La segunda (o tercera) manzana m¨¢s famosa del mundo
Despu¨¦s de la de Eva, y en liza con la de Apple. Visita a Woolsthorpe Manor, la granja inglesa en la que naci¨® Isaac Newton
Grantham, la ciudad natal de Margaret Thatcher, no defrauda a los que se dejan caer all¨ª con otra perspectiva. Isaac Newton (1642-1727) estudi¨® en la King¡¯s School, escuela con una biblioteca que a¨²n lleva su nombre. En la plaza principal, un bronce de Newton aguanta siglos de llovizna sin inmutarse, pues entre otras cosas responde a la inercia, o a la primera ley del movimiento que ¨¦l invent¨®: si un objeto no es tirado ni empujado, o sea, si est¨¢ en reposo absoluto, permanecer¨¢ estacionario.
Newton es el faro que ilumina los d¨ªas grises de esta villa tranquila del Lincolnshire, de unos 42.000 habitantes. El halo del sabio ingl¨¦s es ineludible, otra cosa son las carambolas de Grantham. Margaret Thatcher naci¨® en el 2-6 de North Parade, en una casa que hace chafl¨¢n y donde su padre regentaba una tienda de comestibles. Ahora han puesto ah¨ª Living Health, un negocio de productos de belleza.
En Grantham nos preparamos para ir a la granja natal de Newton tomando antes una cerveza en The Beehive Inn, que ser¨ªa un pub como los dem¨¢s si no tuviese una colmena con abejas vivas como ense?a del local. La granja est¨¢ a ocho millas al sur de la ciudad, en Woolsthorpe-by-Colsterworth, una aldea en plena campi?a con la iglesia anglicana de San Juan donde fue bautizado Newton. En las afueras se ubican los prados y casas pertenecientes a Woolsthorpe Manor, una elegante hacienda que parece no haber cambiado desde el d¨ªa de Navidad de 1642, cuando ah¨ª naci¨® Isaac Newton. Un hecho que puede que no cambiara el mundo, pero ayud¨® mucho a comprenderlo.
Ah¨ª vivi¨® Newton sus primeros a?os, y volvi¨® en 1666 huyendo de Cambridge, donde se hab¨ªa desatado la peste. En la casona de sus padres sigui¨® trabajando en la refracci¨®n de la luz, en su m¨¦todo de fluxiones y series infinitas (c¨¢lculo infinitesimal), y en otros avances de Principia mathematica, su obra clave. Y sol¨ªa mirar la huerta desde la ventana de su cuarto. Esa huerta plantada con manzanos, de la variedad Flower of Kent, es la que uno visita primero. En la hierba se arrugan despacio las manzanas rosadas que caen de un enorme manzano, declarado uno de los cincuenta ¨¢rboles hist¨®ricos de Gran Breta?a. Dada su probada antig¨¹edad, se sue?a con que pudo ser de ese manzano de donde cayera la manzana m¨¢s famosa despu¨¦s de la de Eva, y en liza con el s¨ªmbolo de la manzana mordida de la empresa tecnol¨®gica Apple.
De manera contemplativa
Pero nunca hubo una menci¨®n directa de Newton a su golpe de manzana. Eso viene de lo que refiri¨® un amigo y paisano suyo, el anticuario William Stukeley, tras una conversaci¨®n con ¨¦l en 1726. ¡°La noci¨®n de la gravedad¡ fue ocasionada por la ca¨ªda de una manzana, cuando [Newton] estaba sentado de una manera contemplativa¡¡±. Stukeley tampoco se moj¨® sugiriendo un rinc¨®n o ¨¢rbol espec¨ªfico de la pomarada. Lo importante de la historia es que Newton alert¨® al mundo de que la manzana siempre cae para abajo, es decir, atra¨ªda por una fuerza que proviene del centro de la Tierra. ?Por qu¨¦ las manzanas no caen hacia arriba, o hacia los lados?
En la puerta de la casa principal de Newton est¨¢ el escudo familiar, dos tibias cruzadas. Uno se queda perplejo al verlo. El padre de Newton ten¨ªa ovejas, buenas y lanudas siendo del Lincolnshire, pero estos prados no pod¨ªan estar m¨¢s lejos de una evocaci¨®n pirata. La casa, que muestra la riqueza de sus antiguos due?os, hoy es del National Trust (patrimonio nacional). En la cocina han puesto liebres disecadas, perdices, patos y manjares. Y sobre lamesa del comedor luce una naranja (de pl¨¢stico). ?C¨®mo es posible que no lo hayan decorado conmanzanas? La se?ora que hace de gu¨ªa voluntaria no tiene dudas: ¡°Es que Newton era un hombre muy rico. Fue incluso director de la Ceca Real. Y en aquella ¨¦poca pod¨ªa comprar perfectamente naranjas de Espa?a o de otro lugar¡±.
Gu¨ªa
Informaci¨®n
? Wollsthorpe Manor est¨¢ situada en Water Lane, en Woolsthorpe-by-Colsterworth, a unos 10 kil¨®metros al sur de Grantham. Horario: de 11.00 a 17.00 (cierra los martes y algunos festivos; consultar en la p¨¢gina web). Entrada: 7,10 libras (unos 8,32 euros).
En la planta superior est¨¢ el cuarto donde Newton recreaba los colores del arco¨ªris a partir de un rayo de luz. A falta de papel, o por pura urgencia, Newton escrib¨ªa en las paredes blancas de su casa. Son las partituras m¨¢s fant¨¢sticas de la filosof¨ªa natural, como ¨¦l llamaba a la ciencia, y f¨®rmulas matem¨¢ticas pioneras. Ense?an corrales y pajares, y el Centro de Ciencia, un espacio recreativo junto a la cafeter¨ªa que naturalmente sirve pastel de manzana. Los ni?os se suben a una simulaci¨®n de la Torre de Pisa y tiran bolas hacia abajo. Y, sin embargo, la gravedad es la fuerza que todav¨ªa mueve el mundo. Si acaso anduvi¨¦semos por la estratosfera, o por un agujero negro, o de gusano, o de Alicia, estar¨ªamos libres de la sombra de Newton. Y de su verdadera manzana inspiradora, que fue la Luna.
Luis Pancorbo es autor del libro Al sur delmar Rojo. Viajes y azares por Yibuti, Somalilandia y Eritrea (Almuzara).
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