En el bosque de los gigantes
Troncos de m¨¢s de 30 metros de per¨ªmetro y 80 de altura. Los excursionistas se sienten muy peque?os en los parques de Kings Canyon y Sequoya, en California
Hay que dejar atr¨¢s la ciudad de San Francisco y cruzar el Bay Brigde direcci¨®n a Fresno con el ¨¢nimo de los pioneros de finales del siglo XIX. El Kings Canyon y el Sequoya son dos parques nacionales en los que la naturaleza se muestra virgen, inh¨®spita y seductora y permite saciar el af¨¢n aventurero que todos llevamos dentro. Una vez en Fresno, la carretera 180 zigzaguea entre monta?as y penetra en el primero de los parques por su entrada norte.
Las mejores ¨¦pocas para visitar Kings Canyon son primavera y oto?o, cuando las temperaturas son templadas, apenas hay gente y el paisaje muestra sus colores m¨¢s preciados, aunque hay que tener en cuenta que algunas carreteras y centros de visitantes permanecen cerrados entre septiembre y junio.
Llegar al atardecer es un plus. El sol se oculta detr¨¢s de las copas de los ¨¢rboles centenarios y las cimas monta?osas de m¨¢s de 4.000 metros de altitud dejan el valle envuelto en una penumbra estremecedora. El alojamiento m¨¢s aconsejable del parque es el John Muir Logde, situado en el centro de visitantes de Grant Grove Village. Otros lugares para dormir son los refugios de Montecito-Sequoya y Wuksaki Village, no tan confortables, pero muy adecuados para excursionistas, ya que est¨¢n situados en el inicio de rutas y traves¨ªas.
Informaci¨®n
- Kings Canyon & Sequoya Nacional Park (www.sequoia-kingscanyon.com y www.nps.gov/seki/espanol/index.htm). La entrada a ambos parques cuesta 20 d¨®lares por coche y tiene una vigencia de una semana.
- John Muir Logde.
- Reimer's Candies. Three Rivers.
El John Muir Logde es una bonita construcci¨®n de madera con habitaciones amplias y acogedoras. Los pasillos est¨¢n decorados con fotos antiguas que muestran la relaci¨®n de los primeros visitantes a finales del siglo XIX con el parque. El centro de visitantes Grant Grove tambi¨¦n dispone de restaurante, tienda de recuerdos y comida y un sector de acampada con bungal¨®s.
Con las primeras luces de la ma?ana se tiene el primer contacto con las secuoyas, estos ¨¢rboles milenarios de tronco rojo que sobreviven gracias al fuego, como si de un ave f¨¦nix se tratara. Hay que abrazar alguna de ellas, tarea casi imposible por sus colosales dimensiones, notar su corteza rugosa pero suave y descubrirse min¨²sculo a sus pies. Una caminata de apenas dos kil¨®metros se adentra en un abigarrado bosque de secuoyas que rodean al ¨¢rbol, bautizado como el General Grant. Con 81 metros de altura, un per¨ªmetro de 32 metros y dos mil a?os de vida, est¨¢ calificado como el tercer ser vivo m¨¢s voluminoso del planeta. El honor de ser el n¨²mero uno recae en el General Sherman (84 metros de alto y 34 de per¨ªmetro), situado en el Sequoya Park.
De Grant Grove Village parten dos carreteras. Hacia el norte, la Kings Canyon Scenic Byway nos lleva en unos 50 kil¨®metros hasta Cedar Grove ¡ªotro centro de visitantes, cerrado en invierno¡ª y permite contemplar un vertiginoso ca?¨®n (m¨¢s profundo que el m¨ªtico Grand Canyon), que esconde formaciones rocosas espectaculares, el salvaje r¨ªo Kings y praderas.
Hacia el sur discurre la Generals Highway (suele estar abierta todo el a?o), que comunica el parque de Kings Canyon con su socio, el Sequoya Park. Entre ambos albergan 67 de los 75 oquedales de secuoyas que quedan en el mundo. Uno de los m¨¢s espectaculares es el Giant Forest, al que se llega a trav¨¦s de esta carretera flanqueada de punta a punta por ejemplares de estos prodigios vegetales. Hay tantos, que la luz apenas penetra en ella. La tentaci¨®n de pararse a cada rato es irresistible, y la recompensa, may¨²scula, pues adem¨¢s de contemplar los densos bosques, al paso salen amplias praderas donde no es dif¨ªcil avistar ciervos e incluso osos.
Visita al General Sherman
El Sherman Trail es un sendero de un kil¨®metro que parte del aparcamiento que se halla junto al Giant Forest Museum y conduce hasta el bosque de secuoyas gigantes m¨¢s grande del mundo y hogar del gran General Sherman. El paseo es impresionante, pero adem¨¢s da una idea de c¨®mo se sintieron los primeros pioneros que llegaron a estas latitudes en el siglo XIX. Los troncos de secuoyas ca¨ªdas sirvieron de hogares y establos para los caballos, otros se agujerearon para que los veh¨ªculos pudieran pasar a trav¨¦s. Cuentan c¨®mo una secuoya gigante fue cortada en pedazos y llevada a la Exposici¨®n Universal de Filadelfia en 1876, celebrada para conmemorar el centenario de la independencia de Estados Unidos. El magn¨ªfico ¨¢rbol fue reconstruido y mostrado a los habitantes de la Costa Este. Estos ni tan solo mostraron estupor, sino que directamente afirmaron que era imposible que existiera un ¨¢rbol de esa magnitud. Lo llamaron el ¡°enga?o de California¡±. Fue el naturalista John Muir quien a trav¨¦s de sus exploraciones, dibujos, mapas y testimonio dio a conocer la belleza de la Sierra Nevada californiana al resto del pa¨ªs y quien consigui¨® su protecci¨®n haciendo que el Gobierno estadounidense declarara esta zona parque nacional y evitando la tala masiva de secuoyas que se estaba llevando a cabo para levantar un pa¨ªs en pleno crecimiento y expansi¨®n.
La Generals Highway sigue hacia la salida sur del parque. El trazado realiza un descenso vertiginoso y ofrece una vista formidable de la Sierra Nevada. Hacemos la ¨²ltima parada en la poblaci¨®n de Three Rivers, en la linde del parque. Una casita que parece salida del cuento de Hansel y Gretel llama la atenci¨®n por sus colores. Se trata de una tienda donde elaboran desde hace m¨¢s de cincuenta a?os chocolates, golosinas y helados artesanos deliciosos. Lo ¨²ltimo que uno esperar¨ªa encontrar en este territorio de secuoyas gigantes.
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