25 secretos fareros
De Anaga al cabo Pe?as, ruta escenogr¨¢fica por la costa espa?ola para apasionados del mar

Era en oto?o, durante la Antig¨¹edad, cuando se acarreaba el aceite y se prend¨ªan los faros, esas prominentes ventanas al mar que nos permiten dialogar con la naturaleza. Medio centenar de los 187 faros espa?oles han visto reutilizadas sus viviendas, y en no pocas ocasiones guardan secretos que evocan un cat¨¢logo de emociones costeras.
01 A golpe de calcet¨ªn
Senderismo y torres de luz componen un perfecto maridaje. Deliciosos los cinco kil¨®metros (ida y vuelta; sin dificultad) de L¡¯Alf¨¤s del Pi (Alicante) al faro del Albir, abierto como centro de visitantes y equipado con wifi y aseos. Las vistas dan tanto a la bah¨ªa de Altea como a la sierra Helada. En Santa Cruz de Tenerife, descender al faro de Anaga, quiz¨¢ el m¨¢s sublime de la costa espa?ola, requiere piernas monta?eras y agua en la mochila. Se tarda una hora y media desde Chamorga.
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02 ?pticas fascinantes
Portop¨ª (Palma de Mallorca), el tercer faro m¨¢s antiguo en activo, tras la Torre de H¨¦rcules y la Lanterna genovesa, incorpora la m¨¢s excepcional colecci¨®n de ¨®pticas fareras de Europa. Al margen de su utilidad, los cristales tallados adquieren la fascinaci¨®n de obras de arte. Como gu¨ªa trabaja el ¨²ltimo titular de La Mola (Formentera), el farero y doctor en Historia Javier P¨¦rez de Ar¨¦valo. Visitas virtuales y presenciales concertadas en la web www.farsdebalears.org.
03 El v¨¦rtigo como compa?ero
No son pocos los reticentes a Punta Candieira (Cedeira, A Coru?a) por su estrecha l¨ªnea de asfalto. El amable farero, Miguel Garc¨ªa Cernuda, m¨¢s de una vez se ha visto en el trance de tener que asistir a conductores timoratos. Para realismo m¨¢gico, el cami¨®n de 17 metros cargado con gu¨ªas telef¨®nicas de Hamburgo que qued¨® atrapado en 2001 junto al faro. En cuanto a inclinaciones topogr¨¢ficas descendentes, ninguna iguala los 768 escalones al faro del Caballo (Santo?a, Cantabria), fuera de servicio.

04 Museos y centros interpretativos
El Centro de Interpretaci¨®n de T¨¦cnicas de Navegaci¨®n Mar¨ªtima, con la v¨ªvida recreaci¨®n de una galerna, ocupa el faro de Santa Catalina (Lekeitio, Biz?kaia). No perderse su bar panor¨¢mico, como tampoco el centro de arte del santanderino Cabo Mayor, que rinde tributo al entra?able pintor de la mar y los faros Eduardo Sanz, fallecido en 2013. Son ya 600.000 los visitantes del Centro de Interpretaci¨®n del Medio Marino de Cabo Pe?as, en Goz¨®n (Asturias). Su linterna, en buena medida por la altura del cantil, proyecta la luz con m¨¢s alcance de Espa?a.

05 ?Qu¨¦ dispendio!
El de Formentor (Mallorca), equipado con cafeter¨ªa, result¨® un faro oneroso. Cerca de 200 operarios, incluidos algunos presos, invirtieron cinco a?os de esfuerzo fara¨®nico, sin que faltara la dispensa obispal para laborar los domingos. S¨®lo para izar desde el mar con el cabrestante los bloques de canter¨ªa, a 195 metros de altura, eran precisos 40 forzudos. El Gobierno de Isabel II mostr¨® su estupor por el monto: 1.367.841 reales de vell¨®n. Comparativamente, el faro de La Mola (Formentera), gemelo del de Formentor, cost¨® el mismo a?o (1861) la suma de 276.659 reales.
06 Sintiendo los vientos
Ni muy elevado ni de baja cota; eso s¨ª, angosto y como plantado en medio del Cant¨¢brico. Asombra el cabo Vidio (Cudillero, Asturias) en lo que a sentir el empoderamiento del oc¨¦ano se refiere. El farero, a fin de no ser arrastrado por los huracanes, cargaba su furgoneta con bombonas de butano.

07 Juego de vol¨²menes
El faro de Punta del Hidalgo (1994), en La Laguna (Tenerife), es una respuesta al horizonte. Luce su formato de secci¨®n troncopiramidal irregular, concebido como proa de barco, antena extraterrestre o trompeter¨ªa de ¨®rgano. Todo es imaginar. Radiante de luz, gana en las distancias cortas y uno se abstrae escrutando los cambios lum¨ªnicos desparramados por sus 52 metros de fachada. Un logro del ingeniero Ramiro Rodr¨ªguez Borlado.

08 Despu¨¦s del naufragio
Algunos proyectos de faros recibieron el impulso decisivo tras cruentos naufragios. Como la luz menorquina de Punta Nati, erigida dos a?os despu¨¦s de irse a pique en 1910 el transatl¨¢ntico G¨¦n¨¦ral Chanzy. Pocos caminan, con calzado r¨ªgido, en 25 minutos, a la cruz que rememora a las 151 v¨ªctimas.
En el cabo Vil¨¢n (Camari?as, A Coru?a), cuyo faro acaba de cumplir 120 a?os, se erigi¨® una nueva torre ¡ªexist¨ªa un punto ciego¡ª seis a?os despu¨¦s de encallar el torpedero brit¨¢nico HSM Serpent. En la Punta do Boi se inhumaron 142 de las 173 v¨ªctimas. Vil¨¢n custodia una sala de exposiciones.
09 Bajo el volc¨¢n
Se cumplen 45 a?os del ¨²ltimo volc¨¢n que entr¨® en erupci¨®n en Espa?a, el Tenegu¨ªa (La Palma), y del r¨ªo de lava que rode¨®, casi por milagro, el faro de Fuencaliente. El farero Pedro Cabrera no pudo atracar: ¡°El motor se refrigeraba con agua de mar y ¨¦sta casi herv¨ªa, entre peces muertos¡±. El edificio de 1902 aloja el Centro de Interpretaci¨®n de la Reserva Marina. A sus pies quedan unas salinas artesanales en cuyo restaurante tematizado se come de maravilla.
El faro de Nules es un proyecto de la arquitecta Blanca Lle¨®, y el de Punta Nariga, en forma de barco, de C¨¦sar Portela
10 Faros gallegos encadenados
Las luces coru?esas de la Costa da Morte pueden enlazarse, a lo largo de 200 kil¨®metros, por el Cami?o dos Faros, salvaje ruta senderista entre Malpica de Berganti?os y Finisterre. Puede visualizarse a trav¨¦s de Google Street View. Gran ¨¦xito reviste cada verano la Ruta de los Faros entre Ferrol y Ribadeo, merced al tren de FEVE, complementado con autobuses y gu¨ªas.
11 Linterna a la vista
Momentazo: el arranque del molinete, unos 20 minutos despu¨¦s del ocaso, dependiendo de la c¨¦lula fotoel¨¦ctrica. Entre las contadas ¨®pticas que quedan a la altura de la vista tenemos la del cabo de San Sebasti¨¢n (Palafrugell, Girona): al encenderse, es un diamante lanzando rastros de luz. Como atractivo a?adido, cuenta con un restaurante japon¨¦s. Otro rastro de luz que es posible ver es el del cabo Torres (Gij¨®n, Asturias), divisado desde la campa.
12 El enjambre parapentista
Tras despegar desde el acantilado, son decenas los parapentistas que pasan las horas sustentados por el viento t¨¦rmico sobre el cupulino y la veleta del faro de Santa Pola (Alicante). A su lado, la pasarela-mirador sobre la isla de Tabarca.
13 Superficie arlequinada
Marca diurna. Con ella se alude a la apariencia con que se diferencian los faros. El ¨²nico espa?ol con aspecto ajedrezado, el de Ensiola (Cabrera), corona un promontorio de encanto irresistible. Exige, entre ida y vuelta, cerca de tres horas de caminata; o podemos fotografiarlo desde las lanchas que circunnavegan el parque nacional. Hasta Semana Santa, Mar Cabrera organiza salidas en cuanto re¨²ne ocho pasajeros.
14 ?ndole er¨®tica
Penetrante contenido er¨®tico ¡ªpor su forma f¨¢lica¡ª el que destila el faro de Arenas Blancas (Mazo, La Palma), el cual refulge hasta la ceguera. Desde la ventanilla izquierda del avi¨®n, justo antes del aterrizaje, se puede contemplar a gusto la linterna.

15 Arquitectos en activo
El dise?o de los faros, buscando siempre la funcionalidad, estaba encomendado a los ingenieros de Caminos. Hasta que los arquitectos fueron invitados. El de Punta Galera, en Torredembarra (Tarragona), es obra de Josep Llin¨¤s, quien muestra su satisfacci¨®n por la p¨¢tina de solera que ha cobrado su faro de 2000. ¡°El tiempo mejora lo que hacemos los arquitectos; las obras que aguantan tienen un aura especial¡±. Hay visitas guiadas a partir de diciembre. Al pontevedr¨¦s C¨¦sar Portela debemos el faro de Punta Nariga, que presenta las trazas de un barco varado en Malpica de Berganti?os (A Coru?a). El prisma cuadrangular de Nules (Castell¨®n) lleva la firma de Blanca Lle¨®.

16 Trinidad farera
La historia de algunos faros ha sido una suerte de ap¨¢rtate t¨² para ponerme yo. Tal ocurre en el paisaj¨ªstico y ventoso faro del Tost¨®n (La Oliva, Fuerteventura). De 1897, 1963 y 1986, las tres torres alojan el Museo de la Pesca Tradicional, as¨ª como una cafeter¨ªa. Cierran domingos y lunes. Merece estar presentes durante la puesta de sol.

17 De castigo
Decir Columbretes (Castell¨®n) era mentar la bicha en el escalaf¨®n de los t¨¦cnicos. Ten¨ªa mucho de condena, de ostracismo. De m¨¢s est¨¢ decir que los faros situados en islotes ten¨ªan la consideraci¨®n de punitivos. Hoy Columbretes es sin¨®nimo de aventura n¨¢utica. A partir de Semana Santa zarpan barcos rumbo a este archipi¨¦lago desde Castell¨®n de la Plana, Oropesa, Alcossebre y Pe?¨ªscola. Al faro de isla Grossa se le han conferido funciones de centro de visitantes. Tambi¨¦n interesa Barracuda Buceo.
18 Pe?as est¨¦ticas
Los cons (pe?ascos) son los elementos que m¨¢s identidad confieren a la r¨ªa de Arosa (Pontevedra). Rodean el faro de Punta Cabalo, en A Illa de Arousa, luz que guiaba a los barcos de peregrinos jacobeos. Detr¨¢s del faro est¨¢ el con de la foca, de sobrada analog¨ªa. La terraza del restaurante (+34 661 12 29 87) encara las bateas de mejillones y brinda bellos atardeceres.
19 Vali¨¦ndose de torres almenaras
Bast¨® con instalar modernas l¨¢mparas sobre los hogares donde se prend¨ªan las ahumadas que alertaban de la presencia pir¨¢tica. Lugares de luz colocados cada pocos kil¨®metros a modo de red defensiva. Para alcanzar el faro de La Polacra (N¨ªjar, Almer¨ªa), r¨¦cord de altitud en Espa?a ¡ª281 metros¡ª, es preciso cubrir a pie los ¨²ltimos 2,3 kil¨®metros de asfalto hasta el cerro de los Lobos. Desde la cumbre se abarca de un vistazo buena parte del cabo de Gata. En el caso del cabo de Roche (Conil de la Frontera, C¨¢diz), el faro custodia, aparte del puerto, un rosario de calitas al socaire del levante.
En Galicia, el Cami?o dos Faros es una salvaje ruta senderista que discurre entre Malpica de Berganti?os y Finisterre
20 Pr¨ªstinos ecosistemas
La punta meridional de Mallorca ¡ªde aguas que se renuevan velozmente¡ª se ilumina desde el faro de Ses Salines (Santany¨ª), en donde tiene una estaci¨®n oceanogr¨¢fica el Instituto Mediterr¨¢neo de Estudios Avanzados (Imedea). Se investiga el sustento de ecosistemas pesqueros y la ecolog¨ªa de plantas y animales, por no hablar del cambio clim¨¢tico. Caminar luego a la id¨ªlica playa de Es Caragol.
21?Queremos el haz!
El consistorio de Vilanova i la Geltr¨² (Barcelona) rechaz¨® en 2007 el apantallamiento de la linterna, tan habitual en una costa mediterr¨¢nea absorbida por la fiebre urbanizadora. Para el vecindario, era preferible verla destapada, con las molestias que ello pudiera generar en algunas viviendas, que declarar ¡°muerto¡± a su faro. En el Espai Far se habla al visitante de patrimonio y curiosidades marineras.
22 Error de emplazamiento
Al emplazar faros se desde?aba a veces la fiereza del Mediterr¨¢neo. Tal aconteci¨® lo mismo en el faro de Sa Creu (S¨®ller, Mallorca), que en el de En Pou (1864), que se aprecia en un islote antes de arribar a Formentera. La vivienda tuvo que demolerse por los golpes de mar en d¨ªas tempestuosos y levantarse a 30 metros de distancia, en un punto m¨¢s elevado, uniendo casa y torre por un pasadizo subterr¨¢neo.
23 El primer alojamiento
En el coqueto faro de Isla Pancha, situado junto a la bocana de la r¨ªa de Ribadeo (Lugo), se est¨¢n ejecutando las obras de dos apartamentos gemelos, para quienes gusten del constante batir de olas. El uso hotelero de los faros, privativo por tanto, est¨¢ envuelto en la pol¨¦mica.
24 Sea por la portabilidad
De los tres faros met¨¢licos fijados en el delta del Ebro en 1864, el de la Banya ilumina hoy, pero s¨®lo como elemento hist¨®rico, el puerto de Tarragona. De hierro, fundido en Birmingham (Inglaterra), y desmontable cual mecano, pod¨ªa desplazarse por ecosistemas tan variables como son las desembocaduras. L¨¢stima que para autorretratarse con ¨¦l haya que caminar seis kil¨®metros (entre ida y vuelta) por el dique de Levante.
25 El mundo de Julio Verne
En el formenter¨¦s acantilado de La Mola desembarcan los protagonistas de la novela de Julio Verne H¨¦ctor Servadac, como anuncia la placa conmemorativa. Algunos lectores despistados creen haber alcanzado el faro del fin del mundo, cuando en verdad tal luz julioverniana habr¨ªa que buscarla en el cabo de Hornos. El bar permite disfrutar con los destellos.
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