Cuba, la isla de las mil casas
Alojarse en casas particulares, un modo original, aut¨¦ntico y asequible de recorrer la isla y conocer a los cubanos
Loreta y Toni son una pareja de cubanos de mediana edad. Tienen una hija que vive fuera y, seg¨²n ellos, un ¡°hijo¡± con el que conviven. Se llama Romeo y es un cocker negro. ¡°Es un perro muy mimado¡±, presume ella. Desde hace m¨¢s de diez a?os han abierto las puertas de su casa para recibir a hu¨¦spedes de todo el mundo. ¡°Esto, m¨¢s que un negocio, es una forma de vida; a nosotros nos encanta porque conocemos a mucha gente de la que aprendemos cada d¨ªa¡±, explica Toni.
La red de casas particulares ofrece una forma diferente de viajar por Cuba. Son viviendas de familias que alquilan habitaciones a los turistas. Se distinguen por un cartel en la fachada con una especie de ancla azul invertida. Las hay de diferentes tipos y precios, aunque lo m¨¢s habitual es conseguir una doble con ba?o propio por unos 30 CUC la noche, aproximadamente 30 euros. Hay casas en casi todos los pueblos y ciudades.
Desde hace unos a?os est¨¢n reconocidas por el Gobierno, por lo que la oferta ha ido creciendo y diversific¨¢ndose; hoy se encuentran desde habitaciones sin pretensiones hasta apartamentos de dise?o cuidado. Airbnb, presente en la isla desde hace dos a?os, tiene listados m¨¢s de 17.000 alojamientos en Cuba. Otros muchos buscadores, como hometogo.es o hundredrooms.com, tambi¨¦n incluyen Cuba en su oferta. Y hasta hay referencias cubanas en webs especializadas en alojamientos boutique como www.boutique-homes.com. Tambi¨¦n han surgido webs m¨¢s locales que gestionan varios alojamientos privados, como myproudhavana.com, ?bookinghavana.com o cubaandbeds.com, entre muchas otras. Basta con introducir las palabras casas particulares y Cuba en Google.
No obstante, debido a la lenta implantaci¨®n de Internet en la isla, sobre todo si nos salimos de La Habana, la opci¨®n m¨¢s pr¨¢ctica y recomendable es dejarse llevar por el boca a boca. Esta manera de viajar aporta un valor a?adido con respecto al turismo habitual de resort y todo incluido: la posibilidad de conocer m¨¢s de cerca a los cubanos, de entrar ¡ªal menos un poco¡ª en su vida cotidiana y visitar lugares que no aparecen en las gu¨ªas de viajes gracias a sus indicaciones.
Nuestro viaje nos llev¨® de La Habana a Santiago, con paradas en Trinidad y Holgu¨ªn. Unos 1.000 kil¨®metros por la Carretera Central que se pueden recorrer en guagua (autob¨²s), en almendr¨®n (taxi colectivo) o en coche de alquiler. Y estas fueron las casas ¡ªtodas agradables, c¨®modas y econ¨®micas¡ª que nos acogieron.
1. Un apartamento ¡®vintage¡¯ en la calle Obispo (La Habana)
La calle Obispo es la arteria principal de La Habana Vieja, en pleno centro de la capital. Ah¨ª mismo est¨¢ este peque?o apartamento con cocina, sala, ba?o y habitaci¨®n que parece sacado directamente de los a?os sesenta. La casa est¨¢ a pocos minutos caminando de los principales atractivos de la capital: la catedral, la plaza de Armas, el Capitolio y el Malec¨®n. Es ligeramente m¨¢s caro de lo habitual, pero merece la pena.
Casa Blanquita. Calle Obispo, 201. La Habana Vieja. Tel¨¦fono: +53 53 34 89 47. El apartamento para dos personas, unos 40 euros la noche.
2. La casa colonial de Los B¨¦quer (Trinidad)
Dos de los lugares emblem¨¢ticos de Trinidad son la escalinata, una escalera empedrada donde suena m¨²sica en directo todo el d¨ªa, y la Casa de la Trova. En el medio de esos dos sitios se encuentra la vivienda de Cristina Prada B¨¦quer, una casa colonial que pertenece a su familia desde hace dos siglos. Tras la enorme puerta de madera, el recibidor acoge una galer¨ªa de arte. En torno a un patio central se distribuyen las habitaciones. Algunas son para alquiler y las otras est¨¢n ocupadas por la extensa familia. En una de ellas vive Isabelita B¨¦quer, prima de Cristina, una anciana que en su d¨ªa fue una cantante de trova famosa. En la otra, uno de los hijos ha montado una editorial autogestionada. Una familia cordial y culta con la que convivir en una casa con historia.
Hostal Cristina Casa Colonial. Calle Cristo, 31. Trinidad. Tel¨¦fono: +53 41 99 30 54. La habitaci¨®n triple, unos 20 euros la noche.
3. Una familia espa?ola en Holgu¨ªn
Lisandra y Flavio son descendientes de espa?oles, tienen doble nacionalidad. Regentan una casa en Holgu¨ªn que cuenta con todas las comodidades: patio, terraza, barbacoa y hasta una peque?a piscina. Aunque Holgu¨ªn no tiene demasiados atractivos tur¨ªsticos, es un buen punto de partida para visitar la playa de Guardalavaca. Y como Flavio tiene coche, se ofrece a llevar a sus hu¨¦spedes hasta all¨ª en su viejo Lada sovi¨¦tico.
Casa de Lisandra y Flavio. Prolongaci¨®n de Maceo, 380. Holgu¨ªn. Tel¨¦fono: +53 24 47 15 73. La habitaci¨®n doble, unos 30 euros la noche.
4. Loreta, Toni y Romeo: la familia santiaguera
Loreta y Toni son la pareja que aparece al principio de este reportaje. Viven en un barrio tranquilo donde la puerta nunca se cierra con llave. La casa es amplia y c¨®moda, un chal¨¦ de planta baja con porche y jard¨ªn. Loreta es una gran cocinera que disfruta agasajando a los clientes con platos sabrosos y bien presentados. Por ejemplo, pulpo guisado con arroz, frijoles negros y pl¨¢tano frito. De postre, jugo de mango natural. El matrimonio no solo aloja, sino que casi adopta a sus clientes: ¡°?Hab¨¦is comido bien? ?Quer¨¦is un cafelito?¡±, repiten cada d¨ªa. Al caer la tarde, su porche acoge largas charlas entre propietarios y hu¨¦spedes que se alargan hasta bien entrada la noche.
Casa de Loreta y Toni. Aguilera y Anacaona. Terraza de Vistalegre. Santiago de Cuba. Tel¨¦fono: +53 22 62 21 57. La doble, unos 35 euros la noche.
Dise?o dan¨¦s en una casa habanera
En el barrio del Vedado, El Paseo es un ejemplo del nuevo tipo de alojamientos que est¨¢n empezando a aparecer en La Habana. Los dos emprendedores que lo han abierto, el cubano Jos¨¦ Antonio M¨¦ndez y el espa?ol Antonio Salazar, se han preocupado de unir al mobiliario artesanal caribe?o piezas de dise?o dan¨¦s e italiano hasta lograr una atm¨®sfera elegante y acogedora. "Las peque?as empresas est¨¢n ayudando a cambiar el paisaje urbano de Cuba, y hay un nicho para este tipo de alojamientos", dicen. Y a?aden que su intenci¨®n es crear un sello de calidad al que se puedan adscribir otros establecimientos como La Reserva y El Malec¨®n 251, hospedajes de similares caracter¨ªsticas al suyo. El Paseo cuenta con dos suites con balcones, una terraza abierta y una azotea para tomar el sol. Tanto las suites como la cocina y los ba?os han sido restaurados o puestos al d¨ªa con materiales como terrazo, m¨¢rmol o cedro. Y otra de las preocupaciones de M¨¦ndez y Salazar es la de favorecer el desarrollo local. "Ayudamos a otras familias cubanas mediante salarios justos y un entorno agradable de trabajo", dicen.
El Paseo (avenida Paseo, 307, La Habana; elpaseopenthouse.com). Cuatro personas, unos 250 euros.
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