Oasis de lujo
LA MAMOUNIA, una leyenda cerca de Yemaa el Fna, en Marraquech
Winston Churchill apuraba sus puros Romeo y Julieta en el bar que hoy lleva su nombre. Alfred Hitchcock rodaba su pel¨ªcula El hombre que sab¨ªa demasiado entre los arcos del vest¨ªbulo. Y el presidente Roosevelt se paseaba compulsivamente por sus jardines interiorizando lo aprobado en la Conferencia de Casablanca. Esos mismos parterres floridos que hipnotizaron a Yves Saint Laurent y le sirvieron de inspiraci¨®n para hacerse otro a¨²n m¨¢s estiloso alrededor de su mansi¨®n en Marraquech. ¡°Es el lugar m¨¢s bonito del mundo¡±, dijo de La Mamounia el premier brit¨¢nico.
Cedro, el hotel huele a cedro en cuanto los porteros, vestidos con su chilaba de gala, salen al paso del viajero para introducirlo en este palacio sagrado de la buena vida. Hace tres a?os, Jacques Garc¨ªa, el famoso dise?ador, fue el encargado de devolverle aquel esplendor perdido. Con buen criterio se subast¨® todo lo que hab¨ªa posterior a 1930: el mobiliario a?adido, los falsos zelij (mosaicos), las puertas marqueteadas, las alfombras adquiridas en bacalitos... Y restituy¨® lo verdadero con la ayuda de artesanos de todas las regiones de Marruecos, curtidos en sus zocos, afanosos en el mantenimiento de las madrazas (escuelas cor¨¢nicas).
Puntuaci¨®n: 9 | |
Arquitectura | 9 |
Decoraci¨®n | 9 |
Estado de conservaci¨®n | 9 |
Confortabilidad habitaciones | 9 |
Aseos | 9 |
Ambiente | 9 |
Desayuno | 9 |
Atenci¨®n | 10 |
Tranquilidad | 9 |
Instalaciones | 9 |
Dif¨ªcil orientar al reci¨¦n llegado con tantos rincones, tantas estancias, en los que jadear de emoci¨®n. Con sus 1.500 metros cuadrados, el hammam glosa lo que fue el apogeo ¨¢rabe del agua y la higiene. Los salones recuerdan este pret¨¦rito pluscuamperfecto en sus artesonados, la azulejer¨ªa, los arabescos de marqueter¨ªa fina. Lo mismo cuando aprieta el apetito. Le Fran?ais ofrece la nouvelle cuisine parisiense interpretada por Jean Pierre Vigat¨®. L¡¯Italien hace lo propio con la bella Italia en manos de Alfonso Iaccarino. Pero lo aut¨®ctono asciende a lo m¨¢ximo en Le Marocain, a cargo de Rachid Agouray, un virtuoso de la fusi¨®n.
Cedro, s¨ª. Y tambi¨¦n almendra, tomillo, jazm¨ªn, agua de azahar... Puro refinamiento olfativo. Algunas de las habitaciones miran a la Kutubia. Otras, al Atlas. A ninguna le falta exquisitez, ni en la atm¨®sfera, ni en el estilo de los muebles, ni en los cosm¨¦ticos (Olivia Giacobetti). El lujo se impone en las suites, a prueba de bolsillos holgados: la English Churchill, donde moraba el estadista, entre sof¨¢s retapizados y un escritorio Chesterfield; la palaciega Al Mamoun o la seductora Koutoubia, con frescos en el techo, y no digamos la Baldaquin, con un dosel de telas y un balc¨®n con vistas al jard¨ªn. Ocho hect¨¢reas de oasis verde.
La Mamounia
Categor¨ªa: cinco estrellas. Direcci¨®n: avenida de Bab J'did. Marraquech, Marruecos. Tel¨¦fono: 00 21 25 24 38 86 00. Web: www.mamounia.com. Instalaciones: garaje, jardines, piscina, spa hammam, terraza, estanque, sal¨®n, salones de reuniones, bar, 4 restaurantes. Habitaciones: 132 dobles, 71 suites, 6 suites de excepci¨®n y 3 riads. Servicios: algunas habitaciones adaptadas para discapacitados, animales prohibidos. Precios: desde 457,99 euros, impuestos y desayuno incluidos.
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