De Boccherini a Puccini
Degustar el dulce t¨ªpico, el 'bucellato', es uno de los ritos en la ciudad italiana. Al igual que escuchar un aria de 'Tosca' y visitar la casa natal de su compositor. Iglesias, palacios, villas y una campi?a deliciosa
Estar en una esquina de la Toscana, regi¨®n tan rica en ciudades y tesoros, puede ser una desventaja. Pero Lucca es distinta, rebelde. Fue rep¨²blica independiente del Gran Condado de Toscana hasta Napole¨®n. Ciudad de mercaderes y financieros. Su gran fuente de riqueza: la seda. Aqu¨ª desembocaba la ruta que ven¨ªa de Hangzhou (China, a 8.000 kil¨®metros). Hacia 1800 se ceg¨® la ruta de la seda, pero quedaron las papeleras, aprovechando el curso del r¨ªo Serchio (que vertebra adem¨¢s una strada del vino e dell'olio, bien explotada; www.stradavinoeoliolucca.it). Los mercaderes gozaban de villas y palacios que por fuera son austeros, pero por dentro derrochan lujos y jardines. Junto a ellos, la Iglesia. "La ciudad de los cien templos", la llamaban (ahora solo queda la mitad). Ciudad peque?a (87.000 habitantes), pero de gustos y placeres refinados y un envidiable nivel de cultura, sobre todo si pensamos en clave musical.
9.00 Fuera y dentro
Los ricos comerciantes resid¨ªan fuera, en la campi?a; all¨ª se construyeron m¨¢s de 300 villas. Algunas se pueden visitar (www.villeepalazzilucchesi.it); otras han sido plat¨® de filmes como El inocente, de Visconti. La relaci¨®n con el cine es grande, aqu¨ª han rodado cineastas como Alberto Sordi, Ugo Tognazzi, Bertolucci o Spike Lee. Villa Bottini (1) ha sido escenario del festival de cine. Aparte de las villas renacentistas y barrocas, es posible un itinerario liberty (modernista) en los arrabales m¨¢s pr¨®ximos. Pero vayamos dentro. Tropezaremos primero con la muralla ¨²ltima, la acabada en 1660, un ¨®valo completo de 4.200 metros de longitud y 30 de anchura reforzado por 11 baluartes y rodeado de verdes praderas. Un milagro debido al empe?o de los vecinos, que no permitieron su demolici¨®n y usan ahora el tope de la muralla como sala de estar: para correr, pedalear, pasear al perro, hacer pic-nic... Dentro del recinto quedan restos de la anterior muralla, medieval e incluso romana, con puertas como la de San Gervasio y el peque?o foso que alimentaba a telares y talleres de seda.
11.00 El maestro vuelve a casa
Con el lema Il maestro torna a casa se inaugur¨® hace unos meses la casa natal de Giacomo Puccini (2) (1858-1924) junto a la plaza Cittadella (deliciosa esta, por cierto, presidida por una estatua del m¨²sico). Puccini se hizo construir una villa en Torre del Lago (Viareggio) porque le encantaba, adem¨¢s de componer ¨®peras, cazar patos ("la escopeta es mi segundo instrumento", dec¨ªa); tambi¨¦n esa villa se visita, y es all¨ª donde se celebra cada verano un festival que alcanza su 58? edici¨®n. No ha sido el ¨²nico hijo pr¨®digo en volver: hace un par de a?os se trajeron los huesos de Luigi Boccherini (1743-1805), quien compuso en Arenas de San Pedro (?vila) la m¨²sica m¨¢s castiza del Madrid goyesco; da su nombre al conservatorio (3). Tambi¨¦n nacieron aqu¨ª Gemigniani (disc¨ªpulo de Scarlatti) y Alfredo Catalani (1854-1893), que con solo un aria de La Wally alcanz¨® el olimpo de los inmortales. Est¨¢ claro que Lucca es ciudad musical por excelencia. Hay conciertos diarios en San Giovanni y de ¨®rgano en numerosas iglesias, aparte del ya mencionado Festival Puccini, el Summer Festival (m¨²sica pop), el de jazz y la temporada l¨ªrica del Teatro del Giglio (4).
12.00 Filigranas rom¨¢nicas
El rom¨¢nico de Lucca es cap¨ªtulo propio en la historia del arte. Cosa de orfebres, m¨¢s que de picapedreros. La catedral de San Martino (5) ofrece una de esas fachadas caracter¨ªsticas de arquillos superpuestos, pero es simple en su interior; sin embargo, aloja dos cosas notables: el Volto Santo, que es un crucifijo supuestamente tallado por Nicodemo, al que se reviste de oro y gemas el 13 de septiembre, la gran fiesta de Lucca; y el t¨²mulo marm¨®reo de Ilaria del Carretto, "la donna pi¨² bella di Lucca", muerta joven, de parto, y esculpida por Iacopo della Quercia en 1408. Pero la joya indiscutible es San Michele (6). Es m¨¢s, la plaza de San Michele es como la plaza mayor, la m¨¢s animada, donde todo sucede. Si hablamos de cari?o, San Frediano (7) es la m¨¢s querida, all¨ª van a casarse los paisanos, y su pila bautismal es tal vez la m¨¢s aparatosa y bella del rom¨¢nico mundial. Algo aparte es la iglesia de San Giovanni (8), la primera catedral; ahora est¨¢ desacralizada, se visitan sus tripas y cada noche celebra un concierto cl¨¢sico.
14.00 Anatom¨ªa del gusto
Donde hay burgueses se come bien, y si adem¨¢s hay muchos curas, mejor. Lucca es golosa por fatalidad. Nadie puede presumir de haber estado en Lucca si no ha cumplido el rito de comprar bucellato (el dulce m¨¢s t¨ªpico) en la Pasticceria Taddeucci (9) (plaza de San Michele) o haber probado las diabluras de Cioccolateria Caniparoli (S. Paulino, 96). Los expertos en helados tienen cita en Gelateria Santini (plaza Cittadella) o La Veneta (Via Veneto). Comercios tradicionales afloran a cada zancada; en el Forno a Vapore di Amedeo Giusti (S. Lucia, 20), Luca Nardi amasa la mayor y mejor focaccia. En la Antiga Bottega di Prospero (S. Lucia, 20), los sacos de legumbres y tarros de conservas ofrecen productos tan raros como el farro, el primer cereal cultivado por el hombre, rey de la cocina comarcal. Si hay que elegir un par de sitios para comer bien, Bucadisantantonio (10) (Via della Cervia, 3), un cl¨¢sico desde 1782, o Gli Orti di Via Elisa (11) (Via Elisa, 17).
16.00 Compras
No, no se han confundido: entran a comprar ropa y se encuentran un palacio cubierto de frescos barrocos. Sucede en Pesi e Vinci (plaza de Bernardini, 39) y, algo parejo, en Principe, De Simoni, Tenucci o Umberto Mosetti, todos m¨¢s o menos al filo de Via Fillungo (12). Sedas para so?ar en el show room Tappezzeria Squaletti (13) (S. Paolino, 89). ?Cu¨¢ntos palacios se esconden tras austeros tapiales? Algunos son museo, como el palacio Mansi (14) (pinacoteca), el palacio Pfanner (15), Villa Guinigi (16) (que no es lo mismo que Torre Guinigi (17), una torre con ¨¢rboles en la cresta que ofrece la mejor vista urbana). Anticuarios, restaurantes, el ayuntamiento... Hasta una librer¨ªa puede ocupar un palacio, como la Edison (18) (Via Roma).
20.00 La noche ausente
Lucca no es muy noct¨¢mbula. Los j¨®venes se re¨²nen, de tarde, en la plaza del Anfiteatro (19) o en la plaza Grande (no quieren llamarla por su nombre, plaza de Napoleone (20), porque Elisa, hermana del emperador, hizo abatir cuatro barrios medievales para que se viera bien su palacio Ducale (21), obra de Juvarra).Se pueden ver opciones de ocio en Paspartu (quincenal, gratuito; www.pennabluedizioni.it). Para dormir, el Palazzo Tucci - 22 (donde naci¨® Catalani), el Hotel S. Luca Palace (Via San Paolino) y el Hotel Ilaria (Via del Fosso, 26). Si se quiere gozar de la campi?a, el Gran Hotel Guinigi (www.grandhotelguinigi.it) o la Tenuta San Pietro (San Pietro a Marcigliano; www.tenuta-san-pietro.com), una granja encantada y vanguardista, como para sentirse protagonista de una pel¨ªcula tipo Bajo el sol de la Toscana.
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