Huelva, capital gastron¨®mica 2017
Pasi¨®n por la cocina marinera en la ciudad del chef Xanty El¨ªas. De compras en una ¡®domus¡¯ romana y paseos por el centenario barrio ingl¨¦s y por la renovada orilla del Odiel
Conocida como Onuba en los textos latinos ¡ª?de ah¨ª el gentilicio, onubenses, de sus 146.000 habitantes¡ª, la ciudad andaluza, una de las m¨¢s antiguas de Occidente, centra su oferta tur¨ªstica en pasear, las terrazas, curiosear en las tiendas y trastiendas, espiar a los flamencos en las marismas del Odiel, hipnotizarse con las puestas de sol en la r¨ªa y, sobre todo, jartarse de chocos, gambas blancas y otras delicias marineras de la que, no por nada, ha sido elegida capital espa?ola de la gastronom¨ªa 2017.
9.00 Pir¨¢mides de pescado
Choqueros les dicen a los onubenses, porque comen chocos (sepias) a todas horas y de todas las maneras: guisados con habas, fritos, en alb¨®ndigas¡ En el Mercado del Carmen (1), a primera hora, se ven pir¨¢mides de chocos que nada tienen que envidiar a las egipcias. A su lado, monta?as de gambas, coquinas, verdigones (berberechos), puntillitas (chopitos), rayas, pijotas (pescadillas) y corvinas de hasta 30 kilos. El bar Casa Miguel, en el mismo mercado, es buen lugar para desayunar y tambi¨¦n para picar m¨¢s tarde cosas tan de aqu¨ª como los tollos (lomos del tibur¨®n pintarroja secados al sol por los marineros en la cubierta de los barcos) con tomate. La raya al piment¨®n y el arroz choquero (solo los s¨¢bados) son otras especialidades de esta venerable casa, fundada en 1868.
10.00 Un barrio ingl¨¦s
Paseando por Huelva, choca hallar en pleno centro un barrio de casitas bajas inspirado en las ciudades-jard¨ªn inglesas. Un cortijo andaluz en Trafalgar Square no sorprender¨ªa m¨¢s. Es el barrio de Reina Victoria (2), que acaba de cumplir cien a?os. Conocido popularmente como el Barrio Obrero, alberg¨® en su d¨ªa a los trabajadores de la Rio Tinto Company Limited, que desde 1873 hasta 1954 explot¨® los famosos yacimientos y dio salida al mineral a trav¨¦s del puerto de Huelva. Para que no quepa duda de cu¨¢l es el origen del barrio, en la casa del guarda, rehabilitada como bar en 2013, se ha instalado una cabina telef¨®nica roja, cien por cien bri?tish, que es un im¨¢n de selfies. En cinco minutos, bajando por la Alameda Sundheim, se descubre otro recuerdo de la presencia inglesa en Huelva: la Casa Col¨®n (3), de 1883, que primero fue hotel de lujo, luego sede de la compa?¨ªa minera y ahora es palacio de congresos y el jard¨ªn m¨¢s bello de la ciudad. Aqu¨ª se fund¨® en 1889 el Recreativo de Huelva, el decano del f¨²tbol espa?ol.
12.00 Arqueolog¨ªa y moda
Lo de que esta es una de las ciudades m¨¢s viejas de Occidente no es una mera suposici¨®n. Lo atestiguan unos ¨ªdolos de entre 4.500 y 5.000 a?os (muy anteriores, pues, a la Onuba tart¨¦sica y fenicia) que fueron desenterrados en 2006 y se exhiben en el Museo de Huelva (4). Son unas figuras muy saladas, con los ojos abiertos como platos, cual asombradas de su propia antig¨¹edad. En Huelva, donde quiera que se cave, aparece un anillo tart¨¦sico o un muro romano. No es ninguna exageraci¨®n. Debajo de la tienda de ropa Sfera (5), en la calle de V¨¢zquez L¨®pez, se hallaron los restos de una domus del siglo?I, que hoy pueden verse a trav¨¦s del suelo de cristal. Qu¨¦ extra?a combinaci¨®n: moda y arqueolog¨ªa, lo ef¨ªmero y lo milenario. Aunque para tienda curiosa, la de vestidos de novia de Sara Merino (6), en la calle Rico, que ocupa la antigua casa de Miguel B¨¢ez y Espuny, El Litri: un palacete con patio t¨ªpico, lleno de plantas, art¨ªsticos azulejos y fotos del diestro con Cayetana de Alba, Rita Hay?worth y otros ilustres visitantes. Es como hojear un Hola de hace medio siglo.
14.30 Cocina de las dos orillas
Est¨¢ medio escondido y no tiene terraza, pero el restaurante Ac¨¢nthum (7), de Xanty El¨ªas, triunfa con una cocina mucho m¨¢s l¨²dica y sofisticada de lo que es habitual por estos lares, muy bien casada con los vinos del Condado. Como novedad, el men¨² 525, cifra que indica los a?os que se cumplen del descubrimiento de Am¨¦rica, aventura incubada en Huelva a la que Xanty El¨ªas homenajea elaborando productos de esta orilla con t¨¦cnicas de la otra y los de all¨¢ con las de ac¨¢. Tambi¨¦n ofrecen gran calidad, en forma de picoteo, La Mirta (8) y Kalaka (9), ambos en la avenida de Mart¨ªn Alonso Pinz¨®n, la acicalada y peatonal calle mayor onubense, donde adem¨¢s est¨¢ el recomendable hotel Tartessos (10). Pero quien no quiera florituras, ni gastar de m¨¢s, ir¨¢ a Paco Moreno (11), un bar de siempre, simplic¨ªsimo, a dos pasos de la catedral, famoso por sus gambas y su pesca¨ªto.
17.30 En las marismas
Parece mentira que Huelva haya vivido tanto tiempo de espaldas a la r¨ªa y a las marismas del Odiel, que son el mayor humedal de la provincia despu¨¦s de Do?ana. Inaugurado en julio de 2016, el paseo de la R¨ªa le ha dibujado a la ciudad una sonrisa de cinco kil¨®metros donde antes solo hab¨ªa la tristeza del Polo Qu¨ªmico. Al inicio est¨¢ el antiguo muelle-embarcadero de mineral (12), tambi¨¦n restaurado, donde cientos de vecinos y forasteros contemplan embobados todas las tardes c¨®mo el ¨²ltimo sol se enreda en su telara?a met¨¢lica, duplicada por las aguas de Odiel; al final, el monumento a la Fe Descubridora (13), un gigante encapuchado que unos dicen que es Col¨®n y otros un monje del cercano monasterio de La R¨¢bida (14), cuyos frailes acogieron al navegante y convencieron a la reina Isabel de que no estaba majara. En la otra orilla de la r¨ªa, adem¨¢s del centro de visitantes de las marismas (15), hay dos sendas se?alizadas que bordean salinas rebosantes de flamencos y esp¨¢tulas.
20.30 Serranito de fusi¨®n
Por cinco euros se puede cenar (y muy bien) en Huelva. Eso cuestan en Entre Amigos (16) (V¨¢zquez L¨®pez, 21) una ca?a, una generosa tapa de huevos con jam¨®n y tres alb¨®ndigas de choco grandes. En la misma calle, Azabache y La Fonda de Mar¨ªa Mandao son otros sitios de tapeo ¨®ptimos. Pero el lugar que est¨¢ siempre a reventar (por algo ser¨¢) es Puro Chup Chup (17), en la paralela R¨¢bida, donde preparan platillos tan fusionantes y contundentes como el Serranito VO: pan bao relleno de (entre otras cosas) pluma ib¨¦rica laqueada y mahonesa de albahaca y harissa. La noche puede alargarse en el bar 1900 (18) (Garci-Fern¨¢ndez, 10), de ambiente cultureta; en Lone Star (19) (Doctor Francisco V¨¢zquez Lim¨®n, 4), de rollo alternativo, o en Touch¨¦ (20), que es el local m¨¢s moderno y de moda, con terraza en la c¨¦ntrica plaza de las Monjas.
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