Seis tascas aut¨¦nticas para comer rico y barato en Lisboa

El caldo verde, las sandes, las bifanas o los platos de influencia africana se sientan a la mesa de los lisboetas diariamente y, sin embargo, son pocos los viajeros que los incluyen en sus experiencias gastron¨®micas. Descubrir la verdadera forma de vida lisboeta puede ser una tarea complicada cuando se visita la capital lusa, cada vez m¨¢s plagada de establecimientos faltos de autenticidad y dirigidos exclusivamente al turista. Si quiere comer codo con codo con un portugu¨¦s, aqu¨ª va una lista de seis sitios en los que disfrutar de la sencilla comida local a buen precio.

Sabroso y popular

Pan con chorizo. Esta combinaci¨®n f¨¢cil y sabrosa es, tambi¨¦n, una de las m¨¢s populares de la gastronom¨ªa portuguesa. En los hornos de barro de A Merendeira (avenida del 24 de Julho, 54) se fabrican, desde hace 35 a?os, unos de los mejores de la capital. Al contrario que la mayor¨ªa de tascas tradicionales, la amplitud del local permite comer sin agobios y, aunque la decoraci¨®n no sea demasiado acogedora, ofrece un aspecto renovado de estilo r¨²stico. Pero lo mejor, sin duda, es el precio. El men¨² completo vale 5,50 euros e incluye caldo verde ¡ªuna tradicional crema a base de patata y berzas¡ª, un reci¨¦n horneado p?o com chouri?o y arroz con leche de postre. Todo ello acompa?ado de bebida y caf¨¦.

La autenticidad escondida

Despu¨¦s de atravesar una calle atestada de camareros a la caza del turista, adentrarse en A Provinciana (Travessa do Forno, 25) es volver a tomarle el pulso a la Lisboa aut¨¦ntica. A la entrada, un cartel improvisado de papel anuncia los platos del d¨ªa, que rara vez superan los seis euros. En el interior, las mesas atestadas de trabajadores de la zona se agolpan bajo una caracter¨ªstica colecci¨®n de relojes de madera. Si las estrecheces no son un problema, este es el lugar ideal para comer un pescado a la parrilla o un cocido con el portugu¨¦s como ¨²nico sonido de fondo. Todo ello regado, a ser posible, con una copa de vino verde. Dada la gran afluencia es probable que toque hacer cola, por lo que se recomienda llegar con tiempo.

Codearse con diputados

Adem¨¢s de con turistas y vecinos del barrio, en el P?o de Canela (plaza de las Flores, 25-29), uno puede en ocasiones compartir espacio con diputados del Parlamento portugu¨¦s, situado a pocos metros del local. Algunos lisboetas aseguran, incluso, haber visto al primer ministro, Ant¨®nio Costa, en su agradable terraza. En la carta, adem¨¢s de especialidades portuguesas, se puede encontrar una amplia variedad de ensaladas, tostas y bocadillos. Menci¨®n aparte merece el brunch del fin de semana, uno de los mejores de la ciudad. Por poco m¨¢s de 20 euros se puede disfrutar de un buf¨¦ libre que incluye todo tipo de dulces y platos salados como los huevos benedictinos.

Muy cerca de la tasca Casa das Bifanas est¨¢ la Pastelaria Sui?a, perfecta para tomar de postre un pastel de nata

Herencia colonial

Tres siglos de pertenencia al imperio portugu¨¦s han conseguido que platos como la cachupa de Cabo Verde, un estofado con alubias, sea una opci¨®n habitual en las mesas de todo Portugal. Uno de los sitios m¨¢s aut¨¦nticos donde probarla es la Associa??o Caboverdeana (Rua Duque de Palmela, 2). Casi oculta en el s¨¦ptimo piso de un edificio de oficinas, la modesta sala de comidas ofrece buenas vistas de la ciudad con m¨²sica en directo los martes y jueves. El men¨² diario ofrece tres platos para elegir por unos ocho euros la media raci¨®n ¡ªsuficiente para una persona¡ª, e incluye algunas recetas de la gastronom¨ªa lusa como el arroz de pulpo. Solo hay que tener en cuenta su reducido horario: abre de lunes a viernes de 12.00 a 15.00.

Comer en una panader¨ªa

De sus cafeteras y planchas salen, cada ma?ana, decenas de bicas ¡ªas¨ª se llama al caf¨¦ solo en Lisboa¡ª y tostadas con mantequilla, pero muchas panader¨ªas portuguesas son, adem¨¢s, la opci¨®n elegida por cientos de lisboetas para comer. Situada en uno de los enclaves m¨¢s exclusivos y tur¨ªsticos de la capital, el barrio de Pr¨ªncipe Real, la Padaria Beira Tejo (Rua da Escola Polit¨¦cnica, 41) es una de ellas. La f¨®rmula es b¨¢sica: sopa del d¨ªa acompa?ada de un bocadillo, s¨¢ndwich o un salgado ¡ªempanadillas y hojaldres¡ª por menos de cinco euros. Para los que prefieren algo m¨¢s contundente, tambi¨¦n se sirven platos del d¨ªa. El local solo tiene tres mesas, pero existe la opci¨®n de pedir la comida para llevar y disfrutarla en los jardines de Pr¨ªncipe Real.

A cualquier hora

A simple vista, la bifana puede parecer un simple bocadillo de cinta de lomo, pero existen tantas versiones de la salsa en la que se marina la carne como establecimientos que la preparan. La jugosidad de las de la Casa das Bifanas (plaza de Figueira, 6) convierten a esta tasca lisboeta en uno de los mejores sitios para probarlas por menos de tres euros. El local es modesto y algo ruidoso, pero cuenta con una peque?a terraza con vistas al Castelo de S?o Jorge y gracias a su amplio horario ¡ªdesde las 6.00 hasta medianoche¡ª se pueden evitar las horas punta. Muy cerca se encuentra la Pastelaria Sui?a (plaza de Dom Pedro IV, 96), perfecta para rematar con un pastel de nata de postre, y A Ginginha, para cumplir con la tradici¨®n local de bajar la comida con un chupito de licor de cereza.