D¨ªas de calma en el Delta del Ebro
Una paella con arroz bomba o un recorrido en bicicleta hasta la laguna de la Tancada. El Delta del Ebro espera en Tarragona a viajeros amantes de la tranquilidad, los atardeceres y la buena mesa
Declarado reserva de la biosfera el a?o pasado, el delta del Ebro es un destino genial para disfrutar de la naturaleza y los deportes acu¨¢ticos, avistar aves, pasear en bicicleta y regodearse con una gastronom¨ªa extraordinaria. Pero hay algo m¨¢s. Su gran extensi¨®n, unido a la baja intensidad de poblaci¨®n, hace que el delta sea uno de los rincones m¨¢s tranquilos y solitarios del litoral catal¨¢n.
El parque natural del Delta del Ebro se encuentra a 200 kil¨®metros de Barcelona y a 90 kil¨®metros del aeropuerto de Reus, al que llegan vuelos low cost desde distintas ciudades europeas. Es imprescindible disponer de coche para moverse por el delta, bien comunicado por carretera ya que la autopista AP-7 tiene dos salidas por las que se accede r¨¢pidamente al interior. Una vez all¨ª, habr¨¢ que familiarizarse con las estrechas y laber¨ªnticas carreteras que se entrecruzan y llevan a cualquier lugar. As¨ª, aunque se tenga la sensaci¨®n de estar perdido en un mar de arrozales, seguro que se acaba llegando a alg¨²n lugar de referencia.
Desde el puente, acertadamente bautizado como Lo Passador ¡ªdata de 2010 y une las dos principales localidades del delta, Deltebre y Sant Jaume d¡¯Enveja¡ª, uno se da cuenta de la envergadura que adquiere el r¨ªo Ebro en su desembocadura. Como un ave con sus alas extendidas, este territorio de paisaje cambiante y ef¨ªmero ofrece m¨¢s de cien kil¨®metros de playas pr¨¢cticamente desiertas. Merece la pena memorizar la bella figura del delta, tener una imagen mental a vista de p¨¢jaro para movernos por ¨¦l. A ambos lados del r¨ªo se extienden los dos hemideltas, con paisajes parecidos, pero cada uno con sus peculiaridades. El del norte, m¨¢s urbanizado y concurrido, cuenta con algunos de los lugares m¨¢s populares, como la Punta del Fangar con su faro entre espejismos. Tambi¨¦n es la zona del delta que dispone de mayor n¨²mero de servicios. El sur, menos poblado y con m¨¢s extensi¨®n protegida por la figura de parque natural, esconde alguno de los espacios menos transitados, como la Punta de la Banya, hoy h¨¢bitat de una colonia estable de flamencos que hace unos a?os decidi¨® quedarse a vivir aqu¨ª.
Cena con velas en Las Palmeras
Cualquiera de las cuatro poblaciones ¡ªDeltebre, Sant Jaume d¡¯Enveja, Els Muntells y Poblenou del Delta¡ª que hay en el interior del delta resultan adecuadas para instalarse y recorrerlo. Tambi¨¦n se puede elegir L¡¯Ampolla o Sant Carles de la R¨¤pita, situadas en los extremos norte y sur, respectivamente, pero ya fuera del delta. Ambas, muy tur¨ªsticas y con afamados puertos deportivos y de pescadores, tienen una amplia y variada oferta hotelera y en temas gastron¨®micos no tienen parang¨®n. En La R¨¤pita se puede probar el excelente marisco, un pescado fresqu¨ªsimo y distintas variedades de arroces en el hist¨®rico restaurante Asmundo, de 1912, el m¨¢s antiguo de la zona; o en Las Palmeras, situado junto a la playa, donde cenar a la luz de las velas una noche de luna es una experiencia sensacional.
Sant Carles de la R¨¤pita se encuentra junto a la bah¨ªa dels Alfacs, resguardada por el brazo sur del delta, la Punta de la Banya. Desde el puerto parten diversos cruceros que la recorren y permiten acercarse a los criaderos de mejillones que abundan en la zona, as¨ª como llegar por mar a una zona inaccesible por tierra desde el interior del delta. Una de las formas m¨¢s sugerentes de navegar por la bah¨ªa es a bordo del antiguo velero Buterfly, que fue construido en Formosa hace unos treinta a?os y conserva el encanto de las embarcaciones cl¨¢sicas. Uno de los momentos culminantes del viaje es la vuelta al puerto al atardecer, cuando el sol se esconde tras las p¨¦treas y met¨¢licas monta?as del Montsi¨¤.
Sin salir de la bah¨ªa del Alfacs, otra recomendaci¨®n es comer una paella o una fideu¨¢ en el chiringuito construido sobre palafitos en el mar, al que solo se puede llegar en barco. Mesas corridas, un ambiente festivo, buena cocina y un servicio diligente y amable son sus grades bazas.
En la carretera que une Sant Carles de la R¨¤pita con Amposta, a mano derecha hay un desv¨ªo que indica que hemos llegado a els Ullals de Baltasar. Se trata de un rinc¨®n de vegetaci¨®n ex¨®tica formado por siete peque?os lagos cuyas aguas proceden de las lejanas monta?as dels Ports y del Montsi¨¤. Una parada que realmente merece la pena. Y unos pocos kil¨®metros m¨¢s adelante se encuentra Amposta, capital de la comarca y el n¨²cleo m¨¢s importante de la zona. De Amposta, sobre todo, llama la atenci¨®n su puente colgante sobre el Ebro. Inspirado en el puente neoyorquino de Brooklyn, el de Amposta se construy¨® entre 1915 y 1921, aunque la aviaci¨®n italiana lo fulmin¨® en el a?o 1938. Una vez reconstruido y restaurado recientemente, ah¨ª sigue como un paso privilegiado en la cabecera del delta.
El parque natural del Delta del Ebro es la segunda zona h¨²meda m¨¢s importante de Espa?a tras el parque nacional de Do?ana y h¨¢bitat de numerosas especies de aves. Avistarlas es toda una aventura. Varios miradores emplazados en lugares privilegiados como la playa de Migjorn, la laguna de la l¡¯Encanyissada o el mirador del Zigurat de la playa de Riumar permiten contemplar espl¨¦ndidas bandadas de patos o el vuelo majestuoso de los flamencos. Aunque a veces no es necesario subir a lo m¨¢s alto para verlos. En un paseo por los distintos caminos y carreteras ¡ªmuchos de ellos discurren paralelos a las acequias y canales que nutren el delta¡ª es posible ver familias enteras de ¨¢nades, garzas reales e imperiales, charranes o fumareles pescando en los arrozales.
Este es un territorio para bicicletas, inmensamente llano, poco transitado y con infinidad de rincones a los que solo es posible acercarse a pie o sobre dos ruedas. Los senderos se?alizados que discurren por ambos m¨¢rgenes del r¨ªo y que llevan desde la localidad de Amposta hasta la isla de Buda son muy interesantes. Otro paseo muy recomendable es el que recorre el per¨ªmetro de la laguna de l¡¯Encanyissada, de unos 15 kil¨®metros de longitud; en bici se tarda unas dos horas en culminarlo. A lo largo del camino se hallan varias torres mirador, y en el punto de origen y en el final, una gran barraca donde adquirir productos aut¨®ctonos; un museo sobre las aves del delta emplazado en una gran construcci¨®n de madera de cien a?os de antig¨¹edad a la que llaman la Casa de Fusta y el restaurante L¡¯Estany, donde sirven aut¨¦ntica gastronom¨ªa de la zona, que va m¨¢s all¨¢ del arroz y el pescado y que se concreta en platos como el pato guisado, las ancas de rana, la anguila chapada o las ortigas rebozadas.
A un tiro de piedra queda el pueblo, blanco, blanqu¨ªsimo, de Poblenou del Delta, uno de los m¨¢s din¨¢micos de la zona. Fue creado en 1956 por el Instituto Nacional de Colonizaci¨®n con el nombre de Villafranco del Delta, que fue cambiado por el actual en 2003. Tiene una gran oferta de restaurantes y casas rurales, y dos hoteles que destacan por su innovaci¨®n y calidad. El cuatro estrellas Marjal Allotjament ofrece siete delicadas habitaciones decoradas con gusto; L¡¯Algadir del Delta tiene 11 habitaciones tem¨¢ticas, cada una con colores alusivos al entorno, sala de lectura con temas de ornitolog¨ªa y paisajes del delta, y ofrece un taller de reparaci¨®n y limpieza para los aficionados al kitesurf y al cicloturismo.
Bicicleta, bicicleta, bicicleta. Otro de los senderos recomendables es el que se acerca a la laguna de la Tancada y que tiene como visita uno de los centros de interpretaci¨®n y documentaci¨®n del delta de m¨¢s reciente creaci¨®n. M¨®nNatura Delta pertenece a la Fundaci¨®n Catalunya La Pedrera y est¨¢ ubicado en las antiguas salinas de la Trinidad. La visita permite conocer mejor la formaci¨®n y desarrollo de este territorio formado por aluviones, as¨ª como su fauna y flora end¨¦micas.
Kil¨®metros y kil¨®metros de playas de arena fin¨ªsima y escaso oleaje forman el litoral del delta. En la parte sur de la desembocadura hallamos las playas de Migjorn, con un chiringuito en verano; la del Serrallo, ampl¨ªsima y desierta, apta para nudistas; la de Eucaliptus, puerta de entrada a la pen¨ªnsula del Trabucador, con un c¨¢mping equipado con bungal¨®s y el hotel y restaurante Mediterrani Blau; y la del Trabucador, una manga de arena de m¨¢s de diez kil¨®metros que tiene la peculiaridad de contar con mar a ambos lados del arenal.
En la Punta del Fangar
En la vertiente norte del r¨ªo cabe destacar el paseo que va desde la playa de la Marquesa ¡ªdonde se halla el popular restaurante Vascos¡ª hasta la Punta del Fangar. Andar al caer la tarde por esta playa inmensa es algo que todo el mundo que visita el delta debe realizar. Son dos horas de camino a trav¨¦s de dunas doradas moteadas por matorrales que culminan en el faro del Fangar, que emerge en la arena rodeado de un panorama bell¨ªsimo.
La playa siguiente es la de Riumar, ubicada junto a la urbanizaci¨®n que le da nombre, con un confortable c¨¢mping, varios chiringuitos y restaurantes. Riumar conserva su orograf¨ªa dunar, que se protege con pasarelas de madera y tiene una belleza singular. Como las dem¨¢s, destaca por su amplitud y soledad.
El viento, la suave arena, las aguas tranquilas y su longitud hacen que Riumar y, sobre todo, el Trabucador sean un lugar perfecto para la pr¨¢ctica del kitesurf. Desde hace unos a?os es habitual ver estas peque?as velas abombadas y multicolores surcando el cielo. El Trabucador se ha convertido en referencia para los buscadores de emociones que llegan en tropel cuando se prev¨¦ la entrada del viento del Norte. Varias escuelas de kite, un chiringuito junto a la bah¨ªa y unas someras instalaciones les reciben. Tambi¨¦n es habitual ver surcar las aguas mansas de Dels Alfacs a las piraguas, los kayaks y las velas de paddle surf, que, por cierto, cada vez cuenta con m¨¢s adeptos.
Muy cerca de Riumar se encuentra la desembocadura del Ebro y, enfrente, la isla de Buda. Del r¨ªo parten distintos cruceros que se acercan a este espacio protegido y habitado por caballos tra¨ªdos desde la Camarga francesa. Buda fue una antigua propiedad privada y hoy est¨¢ administrada por la Generalitat de Catalunya; se requiere un permiso especial para visitar sus inmensos eucaliptos, su antigua aldea colonial y la ermita.
Desde el embarcadero de Riumar, donde se halla el restaurante Casa Nuri, muy popular y concurrido, parte tambi¨¦n el Santa Susana, un barco que navega por el r¨ªo al caer el d¨ªa y sirve cenas a bordo mientras se contempla la puesta de sol.
El r¨ªo es el otro gran escenario de los deportes de agua. Dos peque?os puertos fluviales ¡ªen Deltebre y Sant Jaume¡ª est¨¢n empezando a tomar fuerza alquilando piraguas y otro tipo de embarcaciones y ofreciendo los servicios imprescindibles.
En el embarcadero de Sant Jaume d¡¯Enveja tambi¨¦n se pueden tomar las golondrinas que pasean por la desembocadura (solo funcionan en verano). Junto a este se halla uno de los restaurantes m¨¢s recomendables de la zona, el Rac¨® del Riu, con una selecta cocina a base de arroces, guisos de pato y de pescado y marisco. Su fuerte, la terraza con vistas al r¨ªo y al puente de Lo Passador.
Al otro lado del puente est¨¢ Deltebre, donde se ha rehabilitado una de las pocas mas¨ªas tradicionales que existen en el delta para albergar un agradable y coqueto hotel, el Mas Prades. Sus cinco habitaciones con nombre de laguna invitan al descanso y la relajaci¨®n. Mas Prades tambi¨¦n tiene servicio de restaurante acorde con el nivel del hotel.
Deltebre es un pueblo extenso, con mucho car¨¢cter, como lo demuestran la cantidad de eventos y actos que se celebran a lo largo del a?o. Deltebre Dansa, con sus nueve a?os de historia, acogi¨® en la edici¨®n del pasado verano a m¨¢s de 150 participantes de 35 nacionalidades distintas, o el certamen po¨¦tico Bouesia, que lleva vivo m¨¢s de una d¨¦cada.
Techos de carrizo
En los ¨²ltimos a?os se ha recuperado la vivienda tradicional: las barracas hechas con barro y ca?as y techo de carrizo se han convertido en una de las mejores opciones de turismo rural de la zona. Hay m¨¢s de cincuenta ¡ªalgunas de uso particular¡ª y resulta una experiencia muy grata alojarse en ellas, ya que, gracias al uso de materiales naturales, resultan frescas en verano y muy c¨¢lidas en invierno. Se trata de una apuesta tur¨ªstica sostenible y respetuosa con el medio ambiente que recupera una forma de vida ya desaparecida.
Para conocer un poco mejor el delta y sus habitantes hay dos museos imprescindibles, el del parque natural, situado en Deltebre, y el Museo de la Mar de l¡¯Ebre, en Sant Carles de la R¨¤pita, inaugurado hace unos meses. El cultivo del arroz ha sido desde hace un par de siglos el motor econ¨®mico del delta y lo que ha definido su aspecto actual. Mares de arrozales, verdes en verano, dorados en oto?o, embarrados en primavera y como un gran estanque en invierno. Hoy es la base de su gastronom¨ªa, y los restaurantes de la zona, todos sin excepci¨®n, son maestros en el arte de cocinarlo. En ello tambi¨¦n tiene mucho que ver la gran calidad de la materia prima, con arroces como el Illa de Riu, que el pasado a?o gan¨® el Premio Superior Taste Award que otorga el International Taste & Quality Institute, y otros elaboradores m¨¢s peque?os como Lo Meu Arr¨°s o el Mol¨ª de Rafelet, que miman su producto con esmero y lo comercializan desde la propia explotaci¨®n. Estos ¨²ltimos, con molino de arroz hist¨®rico que se puede visitar. As¨ª que no hay que marcharse del delta sin haber probado una paella elaborada con arroz bomba, orgullo de los productores locales, y una copita de licor de arroz, dulce y untoso.
El Ebro es el hilo conductor de esta tierra que tambi¨¦n es rica en naranjos, olivos, huerta, fiestas populares y tradiciones. Cualquier excusa es buena para juntarse, preparar un arroz, cantar jotas e hilvanar versos ir¨®nicos, como las fiestas que se organizan en primavera con la plantada del arroz y en oto?o con motivo de la siega.
Si Sant Carles de la R¨¤pita define el ¨¢ngulo sur del delta, L¡¯Ampolla lo cierra en su v¨¦rtice norte. Esta antigua poblaci¨®n de pescadores, hoy eclipsados por la oferta tur¨ªstica, mantiene sin embargo parte de su encanto y adem¨¢s guarda las mejores calas de la zona. Una de las m¨¢s recomendables es Cap Roig ¡ªhay que guardar el secreto¡ª, recoleta y rodeada de vegetaci¨®n ciento por ciento mediterr¨¢nea. Cerca, otra agradable sorpresa, el restaurante Perales, con vistas impresionantes y unos arroces extraordinarios.
Gu¨ªa
Dormir
Comer
Cruceros
Deportes y otras actividades
Informaci¨®n
??Marjal Allotjaments (680 54 21 49; www.marjalallotjaments.com). Encanyissada. Fortalesa, 46. Poblenou del Delta (Amposta). Habitaci¨®n doble, desde 100 euros.
??L'Algadir del Delta (977 74 45 59; www.hotelalgadirdelta.com). Ronda dels Pins, 27-29. Poblenou del Delta (Amposta). Desde 67.
??Mas Prades (977 05 90 84; www.masdeprades.cat). Carretera T-340, kil¨®metro 8. Deltebre. La doble, desde 52 euros.
??La Barraca d'en Salvador (627 54 27 84; www.barracadesalvador.com). Deltebre. Tres casas con seis, siete y nueve plazas. A partir de 23 euros por persona; ni?os, 10 euros.
??Les Barraques del Pas (977 59 70 34; www.lesbarraquesdelpas.com). Sant Jaume d'Enveja. Casa rural para un m¨¢ximo de ocho personas. Desde 25 por persona y noche.
??Barraca Vilbor (657 80 00 85; www.casadeldelta.com). Sant Jaume d'Enveja. Casas para cuatro, cinco y seis personas. Fin de semana, desde 160 euros.
??Asmundo (977 74 01 18). Jes¨²s, 4. Sant Carles de la R¨¤pita.
??La Palmeras (977 74 23 95; www.restaurantlespalmeres.com/cas). Passeig Mar¨ªtim, 76. Sant Carles de la R¨¤pita.
??Chiringuito de la Costa (www.bahiagroup.com). Sant Carles de la R¨¤pita.
??L'Estany-Casa de Fusta (977 26 10 26; www.restaurantlestany.com). Partida l'Encanyissada. Amposta.
??Mediterrani Blau (977 47 93 10). Urbanizaci¨®n Eucaliptus. Amposta.
??Mas Prades (977 05 90 84; www.masdeprades.cat). Carretera T-340, km 8. Deltebre.
??Perales (977 46 04 89; www.perales.cat). L'Ampolla.
??Casa Nuri / Lo Mas de Nuri (977 48 01 28, 977 26 76 72; www.restaurantnuri.com). Carretera final Goles de l'Ebre, s/n. Deltebre.
??Rac¨® del Riu (977 46 83 78; www.racodelriu.com). Ebre, s/n. Sant Jaume d'Enveja.
??Butterfly Charters (660 90 71 89; www.butterfly-charters.com). Sant Carles de la R¨¤pita.
??Estaci¨®n N¨¢utica de Sant Carles de la R¨¤pita (www.enlarapita.com).
??Barco-restaurante Santa Susana (977 48 01 28; 977 26 76 72; www.santasusana.es). Goles de l'Ebre, s/n. Deltebre.
??Creuers Delta de l'Ebre (977 48 01 28, 977 26 76 72; www.creuersdeltadelebre.com). Goles de l'Ebre, s/n. Deltebre.
??Bah¨ªa Mar Group (www.bahiagroup.com). Sant Carles de la R¨¤pita.
??Radical Surfex (670 35 32 84; www.radicalsurfex.com; www.lacentraldelkite.com).
??Xtremkite (687 74 91 96).
??Natura y Aventura (977 74 29 87; www.naturayaventura.com). Plaza de Espa?a el C¨®c, 18. Sant Carles de la R¨¤pita.
??M¨®n Natura Delta de l'Ebre (977 05 38 01; www.monnaturadelta.com). Pol¨ªgon 78, parcel¡¤la 7. Carretera del Poblenou a les Salines, s/n. Amposta.
??Turismo de Sant Carles de la R¨¤pita (www.turismelarapita.com/es).
??Terres de l'Ebre (www.terresdelebre.travel).
??Turismo de Deltebre (www.turismedeltebre.com).
??Turismo de Amposta (www.turismeamposta.cat).
??Turismo de L'Ampolla (www.ampolla.org).
??Turismo de Poblenou del Delta (www.poblenoudeldelta.es).
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