunos indicados en unas pegatinas para facilitar su localizaci¨®n. Observar la puesta de sol con la sierra de Collserolla, coronada por el Tibidabo, en el horizonte, es espectacular.

La terraza no es muy grande, aunque puede acoger hasta 150 personas de pie, y a pesar de que no permite calmar el apetito por falta de cocina, compensa con un manjar visual acompa?ado de copas, refrescos o c¨®cteles. De fondo se escucha el hilo musical del hotel, aunque jueves, viernes y s¨¢bados la terraza conecta con el bar donde pinchan DJ's.

Tapas informales y antig¨¹edades egipcias

Subir a la terraza del Hotel Claris es toda una experiencia. La pared de cristal del ascensor permite contemplar el patio de luz decorado. Ascensi¨®n recomendable, pero no apta para los que sufren de v¨¦rtigo. La vista es apenas un aperitivo de lo que espera arriba: el Eixample de Cerd¨¤, con la Torre Agbar a un lado y la cima del Tibidabo.

Con capacidad para 150 personas, un tercio, sentadas, se puede disfrutar de sus diversas ¨¢reas, restaurante, sillones, taburetes, y de una carta que va desde un men¨² a tapas informales o una hamburguesa con m¨²sica en vivo de lunes a s¨¢bado. Como detallazo, la cadena hotelera Derby, propietaria del Claris, exhibe en algunos de sus establecimientos antig¨¹edades y obras de arte, como las que alberga la primera planta de este: una colecci¨®n de piezas del antiguo Egipto, inicialmente dirigida a los clientes del hotel, pero que tambi¨¦n tienen posibilidad de visitar quienes no lo son.

'Fish-spa' y c¨®cteles solidarios

Pedrera o Sagrada Familia. Es dif¨ªcil elegir. La Terraza Alaire del Hotel Condes de Barcelona cuenta con una posici¨®n privilegiada para observar estos dos edificios emblem¨¢ticos de la ciudad obra de Gaud¨ª. Por si fuera poco, ofrece adem¨¢s sesiones de fish-spa en las que se utilizan peque?os peces para exfoliar y regenerar la piel. La experiencia cuesta 25 euros y 45, la pedicura completa.

Todo en un ambiente informal que mezcla mesas bajas con taburetes y espacios chill-out con m¨²sica en directo (los martes latina y los mi¨¦rcoles jazz y m¨²sica italiana instrumental). De todo ello pueden disfrutar hasta 250 personas, unas 80 sentadas. Como contrapunto a las espectaculares vistas de la capital catalana, en la zona del bar cuelga una panor¨¢mica de Barcelona firmada por Javier Mariscal.

Barcelona a los pies

La vista privilegiada del Gran Hotel la Florida, en la ladera de la monta?a del Tibidabo, desde el que puede observarse una vista general de la ciudad, con el Mediterr¨¢neo al fondo, resulta sencillamente sublime. La terraza es amplia (puede acoger a unas 200 personas) y tiene varios ¨¢reas, desde las mesas tradicionales reservadas para la barbacoa -disponible de mi¨¦rcoles a domingo de 20.30 a 23.30 horas, 55 euros para el bufet libre- a las hamacas de la zona de la piscina.

Aqu¨ª la piscina tambi¨¦n est¨¢ abierta a los que no se alojan en el hotel a un precio de 50 euros -con spa y jacuzzi incluidos- o 25 si se consume una bebida en el bar o se come en el restaurante. Bar y restaurante est¨¢n abiertos hasta medianoche. Entre la vegetaci¨®n y el canto de los grillos, es f¨¢cil olvidarse del ajetreo cotidiano de la ciudad, a lo que tambi¨¦n contribuyen los conciertos de bossa-nova que acoge este espacio.

El hotel de los mil ojos

Impresiona entrar en la terraza del Hotel Ohla. El acceso est¨¢ cuidadosamente dise?ado para poder observar una espectacular vista de la Barcelona -el establecimiento est¨¢ en el Barrio G¨®tico, con las torres de la Catedral como punto de referencia?y el conjunto de la terraza. Llama la atenci¨®n una peque?a piscina (exclusiva para clientes del hotel, solo de d¨ªa) con dos de sus lados transparentes e iluminada por la noche, con las velas compitiendo con los focos.

Desde la terraza tambi¨¦n se ve el trabajo escult¨®rico con el que el artista Frederic Amat ha decorado las fachadas principal y trasera de este establecimiento boutique, cuyo edificio est¨¢ catalogado como hist¨®rico: un millar de ojos con un estilo transgresor entre neocl¨¢sico y contempor¨¢neo. La terraza mantiene la l¨ªnea del hotel, minimalista y vanguardista a la vez que funcional, con diversas zonas (sillas, camas chill-out) y un toque mediterr¨¢neo en la decoraci¨®n vegetal, olivos, lavanda.... Puede acoger hasta 150 personas (60 sentadas), que tienen a su disposici¨®n una carta que incluye c¨®cteles y raciones de olivas o patatas chips para acompa?ar.

'Chill-out' de inspiraci¨®n mediterr¨¢nea

De estilo ibicenco y con brisa marina (est¨¢ a escasos metros de la playa Sant Sebasti¨¤), el entorno de la piscina del Hotel W -conocido popularmente como Hotel Vela, por su silueta-, dise?ado por Ricardo Bofill, se transforma a partir de las 20.00 horas en una terraza chill-out abierta a todo el mundo. Amplia -puede acoger a unas 200 personas sentadas y el doble de pie-, la terraza Wet-Deck cuenta con dos niveles desde los que se observa el paseo mar¨ªtimo de la Barceloneta, en primer t¨¦rmino, y una bella panor¨¢mica de la ciudad de Barcelona casi desde el mar.

La m¨²sica corre siempre a cargo de DJ's, que suelen pinchar canciones electr¨®nicas chill-out. Los domingos se celebran las Web-Teck Sundays, fiestas dirigidas a grupos. Como su horario, que se extiende hasta las tres de la madrugada, tambi¨¦n es amplia su carta, que incluye c¨®cteles que comparten protagonismo con una variedad de tapas, gazpacho o quesadillas.

Cava, golosinas y Gaud¨ª

No es un hotel de lujo, pero s¨ª un lujo de terraza, una original propuesta en l¨ªnea con su creador. La Casa Batll¨®, una de las obras emblem¨¢ticas de Gaud¨ª, ofrece vistas a la creaci¨®n del genial arquitecto y m¨²sica en directo (jazz o bossa-nova). La visita cuesta 25 euros (gratis para ni?os de hasta 6 a?os) y da derecho a una copa de cava o cerveza, as¨ª como zumos y golosinas. El espacio est¨¢ decorado con velas e iluminado cuidadosamente para ensalzar al m¨¢ximo la belleza del edificio modernista. Se puede visitar la planta noble (antigua vivienda de la familia Batll¨®) y el patio, donde destaca un bello mural de azulejos, antiguamente utilizado para exhibir plantas.

Otra cercana obra de Gaud¨ª, La Pedrera, ofrece conciertos, al mismo precio (25 euros), y tambi¨¦n con consumici¨®n incluida. La entrada da derecho a visitar al Espacio Gaud¨ª y a la azotea de La Pedrera, excelente mirador al centro de Barcelona, entre las 20.30 a 23.00 horas.