An¨ªbal de Otero 2015, recuerdos hechos vino

Que Elva Garc¨ªa Amigo le haya puesto a su bodega el nombre de Hija de An¨ªbal es toda una declaraci¨®n de principios, una manifestaci¨®n de humildad y una muestra de amor filial, ingredientes fundamentales para entender la entra?able calidad y el hondo aliento de este vino.

La otra es que, junto a sus cepas centenarias de la menc¨ªa, algunas cultivadas ya por su bisabuelo en Otero, una de las zonas del Bierzo con mayores posibilidades vitivin¨ªcolas, cuenten con la asesor¨ªa maestra de Pepe Hidalgo, profesor y en¨®logo que es en s¨ª mismo una garant¨ªa de calidad a la hora de la elaboraci¨®n. En resumen, frente a tanto marketing hoy imperante, materia prima, honestidad, sentimientos y ciencia son los ingredientes de la f¨®rmula magistral con la que Elva ha conseguido un tinto barrica (seis meses en roble franc¨¦s) que en su actualidad parece haber congelado el tiempo.

Porque su aroma, de intensa expresi¨®n varietal, con el contraluz de la fruta rojo-negra y la flor violeta, se ofrece limpio de arrogancias, cautivador en su integridad, festivo en el juego del lenguaje de las fr¨ªas especias, las secas hierbas de prado y el c¨¢lido recuerdo de la tierra. Potente, fresco, goloso y equilibrado, es el recuerdo hecho vino de una infancia entre vi?edos, mientras el padre gu¨ªa los bueyes entre las agradecidas vides.