Refrescante horchata del d¨ªa en Alicante
El jugo de chufas se elabora artesanalmente en la Horchater¨ªa Azul, parada en un recorrido por Alicante que incluye el restaurante de la chef Mar¨ªa Jos¨¦ San Rom¨¢n, el Mercado Central y un helado en Livanti
La intensa luz del Mediterr¨¢neo hace que en Alicante todo se vea m¨¢s blanco, m¨¢s contrastado con el fondo, m¨¢s real. Y eso que es una ciudad bastante inveros¨ªmil, donde conviven de manera extra?a las calles, el puerto, la mar y un par de enormes y ¨¢ridos pe?ones que parece que alg¨²n dios iracundo dej¨® caer tal cual en medio de la urbe. Aunque podr¨ªamos asociar a primera vista esta ciudad con el turismo masivo de sol y playa, Alicante ofrece muchas otras cosas, todas resaltadas por la intensa luz del Mediterr¨¢neo.
9.00 Un castillo en lo alto
Aupado en uno de los citados pe?ones (el monte Benacantil, de 166 metros de altura, en cuyo perfil los alicantinos ven la Cara del Moro) domina la poblaci¨®n el castillo de Santa B¨¢rbara (1). Se puede subir a pie o en un ascensor que hallamos al final de una larga cueva met¨¢lica y fluorescente, como de cap¨ªtulo de Expediente X. Arriba se disfrutan vistas lejanas y se conoce la historia del lugar: un emplazamiento que fue ocupado por ¨ªberos, romanos y musulmanes, y cuyo hito fue la gran explosi¨®n que sufri¨® en 1709, durante la guerra de Sucesi¨®n (los franceses asediaban la plaza tomada por los ingleses). Ahora ya no hay explosiones y s¨ª algunas apacibles cafeter¨ªas desde las que admirar el entorno y la panza de las gaviotas. A la bajada del castillo puede uno visitar el Museo de Arte Contempor¨¢neo de Alicante (MACA) (2), un espacio peque?o y recoleto (remodelaci¨®n de los arquitectos Sancho y Madridejos) con una buena representaci¨®n de artistas espa?oles, adem¨¢s de exposiciones temporales.
11.00 Navegando en el tiempo
En el puerto deportivo de Alicante uno est¨¢ viendo apacibles yates y veleros, blancos y modernos, y de pronto aparece un mastodonte n¨¢utico: un nav¨ªo espa?ol procedente del siglo XVIII, el m¨¢s grande de su ¨¦poca. Es una reproducci¨®n del Sant¨ªsima Trinidad (3) (puerto, muelle?4), que fue botado en La Habana en 1769 y encontr¨® su descanso en el fondo del mar tras la batalla de Trafalgar. Tiene un punto de inter¨¦s y tambi¨¦n un punto kitsch: en ¨¦l hay restaurante, varias barras festivas, museo y visitas guiadas que cuentan su historia. Para m¨¢s barcos, estos rabiosamente modernos, uno puede adentrarse en el puerto y visitar el Museo Volvo Ocean Race (4) (puerto, muelle?10), dedicado a la vuelta al mundo a vela, que se celebra cada tres a?os y de las que la ciudad ha sido puerto de salida en las tres ¨²ltimas ediciones; y volver¨¢ a serlo en 2017. Pero adem¨¢s de puerto, Alicante tiene playas, como la c¨¦ntrica Postiguet (5) o la de San Juan, a la que se puede llegar en tranv¨ªa. En el mismo medio se puede llegar a D¨¦nia, Calpe, Altea e incluso Benidorm (que se ve all¨¢ en la lejan¨ªa).
14.00 Y de postre, helado
En Alicante, tal vez por el turismo, abunda la comida internacional y se ven pizzer¨ªas (Casa Mia Italia, en Capit¨¢n Segarra, 32, tiene gran fama) por doquier. Aparte de eso, tenemos lugares como Terre Alicante (6) (Explanada, 11), moderno gastrobar donde se tira del mar y de la huerta, o, si preferimos lo tradicional a buen precio, la Taberna To-Bar (M¨²sico Torregrosa, 28). De postre no hay que olvidar los helados alicantinos en lugares como Livanti (7)(Miguel Soler, 12), Esp¨ª (avenida de Alfonso X el Sabio, 4) o Laneu (San Francisco, 12).
17.00 Un refugio de piratas berberiscos
Todav¨ªa hay m¨¢s museos en Alicante. Por ejemplo, el Museo Arqueol¨®gico (8) (plaza del Doctor G¨®mez Ulla), el Museo de Bellas Artes Gravina (9) (Gravina, 13), Museo Aguas de Alicante (Alona, 31) o el Centro Cultural Las Cigarreras (plaza del Ayuntamiento). El Museo de la Universidad (10) (un edificio de Alfredo Pay¨¢) est¨¢ en el campus, un lugar, en Sant Vicent del Raspeig, de gran inter¨¦s arquitect¨®nico: el rectorado es de ?lvaro Siza y el edificio Germ¨¢n Bern¨¢cer y el Aulario III son ambos del alicantino Javier Garc¨ªa-Solera, entre otras construcciones tambi¨¦n notables. Siguiendo con este renacimiento arquitect¨®nico alicantino visitamos la antigua estaci¨®n de Benal¨²a, proyectada por Manuel Oca?a, que ahora alberga la Casa del Mediterr¨¢neo. Un viaje interesante por mar nos lleva a la cercana isla de Tabarca (11) (a 11 millas n¨¢uticas, una hora en ferri), que en su d¨ªa fue refugio de piratas berberiscos y fortificaci¨®n, y que hoy es espacio protegido (reserva marina), donde en su peque?o pueblecito conviene probar el tradicional guiso de pescado tabarquino. Todo ello rodeados de playas y calas.
19.00 Tarde entre setas y ficus
Unas extra?as setas han crecido en el centro de la ciudad. Miden varios metros de altura, son coloridas y tienen simp¨¢ticos rostros, y animales de fantas¨ªa subidos encima. Es un parque infantil que el Ayuntamiento coloc¨® en la animada calle de San Francisco (12). De ensue?o son tambi¨¦n los enormes ficus (de m¨¢s de seis metros de di¨¢metro) y el quiosco del Portal de Elche (13), o el mercado central (14) (Alfonso X el Sabio, 10), ambos de aires modernistas y preferidos por los alicantinos para la pr¨¢ctica del ¡°tardeo¡±, es decir, salir a tomar algo por la tarde, y que tambi¨¦n se extiende por zonas como Casta?os o San Crist¨®bal. De merendola es obligatoria la horchata y los fartons, (dulce de boller¨ªa alargado para mojar), sobre todo en el quiosco Peret (15), entre las palmeras de la Explanada de Espa?a. En la calle Calder¨®n de la Barca, 38, tres generaciones de la misma familia vienen elaborando horchata a diario, desde 1942, en la horchater¨ªa Azul (tel¨¦fono 965 21 63 10).
21.00 Estrella y baile acu¨¢tico
Una estrella culinaria brilla en Alicante: es el restaurante Monastrell (16) (Avenida Guill¨¦n Tato,1; una estrella Michelin), de la chef Mar¨ªa Jos¨¦ San Rom¨¢n, dedicado a la cocina mediterr¨¢nea (aceite, azafr¨¢n y arroz, c¨®mo no) pasada por el tamiz de la autora. En plan m¨¢s informal, y del mismo grupo, espera La Taberna del Gourmet (17) (tapas, quesos, salazones en San Fernando, 10) o el asador La Vaquer¨ªa (carretera de Benimagrell, 52). La noche puede terminar en clubes como el Kraken (18), con conciertos y DJ indies y rock, o el Marmarella, donde bailar al ritmo de la electr¨®nica m¨¢s elegante (este verano pinchan M.a.n.d.y., Henry Saiz o Cora Novoa), ambos rodeados de nuevo por las aguas del puerto.
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