Todos los planes en Jozi
La fama la tiene Ciudad del Cabo, pero Johanesburgo, Joburg o Jozi para sus habitantes, tambi¨¦n esconde muchos atractivos. Desde el mirador m¨¢s alto de ?frica, sus barrios tientan por su diversidad
Johanesburgo tiene al enemigo en casa, se llama Ciudad del Cabo y es la ni?a bonita de Sud¨¢frica, la que se lleva de calle v¨ªtores y elogios de los turistas. Pero hay que empezar a reivindicar Johanesburgo como visita indispensable. Vale, necesitar¨ªa eliminar la etiqueta de peligrosa y conflictiva para colocarse en el mapa del turisteo, pero sobre todo requiere que el viajero deje temores a un lado. Sin miedo, pero con cordura, esta es una invitaci¨®n a salir dispuesto a disfrutar de una ciudad, Joburg o Jozi para los aut¨®ctonos, a la que potencial no le falta.
8.00 44 Stanley
Alejado del bullicio del centro se esconde 44 Stanley (1), una antigua colonia industrial de los a?os treinta reconvertida en un complejo comercial de tiendas peque?as de dise?o, restaurantes decorados con mucho gusto y una cafeter¨ªa que sirve caf¨¦-caf¨¦, algo dif¨ªcil de encontrar por estos lares. Los sudafricanos tienen aut¨¦ntica pasi¨®n por los centros comerciales. No lejos de aqu¨ª est¨¢ Melville (2), el barrio bohemio, donde es agradable pasear y ojear en librer¨ªas de viejo.
9.00 Un paseo por Soweto
Soweto (3) es historia en may¨²sculas, aunque apenas tenga unas pocas d¨¦cadas. Es el gueto por excelencia, el s¨ªmbolo de la lucha negra contra el nefasto apartheid. Nelson Mandela y el arzobispo Desmond Tutu residieron en la calle Vilakazi (4), la ¨²nica del mundo en la que han vivido dos premios Nobel de la Paz. Las casas de estos dos sudafricanos ilustres son ahora dos museos, pero quiz¨¢ el m¨¢s interesante es el dedicado a Hector Pieterson, en memoria del adolescente asesinado por el r¨¦gimen racista durante las revueltas estudiantiles de 1976. Esta es el ¨¢rea m¨¢s tur¨ªstica del barrio, pero durante el d¨ªa, y sin tentar la suerte, se puede caminar con tranquilidad por la mayor¨ªa de calles. Desde este punto se puede aprovechar para admirar de lejos los vistosos dibujos que adornan las dos torres de refrigeraci¨®n de la antigua central el¨¦ctrica de Orlando (5), reconvertidas en atracci¨®n para amantes del salto libre.
11.30 Recuerdos de Sophiatown
Tras el ajetreo por Soweto, un alto en el camino en Sophiatown (6) devuelve una relativa calma al viajero. En este barrio del norte de la capital encontrar¨¢ otra historia dolorosa relacionada con el apartheid m¨¢s cruel. Aqu¨ª vivieron reconocidos escritores y m¨²sicos negros, y algunos intelectuales blancos e indios que daban al barrio un aire bohemio. Hasta que en los cincuenta el r¨¦gimen racista consider¨® que estaba demasiado cerca de barrios blancos y orden¨® el traslado forzoso de sus vecinos para recolocar a afrik¨¢neres pobres. El entonces joven abogado Mandela hizo lo imposible para evitar la expulsi¨®n, pero sus esfuerzos fueron en vano, e incluso el r¨¦gimen cambi¨® el nombre del barrio por el de Triunfo. La imponente iglesia The King Miracle fue testigo de aquellos a?os convulsos.
13.00 La cuadr¨ªcula del CBD
Johanesburgo es una ciudad con un c¨¦ntrico distrito de negocios, Center Business District (CBD) (7), con grandes avenidas distribuidas en cuadr¨ªculas perfectas. En la visita se admira la arquitectura majestuosa de los cincuenta, que hizo de Johanesburgo una peque?a y t¨ªmida Nueva York, y la m¨¢s funcional de los setenta. A diferencia de Sophiatown, el centro era zona de blancos, pero desde mediados de los ochenta estos fueron abandonando los elegantes pisos para trasladarse a chal¨¦s en nuevas urbanizaciones del norte de la ciudad. El motivo de este movimiento no es otro que la llegada de vecinos pobres. Ahora es dif¨ªcil encontrar alg¨²n blanco andando por calles como Market, Commissioner o Jeppe, a no ser que sean trabajadores de los grandes bancos o de los juzgados, que a¨²n mantienen sede en esta zona. El CBD es ca¨®tico, con multitud de mercados callejeros. Un buen lugar de descanso es el Joubert Park (8) y merece la pena entrar en la Galer¨ªa de Arte de Johanesburgo (JAG) (9).
14.00 ¡®Top of Africa¡¯
El paseo por el CBD no puede obviar el Carlton Center (10), otro inmenso centro comercial que tiene su atractivo en que con sus 227 metros es el edificio m¨¢s alto de ?frica y est¨¢ coronado por un mirador circular. Una modesta exposici¨®n da cuenta en el piso superior de que Mahatma Gandhi inici¨® en Sud¨¢frica su movimiento de resistencia pac¨ªfica.
14.30 Hillbrow y la torre circular
Hillbrow (11) es bullicio. Es mejor evitar sus calles por la noche, pero aplicando el sentido com¨²n se puede visitar sin problema. El barrio mantiene edificios y casitas se?oriales de cuando durante la segregaci¨®n estaba habitado por una clase media blanca. Ahora ya no hay ni rastro de los descendientes de los colonizadores europeos, que no se acercan ni por casualidad. Como Yeoville o Troyeville, Hillbrow est¨¢ maldecido por la mala fama. Pero si se tiene la suerte de conocer a alguno de los 3.000 inquilinos que pueblan la Torre Ponte (12), no hay que perder la oportunidad de entrar. Es un edificio circular de 54 plantas que modela el perfil de la ciudad. Las vistas desde las plantas superiores valen la pena.
15.30 De compras en Newtown
Cruzar el Mandela Bridge (13) es un gustazo. El puente es una de las puertas de entrada a Newtown, un barrio en reconstrucci¨®n que tiene su centro en la plaza del Museo de ?frica (14), instalado en el antiguo mercado de verduras y una delicia que ilustra c¨®mo era la muse¨ªstica de hace muchas d¨¦cadas. El museo cuenta con un peque?o espacio dedicado al apartheid y a la lucha por la igualdad de los homosexuales que no deja indiferente. No lejos se encuentra la Oriental Plaza (15), centro comercial con aires indios.
16.30 Museo del Apartheid
Conviene ir sin prisas porque hay que dedicarle un m¨ªnimo de dos horas para ver todos los espacios. El Museo del Apartheid (16) se encuentra al lado del parque de atracciones y del casino de Johanesburgo y es de visita obligada tanto para los que conocen la siniestra historia de Sud¨¢frica como para los que no. El centro acoge una completa muestra sobre Nelson Mandela desde diferentes vertientes, as¨ª como un espacio destinado a fotograf¨ªas y v¨ªdeos sobre los ¨²ltimos coletazos del r¨¦gimen, marcados por una fuerte represi¨®n policial y las negociaciones pol¨ªticas. El ejercicio de memoria hist¨®rica se completa con el Constitution Hill (17), en el centro de Johanesburgo, antiguo fuerte colonial que hasta 1983 sirvi¨® de siniestra c¨¢rcel. Aqu¨ª cumplieron condena Mandela y Ghandi.
20.00 Los suburbios
Como la visita por tan enorme ciudad agota, hay que reponer fuerzas, y lo mejor es volver a alguno de los suburbios del norte, que cuentan con una fuerte oferta gastron¨®mica y de ocio nocturno. Melville, Parkhurst, el pij¨ªsimo Sandton lleno de expatriados, Greenside o Emmarentia. En este ¨²ltimo se puede degustar en el District Six (18) aut¨¦ntica comida mestiza de Ciudad del Cabo; pero si se prefiere algo m¨¢s negro, en Mamma¡¯s Shebeen (19) sirven de los mejores pap y chakalak de la ciudad.
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