Diez playas de Andaluc¨ªa para las vacaciones de Semana Santa
Calas andaluzas imprescindibles para disfrutar en primavera
Nadie puede resistirse a los encantos del Sur. Calor y color en aumento destilan los arenales andaluces durante esta primavera embrionaria. La Semana Santa es un momento ideal para volver a visitar las calas tras el par¨®n del invierno. Aqu¨ª van diez playas que no hay que perderse en Andaluc¨ªa. ?
Las Redes, El Puerto de Santa Mar¨ªa, C¨¢diz.
El de Santa Catalina es un play¨®n de 4 kil¨®metros cuyos sectores se reconocen por el nombre de las urbanizaciones. Las Redes, cercana a las dunas del pinar de Mochicle, exhibe una vast¨ªsima cinta de arena, mayormente en bajamar, id¨®nea para descansar la mirada en la ciudad de C¨¢diz y, por estas fechas, en un disco solar que cae por el mar quitando el sent¨ªo. ?Nuestro mejor aliado desde el desayuno hasta la cena? El chiringuito Salvador (m¨¢s informaci¨®n, aqu¨ª).
El Sombrerico, Moj¨¢car, Almer¨ªa.
Es este el final del culo de saco naturista que arranca en el castillo de Macenas. Sus 600 metros de gravilla y arena lucen maravillosamente en la pel¨ªcula La isla del tesoro (1972), con Orson Welles encarnando a Silver el Largo. El chiringuito Manac¨¢ es heredero de la empalizada levantada durante el rodaje. M¨¢s all¨¢, y siempre que no act¨²e el viento de levante, se alcanzan a pie restos volc¨¢nicos. La serenidad del lugar, el farall¨®n que adopta la forma de un pulgar de gigante, el islote-sombrero y el colorido de las rocas ¨Camalgama de granates, ocres y morados- agudizan la sensibilidad del ba?ista nudista.
3) HAY ENCANTO EN MATALASCA?AS
Torre la Higuera, Almonte, Huelva.
El parque Dunar es el reverso de la moneda al proceso urbanizador. Dejamos el coche en la oficina de turismo y nos encaminamos por la estupenda pasarela diagonal entre pinos y dunas, hasta que el acantilado de dunas f¨®siles impida continuar. Desde all¨ª se distingue una extra?a mole p¨¦trea, que no es sino la base de la torre almenara de la Higuera, abatida por el tsunami causado por el terremoto de Lisboa (1755); durante la marea menguante se puede tocar con solo mojarse los tobillos. Cuando el sol est¨¢ ya pr¨®ximo a declinar, la base del faro es un ir y venir de parejas. Apuntar: taberna T¨ªo Paco y hotel Do?ana Blues (www.donanablues.com).
Playa de Maro, Nerja, M¨¢laga.
La playa mare?a por antonomasia (no confundirla con otras de Maro) consta de 200 metros respaldados por paredes pronunciadas, salvajes; completa su faz la torre vig¨ªa. La bajada acondicionada y el chiringuito tienen su explicaci¨®n: se encuentra en la antesala de los 12 kil¨®metros de estrecha franja costera declarada paraje natural Acantilados de Maro-Cerro Gordo. Son estos meses los m¨¢s aconsejables para soslayar la masificaci¨®n estival de la Costa del Sol. Si el aparcamiento est¨¢ completo, lo mejor es dejar el coche en las calles de Maro y bajar a pie (unos 20 minutos).
Ba?os de Claudia, Tarifa, C¨¢diz.
La pedan¨ªa tarife?a de Punta Paloma es el punto de salida senderista, con idea de regresar a la hora de comer para dar cuenta del pescado fresco local (borriquete para quien no lo conozca) en el restaurante El Mirlo (elmirlo.es). Ganando la playa y costeando por el sendero que saca partido al parque natural del Estrecho llegaremos en media hora a los ba?os de Claudia, aguas embalsadas en bajamar por las paredes rocosas y hojaldradas propias del flysch, longitudinalmente tiradas en paralelo a la orilla. De este ambiente de relax y naturismo solo cabe la proliferaci¨®n selv¨¢tica de adjetivos.
Marina del Este, Almu?¨¦car, Granada
El de Marina del Este es uno de los puertos deportivos m¨¢s agradables de cuantos existen en Andaluc¨ªa. El apartado urban¨ªstico fue obra de Melvin Villarroel, arquitecto con abundante obra en la Costa del Sol. Contigua est¨¢ la cala de arena gruesa usufructuada por los amantes del sol, especialmente cuando sopla el inc¨®modo viento de poniente. Marina del Este siempre registra un lento trasiego de buzos en traje de neopreno ¨Cexisten 5 escuelas en La Herradura-, dado los ricos ecosistemas presentes en sus fondos. Un buen punto para iniciarse.
Casita Azul, Isla Cristina, Huelva.
Se trata de un bosquete litoral de pino pi?onero y retama blanca bien defendido del oleaje por un cord¨®n dunar de arena fina. La Ruta del Camale¨®n, PR-131, es un sendero que discurre en paralelo al Atl¨¢ntico (no es f¨¢cil ver a los camaleones comunes, expertos en camuflajes, aunque muchos no cejan en la labor detectivesca). Sumemos un play¨®n que se esponja tanto como desee quien lo camine y un centro de interpretaci¨®n volcado en Isla Cristina como destino tur¨ªstico. Con estos mimbres se redondea una jornada muy particular en la Costa de la Luz onubense. A partir de Semana Santa abre el restaurante La Gola Playa (lagolaplaya.es), de atractiva relaci¨®n calidad-precio.
Punta Entinas, El Ejido, Almer¨ªa
Salimos de Roquetas de Mar dejando a la izquierda el vial al faro del Sabinar (merece la pena acercarse a pie a la cala del faro) y seguimos todo derecho por camino de tierra en cuanto el asfalto gira bruscamente a mano derecha buscando Almerimar. Los arenales del paraje natural de Punta Entinas-Sabinar, situado en el Poniente almeriense,gozan de alto valor ecol¨®gico. No exagera el folleto: ¡°uno de los mejores ejemplos de ecosistema dunar de la cuenca mediterr¨¢nea¡±. Crece vegetaci¨®n de sabinas y lentiscos (antes llamados entinares) como s¨®lo veremos en Do?ana. Y, si por desertada tiene encanto, por carecer de instalaciones lo tiene a¨²n m¨¢s. Antes o despu¨¦s podremos ver las nutridas colonias de aves posadas en los aguazales (llevar prism¨¢ticos). Hay que aprovechar: el verano los mosquitos son due?os y se?ores del lugar.
Marbella, M¨¢laga
Su afluencia de yates y su ambiente cosmopolita ¨²nico merecen una caminata desde Marbella a Puerto Ban¨²s -unos 75 minutos. Desde la desaparici¨®n del espig¨®n del Marbella Club, la costa ha ganado arena de forma notoria. Seguimos costeando hasta el cl¨¢sico chiringuito Victors Beach Bar, en un enclave excepcional donde poder tomar una cerveza, dejando para el final del d¨ªa los mojitos en el Astral Cocktail Bar de Puerto Ban¨²s. Regreso en autob¨²s.
Carchuna-Calahonda, Motril, Granada
La playa de Calahonda siempre ha gozado, por sus aguas transparentes, de muy justificadas simpat¨ªas por parte de los motrile?os. Un embarcadero casi testimonial, El Rinc¨®n, guarda las esencias pesqueras en este ¨¢mbito de piedrecillas y grava al socaire del levante. A la altura de la iglesia est¨¢ el sector menos frecuentado y de chinos (cascajos) m¨¢s finos. Hay que doblar luego la punta para ver la curiosa torre doblada (siglo XVI), El Farillo (sirvi¨® de faro), hundida en un tramo de playa de Carchuna algo inseguro para el ba?o. Para remediar el desmoronamiento de la torre, los ingenieros decidieron levantar en 1777 el fort¨ªn de Carchuna.
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