La cimitarra de los orcos
Del acero toledano con el que se hicieron las espadas de ¡®El se?or de los anillos¡¯ a las leyendas de la misteriosa ciudad de las tres culturas
En este a?o del Greco, cuando Toledo recibir¨¢ a muchos miles de turistas atra¨ªdos por las grandes exposiciones dedicadas al artista, proponemos una misteriosa ruta a?adida. En el silencioso laberinto de estrechas callejuelas empedradas duermen muchos misterios que ahora se despiertan para estimular la imaginaci¨®n del visitante. Hechiceras, alquimistas, inquisidores, templarios, cabalistas jud¨ªos, extra?as reliquias, inventos fant¨¢sticos, funestas salas de tortura, cuevas secretas y hasta casas encantadas.
Templarios e inventos
El infausto legado del Tribunal de la Santa Inquisici¨®n y su persecuci¨®n a herejes, brujas y hechiceros puede recordarse en la exposici¨®n Antiguos instrumentos de tortura, que consiste en cinco bloques tem¨¢ticos de reproducciones de estas m¨¢quinas infernales ideadas para causar lentamente el mayor da?o posible. Suman sesenta piezas entre las que destacan la garrucha, el torno, el potro, el aplastacabezas, la pera anal, el collar de pinchos o el tan espa?ol garrote vil, en activo hasta el fin del franquismo. Conviene transitar la muestra con cuidado: pueden hacerse da?o. Otras dos exposiciones completan un pack que puede visitarse con una entrada ¨²nica. Templarios y otras ¨®rdenes militares es una muestra sobre la historia de la misteriosa orden de los templarios, los caballeros que pasaron de defender los lugares santos del cristianismo a ser perseguidos debido al poder que alcanzaron (aunque, formalmente, acusados de adorar al demonio Baphomet), y de otras ¨®rdenes de caballeros m¨ªsticos que existieron en la Pen¨ªnsula. Por su parte, Leonardo da Vinci. El inventor, exhibe reproducciones de los dise?os con los que el genio florentino quiso revolucionar la ingenier¨ªa, conocer la anatom¨ªa y hasta volar para tocar las nubes. Por cierto, los amantes de estos asuntos bizarros deben visitar las tiendas del centro, donde se venden las famosas espadas de acero toledano. Ahora se pueden encontrar con motivos de El se?or de los anillos (las que se utilizaron en la pel¨ªcula se fabricaron aqu¨ª) e, incluso, de la c¨¦lebre serie televisiva Juego de tronos.
Mezcla de tres culturas
Toledo tiene a mucho orgullo haber logrado que tres culturas convivieran en paz: la jud¨ªa, la cristiana y la musulmana, algo que casi parece una quimera en estos tiempos convulsos. Por el lado cristiano es inevitable rese?ar la catedral de Santa Mar¨ªa, uno de los m¨¢ximos exponentes del g¨®tico espa?ol, en cuyo interior hay todo un universo de capillas, arte sacro, leyendas y curiosidades que har¨ªan palidecer a cualquier parque tem¨¢tico. Por el lado jud¨ªo tenemos la extraordinaria sinagoga del Tr¨¢nsito, ordenada construir por Samuel ha-Lev¨ª en el siglo XIV, en cuyo interior se puede conocer m¨¢s sobre la cultura jud¨ªa en Espa?a (en el Museo Sefard¨ª), y observar los caleidosc¨®picos motivos geom¨¦tricos y florales e inscripciones jud¨ªas y ¨¢rabes (su coexistencia es prueba de la convivencia pac¨ªfica entre culturas) inmersas en la serena penumbra reinante. En el lado musulm¨¢n hay que destacar la mezquita del Cristo de la Luz, del siglo X. Por si fuera poco, permanecen tambi¨¦n restos de otras civilizaciones: la huella romana duerme en la Cueva de H¨¦rcules (un dep¨®sito de agua de la ¨¦poca), y su pasado visigodo, en el Museo de los Concilios y la Cultura Visig¨®tica, que ocupa la iglesia de estilo mud¨¦jar de San Rom¨¢n, desde cuya torre se domina la urbe, con vistas espectaculares.
Tapa estrella
Las bombas son unos artefactos de patata rellenos de carne y aderezados con salsa de tomate y ali-oli. Esta poderosa tapa es el plato estrella (y muy popular) de la cervecer¨ªa El Tr¨¦bol, recomendable para picar algo a la hora del almuerzo. Est¨¢ cerca de la plaza de Zocodover, uno de los puntos neur¨¢lgicos de la ciudad (y donde, por cierto, se realizaban actos de fe), saliendo por el arco de la Sangre, que tiene magn¨ªficas vistas a los parajes de los alrededores. No muy lejos est¨¢n unas escaleras mec¨¢nicas, obra de los arquitectos El¨ªas Torres y Jos¨¦ Antonio Mart¨ªnez Lape?a, construidas en 2000 para evitar las cuestas que llevan del llano a la pronunciada atalaya sobre la que se yergue Toledo, y que seguramente ha evitado muchos quebrantos a los toledanos, salvando un desnivel de 36 metros.
Cuevas y leyendas
Un pu?ado de empresas ofrecen al visitante rutas guiadas, y muchas de ellas huyen de los t¨®picos tradicionales para ahondar en el aura de misterio de la ciudad. Por ejemplo, Rutas de Toledo ofrece el pack Rompebotas, que incluye tres paseos para conocer el Toledo monumental, imprescindible, pero tambi¨¦n su faceta m¨ªtica, legendaria y m¨¢gica. Algunas de las rutas incluyen la visita a las cuevas, bodegas y pasadizos a los que se accede a trav¨¦s de casas particulares, porque si Toledo es un laberinto de callejuelas, bajo tierra hay otro intrincado laberinto que hace a uno preguntarse c¨®mo se mantiene la ciudad en pie.
Del genio a las armas
2014 es el A?o del Greco. Por lo pronto, se puede visitar el museo del pintor cretense que residi¨® en la ciudad, ¨²nico en Espa?a dedicado a su figura y recientemente remodelado. Ubicado en una casa del siglo XVI y un palacio renacentista, muestra una colecci¨®n de obras y una recreaci¨®n de lo que fue la casa del artista, que no vivi¨® en realidad en este edificio. Otro museo rese?able est¨¢ aupado a la roca en la parte m¨¢s alta de la ciudad y desde sus alturas se domina una panor¨¢mica de 360 grados sobre Toledo y los alrededores. Es el casi inabarcable Museo del Ej¨¦rcito, que ocupa las dependencias del c¨¦lebre Alc¨¢zar, que fue fortaleza romana, visigoda y ¨¢rabe. Posteriormente se us¨® como torre telegr¨¢fica en el XIX y fue escenario cruento al inicio de la Guera Civil.
Una iglesia distinta
La abad¨ªa es un restaurante recomendado habitualmente por los toledanos para tapear y conocer la gastronom¨ªa local. Destacan desde los platos de caza, a base de perdiz, ciervo o jabal¨ª, hasta las sartencillas, las minihamburguesas o el mortero de guacamole que se prepara uno mismo. Para rematar el largo d¨ªa puede irse uno de copas recorriendo la animada calle de Alfileritos, hasta llegar a un curioso lugar: el C¨ªrculo del Arte, una antigua iglesia que ha sufrido una alucinante metamorfosis para convertirse en centro cultural, bar y sala de conciertos, y que, adem¨¢s de eventos culturales o exposiciones, trae a lo m¨¢s granado de la m¨²sica alternativa y lo pone a tocar en lo que antes era el altar.
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