?Que te come el megaterio!
Visita a los sorprendentes f¨®siles del museo de Ciencias Naturales de Valencia
Nueve de agosto de 1889. Valencia vive un momento vibrante de dinamismo econ¨®mico y social. Como un hijo pr¨®digo, el ingeniero valenciano Jos¨¦ Rodrigo Botet regresaba de las Am¨¦ricas con un regalo inusual: una de las mejores colecciones europeas de mam¨ªferos f¨®siles del Cuaternario sudamericano. El indiano hab¨ªa acumulado una considerable fortuna en la construcci¨®n del ferrocarril argentino. En un lugar en que dabas una patada y encontrabas un f¨®sil, se aficion¨® a coleccionarlos. Botet lleg¨® con su legado, primero a Barcelona en barco y despu¨¦s a Valencia en un tren fletado para la ocasi¨®n, donde fue recibido entre v¨ªtores por sus compatriotas.
La importancia de estos ejemplares, reunidos actualmente en el Museo de Ciencias Naturales de Valencia, va m¨¢s all¨¢ de su valor hist¨®rico y extraordinario estado de conservaci¨®n: el visitante tiene la ocasi¨®n de ver las mismas especies que Charles Darwin durante su famoso viaje en el bergant¨ªn Beagle.Estas observaciones le llevaron a elaborar una teor¨ªa de la evoluci¨®n que revolucion¨® las concepciones sobre el origen de la vida y acab¨® convirti¨¦ndose en el pilar de la biolog¨ªa moderna. Un esqueleto completo de megaterio, uno de los mam¨ªferos m¨¢s grandes que han existido, pariente de los perezosos y armadillos actuales, es la pieza estrella de la colecci¨®n. El ejemplar valenciano, con el de Madrid, Par¨ªs y Londres, es uno de los cuatro existentes en Europa.
Encontrar un espacio para almacenar, montar y exhibir aquel conjunto de fr¨¢giles esqueletos de animales gigantescos no result¨® f¨¢cil. La colecci¨®n estuvo buscando su lugar durante casi un siglo. En 1902, el Ayuntamiento propuso la construcci¨®n del Palacio Valenciano de Ciencias Naturales en los Jardines del Real. El proyecto fracas¨® por falta de presupuesto. Por fin, en 1908 se inaugur¨® el Museo Paleontol¨®gico Municipal en el edificio del Almud¨ªn, que, pese a no reunir las condiciones adecuadas, se hizo muy popular por su c¨¦ntrica ubicaci¨®n. All¨ª se finaliz¨® el montaje de los f¨®siles, una tarea que hab¨ªa iniciado con criterios modernos el naturalista valenciano Eduardo Bosc¨¢, partidario convencido de Darwin.
El periplo de la colecci¨®n no hab¨ªa terminado. En 1994 se propuso aprovechar el singular edificio racionalista del arquitecto Luis Gay en los Jardines del Real, el antiguo restaurante Viveros, para hacer realidad aquel proyecto abandonado de principios de siglo. En el espacio donde antes se distribu¨ªan mesas y camareros se comenzaron a exhibir los esqueletos de los antepasados gigantes del armadillo, el oso, el caballo y un esqueleto humano de gran valor, el del hombre de Samboromb¨®n, cuyas peculiaridades llevaron a algunos cient¨ªficos al error de adelantar el origen del hombre a la edad terciaria.
Un paseo por el g¨®tico
Para llegar al Museo de Ciencias Naturales proponemos un paseo por el g¨®tico civil. Comenzaremos en el antiguo emplazamiento del paleontol¨®gico, el Almud¨ªn, singular¨ªsimo edificio convertido en sala de exposiciones. Como despensa de harina y trigo, era el banco de la ¨¦poca, un lugar celosamente guardado construido a salvo de las inundaciones del r¨ªo Turia en el lugar m¨¢s alto de la ciudad.
El visitante encontrar¨¢ un entorno rebosante de historia. En los locales frente al edificio, alrededor de las 10.30, es recomendable compartir con los locales su sentido hedonista de la vida y saborear un esmorzar (almuerzo) que, seg¨²n mandan los c¨¢nones, consta de entrep¨¤ (bocadillo), canya (cerveza peque?a) o vermut (de Reus en el bar Almud¨ªn) y caf¨¦ del tiempo (caf¨¦, hielo y una rodaja de lim¨®n).
En el entorno catedralicio, el Micalet, su campanario, act¨²a como icono y referencia para los valencianos. Escuchar sus campanas, subir a las alturas y contemplar a vista de p¨¢jaro la ciudad es altamente recomendable. La bas¨ªlica de la Virgen, la catedral, el edificio g¨®tico de la Generalitat Valenciana y la plaza de la Almoina, centro del foro romano y lugar fundacional de Valencia, se sit¨²an a tiro de piedra.
Retomaremos nuestra ruta hacia el Museo de Ciencias Naturales desde el Almud¨ªn por el camino que lleva a Roma: la V¨ªa Augusta, actual calle del Salvador. Como no pod¨ªa ser de otra forma, encontraremos un restaurante regentado por italianos, el recoleto Casa Tua. Superando el requiebro de la calle saldremos directamente al antiguo cauce del r¨ªo Turia, convertido en uno de los jardines m¨¢s largos de Europa. Se abren varias posibilidades. A la izquierda, las Torres de Serranos, antigua puerta de la muralla cristiana; caminado al frente, el puente de la Trinidad, el m¨¢s antiguo de los 18 sobre el Turia, excelente muestra de ingenier¨ªa civil g¨®tica y referencia urban¨ªstica fundamental para los ciudadanos.
El Museo de Bellas Artes se sit¨²a justo al otro lado del puente. Alberga una de las pinacotecas m¨¢s ricas del Espa?a y en ¨¦l destaca el espectacular patio renacentista del embajador Vich construido con m¨¢rmoles de G¨¦nova. Una puerta del patio comunica con los Jardines del Real, en su origen patio de recreo de los reyes de la taifa de Valencia que fueron huertos hasta entrado el siglo XX. En la actualidad, los jardines ocupan una amplia superficie con espacios para todos los gustos: un circuito de coches para ni?os y ni?as, estanques atravesados por pontones de madera, una rosaleda, ¨¢rboles de gran porte, una laguna poblada de patos y una gran explanada en la que se ubica el Museo de Ciencias Naturales, lugar de destino.
Gu¨ªa
Informaci¨®n?
Comer
??Museo de Ciencias Naturales. Jardines del Real. 962 08 43 13. De martes a domingo, y festivos: de 9.30 a 19.00. Precio general: 2 euros; domingos y festivos, gratis.
??Bar Almud¨ªn. Calle del Almud¨ªn, 16. Sirven vermut de Reus.
??Bar Samaruc. Calle del Almud¨ªn, 14. Deliciosas tortillas.
??Kiosko La P¨¦rgola. Passeig de l'Albereda, 1. Llano del Real. 963 69 90 79. Muy aut¨¦ntico.
{ "active": true, "code": "187529", "elementType": "offerExtension", "id": 15, "name": "VALENCIA", "service": "tripadvisor" }
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.