Oviedo, unas sidrinas en el chigre
Una visita a las sidrer¨ªas de la plaza del Font¨¢n y de la calle de Gascona. Y en la confiter¨ªa Camilo de Blas, un carbay¨®n, pastel de yema y crema. Paseo por la capital asturiana, culta y peatonal
Apacible, tranquila y peatonal. Oviedo, capital asturiana, de 224.000 habitantes, como la Vetusta de La regenta, es una ciudad donde el tiempo parece discurrir de otra manera. Fue pionera en la peatonalizaci¨®n de todo su casco hist¨®rico, gracias a lo cual plazas, palacios, iglesias, sidrer¨ªas, balcones y mercados lucen ahora con brillantez en una ciudad pensada para el caminante.
9.00 Desayuno tradicional
En un lugar donde manda la tradici¨®n, hay que empezar desayunando en algunas de las cafeter¨ªas tradicionales, de las de siempre. Por ejemplo: Santa Cristina (1) (desde 1958, en la calle de Ur¨ªa, 43), Rialto (2) (San Francisco, 12) o La Mallorquina (3) (fundada en 1929; en Milicias Nacionales, 5).
10.00 Tesoros en la C¨¢mara Santa
Una visita a Oviedo debe de empezar por la catedral de San Salvador (4), el principal monumento de la ciudad y obra cumbre del g¨®tico asturiano. Recinto clave del templo es la C¨¢mara Santa, una de las pocas estancias originales del primitivo edificio rom¨¢nico, donde se conserva el famoso tesoro de las reliquias. El claustro g¨®tico y la sala capitular completan el cat¨¢logo de excelencias.
11.30 El gran personaje de Vetusta
Salimos de la catedral por la puerta principal y encontramos este enorme espacio abierto, eje del casco antiguo de Oviedo y una de las plazas m¨¢s bonitas de Asturias. Est¨¢ rodeada de edificios hist¨®ricos de varias ¨¦pocas que forman un conjunto arm¨®nico. Frente a frente con la fachada de la catedral se instal¨® una estatua en homenaje a La regenta, la inmortal obra de Leopoldo Alas Clar¨ªn que transcurre en estas calles de Oviedo/Vetusta.
12.00 Una calle para ver y ser vistos
Desde la plaza de Alfonso II el Casto tomamos el eje que forman la calle de la R¨²a y la calle de Cimadevilla (5), la principal y m¨¢s transitada del casco antiguo. Cimadevilla fue durante mucho tiempo la v¨ªa donde ir a pasear, donde ver y ser vistos, donde estaban los mejores comercios, los bancos y las sedes administrativas. Clar¨ªn refleja muy bien en La regenta el ambiente provinciano de estas calles, que en la novela aparecen como el barrio de la Encimada. Por una peque?a arteria lateral se baja a la plaza de Trascorrales (6), con sus buenos chigres (sidrer¨ªas).
13.00 Hora del aperitivo en El Font¨¢n
La calle de Cimadevilla acaba en la plaza de la Constituci¨®n, plaza mayor de la ciudad desde el siglo XVI, donde se celebraban mercados, romer¨ªas y ejecuciones. Si desde la plaza de la Constituci¨®n seguimos por la fachada de San Isidoro (7) y la calle de Ferrero, nos introduciremos en otro de los espacios m¨¢gicos de este Oviedo pensado para el peat¨®n: el mercado El Font¨¢n (8), la gran plaza de abastos ovetense desde 1885. Quiz¨¢ el mejor lugar para tomar el aperitivo, comer en una terraza o ir a un chigre a beber unas sidrinas y probar unos quesos y unos embutidos asturianos. Su aspecto lleno de tipismo esconde que en realidad la plaza es de nueva construcci¨®n. Tras dos siglos de tropel¨ªas urban¨ªsticas y nulo mantenimiento, el conjunto amenazaba ruina. En 1996 el Ayuntamiento decidi¨® su demolici¨®n y reconstrucci¨®n exacta.
16.00 Ciento veintisiete especies de ¨¢rboles
Es hora de dejar la vieja Vetusta y salir al Oviedo m¨¢s moderno. Las principales calles del casco antiguo (Fruela, San Francisco, Arg¨¹elles) confluyen en esta plaza de la Escandalera (9), verdadero centro geogr¨¢fico de la ciudad y distribuidor del tr¨¢fico rodado y peatonal. A ella se asoma el teatro Campoamor (10), inaugurado en 1892 y sede de la ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias. Anexo a la plaza est¨¢ el Campo de San Francisco (11), el gran jard¨ªn urbano de la ciudad, con 127 especies de ¨¢rboles.
17.00 Una caricia a Woody Allen
La calle de Ur¨ªa (12) es la principal arter¨ªa comercial de Oviedo y el eje en torno al cual se cre¨® el Ensanche. Es la v¨ªa de las tiendas y las cafeter¨ªas. Por detr¨¢s de ella, las calles de Pelayo, Milicias Nacionales (donde est¨¢ la estatua de Woody Allen), Palacio Vald¨¦s, Nueve de Mayo, Melqu¨ªades ?lvarez, Casal y Campoamor forman una verdadera red peatonal de arterias comerciales llenas de vida y actividad a todas horas.
18.00 Un ¡®culo monumental¡¯ en forma de estatua
Si quedan tiempo y fuerzas, podemos dedicarlos a alguna visita cultural. Por ejemplo, al Museo de Bellas Artes de Asturias (13), en la calle de Santa Ana, con unas 8.000 obras desde la Edad Media hasta la actualidad, entre las que destaca la colecci¨®n de pintura espa?ola y flamenca (en marzo de 2015 se inaugur¨® la ampliaci¨®n, obra del arquitecto Patxi Mangado). O al Hotel de la Reconquista (14), en la calle de Gil de Jaz, un antiguo hospicio para hu¨¦rfanos de gran fachada barroca que fue reconvertido en hotel de lujo. Woody Allen rod¨® escenas de Vicky Cristina Barcelona en ¨¦l. Se conserva la capilla original, dise?ada por Ventura Rodr¨ªguez, y las elaboradas galer¨ªas de madera que rodean los patios.
Oviedo es tambi¨¦n la ciudad de las estatuas. Un museo al aire libre con m¨¢s de 100 obras de diversos autores (y no todas igual de afortunadas). Por razones medi¨¢ticas, la m¨¢s famosa y fotografiada es la de Woody Allen (15), en la calle de las Milicias Nacionales. Est¨¢ tambi¨¦n Mujer sentada, de Manuel Mart¨ªnez Hugu¨¦, en la calle de San Francisco; el tremendo Culis monumentalibus, de Eduardo ?rculo, en la calle de Pelayo, o Esperanza caminando, de Julio L¨®pez, frente al teatro Campoamor.
21.00 Dulces para los ovetenses desde 1914
La calle de Jovellanos cierra por el norte el casco antiguo y es tambi¨¦n una buena zona de comercio, bares y vida nocturna. Merece la pena deambular por ella aunque solo sea para visitar la centenaria confiter¨ªa Camilo de Blas (16), la m¨¢s famosa de la ciudad, fundada en 1914, y comprar una caja de su especialidad m¨¢s famosa: el carbay¨®n, un pastel de yema y crema. Un poco m¨¢s adelante, a la izquierda, nace la calle de Gascona, donde la concentraci¨®n de sidrer¨ªas supera a la de cualquier otro lugar del mundo. Es la calle por antonomasia para ir a cenar de culines y productos de la tierra. Un buen lugar para acabar un d¨ªa intenso por la capital asturiana.
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