Tres planes curiosos en Londres

Si ya has visto el cambio de guardia en Buckingham Palace, visitado los mercados y museos de rigor o incluso te has aventurado por barrios de moda como Dalston o Shoreditch, quiz¨¢ busques algo diferente. Porque en Londres tambi¨¦n puedes merendar rodeado de lindos gatitos, pedir un c¨®ctel en lo que fueron lavabos p¨²blicos o tomar un buen taz¨®n de cereales con leche en un caf¨¦ con m¨¢s de cien clases diferentes.

01 T¨¦ con ronroneo

Lady Dinah¡¯s Cat Emporium Caf¨¦

Lauren Pears, una australiana que lleva unos cinco a?os en Londres, decidi¨® dejar su ajetreada vida como programadora de juegos y dedicarse en cuerpo y alma a algo m¨¢s satisfactorio: abrir un caf¨¦ para gatos. Para ser m¨¢s exactos, con gatos que residen en el caf¨¦ permanentemente y (humanos) amantes de los mininos que acuden al local. Hace exactamente un a?o, en marzo de 2014, Lady Dinah¡¯s (152-154 Bethnal Green Road) abri¨® sus puertas en el barrio de Bethnal Green, al este de Londres, y desde entonces cuelgan el cartel de completo casi todos los d¨ªas.¡±No he tenido un solo d¨ªa de vacaciones, pero estoy muy contenta con la respuesta de la gente¡±, dice Pears mientras juega con Donnie, uno de los 12 gatos (ha acogido dos m¨¢s recientemente, procedentes todos ellos de albergues) que viven y se dejan querer en el caf¨¦. Y es que la primera semana recibieron m¨¢s de 20.000 peticiones para reservar mesa en Lady Dinah. ¡±Aunque no es perfecto, tuvimos que instalar un sistema de reserva a trav¨¦s de la web porque, si no, era imposible¡±. Se puede intentar entrar sin cita previa, pero hay que evitar los fines de semana o las horas de la comida y la cena.

El tiempo m¨¢ximo de estancia es de una hora y media (m¨¢s que suficiente) y hay que pagar 6 libras (8 euros) de entrada por persona (las consumiciones van aparte), que se dedican al cuidado y manutenci¨®n de los gatos. El caf¨¦ abre de 9 de la ma?ana a 9 de la noche y cierra una hora por la tarde (de tres a cuatro) para que los gatos duerman la siesta. Es realmente bonito, muy agradable, limpio y nunca reservan todas las mesas para que los gatos no se agobien. Aparte de las normas de sentido com¨²n, como no despertarles o darles de comer, uno puede pasar un rato estupendo tomando un t¨¦ con madalenas en casa de Petra, Romeo, Loki o Mue, quienes, si tienes suerte, jugar¨¢n contigo o se dejar¨¢n acariciar.

Solo para amantes del mundo gatuno o aquellos que se quieran iniciar.

02 Antojo de cereales

Cereal Killer Caf¨¦

Los gemelos Gary y Alan Keery, nacidos en Belfast, salieron una noche de juerga y de camino a casa, ya por la ma?ana, tuvieron un antojo de cereales para desayunar y no encontraron ni un solo local donde satisfacer tan repentino capricho en todo Londres. De ah¨ª surgi¨® la idea de uno de los caf¨¦s m¨¢s originales de la capital brit¨¢nica, que abri¨® sus puertas a finales del pasado a?o.

Cereal Killer Caf¨¦ (139 Brick Lane) dispone de m¨¢s de 100 clases de cereales aparecidas en el mercado a lo largo de las ¨²ltimas d¨¦cadas, con merchadasing de los personajes m¨¢s famosos de cada ¨¦poca incluido, utilizados entonces como gancho publicitario de las diferentes marcas. As¨ª, entre el batiburrillo de decenas de cajas de cereales expuestos por todo el local, los personajes de La Guerra de las Galaxias comparten estanter¨ªa con Dora la Exploradora, Pedro Picapiedra, todas y cada una de las princesas Disney o la infinidad de clases de Cheerios.

El caf¨¦, de dos plantas, abre a las 7 de la ma?ana y cierra a las 10 de la noche, porque este no es solo para desayunar. Al mediod¨ªa o a las tres de la tarde est¨¢ tan lleno como a las ocho de la ma?ana. Adem¨¢s del desayuno, uno puede tener reuniones de trabajo (abundan en la zona empresas y oficinas), citas amorosas o acudir simplemente para encontrarse con un amigo tomando un caf¨¦. Todo discurre como en casa, alrededor de un buen taz¨®n de cereales. Tambi¨¦n se sirven tostadas con todo tipo de cremas dulces y caf¨¦ para anti cerealistas.

Para pedir tu taz¨®n ideal hay que seguir tres simples pasos: primero uno elige los cereales que quiere (la oferta es infinita); despu¨¦s la clase de leche (adem¨¢s de las cl¨¢sicas entera, semi y desnatada hay leche de soja, de avellana, de almendra, de coco, de vainilla o yogurt) y, finalmente, los toppings (elementos que se a?aden por encima) a elegir entre diferentes tipos de chocolate, galletas, nubes, entre otros. El precio final es de unas 3.50 libras (unos 5 euros).

03 Fiesta en los lavabos

Ladies and Gents Cocktail Bar

Cuando uno pasa por delante siguen pareciendo lo que fueron en su d¨ªa realmente, unos lavabos p¨²bicos. El cartel original reza Ladies and Gents (se?oras y caballeros) y est¨¢ encaramado al final de un calle amplia de Kentish Town, al norte de Londres. Por la noche incluso despista m¨¢s porque se ilumina con luz de ne¨®n y uno no sabe muy bien a que atenerse. Las escaleras para bajar son tan dif¨ªciles y empinadas como la de todos los lavabos p¨²blicos subterr¨¢neos, de los que casi no quedan en Londres con este fin.

Una vez dentro, poco queda de su antigua usanza, aunque los due?os han conservado parte de los azulejos blancos de toda la vida y un par de cisternas de pared que, ahora, comparten espacio con el mobiliario de un bar de copas. Porque, desde hace poco m¨¢s de un mes, Ladies and Gents (2 Highgate Road NW5 1NR ) es oficialmente una cocteler¨ªa instalada en un antiguo ba?o p¨²blico. No es el ¨²nico en Londres que ha recuperado este espacio algo escatol¨®gico, pero s¨ª el m¨¢s reciente. Diminuto pero muy acogedor, la carta de c¨®cteles es espectacular. De hecho, su delicioso Rhubarb&Custard (ruibarbo y natillas) se ha hecho famoso en solo un mes, ya que se sirve en el bote original de una famosa marca de natillas en polvo brit¨¢nica. Abre a partir de las 5 de la tarde y casi siempre est¨¢ lleno. Para conseguir mesa los fines de semana hay que llegar muy pronto. Muchas noches hay tambi¨¦n m¨²sica en directo, normalmente jazz, con bandas de no m¨¢s de tres m¨²sicos. No hay espacio para m¨¢s.

Los due?os de Ladies and Gents pasaron por una aut¨¦ntico calvario antes de obtener el permiso de las autoridades locales, ya que muchos vecinos se negaron en redondo a aceptar la petici¨®n, alegando posibles problemas de ruido. Solventado el escollo, se ha convertido en uno de los bares del momento en la capital brit¨¢nica.

M¨¢s pistas y sorpresas para tu escapada londinense aqu¨ª

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