¡®Gafapastas¡¯ en Se¨²l
El fen¨®meno global de m¨²sica y moda creado por la canci¨®n ¡®Gangnam style¡¯, el v¨ªdeo m¨¢s visto de Youtube, agita las calles de la vibrante capital surcoreana
A la hora de establecer si una ciudad tiene la categor¨ªa de cool, uno puede o bien analizar factores asociados a esa etiqueta tales como el n¨²mero galer¨ªas de arte, bares de dise?o, hoteles boutique y restaurantes de autor, o simplemente hacer uso de ese medidor universal del coolness: las gafas de pasta negra. Optando por este segundo m¨¦todo ¡°cient¨ªfico¡± se puede asegurar con rotundidad que Se¨²l es una de las ciudades m¨¢s cool del planeta. Para comprobar que esta teor¨ªa es v¨¢lida basta acercarse hasta una de las muchas tiendas de gafas en los alrededores del alternativo centro comercial de Ssamziegil y comprobar c¨®mo decenas de modelos se venden sin graduaci¨®n alguna, tan solo como un accesorio no para ver mejor, sino para verse mejor.
Las gafas son tan solo un s¨ªmbolo entre las nuevas generaciones responsables en gran parte de los vertiginosos cambios que ha experimentado la capital de Corea del Sur en los ¨²ltimos 10 a?os. El f¨¦nomeno global de la canci¨®n Gangnam style (el v¨ªdeo musical m¨¢s visto de Youtube, con 839 millones de visitas, del artista PSY) ha puesto a Corea del sur en el mapa. Pero esta parodia sobre la obsesi¨®n de los habitantes de Se¨²l por la moda y el estilo de vida MTV es toda una realidad en las calles de la capital surcoreana. Se¨²l se ha convertido en referente de vanguardia made in Asia. Incluso Jap¨®n, s¨ªmbolo de modernidad del continente, se mueve al ritmo de la m¨²sica pop coreana (el llamado k-pop). Grupos musicales como Girls Generation y KARA ocupan los primeros puestos en las listas de ventas y sus pegadizas melod¨ªas son las m¨¢s solicitadas en los karaokes de Tokio y Osaka. Coreograf¨ªas y videos sexy que repiten la f¨®rmula del pop estadounidense y se han abierto un hueco en el mercado internacional desbancando, como consiguieron los coreanos Bigbang en los premios europeos MTV 2011, a la mism¨ªsima inventora del g¨¦nero, Britney Spears, en la categor¨ªa de mejor artista.
Se¨²l ha pasado de ser una ciudad herm¨¦tica a una urbe en transformaci¨®n ¨¢vida de modernidad. Cuesta creer que en los setenta era m¨¢s pobre que su vecina del norte y que hasta finales de los ochenta estaba prohibido para los seulitas salir al extranjero. Alienta a esta sociedad la prosperidad de una econom¨ªa basada en la tecnolog¨ªa (Corea de Sur est¨¢ entre las 12 econom¨ªas m¨¢s potentes del planeta) y con una poblaci¨®n joven conectada permanentemente a la Red (los pasajeros del moderno metro de Se¨²l viajan con la cabeza enterrada en las pantallas de tel¨¦fonos inteligentes y tabletas del omnipresente Samsung).
El distrito de ne¨®n
Caminando bajo un paisaje de ne¨®n en el distrito de Myeongdong (traducido como ¡°distrito luminoso¡±; aqu¨ª se encuentra la mayor concentraci¨®n de luces de ne¨®n en el mundo junto con Hong Kong), fluyen grupos de inmaculados j¨®venes como salidos de una revista de moda. Ropa de dise?ador (coreanos) y cortes de pelo perfectos completan un look entre sofisticado y trendy con esa est¨¦tica tan oriental de eterno adolescente. Uno imagina que tan solo ser¨ªan necesarios los primeros acordes de alg¨²n tema de k-pop para que estos j¨®venes se marcaran en plena calle alguna de las coreograf¨ªas repetidas hasta la saciedad en sus azucarados v¨ªdeos musicales. La moda es cosa seria en Se¨²l y no son pocos los que vaticinan una revoluci¨®n similar a la producida en Jap¨®n en los ochenta de la mano de Miyake o Yamamoto. Mientras tanto, en el barrio de Sogyeok-dong, al norte del r¨ªo Han, se inauguran exposiciones casi a diario. La imagen de las galer¨ªas abiertas a pie de calle con el caracter¨ªstico revuelo de los openings (combinaci¨®n de curiosidad art¨ªstica y bebida gratis) es aqu¨ª parte del paisaje.
Con el apetito cultural saciado, es hora de atender a otras necesidades m¨¢s mundanas. En Hongdae, la zona con m¨¢s marcha de la ciudad, alrededor del distrito universitario, se api?an cientos de bares y peque?os restaurantes en donde pr¨¢cticamente se puede comer de todo a cualquier hora y en donde la desmedida afici¨®n de los coreanos por la bebida y su escasa capacidad para tolerarla tiene previsibles consecuencias.
Elijo un peque?o lugar con tentadoras bandejas repletas de tempura. Comer y beber solo en Corea va contra las leyes de etiqueta (al parecer, servirse alcohol uno mismo es s¨ªmbolo de arrogancia). Afortunadamente, dos j¨®venes me invitan a su mesa, d¨¢ndome la bienvenida con una cerveza en la que echan un vaso de soju (un popular licor destilado de patatas con gusto a medio camino entre sake y gasolina). Tras una agradable conversaci¨®n en ingl¨¦s rudimentario, varios platos de vegetales en tempura, bulgogi (ternera marinada) y, c¨®mo no, kimchi (col con piment¨®n y ajo) acompa?ados por abundante cerveza y excesiva cantidad de soju, damos por concluida la velada cuando mi nuevo amigo se cae de la silla botella en mano al intentar, sin ¨¦xito, servirse otro trago. Intuyo que se trata de un hecho com¨²n, pues apenas un par de comensales levantan la cabeza de sus platos a pesar del estruendo. Una vez fuera del restaurante, y entre abrazos de despedida et¨ªlica, el m¨¢s sobrio de mis amigos coreanos saca del bolsillo de su chaqueta unas gafas de pasta negra (¨¦l ya lleva otras puestas) y me las prueba: ¡°Very cool¡±, me dice, mientras inmortaliza la escena con su Samsung Galaxy. Miro la foto y la veo desenfocada. Una percepci¨®n que tiene que ver m¨¢s con el soju que con la graduaci¨®n inexistente de los cristales.
Gu¨ªa
C¨®mo ir
Informaci¨®n
? Qatar Airways (www.qatarairways.com/es), Emirates (www.emirates.com/es), KLM (www.klm.es) o Air France (www.airfrance.es) son algunas compa?¨ªas que ofrecen vuelos entre aeropuertos espa?oles y Se¨²l. Las tarifas de ida y vuelta comienzan en algo m¨¢s de 600 euros. Tambi¨¦n vuela desde Madrid Korean Air (www.koreanair.com).
? Turismo de Corea (http://spanish.visitkorea.or.kr).
? Oficina de turismo de Se¨²l (www.visitseoul.net; 008 22 12 09).
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