Los secretos del 'pic-nic' londinense

Una de las visiones que m¨¢s sorprende al viajero en Londres es presenciar la hora de la comida en un d¨ªa de sol. Miles de oficinistas se instalan en los parques y plazas con un s¨¢ndwich y una bolsa de patatas fritas, con las mangas de la camisa remangadas y los zapatos al lado, en los claros sin sombra.

Esta versi¨®n urbanita (y por qu¨¦ no decirlo, pedestre) del pic-nic no es, sin embargo, la ¨²nica que se puede organizar en esta ciudad. Sin llegar a extremos como los refrigerios er¨®ticos de las novelas de DH Lawrence o las meriendas aventureras de los libros de Los Cinco, uno puede disfrutar de los c¨¦spedes mullidos y los jardines silvestres que ofrece Londres deleit¨¢ndose con algunos de los platos t¨ªpicos de esta comida al aire libre.

Al fin y al cabo esta actividad es la quintaesencia de los pasatiempos veraniegos. Solo hace falta encontrar el lugar adecuado, rellenar la cesta y prepararse para una diversi¨®n dominguera que en ocasiones alcanza un gran nivel de sofisticaci¨®n.

Lugares para extender el mantel

La variedad de parques y de oportunidades para hacer un?pic-nic en Londres es inmensa. Tanto los que quieren pasar un d¨ªa tranquilo a la sombra de un casta?o como los que prefieren acompa?arse de alg¨²n evento, pueden encontrar un paraje perfecto para apuntarse a este piscolabis campestre.

Hyde Park-Kensington Gardens ofrece un buen ejemplo de esta diversidad. A unos minutos de Oxford Street en un extremo y Notting Hill en otro, este inmenso jard¨ªn contiene algunos de los parajes m¨¢s frondosos en el centro de Londres (en especial las arboledas de Kensington Gardens) as¨ª como uno de los centros de exposiciones m¨¢s interesantes, la Serpentine Gallery. En verano uno puede apuntarse a uno de sus conciertos de grandes estrellas de pop, o, a¨²n mejor, alquilar un bote o darse un ba?o en el Serpentine, un r¨ªo subterr¨¢neo que forma un gran lago en medio del parque.

Regent's Park, muy cerca de Camden y Fitzrovia, combina una versi¨®n m¨¢s domesticada de parque con jardines de flores, un teatro al aire libre y el zoo. Este a?o, adem¨¢s, el recinto de animales abre sus puertas algunas noches con pic-nics organizados.

London Fields y Victoria Park, ambos en el este de Londres, son el espacio perfecto para los m¨¢s modernos y urbanitas. Aqu¨ª abundan los m¨²sicos espont¨¢neos, las bicicletas, los productos biol¨®gicos y todo lo que recuerde a las d¨¦cadas de los 40 y 50. Para el aprovisionamiento, nada mejor que pasarse por el mercado de Broadway Market los s¨¢bados o hacerse con una de las barbacoas desechables que venden en todos los supermercados, una de las ventajas de un pa¨ªs con poco riesgo de incendios.

Finalmente, para parques buc¨®licos y campestres nada mejor que Hamsptead Heath, al norte de Londres, y Richmond Park, en el extremo oeste de la ciudad. Estos dos enormes espacios no solo ofrecen una experiencia muy parecida a un paseo por el campo, sino que cuentan con atracciones peculiares como piscinas naturales (en Hampstead Heath) o una reserva de ciervos (en Richmond).

Preparar la cesta

Un buen pic-nic depende en gran parte de los v¨ªveres y en el pa¨ªs brit¨¢nico es imprescindible contar con una adecuada combinaci¨®n de alimentos dulces y salados. Por supuesto, los s¨¢ndwiches (de jam¨®n con lechuga, de queso ch¨¦dar con conservas agridulce o de salm¨®n con queso cremoso) son la esencia del banquete, pero tambi¨¦n se pueden incluir otras especialidades aut¨®ctonas, como el pastel de carne de cerdo, los rollitos de salchichas o los huevos a la escocesa, una especie de bolas de huevo duro y carne picada rebozadas en pan.

Entre las opciones dulces no pueden faltar las fresas con nata o el bizcocho victoria. Y para beber, la cerveza, la jarra de Pimm's o, para los que asistan al teatro o a la ¨®pera de Holland Park, la botella de champagne.

Nada m¨¢s f¨¢cil que hacerse con estos comestibles. Los supermercados y los mercados callejeros, como Broadway Market, Borough Market o Portobello Road, cuentan con puestos de delicias irresistibles, y algunos pubs o restaurantes venden cestas con todo lo necesario: platos, cubiertos y hasta el famoso mantel de cuadros. Algunos de los m¨¢s recomendables son The Bull and the Last, junto a Hamsptead Heath, la cadena Carluccio's o la exquisita Fortnum and Mason, a unos metros de Picadilly Circus.

Aunque los que prefieran algo menos sofisticado siempre se pueden apuntar a la versi¨®n diaria de los oficinistas y con un banco de una plaza arbolada y un s¨¢ndwich de la tienda de la esquina pueden disfrutar de una comida al aire libre y en compa?¨ªa.

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