Las tres torres de Gante

Resultan habituales las comparaciones entre Gante, capital de Flandes Oriental, y Brujas como las ciudades m¨¢s bonitas de B¨¦lgica. Es cierto que ambas cuentan con una red de canales y hermosos centros hist¨®ricos, pero, en esencia, son dos urbes diferentes: Brujas es rom¨¢ntica e intimista mientras que Gante resulta imponente y monumental.

No son pocos los que, despu¨¦s de visitar ambas ciudades, coinciden en que, en parte, Brujas tiene la fama y Gante carda la lana. Por ello, proponemos una ruta de un d¨ªa por los lugares m¨¢s destacados de Gante, que permite llevarse una idea completa del animado ambiente de la ciudad belga.

Sint-Baafsplein

La ruta comienza en la plaza de Sint-Baafsplein, coraz¨®n de Gante, donde encontramos dos de las tres famosas torres medievales que dominan el centro hist¨®rico de la ciudad: la de la Catedral de San Bav¨®n, y el Belfort, un precioso campanario de 91 metros de altura y testigo de la riqueza y el poder que alcanzaron los gremios medievales. En su interior se encuentra la campana de Roland, utilizada hist¨®ricamente para advertir a los habitantes de la ciudad cuando se aproximaban peligros o enemigos, o que se hab¨ªa ganado una batalla. Esta torre forma parte del conjunto de campanarios belgas y franceses declarados patrimonio mundial por la Unesco. Desde arriba, regala una de las mejores visitas de la ciudad.

Al bajar del Belfort merece la pena entrar en la Catedral de San Bav¨®n para contemplar La Adoraci¨®n del Cordero,de los hermanos Van Eyck, uno de los m¨¢ximos exponentes de la pintura flamenca medieval. Curiosamente, es conocida tambi¨¦n por ser una de las obras de arte m¨¢s robadas de la historia. Dentro de la Catedral hay que visitar tambi¨¦n la cripta, del siglo X, ¨²nico elemento que se conserva de la iglesia rom¨¢nica sobre la que se construy¨® el templo actual. La entrada a la Catedral es gratuita y el precio para ver el cuadro de los Van Eyck es de 4 euros.

Justo al lado de la catedral se encuentra la Lonja de los Pa?os, testigo de la floreciente industria y comercio textil que enriqueci¨® a la ciudad durante la Edad Media. Era el sitio en el que se celebraban los mercados de los tejidos, las transacciones y donde se reun¨ªan los miembros del gremio.

Cogiendo la Cataloni?straatse llega a la tercera torre de la ciudad, la de la Iglesia de San Nicol¨¢s, uno de los edificios m¨¢s antiguos y majestuosos de Gante. Justo detr¨¢s de la iglesia se encuentran la plaza del Korenmarkty la calle Klein Turkije, dos de los sitios con m¨¢s ambiente de la ciudad. Si llegados a este punto se nos abre el apetito, estamos de suerte: es el lugar adecuado para degustar alguna de las especialidades culinarias de Gante. La m¨¢s conocida es, seguramente, el waterzooi, plato original de la Edad Media que se cocinaba con pescado fresco procedente del r¨ªo Lys, que cruza la ciudad. En la actualidad se cocina con pollo, aunque quedan todav¨ªa establecimientos que permiten elegir entre ambas variantes. Antes de dejar la Korenmarkt atr¨¢s hay que prestar atenci¨®n al antiguo edificio de correos y su torre del reloj, preciosa mezcla de estilos g¨®tico y renacentista.

Paseo por el puerto

El recorrido contin¨²a nuestro camino por Sint-Michelshelling hasta desembocar en las preciosas calles Graslei y Korenlei, los muelles del viejo puerto comercial de Gante y, actualmente, dos de las calles m¨¢s pintorescas de la ciudad y uno de los mejores paseos que puede disfrutar el viajero. Se puede cruzar de una calle a otra por cualquiera de las pasarelas que unen ambas orillas del r¨ªo, pero resulta recomendable hacerlo por el famoso puente de San Miguel. Ofrece una de las vistas m¨¢s bonitas de Gante: se pueden contemplar las tres torres de la ciudad en una sola panor¨¢mica.

Antes de acabar el callejeo por el centro hist¨®rico hay que deslizarse por la calle Werregarenstraat, repleta de grafitis. Est¨¢ muy cerca de los muelles y es un lienzo urbano cedido por las autoridades de la ciudad para los artistas locales, que tienen carta blanca para decorar sus muros. Un pasadizo curioso y un tanto especial.

Tres museos

La abundante oferta cultural de Gante puede complicar la elecci¨®n al viajero, por ejemplo, entre sus museos. Entre los m¨¢s destacados e interesantes est¨¢n el Museo de Bellas Artes (MSK), con una colecci¨®n muy diversa; el Museo de la ciudad de Gante (STAM), alojado en una abad¨ªa del siglo XIV que fue reconvertida en un moderno centro expositivo, y por ¨²ltimo el S.M.A.K., el m¨¢s atrevido de todos, cuya colecci¨®n permanente de artistas internacionales y exposiciones temporales resultan, en ocasiones, un tanto provocativas.

Tomarse el tiempo de perderse por el centro de Gante cuando cae la noche es una de las mejores maneras de culminar la visita. El cuidado alumbrado de sus calles y casco hist¨®rico consigue sacarle el lado m¨¢s imponente, elegante y rom¨¢ntico a esta ciudad que respira sed de historia, de cultura y de actividad las 24 horas del d¨ªa.