Un Boeing para Picasso en A Coru?a

Claro est¨¢ que A Coru?a (244.000 habitantes) no se abarca en un d¨ªa. Pero ese tiempo puede servir para el reencuentro, o explorar novedades. Sitios que se ponen de moda, incluso barrios enteros, como Monte Alto o Pescader¨ªa. Adem¨¢s, siempre hay alg¨²n jolgorio, ya se sabe: ¡°Vigo trabaja, Santiago reza y A Coru?a festeja¡±. Lo m¨¢s pr¨®ximo, el festival Boucatise, en diciembre, en el Mercado de San Agust¨ªn: restaurantes punteros de la ciudad presentan sus propuestas gastron¨®micas en forma de bocata gourmet. Para moverse despreocupado (y ahorrar) est¨¢ Coru?aCard (24, 48 y 72 horas; 11, 13 y 15 euros, respectivamente).

9.00 Paseo con los dioses

Un nieto de Breog¨¢n (o Brian), el padre de los celtas e hijo de H¨¦rcules, con un tart¨¢n al hombro y un casco de guardarrop¨ªa, lleva a la carrera a los turistas hasta la Torre de H¨¦rcules: el faro m¨¢s antiguo del mundo en activo. Romano, aunque forrado con piedras neocl¨¢sicas, y patrimonio mundial. Es una de las rutas guiadas por un personaje caracterizado que el Ayuntamiento coru?¨¦s ofrece de forma gratuita (previa reserva). En otra ruta por el casco viejo, la hero¨ªna local Mar¨ªa Pita lamenta los ataques a la ciudad por parte de los ingleses, en ¨¦poca de Felipe II y la Armada Invencible. Un brit¨¢nico m¨¢s tard¨ªo, sir John Moore, tiene su propia ruta galante en pleno zafarrancho napole¨®nico. Con nocturnidad y alevos¨ªa, el ¨¢nima de Fiz de Cotovelo, personaje del escritor Wenceslao Fern¨¢ndez Fl¨®rez, se descuelga de la Santa Compa?a para arrastrar a los valientes por las tumbas y sombras del cementerio de San Amaro, incluido en el itinerario europeo de cementerios singulares. Y as¨ª hasta ocho rutas tem¨¢ticas, incluida una para los peques. (Informaci¨®n y reservas: 981 92 30 93).

11.00 La fauna atl¨¢ntica marina

La Casa de las Ciencias (1), en el Palacete de Santa Margarita, cuenta con un planetario renovado que merece la pena visitar. El Ayuntamiento coru?¨¦s ha creado la f¨®rmula mc2 (Museos Cient¨ªficos Coru?eses), instituci¨®n que agrupa sus tres museos cient¨ªficos: la citada Casa de las Ciencias, Domus-Casa del Hombre (2) y la Casa de los Peces (3) (acuario). Con una espectacular fachada en forma de vela hinchada, el edificio Domus, del arquitecto japon¨¦s Arata Isozaki, presume de ser el primer museo interactivo dedicado al ser humano. Con 200 m¨®dulos centrados en gen¨¦tica, inteligencia y evoluci¨®n. El Aquarium Finisterrae, por su parte, da cuenta de la fauna atl¨¢ntica con una de sus salas sumergida bajo el mar. El edificio denominado Prisma de Cristal, en la plaza del Museo Nacional, es una muy interesante obra de los arquitectos Victoria Acebo y ?ngel Alonso que integra, al alim¨®n con el m¨¢s reciente museo de Alcobendas (Madrid), el MUNCYT (Museo Nacional de Ciencia y Tecnolog¨ªa; www.muncyt.es). Por dentro, el edificio coru?¨¦s permite la instalaci¨®n de grandes piezas; por ejemplo, la parte delantera y el tren de aterrizaje del Boeing 747 que trajo el Guernica, de Picasso, a Espa?a, donado por Iberia. A prop¨®sito de ciencia: est¨¢ por estrenarse la pel¨ªcula 22 ¨¢ngeles, dirigida por Miguel Bardem y rodada en Galicia. Narra c¨®mo el m¨¦dico Francisco Javier Balmis llev¨® la vacuna de la viruela a Am¨¦rica en 1803 inoculada en los brazos de 22 ni?os de un orfanato de A Coru?a; un episodio que salv¨® millones de vidas.

12.00 Bares y una pulper¨ªa

Desde la Torre de H¨¦rcules (4) se divisa, a vista de gaviota, un enorme edificio ruinoso. Es la vieja c¨¢rcel de Monte Alto (5), de principios del siglo XX, que aparece en la novela (luego pel¨ªcula) de Manuel Rivas El l¨¢piz del carpintero, y que ahora se quiere convertir en un gran centro cultural. Algo que dar¨ªa mayor lustre al barrio de Monte Alto, que ha pasado de un cierto abandono y marginalidad a ser hoy de lo m¨¢s apetecible (y caro). Un cl¨¢sico ejemplo de gentrificaci¨®n, alentado por el exalcalde Francisco V¨¢zquez, donde no faltan huertos urbanos, locales de dise?o y espacios culturales como la Domus y el Acuario o la sala Mardi Gras (6), que ofrece estupendos conciertos. Y, por supuesto, bares de moda (O¡¯Delito, La Casita de Juegos) y restaurantes como Belmont (7), Hokuto (8) o El de Alberto (9) donde reponer fuerzas. Aunque saliendo ya del barrio, la Pulpeira de Melide (10) (Ricardo Labaca, 18) es toda una instituci¨®n.

16.00 Unas vistas tit¨¢nicas

A los pies de la Torre de H¨¦rcules, un mirador pavimentado con las siete naciones celtas y una inmensa calavera se asoma a la Costa de la Muerte. Se divisa casi entera, a la izquierda, con una isla en lontananza que en realidad es un miniarchipi¨¦lago: las Sisargas. Sisarga Grande, Sisarga Chica y Malante, am¨¦n de otros escollos y pedruscos. Un santuario para las aves marinas y reserva de caza, deshabitado, donde solo se alza la ermita de San Adri¨¢n. Un santo que, como san Patricio en Irlanda, ech¨® a las serpientes: no hay ofidios, ni aqu¨ª ni all¨ª. Tambi¨¦n se alz¨® ah¨ª el faro m¨¢s antiguo de la Costa da Morte, en 1853. Por cierto, el grupo sueco ABBA se tom¨® un secreto respiro en la costa gallega, all¨¢ por los ochenta, y conocieron a un farero (?de las Sisargas, de Ons?) llamado Fernando al que dedicaron una archiconocida canci¨®n. O sea, que el l¨ªo del musical-pel¨ªcula Mamma Mia! podr¨ªa muy bien haber tenido como escenario las islas gallegas y no las griegas.

19.00 Picar, cenar, bailar

Los sitios de moda cambian, pero no siempre: sigue siendo zona tradicional de tapeo, en la Ciudad Vieja (11), la ristra de calles Barrera, Franja, Galera, Estrella y Olmos. Pero tambi¨¦n ahora la calle de San Juan o entornos de la plaza de Lugo (El Pato Mareado, La Bodeguilla). Si hay overbooking por ah¨ª, la gente acude a la barra chic de Arallo Taberna (12), que abri¨® este verano; su ¡°cocina contaminada¡± es obra de Iv¨¢n Dom¨ªnguez, chef del restaurante Alborada (13) (una estrella Michelin), que junto con?rbore da Veira (14) (Bajo San Andr¨¦s) y Artabria (15) (Riazor) hacen dif¨ªcil la elecci¨®n. Quienes anden de compras por Marineda City har¨¢n bien en probar el men¨² tradicional de Carmen, la cocinera del hotel Carr¨ªs (16). Otro gran centro comercial, Los Cantones Village (17), cuenta con terrazas muy agradables frente al mar para ver atardecer. En un ¨¢ngulo del mismo bloque, la Sala Pel¨ªcano pasa por ser la discoteca m¨¢s grande de Galicia, gracias al celo de Juan Carlos Cebri¨¢n, exdirectivo de Zara y demiurgo de la noche coru?esa. En la parte opuesta del istmo coru?¨¦s, Jazz Filloa, La Barber¨ªa o Garufa Club (18) suelen ofrecer alguna actuaci¨®n o espect¨¢culo musical.

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