Aqu¨ª yace Nueva York
Los cementerios del estado de Nueva York ofrecen tumbas de famosos, paseos verdes y colinas para hacer picnic
Nunca me ir¨ªa de picnic a un cementerio europeo. Y menos a uno espa?ol, con todas esas tumbas agresivas como farallones. Sin embargo, a uno gringo me llevar¨ªa la tortilla sin problemas. Sus oleadas de hierba pulcramente cortada y punteada dulcemente por los t¨²mulos y las estelas de piedra, incitando a que te vayas acostumbrando a la eternidad. Para los degustadores confesos de los camposantos, el llamado ¡°necroturismo¡°, en el estado de Nueva York hay todo un abanico de posibilidades.
Woodlawn Cemetery
En Woodlawn Cemetery -mi favorito-, situado en el Bronx profundo, encontramos m¨¢s de 1300 mausoleos de todas las formas, materiales y colores. Evidentemente, el Bronx ya no es el territorio comanche que era gracias a las pol¨ªticas de Bloomberg, y quien espere encontrar un reino g¨®tico de atm¨®sferas l¨ªricas y alucinadas a lo Ligotti o Villiers de L?Isle Adam, con nieblas movedizas y escenarios propensos a apariciones, se ver¨¢ defraudado. A cambio, Woodlawn ofrece un sereno paseo a una hora en metro del centro de Manhattan, entre arc¨¢dicas colinas y jardines repletos de art¨ªsticos mausoleos, que compiten entre s¨ª para demostrar que incluso m¨¢s all¨¢ de la muerte sigue habiendo clases. Se nota que fue el cementerio habitual de los?moguls (magnates).
Este es el lugar donde Herman Melville sigue persiguiendo a su protervo cet¨¢ceo albino, una tumba modesta en comparaci¨®n con los templos tan¨¢ticos que hemos visto: apenas una piedra con un papiro y una hiedra tallada. Duke Ellington descansa bajo una l¨¢pida a¨²n m¨¢s sencilla, y si pegas el o¨ªdo a la piedra, puedes escuchar las notas del mismo piano que pon¨ªa patas arriba el Cotton Club. Otro inquilino ilustre que podr¨ªa darle unos toques de az¨²car a su ragtime es Celia Cruz, con su mausoleo con ventanita para mirar dentro que seguramente escandalizar¨ªa a?tycoons (m¨¢s magnates) como el mism¨ªsimo Roland Macy, fundador de los archiconocidos almacenes, los Vanderbilt, o el mism¨ªsimo Joseph Pulitzer, cuyos ostentosos catafalcos pretenden seguir proclamando que ¡°los ricos son gente diferente¡°, como dec¨ªa Scott Fitzgerald. Nadie sabe lo que pensar¨¢ Miles Davis del tema, enterrado bajo un bloque de m¨¢rmol azabache que refleja el entorno, incluidas las omnipresentes ardillas.
Sleepy Hollow
El cementerio de Sleepy Hollow, ¡°el agujero para dormir¡°, tan metaf¨®rico aunque un poco m¨¢s trist¨®n, fue rebautizado en honor a uno de sus m¨¢s ilustres moradores: Washington Irving. Localizado en el condado de Westchester, r¨ªo Hudson arriba, todos recordamos las t¨¦tricas escenas del jinete sin cabeza en la pel¨ªcula de Tim Burton, y ciertamente es un escenario que se presta a la pavorosa imaginer¨ªa del escritor. De hecho hay tours nocturnos por 25 d¨®lares, hecho que seguramente no concierne a inquilinos como Thomas Watson, el creador de IBM, Andrew Carnegie, el tit¨¢n de la industria del acero -cuya filantrop¨ªa hizo posible multitud de bibliotecas p¨²blicas-, o George Jones, uno de los co-fundadores de The New York Times.
Green-Wood
En un estilo neog¨®tico, majestuoso, ya en Brooklyn y cerca del Prospect Park, podemos deambular por Green-Wood. Como dec¨ªa Paul Goldberger en The New York Times: ¡°Es la aspiraci¨®n de todo neoyorquino vivir en la quinta avenida, darse un garbeo por Central Park y dormir con sus padres en Green-Wood¡°. Dicen que atrae casi tantos visitantes como las cataratas del Ni¨¢gara, y es otra explosi¨®n de estatuas, mausoleos, caminos, colinas y ¨¢rboles centenarios, fruto de su inspiraci¨®n en los parques ingleses. Hist¨®ricamente, durante la guerra de Secesi¨®n, la batalla de Long Island tuvo lugar en sus predios. El lugar tiene sus particularidades: si usted desea ser enterrado aqu¨ª, no puede haber sido ejecutado por un crimen o haber muerto en prisi¨®n. La lista de acreditados habitantes es larga: Henry Steinway, el fundador de la famosa marca de pianos; Leonard Bernstein, que hizo un uso provechoso de ellos; Basquiat, a¨²n arrepentido de aquel malhadado ¨²ltimo pico de hero¨ªna que se meti¨® con solo veintisiete a?os; el mafioso Albert Anastasia, que llev¨® eficazmente durante muchos a?os una empresa llamada Murder Inc., o Samuel Morse, cuyo c¨®digo, cuenta la leyenda, que fue utilizado por primera -y ¨²ltima vez- en el Tit¨¢nic.
Cementerio de Calvary
Y llegamos al para¨ªso de los fetichistas cin¨¦filos: el cementerio de Calvary, en Queens. Qui¨¦n no recuerda la famosa escena del entierro de Vito Corleone, con las filas de veh¨ªculos negros y Pacino con cara de p¨®quer vigilando qui¨¦n de los condolientes ser¨ªa el siguiente en darle una pu?alada trapera. Pues aqu¨ª mismo, con una de las m¨¢s espectaculares vistas del skyline manhatte?o -con el permiso de Brooklyn Heights-, encontramos las laderas m¨¢s pobladas de todos los cementerios de Estados Unidos, con cerca de tres millones de enterrados. Deambulando entre las l¨¢pidas, mucho apellido italiano e irland¨¦s de principios del siglo veinte, debido a las epidemias de gripe y tuberculosis. Soldados y oficiales de la guerra civil, se mezclan con gente del crimen organizado como Joe Masseria, entreverados con jugadores de b¨¦isbol, pol¨ªticos, atletas, alg¨²n escritor que pasaba por all¨ª, para m¨ª absolutamente desconocido, e incluso un tipo que salt¨® del puente de Brooklyn, Steve Brodie, y sobrevivi¨®.
Tumba del General Grant en Morningside Heights
Siguiendo con esta afici¨®n por la parca, y al margen de cementerios, en Morningside Heights se levanta un poco desmesurada para mi gusto la tumba del general Grant. Un mausoleo de finales del siglo XIX de formas cl¨¢sicas rodeado por un cintur¨®n de bancos de coloridos mosaicos a?adidos en 1972 no sin cierta pol¨¦mica porque no pegan nada.
St. Mark's in the Bowery
Si es usted un recalcitrante de las ¨²ltimas moradas, todav¨ªa le puedo recomendar una peque?a iglesia en el East Village, St. Mark's in the Bowery. Es la segunda iglesia m¨¢s antigua de Manhattan y en ella est¨¢ enterrado, entre otros personajes, Peter Stuyvesant, ¨²ltimo gobernador holand¨¦s de Nueva Amsterdam, m¨¢s conocida hoy como Nueva York.Tambi¨¦n, en un ¨²ltimo gui?o cin¨¦filo, es la iglesia donde Sidney Lumet rod¨® varias escena de su film El grupo. Pues am¨¦n, o lo que usted profese.
Ignacio del Valle es autor del libro de cuentos Caminando sobre las aguas.
M¨¢s temas de Nueva York, aqu¨ª.
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