La vida, una caja de bombones
Del banco de Forrest Gump a la granja de la escritora Flannery O¡¯Connor, ruta por el sur de Estados Unidos
En 1931, cuando la escritora estadounidense Flannery O¡¯Connor (1925-1964) ten¨ªa cinco a?os, los noticiarios Path¨¦ mandaron a un c¨¢mara de la oficina central de Nueva York al patio trasero de la familia O¡¯Connor, en Savannah (Georgia). El acontecimiento la marc¨® para toda la vida, como confes¨® ella en la revista Holiday de septiembre de 1961, casi tres d¨¦cadas despu¨¦s. Pero el prop¨®sito de la visita no era exactamente filmarla a ella (?qui¨¦n iba a imaginar que esa ni?a se convertir¨ªa en uno de los mitos literarios del siglo XX?), con su mejor abrigo cruzado oscuro y un gorrito de punto, sino m¨¢s bien a su bantam cochin beige, la gallina a la que, seg¨²n dec¨ªan, hab¨ªa ense?ado a caminar hacia atr¨¢s. Adem¨¢s de ser este su primer contacto con la fama, pues la sacaron en un noticiario cinematogr¨¢fico que fue visto en todo el pa¨ªs, creo que la an¨¦cdota nos acerca a la personalidad subversiva y al desafiante universo literario de la autora de relatos como La buena gente del campo o Un hombre bueno es dif¨ªcil de encontrar.
Y justo aqu¨ª, en Savannah, en la casa adosada georgiana de tres pisos de los O¡¯Connor, que se conserva tal y como era en 1931 ¡ªy que, de no ser porque fue el lugar en el que la escritora pas¨® su primera infancia, no tendr¨ªa mayor importancia¡ª, empieza nuestra ruta literaria por el Deep South, el profundo sur.
Porque Savannah, de la que se dice que es la ciudad m¨¢s bonita de Estados Unidos, desbordante de jazmines en flor en primavera, con plazas ornamentadas con fuentes y estatuas, as¨ª como hermosas casas con porche anteriores a la guerra de Secesi¨®n, no es solo el lugar de nacimiento de Flannery O¡¯Connor. Podr¨ªamos decir que es uno de los puertos m¨¢s importantes del sur, o la ciudad m¨¢s hechizada de Estados Unidos (por sus m¨¢s de 80 cementerios y cerca de 50 edificios encantados donde se datan fen¨®menos supuestamente paranormales), o la localidad con mayor variedad de ¨¢rboles, entre los que destacan aquellos cubiertos del ex¨®tico musgo espa?ol (spanish moss). Pero, quiz¨¢, el detalle que el viajero nunca olvida es el siguiente: la escena de la pel¨ªcula Forrest Gump en la que el protagonista explica que ¡°la vida es como una caja de bombones, nunca sabes cu¨¢l te va a tocar¡± est¨¢ filmada en Savannah en un banco de una de las plazas. Banco que, como suele ocurrir en Estados Unidos con este tipo de reliquias cinematogr¨¢ficas, ya no est¨¢ porque fue trasladado a un museo.
Gu¨ªa
C¨®mo llegar
? KLM (www.klm.es) y Delta (www.delta.com) vuelan a Savannah con escala en Atlanta.
? Turismo de Savannah: visitsavannah.com
Y para seguir con Flannery O¡¯Connor y su universo literario, a unas tres horas de viaje de Savannah, otra de las ciudades situadas en el Deep South es Milledgeville, antigua capital de Georgia de 1804 a 1868. Aqu¨ª es donde la escritora vivi¨® desde los 13 a?os, donde estudi¨® (primero en la escuela de primaria Peabody, exclusiva para blancos, y luego en el Georgia State College para mujeres) y donde muri¨® a los 39, aquejada de lupus, despu¨¦s de haberse recluido en la granja familiar junto a su madre, y en donde, a parte de escribir lo mejor de su obra, dio rienda suelta a la pasi¨®n de su infancia: la cr¨ªa de aves y, particularmente, pavos reales.
Es por ello que uno de los grandes atractivos de esta ciudad, sobre todo para los seguidores de la escritora, es esta granja, Andalusia Farm, situada en la Highway 441, a unas cuatro millas del campus universitario, que, curiosamente, es tambi¨¦n ¡ªy como ocurre con frecuencia en Estados Unidos¡ª el Downtown o centro de la ciudad.
Entrar en Andalusia Farm (andalusiafarm.org) es poner un pie en el extraordinario universo literario de Flannery O¡¯Connor, sobre todo en el relato La buena gente del campo. El nombre de la granja, que es lo primero que llama la atenci¨®n al visitante espa?ol, no lo escogi¨® ella, sino que cuando la familia compr¨® la propiedad ya se llamaba as¨ª. El complejo, que comprende unos 21 acres de un total de 500, est¨¢ compuesto por la casa (con varias estancias, entre las que destaca la cocina con su refrigerador, que la escritora le compr¨® a su madre cuando empezaba a hacer algo de dinero y que, con la iron¨ªa que le caracterizaba, calific¨® en una de sus cartas como "uno de esos que te escupen cubitos de hielo a la cara"), una pajarera, el granero equipado con cobertizo y procesadora de leche, un establo, una estaci¨®n de bombeo y tres casas de aparceros. Se puede pasear por el complejo, visitar el estanque y disfrutar de la variedad de animales como ciervos, cerdos salvajes, ¨¢guilas, zorros, p¨¢jaros acu¨¢ticos, as¨ª como reptiles y anfibios. Sin duda toda una experiencia para los lectores de la escritora.
A unos tres cuartos de hora de la granja, siguiendo la Highway 441, llegamos a Eatonton, lugar de nacimiento de Alice Walker y tambi¨¦n de George Chandler Harris. Llama la atenci¨®n que tan pocas millas a la redonda hayan sido la cuna de tres magn¨ªficos escritores, y por eso hay en esta ciudad un museo dedicado a ellos, el Georgia Writers Museum (www.georgiawritersmuseum.com/), con un interesante despliegue de fotos, textos y recuerdos.
Y es que, cuando uno viaja por esta regi¨®n de Estados Unidos y empieza a ver la exuberante vegetaci¨®n, las casas coloniales con su porche y hamacas, los viejos graneros abandonados, las iglesias de madera de todos los ritos, empieza a comprender. Sin duda esta fertilidad literaria es consecuencia del paisaje, y, fundamentalmente, del desgarramiento que produjo la escisi¨®n entre el apego a las viejas costumbres feudales del sur, anteriores a la guerra de Secesi¨®n (1861-1865), y la necesidad de aceptar un nuevo orden que romp¨ªa con la esclavitud y todo lo anterior (tema magistralmente narrado en el relato de William Faulkner Una rosa para Emily).
Una m¨¢quina de coser
De Faulkner y tambi¨¦n, por supuesto, de Flannery O¡¯Connor, bebi¨® Alice Walker (escritora afroamericana que recibi¨® el Premio Pulitzer en 1983 por la novela El color p¨²rpura, en la que se bas¨® la pel¨ªcula del mismo nombre dirigida por Steven Spielberg). Nacida en la granja que, junto con la iglesia a la que iba todos los domingos, a¨²n hoy se puede visitar en Eatonton, fue la octava y ¨²ltima hija de nietos de esclavos y aparceros en esta peque?a comunidad agr¨ªcola sure?a. Cuando uno visita la sencilla granja se imagina a esta familia y, sobre todo, a la madre regal¨¢ndole aquellos tres objetos que marcaron el destino de la escritora: una m¨¢quina de coser que le permitir¨ªa ser independiente, una maleta para que viajara y una m¨¢quina de escribir.
En Eatonton tambi¨¦n podemos visitar el Museo Uncle Remus (www.uncleremusmuseum.org), dedicado a este entra?able personaje de Joel Chandler Harris (1804-1868), llevado al cine por Walt Disney con la pel¨ªcula de 1946 Song of the South (Canci¨®n del sur). Este escritor es conocido en Estados Unidos como autor de las Uncle Remus stories o Historias del t¨ªo Remus, f¨¢bulas morales inspiradas en el folclore, originalmente escritas en el dialecto afroamericano que escuch¨® de boca de un viejo esclavo negro cuando trabajaba en la imprenta de una plantaci¨®n.
Y para el que a¨²n le quede tiempo y ganas de ciudad grande y m¨¢s literatura, de Eatonton se puede viajar hasta Atlanta (a unas dos horas), en donde est¨¢ la casa en la que naci¨® Margaret Mitchell, la autora de la novela Lo que el viento se llev¨®. O¡¯Connor fue a ver la pel¨ªcula en 1939 (en cuyo estreno se vio desfilar a los flamantes Clark Gable y Vivien Leigh) y su opini¨®n sobre ella fue contundente: ¡°Estoy hastiada de la guerra de Secesi¨®n¡±. M¨¢s adelante, no dejar¨ªa de burlarse en varios de sus cuentos del sentimentalismo que impregna la novela.
Cristina S¨¢nchez-Andrade es autora de la novela Las inviernas (Anagrama).
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