Savannah, dulce sur

Savannah es como una joya del g¨®tico sure?o de Estados Unidos, con una tradici¨®n capaz de satisfacer a cualquier buscador de curiosidades. La historia est¨¢ profundamente arraigada en el centro de la ciudad (de unos 142.000 habitantes), compuesto por 21 plazas o alas, como se las llama, una referencia a los principios del arquitecto romano Vitruvio, con un trazado pensado para protegerse de las invasiones y poder ser al mismo tiempo autosuficiente.

Fundada en 1733, fue una de las primeras ciudades estadounidenses planificadas. Los animales pod¨ªan vivir en la zona verde de estas plazas cuando las familias pudientes constru¨ªan una junto a otra sus grandes casas en el casco viejo, y a la vez se pod¨ªa compartir este espacio con grandes edificios p¨²blicos e iglesias. Los ¨²nicos animales que hoy quedan son perros con correa y numerosas ardillas a las que se puede dar de comer. Las azaleas, los cerezos silvestres y robles dan sombra a la ciudad sin importar cu¨¢l es el ¨¢ngulo desde el que la miras. El musgo negro (conocido en Estados Unidos como Spanish moss, musgo espa?ol) es a¨²n m¨¢s misterioso, ya que cuelga de las ramas como si fueran largos cabellos canosos que guardaran viejos secretos.

La diversidad de estilos de la bien conservada arquitectura simboliza el esp¨ªritu de convivencia en la ciudad durante periodos muy distintos: colonial, federal, georgiano, neorrom¨¢nico, neog¨®tico, neocl¨¢sico, italianista, regencia y franc¨¦s. Tras las casas o en sus flancos es posible ver los frondosos jardines con fuentes, cuidados hasta la perfecci¨®n. A veces hay suerte y se puede entrar en alguno de ellos. La humedad del aire y el clima c¨¢lido durante todo el a?o caracterizan esta zona, en la que los patios a menudo terminan en unas caballerizas y las puertas traseras se abren a callejones. Muchas de estas casas se han convertido en bed and breakfast, y muchos de los edificios est¨¢n protegidos.

Hoy los paseos en carruajes, arrastrados por caballos percherones, conducen a los turistas por la zona mientras los gu¨ªas les cuentan los viejos relatos de fantasmas de los pescadores. No solo la ciudad ha sido y es un oasis para la cultura, sino que adem¨¢s es un puerto popular con un ambiente liberador para todos los que busquen una aventura ajena a la rutina.

La Escuela de Savannah de Arte y Dise?o ha jugado un papel muy importante en la revitalizaci¨®n del centro urbano. Fue un sue?o ambicioso que arranc¨® en 1978 y que ha crecido hasta incluir la restauraci¨®n de 67 edificios ocupados por dependencias de la universidad, lo que permite que haya cerca de 11.000 estudiantes (un 14% de ellos internacionales) movi¨¦ndose por la ciudad. Uno de los proyectos m¨¢s impactantes y recientes es el Museo de Arte Contempor¨¢neo, abierto en 2015. Su ¨²ltima muestra sobre ?scar de la Renta y su legendario universo de moda fue comisariada por Andr¨¦ Leon Talley, uno de los responsables de Vogue y patrono del nuevo museo.

Pero nada est¨¢ completo sin una menci¨®n a la comida. De lunes a viernes, a la hora del almuerzo, en Mrs. Wilke¡¯s hay una cola que recorre la manzana en la que lugare?os y turistas esperan a sentarse en una mesa corrida y compartir fuentes rebosantes de pollo frito, pur¨¦ de patata, ocra frita, macarrones con queso, galletas de mantequilla, berza y tarta de melocot¨®n, por mencionar solo algunos platos. Es la versi¨®n campestre de la cocina sure?a, pero, si alguien busca un men¨² m¨¢s creativo, el reci¨¦n inaugurado The Grey, del chef Mashama Bailey, es uno de los restaurantes de los que m¨¢s se est¨¢ hablando en Estados Unidos.

El sur ha sido tachado de conservador, y, como la tradici¨®n lo define, esto es en parte cierto. Pero en el caso de Savannah, la tradici¨®n tiene que ver con el cambio, con los estudiantes, el puerto, la planificaci¨®n urbana, la historia y los viajes. Savannah es un ed¨¦n con una pizca de mal.

La fot¨®grafa Ana Nance retrata Savannah, la ciudad del Estado de Georgia en cuya Escuela de Arte y Dise?o estudi¨®.