?Ya te veo, pajarito!
Gu¨ªa para ornit¨®logos primerizos: ocho aves que se pueden ver f¨¢cilmente en Espa?a
Contemplar p¨¢jaros en su entorno natural es una afici¨®n relajante. Proponemos una gu¨ªa para ornit¨®logos primerizos: ocho aves que se pueden ver f¨¢cilmente en Espa?a.
ABUBILLA
Se observa todo el a?o en la mitad sur peninsular.
Esta migratoria transahariana de singular cresta inverna en los c¨¢lidos bosques caducifolios del extremo meridional de la Pen¨ªnsula, como el parque de los Alcornocales (C¨¢diz).
CARBONERO
Vive en zonas arboladas de toda Espa?a, salvo Canarias.
De alegre plumaje y blancas mejillas, su repetitivo canto (chi-chip¨¢n) inunda los bosques en primavera. Muy sociable, es visible incluso en parques urbanos, como el Retiro de Madrid.
CERN?CALO
Presente en zonas agr¨ªcolas de campo abierto.
Rapaz diurna, se puede contemplar al transitar por carreteras secundarias, mientras permanece inm¨®vil en el aire oteando a sus presas. En La Mora?a (?vila) se fomenta su cr¨ªa.
CORRELIMOS
Aparece en costas y humedales en ¨¦poca migratoria.
Para observar su curioso correteo hay que mojarse los pies, pues inverna o est¨¢ de paso en muchos puntos del litoral peninsular. Por ejemplo, en la ensenada de O Grove, en Pontevedra.
HERRERILLO
Reside durante todo el a?o en arboledas abiertas.
Peque?os y encantadores, los machos lucen su plumaje amarillo y azul cobalto en los vuelos primaverales. Sus trinos inundan los bosques, como los encinares extreme?os.
JILGUERO
Habitual en dehesas y olivares de toda la Pen¨ªnsula.
De vistoso canto e inconfundible careta roja, es una especie muy extendida por toda Espa?a. Por ejemplo, en la campi?a cordobesa, de olivares y monte mediterr¨¢neo abierto.
PETIRROJO
Le gusta el fr¨ªo y pasa el verano en las monta?as.
Un pajarito muy en¨¦rgico y de tama?o peque?o, se distingue f¨¢cilmente por la mancha roja de su pecho. Prefiere ambientes frescos, como los bosques caducifolios de los Picos de Europa.
VERDER?N
Com¨²n en arboledas de todo tipo, tambi¨¦n urbanas.
Su capacidad de adaptaci¨®n a cualquier h¨¢bitat permite observarlo en parques y jardines de muchas ciudades o, por ejemplo, en los campos de naranjos de la franja levantina.
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